Fidel Castro se enfunda la “verde olivo”


CASTRO MILITAR En la simbología del castrismo hay una fecha marcada a sangre y fuego: 26 de julio de 1953. Ese día, con el asalto al cuartel Moncada en Santiago de Cuba, un grupo de jóvenes rebeldes liderados por Fidel Castro pusieron en jaque al dictador Fulgencio Batista. Aunque el ataque resultó un rotundo fiasco, el posterior juicio a Fidel —con su alegato «La Historia me absolverá»— y su puesta en libertad tras una amnistía en 1955 cimentaron el triunfo en 1959 de la Revolución cubana.

Agarrado a la efeméride, con los «flashes» de la actualidad sobre La Habana (con destierros de presos políticos a España) y para dejar bien claro quién dicta el paso en Cuba, Fidel volvió a enfundarse su «camisa verde olivo de las mil batallas», tal y como informó la web estatal cubadebate.cu. Fidel no lucía indumentaría militar desde hace cuatro años, precisamente durante un discurso del 26-J en el que rindió tributo a los mártires del asalto a la segunda fortaleza militar en tiempos de Batista. El sábado el objetivo era el mismo en el mausoleo del municipio de Artemisa —provincia de La Habana—: «Los estudiantes de aquí eran de los más combativos que había en Cuba … No tuve dudas de la posibilidad de éxito de aquel plan. Lo volvería a hacer exactamente. Sólo que no le haría caso a ninguna guardia cosaca», comentó en alusión a los factores que hicieron fracasar el asalto al cuartel Moncada.

Barba canosa, semblante rígido, camisa militar sin insignias ni medallas, con la retórica de siempre y arremetiendo contra el «imperio» (EE.UU.), voz firme en su breve discurso de minuto y 20 segundos y flanqueado por los comandantes de la Revolución Ramiro Valdés y Guillermo García Frías y por varios ayudantes vestidos con chándal. Así apareció.



A sus casi 84 años —el 13 de agosto tiene lugar otra efeméride castrista con su cumpleaños— el todavía secretario general del Partido Comunista vive un mes de resurrección pública que comenzó el 7 de julio con una visita al Centro de Investigaciones Científicas. Desde ese día no ha parado: aparición en la televisión pública para hablar de la amenaza de una guerra nuclear, visita a un acuario, reunión con embajadores cubanos,… Unas apariciones públicas que han disparado el rumor: ¿Volverá a la Presidencia relevando a su hermano Raúl?

«Nada hace pensar que pueda haber cambio en Cuba, salvo para instaurarse él mismo otra vez en el poder», asegura el disidente Óscar Espinosa Chepe, quien alude a un posible enfrentamiento entre el sector más duro encabezado por Fidel y otro más aperturista liderado por su hermano.

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Chávez, hoy en La Habana

La expectación por un posible discurso hoy en el «Día de la Rebeldía Nacional» de «El Caballo» —así se apoda en la isla a Fidel Castro— es otra de las grandes incógnitas. El 57º aniversario se celebrará en Santa Clara adonde acudirá el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, inmerso en una guerra diplomática con Colombia.

En declaraciones a la agencia AP, Wayne Smith, ex diplomático de EE.UU. en La Habana, asegura que la presencia de Fidel en los actos de hoy supondría un jarro de agua fría para todos aquellos que esperan algún tipo de gesto aperturista por parte de las autoridades cubanas: «Dejaría bien claro a EE.UU. que es él quien realmente manda en los asuntos de Cuba. Raúl está aún maniatado por la presencia de su hermano».

Por su parte, Raúl también prepara un discurso. Muchos ciudadanos en la isla esperan medidas aperturistas, al menos en lo económico. Algunos analistas apuntan a la presencia de las razones de la liberación de los 52 presos políticos en su discurso. ¿Sentirá la mirada in situ de su hermano?… Quizás a estas alturas de la Historia a Fidel le baste con vestir su particular elástica, «La Verde olivo», para enviar un aviso a navegantes.

Eso sí, los pantalones que vistió en Artemisa seguían siendo de chándal azul marino.

ABC – Madrid