Sorprende la facilidad con la que el vicepresidente Alvaro García Linera amenaza con la cárcel a medio mundo y con motivos que resultan muy poco convincentes. Según él los referéndums autonómicos realizados en los departamentos de la “media luna” fueron actos delincuenciales y sus promotores deberían ser encarcelados.
Por puro oportunismo y conveniencia política los jerarcas del gobierno dijeron que respetarían los resultados de los referéndums y de los estatutos y anunciaron que estos debían compatibilizarce con la Constitución. Hoy les niegan legitimidad de la misma forma que a las autonomías indígenas porque ya no le son políticamente útiles para perforar (intervenir) las autonomías departamentales.
El tonito de perdonavidas de García Linera, su aire de intelectual decadente, además de sus coquetones ademanes, ciertamente producen nauseas sobre todo cuando afirma muy suelto de cuerpo que todo el mundo es merecedor de la cárcel: los que considera quieren “dividir” a la patria, los que se atreven a formular cualquier crítica al gobierno, los que apoyan una real autonomía a los que por obra y gracia de su “genio político” ha convertido en terroristas. ¿Será que lo persiguen los fantasmas de su pasado?
Habla mucho del respeto a la voluntad popular pero no quiere reconocer que en los referéndums -donde votaron no miles sino millones de cruceños, tarijeños, pandinos y benianos- ésta se expresó de una manera clara y soberana y sin ningún tipo de interferencias o intentos de deformarla por cualquier método, como ya se ha hecho costumbre en el régimen del MAS.
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El Vice ahora tiene el poder que le da los mecanismos necesarios para hacer cumplir su voluntad y le alcanza hasta para hacer parecer que esta es legal o que responde a un pedido supuestamente popular. Olvida que “ese maravilloso instrumento del poder”, como lo describía Víctor Paz Estenssoro, tiene una existencia efímera y suele hacer pagar muy caro a todos los que usaron y abusaron de él.
García Linera esta envalentonado y en su afán inquisidor y extirpador de criterios que no sean los del gobierno amenaza con la cárcel a los autonomistas: gobernadores, cívicos y dirigentes de la oposición y cualquier argumento es bueno para su inocultable afán de venganza. Evidentemente es muy duro e inflexible en eso de impartir castigos.
Por ese motivo sería muy interesante y esclarecedor que nos dé su ilustrado criterio y diga en que lugar considera que debieran estar los que asaltaron una remesa destinada a la universidad de Cochabamba, los que ponían bombas a torres eléctricas afectando propiedad del Estado y a miles de ciudadanos, o los que mandaban a ilusos campesinos para hacer volar gasoductos mientras ellos (los intelectuales estrategas) se quedaban a buen resguardo.
En la febril coyuntura nacional, se dice también que la confrontación entre el vicepresidente García y el gobernador Costas no es más que un show lo que resulta muy probable dados los vericuetos de la política criolla pero mas allá de este episodio que será muy bien utilizado por el MAS para «sentar» presencia en la gobernación cruceña; esta el hecho de que la voluntad popular expresada en los referéndums no puede ser barrida por el afán hegemónico del gobierno.
Se ha logrado un avance en la Comisión de Concertación de la Asamblea Legislativa sobre la Ley Marco de Autonomías, que pasa, entre otros puntos, por reconocer los resultados de las consultas populares y por la necesidad de compatibilizar los estatutos autonómicos de la llamada «media luna» con la Constitución. Es de esperar que este interesante avance logrado por el esfuerzo y la buena fe (que algunos llaman ingenuidad) de los parlamentarios de oposición y de algunos masistas, incluido el ministro Romero, no sea desvirtuado por García Linera y por su influencia también por el presidente Morales, culminando en un nuevo engaño para los demócratas del país.