El comandante de la Policía boliviana, Oscar Nina, admitió ayer que la corrupción es el mayor problema y que su institución está estigmatizada como “de ser los campeones de los violadores de derechos humanos”.
En una entrevista en el programa el pueblo es noticia, que se emite en medios gubernamentales, Nina, presentó un diagnóstico de la institución en el que identificó los tres principales problemas: corrupción, abusos contra la ciudadanía y la desconfianza de la sociedad hacia la institución del orden.
“Hemos sido capaces de reconocer de que nuestra institución tiene varios estigmas que están sobre cada uno de los policías, primero el estigma de la corrupción que es lo más preocupante”, reconoció el máximo jefe policial.
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El general agregó que ha dado plazo hasta fin de mes para que los comandantes departamentales presenten un plan para erradicar la corrupción de la institución, que cuenta con 36 mil uniformados en todo el país.
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