Un 16 de julio sin obras y escasa participación de autoridades


Sin grandes obras y con escasa participación de autoridades de Estado y representantes diplomáticos: así celebró La Paz los 201 años de la revolución del 16 de julio de 1809. Tras unificar sus agendas, la Gobernación y la Alcaldía de La Paz encabezaron los actos oficiales, para después realizar sus respectivos agasajos con sendos almuerzos.

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Procesión: la congregación Virgen del Carmen lleva en hombros a la patrona



Tres actos centrales marcaron la primera mitad de la jornada: el encendido de la tea, una ceremonia interreligiosa y el Tedeum.

Los actos tuvieron lugar en la plaza Murillo a las 09.11 con la interpretación del Himno Nacional y la iza de las banderas (nacional, de La Paz y la wiphala). El presidente Evo Morales, quien estuvo acompañado por el vicepresidente Álvaro García Linera; el gobernador de La Paz, César Cocarico, y el alcalde de la comuna, Luis Revilla, dio lumbre a la tea de Pedro Domingo Murillo.

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Posteriormente, un sahumerio propiciado por el Consejo de Guías Espirituales Amautas dio inicio a la ceremonia de interculturalidad religiosa. Representantes de las iglesias Católica, Metodista y Evangélica y sacerdotes aymaras formaron parte de la celebración.

El representante de una de las iglesias evangélicas, Osvaldo Cuevas, resaltó la madurez demostrada por las autoridades nacionales y locales, quienes finalmente decidieron unirse para celebrar los 201 años de la revolución juliana.

Cuando le tocó el turno al representante de la Iglesia Católica, Xavier Albó, éste rogó por la “unidad en la diversidad” y además combinó el rezó de las bendiciones con un “amén y jallalla”, para lo cual pidió a los presentes a levantar las manos en alto.

Concluida la ceremonia interreligiosa, los participantes se dirigieron a la Catedral Metropolitana, donde tuvo lugar el Tedeum. Este acto fue encabezado por el Gobernador y el Alcalde de La Paz; el Presidente y el Vicepresidente del Estado Plurinacional ya no estuvieron presentes. Tampoco se observó la participación de representantes diplomáticos.

El acto litúrgico estuvo a cargo del obispo auxiliar de La Paz, Óscar Aparicio; el nuncio apostólico Giambatista Diquattro y el obispo auxiliar de El Alto, Eugenio Scarpellini.

En su homilía, Aparicio resaltó que “es posible una sana colaboración entre la Iglesia y la comunidad política (…) La Iglesia no quiere de ningún modo sustituir a los responsables del Gobierno, sólo desea poder participar con espíritu de diálogo y de cooperación”.

Al concluir la eucaristía, inició la procesión de la Virgen del Carmen, que recorrió los alrededores de la plaza Murillo y las calles circundantes. Cadetes del Colegio Militar de Ejército llevaron en andas la imagen de la patrona de las Fuerzas Armadas.

Tras la procesión y hacia las 13.30, una comitiva de la Gobernación, encabezada por César Cocarico, se trasladó al hotel Presidente, donde de celebró un almuerzo. Asimismo, autoridades municipales e invitados de la comuna paceña se dirigieron al Museo Memoria y Futuro (ex Kusillo), donde aguardaba también un almuerzo.

Los agasajos

El almuerzo ofrecido por la Gobernación tuvo lugar en el hotel Presidente. Asisteron unos cien invitados.

El gobernador César Cocarico departió con los asistentes, entre ellos los ministros de Estado. El menú incluyó plato paceño.

El Museo Memoria y Futuro (ex Kusillo) fue escenario del almuerzo de la Alcaldía paceña. Hubo unos 500 asistentes.

Como invitados especiales, Luis Revilla recibió a los alcaldes de Tarija y Oruro y a empresarios privados. La Prensa