Bolivia. Desastre ecológico toca ríos y lagunas; mortandad de peces, reclaman veda


En los ríos Yapacaní, Grande, Ichilo y Piraí murieron millones de peces por el frío. Además de los ríos en las lagunas España y Seboro flotan miles de peces descompuestos. 

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Peligro. Las osamentas en el Piraí



René David Moreno, El Deber

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Desastre toca dos ríos y dos lagunas

Mortandad. Además de los ríos Grande y Piraí, en las lagunas España y Seboro flotan miles de peces descompuestos. En la zona se reclama veda

El desastre no puede ser peor. Miles de peces muertos están regados en los ríos Grande y Piraí, flotan en las orillas y también son arrastrados por la corriente aguas abajo. Lo propio sucede en lagunas cercanas al Río Grande, como España y Seboro, donde algunos pescadores confirmaron que se ha producido también una mortandad de proporciones.

El mal olor putrefacto de pescados y tortugas en descomposición rodean el ambiente que se torna irrespirable.

Surubíes, generales, bogas y otras especies de peces con cinco, siete, diez o más kilos yacen en las orillas. Algunos ya están resecos por el sol y otros que aún se conservan casi frescos porque acaban de morir.

Para vecinos y pobladores de comunidades adyacentes a los ríos Grande y Piraí, el problema recién empieza; temen la aparición de enfermedades por la contaminación del agua y algunos creen que entre tres y cinco años habrán desaparecido los peces.

Alfredo Soria Hurtado, dueño del puesto agrícola San Jorge, indicó que es necesario declarar una veda de por lo menos un año para que nuevamente los peces comiencen a reproducirse.

El alcalde de San Pedro, Benedicto Zurita, a tiempo de lamentar el desastre, pidió a las autoridades de la Gobernación y del Gobierno Nacional coadyuven a solucionar el problema que se ha presentado, tanto para limpiar los ríos como para impulsar la reproducción de las especies.

Francisco Aguilera, responsable de Biodiversidad de la Gobernación, informó de que se ha desplegado a técnicos de esta cartera en los cuatro ríos principales de la zona norte (Río Grande, Ichilo, Piraí y Yapacaní) para evaluar la situación.

En dos días se espera recibir los primeros informes y a base de ellos se definirán las medidas pertinentes.

Por el momento y aunque la tarea de cuantificar los daños es muy difícil, se pudo corroborar que en un espacio de cuatro kilómetros se contabilizaron más de 40 mil peces recién muertos.

A su vez, Oswaldo Helmig Aponte, egresado de Biología, mencionó que si los peces comenzaron a morir desde la anterior semana, es urgente que se hagan acciones de limpieza en el río, para evitar más contaminaciones.

Helmig afirmó que generalmente los peces en ésta época fría se resguardan en los cajones de Abapó (cuenca alta del Río Grande), pero que al bajar el caudal por las pocas precipitaciones han sido afectados por las bajas temperaturas, lo que es una causa por la cual se sospecha que han muerto.

La Gobernación pidió no comprar peces en descomposición porque producen enfermedades estomacales.

En Beni hubo afectación

La mortandad de peces como consecuencia del frío polar en la Laguna Sernandes fue verificada por el director del Sistema de Alerta Temprana (SAT), Luis Phillips de Beni.

La baja temperatura en el ambiente provocó el debilitamiento, la captura y posterior muerte de miles de peces y otros animales que forman parte del ecosistema de la laguna, explicó Phillips.

Desde abril, las lagunas han perdido mucha agua, algunas quedaron con un metro y medio de profundidad. Cuando llega el ‘surazo’ el agua tiene una temperatura casi igual a la de la superficie.

Los peces tropicales viven en una temperatura media de 25 grados centígrados, pueden soportar alteraciones pero no por mucho tiempo. Con temperaturas inferiores a los 20 grados, los peces sufren hipotermia, les falta oxígeno y se reduce su capacidad de movimiento. /Radio Patujú

  Testimonios  

Lorgio Mercado T.

Agricultor zona de Hardemann

El viernes fui a la zona de La Palizada (río Piraí) a pescar y vi el destrozo fatal de miles de peces muertos, hasta mis lágrimas se cayeron. Es posible que haya una epidemia o alguna peste por toda la contaminación que hay. Es la primera vez que sucede algo así, nunca he visto cosa semejante en mis 60 años de vida.

