En la reunión de gabinete ampliado realizada en Huatajata se constató lo que todos los bolivianos ya saben: que el gobierno ha dado prioridad a la gestión política entendida en términos de la reproducción del poder. De la gestión económica tuvieron poco para ponderar; y esperemos hayan tomado nota de la catastrófica situación de YPFB, de los recurrentes fracasos para la explotación de hierro en El Mutún y de la tragedia que sufre el 70 por ciento del país por las heladas y sequías.
Evo Morales evalúa resultados del primer semestre de su segundo periodo gubernamental, a orillas del Lago Titicaca el pasado domingo (Foto Abi)
Un aspecto llamativo fue la ausencia de los “movimientos sociales” es decir de aquellas organizaciones afines al MAS y a cuyo nombre dice Evo que gobierna. Las razones fueron expuestas durante el mismo encuentro: hay organizaciones que se volvieron contestatarias como la Cidob (de los indígenas de tierras bajas) y el Conamaq, a pesar de un acuerdo firmado con esta última, en tanto que otras han perdido su capacidad de movilización y convocatoria.
Durante la reunión de evaluación de la gestión gubernamental se estableció que el actual modelo basado en la otorgación de bonos no podrá ser sostenible por mucho tiempo y por tanto urge reactivar el aparato productivo. Se vio como algo paradójico que si bien la mayor parte de los sectores productivos estratégicos se encuentran en manos del Estado, el aporte de este al conjunto del PIB no ha crecido en forma significativa.
Un aspecto que debe ser destacado es que Evo Morales haya reconocido que la falta de personal calificado impide llegar a mayores niveles de cumplimiento de la inversión pública programada. Es conocido que para efectuar una contratación en una entidad pública o en alguna empresa dependiente del Estado, prevalece las consideraciones políticas lo que incide de forma negativa en lo que debiera ser una adecuada gestión económica.
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Hasta ahora el gobierno solo puede mostrar como sus más destacados logros la aprobación de una Constitución Política que arroja cada vez mayores dudas sobre sus posibilidades de ser aplicada sin un serio riesgo para la coherencia institucional del Estado. Las cinco “leyes orgánicas” en realidad están sentando las bases para que de manera paulatina se instale un régimen autoritario bajo un disfraz democrático y legal.
De gestión económica no tenemos nada. Al principio de su administración Evo Morales afirmó que uno de los pilares de la política económica sería la industrialización de los hidrocarburos pero no hay que ser un analista acucioso o un especialista en el tema para darse cuenta que esa no es más que otra ficción que nos vendieron con objetivos esencialmente electorales.
Pero al parecer en esta reunión tampoco se apuntó muy bien ya que por un lado se dice que la baja ejecución presupuestaria se debe a deficiencias en la capacitación del personal pero por otro se forma otra “comisión” para obtener mayor cantidad de recursos. En suma ¿Cuál es el problema? ¿la falta de recursos o la falta de capacidad para utilizarlos?
Los recursos mediáticos (propaganda) para ocultar la falta de gestión son cada vez menos convincentes. Sería bueno que la demostrada capacidad del gobierno masista para anular a la oposición política o para mantenerla paralizada, tenga un correlato en la creación de fuentes de trabajo, en el incentivo de proyectos productivos, en seguridad jurídica para atraer a inversionistas; en suma pedimos que sean tan eficientes en Economía como en política.