El gobierno, a través de su Dirección Departamental de Autonomía en Santa Cruz, negó que el ministro Carlos Romero haya querido golpear a los indígenas en la reunión de ayer, tal como denunciara la secretaria de Género de la Confederación de Pueblos Indígena de Bolivia (CIDOB), María Saravia.
Mediante una nota de prensa, esa repartición gubernamental afirma que en la reunión de ayer, cuando el Ministro de Autonomía exponía las observaciones a la plataforma de demandas que la CIDOB, “fue interrumpido de forma intempestiva e irrespetuosa por parte de la Secretaria de Género de la CIDOB, exhibiendo lamentablemente una conducta de un nivel de intolerancia preocupante, acompañado de fuertes golpes sobre la mesa”.
Además, agrega la nota de prensa, es totalmente falso atribuir al Ministro propósitos de coartar la libertad de expresión, cuando durante algo más de una hora y media la comisión de gobierno escuchó con absoluta paciencia y predisposición las exposiciones de todos y todas las y los delegadas de la CIDOB. Es menester señalar que algunas de esas exposiciones tenían contenidos ofensivos y hasta cargados de ira.
“Lamentamos que la Sra. Saravia incurre en expresiones tan desacertadas que constituyen calumnias, en el sentido más estricto de la palabra. Deploramos que la ofuscación y la desesperación en la que se encontraba la Comisión de la CIDOB hayan provocado en algunos de ellos (as) conductas antidemocráticas, al evidenciar carencia de argumentos para debatir y defender sus propuestas. La salida fácil a esta dificultad de la Comisión parece ser recurrir a la desinformación, la mentira y la intransigencia”, concluye la nota.
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Ayer la secretaria de Género de la CIDOB, María Saravia, relató que al momento de iniciarse la reunión, el ministro Carlos Romero salió a dar una conferencia de prensa, mientras que a los representantes indígenas les prohibieron declarar. “Por qué nos quieren coartar la libertad de expresión”, fue la respuesta que dimos, lo cual provocó la ira del Ministro, relató la dirigente a tiempo de denunciar que el ministro Romero 
“además de reclamarnos airadamente quiso golpearnos como si fuéramos sus hijos y eso no lo vamos a permitir”. Santa Cruz, Erbol.