Alfredo Sorial H.

Agricultor región de San Pedro

El río Piraí parecía una sola colcha de peces muertos, de banda a banda. Estos peces han llegado de la cuenca alta del río Grande, yo creo que se han venido huyendo de la masa de agua fría que descendía de la cordillera; ya estaban en agonía y buscaban temperaturas más elevadas para tratar de sobrevivir.

Román Pinto

Pescador de Santa Cruz

Yo vine con mis amigos de Santa Cruz a pescar a las lagunas España y Seboro, pero ha sucedido lo que nunca nadie ha visto por estos lugares, millones de peces muertos. Toda clase de animales que vivían en el agua se han muerto, es inmensa la cantidad de pescados, millones. Han muerto tortugas y lagartos.

El frío causa la peor muerte de peces en 4 ríos

En los ríos Yapacaní, Grande, Ichilo y Piraí se estima que murieron millones de peces por el frío. Es un desastre ecológico, según la Gobernación.

imageFoto: El surazo provocó el mayor desastre ecológico de los últimos 40 años. Los ríos afectados son el Piraí, Ichilo, Grande y Yapacaní.

El Día

La fuerte ola de frío que afectó al país hace poco más de una semana provocó la mayor mortandad de peces desde la década de los ‘70 en cuatro ríos cruceños, informó una fuente de la Gobernación.

Aunque todavía no hay informes, el responsable de Biodiversidad de la Gobernación, Francisco Aguilera, no duda que hay “millones de peces muertos”.

Datos más precisos estarán disponibles en unos tres días, luego de recopilar información de pobladores aledaños que están recorriendo los ríos Grande, Ichilo, Yapacaní y Piraí, agregó el funcionario.

Solo en el Río Grande, que tiene una extensión de unos 300 kilómetros, se divisan peces muertos en una franja de 30 kilómetros, según pudo observar Aguilera en un sobrevuelo por la zona.

En apenas un área de cuatro kilómetros se han detectado unos 30 mil peces muertos, entre ellos especies de gran consumo en la capital cruceña como la boga, sábalo, surubí o pacú. Ante esta situación la Gobernación coordina con la Alcaldía para realizar un mayor control en los mercados capitalinos para evitar la venta de pescado en mal estado.

En la población de Puerto Pailas, a 45 kilómetros de Santa Cruz en la ribera del Río Grande, aparecieron cientos de peces muertos hace una semana. Algunos lugareños recogían el pescado y lo vendían a Un boliviano cada uno a comerciantes, que llegaron en camionetas desde la localidad tarijeña de Villamontes.

La muerte de los peces ha ocurrido en los denominados meandros, que son ramales poco profundos y que quedan aislados del cauce principal del río.

Aguilera calificó este drama como un desastre ecológico y lamentó que sea poco o nada lo que se pueda hacer, “simplemente rezar” para que las temperaturas no desciendan tanto.

Los peces viven a temperaturas promedio de 20 a 25 grados y en la semana del 12 al 17 de julio, el termómetro llegó a marcar hasta dos grados centígrados, aunque la sensación térmica es más baja.

La ola de frío vino acompañada de inhabituales nevadas en Cordillera, zona frecuentemente castigada por la sequía. Tambien nevó en Vallegrande donde se dañaron los cultivos de papa, duraznos tempraneros y hortalizas.

El drama en cifras

Ayuda oficial • Defensa Civil entregó ayer 70 toneladas de alimentos (sales minerales, semilla de alfalfa y torta de soya) y 1.063 frascos de vitaminas para el ganado afectado por la sequía en el altiplano paceño. En los próximos días prevén entregar similar ayuda para Oruro y Potosí. En los tres departamentos hay unas 6.588 familias.

Beni también sufre • La muerte de peces de la laguna Isireri, en San Ignacio de Mojos (Beni), a consecuencia del intenso frío, podría ocasionar la contaminación del agua que sirve de consumo humano a varias comunidades de la zona. La anterior semana en los alrededores de la laguna y sus arroyos se presentaron gran cantidad de peces muertos de distintas especies, como sardinas, pirañas, lentones, tamatis pequeños, entre otros..

Los tiempos • Los efectos de la mortandad de peces tardan entre una o dos semanas en desaparecer, explica Francisco Aguilera de la Gobernación de Santa Cruz; eso depende de la fuerza del caudal de los ríos.