Como el «cura gatica»


Predica pero no practica la austeridad. A los demás exige sacrificios y que se rebajen los sueldos, pero acaba de pagar $us 40 millones por su nuevo juguete.

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La «oficina» en el nuevo avión presidencial (izq); Evo en el Mundial de fútbol en Sudafrica, como un «hincha» más.



Durante sus intervenciones ante “sus bases” y los funcionarios masistas el presidente Evo Morales intenta darles mensajes éticos y les pide austeridad, que no caigan en el “peguismo”, que trabajen sin horario por el bien del país y que no gasten los recursos de las regiones en subirse los sueldos. Como es comprensible, elige muy bien los lugares en los que envía estos mensajes no suceda que vaya a pasar un sofocón ya que alguien podría mostrarle la distancia que existe entre sus discursos y sus actos. Particularmente los cocaleros, se muestran muy permeables a sus discursos «éticos», porque al final de cuentas ellos también «viven bien» produciendo la materia prima para el narcotráfico.

Evo predica la austeridad pero hace exactamente lo contrario. Para muestra un botón. Existen indicios más que suficientes de que su “instrumento de trabajo”, el avión francés Falcon Dassault es demasiado caro si se lo compara con otros de características similares pero parece que existía un sugestivo interés en adquirir precisamente ese, en forma directa y sin licitación.

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Sobre este mismo punto no está demás recordar que el minuto de vuelo del lujoso avión pasa de los cien dólares. Si tomamos en cuenta que existen ocasiones en que Evo visita hasta tres poblaciones por día y de los 30 días del mes 20 esta de viaje ya sea al interior o al exterior, nos daremos cuenta de que su nuevo juguete nos saldrá demasiado caro a todos los bolivianos.

Para constatar como entiende Evo Morales la austeridad, basta y sobra darse una vueltita por las inmediaciones de la plaza Murillo los días miércoles por la mañana que es cuando se realizan las sesiones de gabinete y no podremos evitar quedar impresionados por el desfile de vehículos último modelo dentro de los cuales se pavonean los ministros y no solo ellos; también lo hacen los viceministros, directores y dirigentes de las “organizaciones sociales”.

Resulta muy difícil afirmar que el estilo de vida de los jerarcas masistas es austero cuando no son precisamente un ejemplo en ese campo. En el matrimonio de Fidel Surco con quien era hasta ahora su concubina no se reparó en gastos y el gran despliegue de lujo aunque no de buen gusto, hubiera causado la envidia del más encumbrado oligarca.

Si querríamos nombrar ejemplos de los lujos que se da esta “nueva clase” o casta mestiza que se dice “indígena” podríamos llenar páginas y páginas pero baste con indicar que no lo hacen con el producto de su trabajo o de su sacrificio sino con las prebendas que reciben por apoyar al actual gobierno ya sea desde su condición de dirigentes de las “organizaciones sociales”, de parlamentarios o de funcionarios de cierto nivel.

Naturalmente todo este entramado prebendal y corrupto no existiría si no es con la total aquiescencia de Evo Morales por lo que tiene muy poca razón para indicar que tiene “moral” para decir que debe haber austeridad.

También le quita moral para hablar de austeridad, su viaje a Sudáfrica para asistir a la inauguración del mundial de fútbol acompañado de un numeroso séquito entre los que se contaban el ministro Arce, de Hacienda, y el portavoz Canelas. Digan lo que digan, el viaje fue pagado con recursos salidos del Estado, es decir, del bolsillo de todos los bolivianos; se trató de un viaje de placer de carácter privado pero aquí no se aplica la ley Safco y la ministra «anticorrupción» es ciega, sorda y muda.

En suma, los discursos del presidente Morales sobre austeridad como entran salen, porque la mayoría de los masistas ya se han percatado que su «gran jefe» es como el cura Gatica: «predica pero no practica».