¿A las puertas de la revolución federal?

POTOSÍ Toda tesis genera su antítesis y así es como el evismo centralizador podría haber sembrado la semilla de su propia destrucción, al inducir a los departamentos del occidente del país a incluirse en el modelo autonómico. Sin duda, la autonomía inserta en la CPE es apenas nominal y no podrá plasmarse en la realidad hasta que se concrete una reforma constitucional, que amplíe las competencias de las gobernaciones. Pero al parecer sí fue útil para despertar en esos departamentos ansias legítimas de participar en el control de sus recursos naturales. Éste es el trasfondo de lo que sucede por estos días en Potosí, punta de lanza de un ciclo o “revolución” federal donde antiguos bastiones del MAS comenzarán a priorizar sus aspiraciones territoriales por encima de los intereses materiales y políticos de la burocracia del gobierno central. En la medida que en Santa Cruz pueda encausarse una renovación de la dirigencia, dando paso a actores que sean capaces de tender puentes con los liderazgos regionales emergentes de tierras altas y con los sectores sociales disidentes del oficialismo, Bolivia podría estar a las puertas de un nuevo proyecto nacional.

Culto a la personalidad

Varios de los invitados que asistieron en la Fexpo a la sesión de la Asamblea Legislativa Plurinacional y al cóctel posterior coinciden en señalar que fueron testigos de una escenificación cuidadosamente montada según los cánones del “culto a la personalidad”. Movimientos casi coreográficos y un manejo preciso de tiempos y espacios fueron parte de un protocolo diseñado para situar a Evo Morales y Álvaro García Linera en un plano superior al de los demás asistentes. Se trata de una tecno-política heredada del socialismo real, que supo construirle a sus diferentes autócratas (Stalin, Kim-Il Sung, Fidel Castro, etc.) una aureola de superhombres o semidioses. Procedimientos ahora reciclados por los regímenes de las “democraduras” del ALBA.

El Estado “Chaparecéntrico”

Primero, el gobierno despejó el territorio del Chapare al expulsar a la DEA. Luego vino la construcción de pistas de aterrizaje con la ayuda venezolana. Actualmente, siete de las quince nuevas empresas estatales están siendo situadas allí y el próximo paso es la construcción de una carretera con un costo de 450 millones de dólares, sin importar que esto afecte a los pueblos originarios del Parque Isiboro-Sécure. Cada vez queda más claro que la administración de Evo Morales tiene un único y exclusivo beneficiario: sus “bases” cocaleras del Chapare, mientras que los diferentes movimientos sociales aliados que le ayudaron a ascender al poder han sido descartados uno a uno (COB, CIDOB, CONAMAQ, FEJUVE de El Alto). Hoy por hoy, el gobierno se ha replegado a su núcleo duro, una lumpen-oligarquía que usufructúa para sus propios fines del aparato estatal.



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