Asalto de Al Qaeda en Somalia causa al menos 36 muertos


SOMALIA La insurgencia islamista de Somalia vinculada a Al Qaeda asestó ayer un golpe certero a la credibilidad de la misión militar de la Unión Africana y a la capacidad del Gobierno de transición somalí, auspiciado por Occidente, de enderezar la situación en ese estado fallido del cuerno de África. Insurgentes pertenecientes a la milicia de Al Shabaab irrumpieron ayer en un hotel de Mogadischo, la capital, y abrieron fuego contra los huéspedes antes de hacer estallar las cargas explosivas que portaban asidas a su cuerpo. Al menos 36 personas perdieron la vida en el asalto, incluyendo a seis diputados del Parlamento.

«La sangre de los muertos gotea desde el hotel», relató por teléfono a los periodistas el ministro de Información somalí, Abdirahmán Osmán. El hotel Al Muna se encuentra situado en el distrito de Hamarweyne, entre el palacio presidencial y el océano Índico, en la zona teóricamente controlada por el Gobierno somalí. El asalto sucedió con gran rapidez y sin que las fuerzas internacionales africanas o las gubernamentales tuvieran tiempo de reaccionar e impedir la acción armada. «Tres hombres vestidos de uniforme penetraron en el edificio del hotel y ordenaron al guarda en la entrada que cerrara la puerta para que nadie pudiera escapar», explicó Osmán Dahir, quien se encontraba en el momento del suceso con los seis parlamentarios fallecidos y realizó un relato de los hechos a Efe.

Inicio del tiroteo

Inmediatamente después, los atacantes comenzaron a disparar, matando «al instante a seis parlamentarios y a cinco oficiales de alto rango del Ejército, además de a la gran mayoría de las personas que estaban en el restaurante», explicó Dahir. Acto seguido, los rebeldes se dirigieron hacia otras estancias del hotel en busca de funcionarios o parlamentarios, mientras el recepcionista, libre de amenaza, iba a pedir ayuda a las fuerzas armadas gubernamentales. Algunos diputados tenían armas en sus propias habitaciones y lograron protegerse antes de que llegaran refuerzos.



Finalmente, el Ejército somalí apareció, bloqueó las calles colindantes y acordonó el hotel, lo que provocó que se iniciara un fuego cruzado entre ambos. En cuanto se les acabó la munición, los insurgentes acabaron por detonar las cargas que llevaban pegadas al cuerpo.

«Tenemos los cadáveres de los seis parlamentarios y de los cinco militares que residían en el hotel, pero el número de fallecidos puede aumentar debido a la gran magnitud de la explosión», explicó el viceprimer ministro de Somalia, Abdirahmán Haji Ibbi. Se trata del ataque en el que han muerto un mayor número de funcionarios del Gobierno de Somalia desde que se formó esa Administración en Yibuti en febrero del 2009.

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Al Shabaab no tardó en atribuirse la autoría del asalto, que justificó como parte de la guerra declarada por los rebeldes islamistas al Estado de Somalia. Alí Mohamud Rage, su portavoz, convocó una rueda de prensa en Mogadischo a la que acudieron periodistas somalís en la que anunció que «tres soldados que formaban parte de los comandos sagrados fueron los que perpetraron el ataque tal y como se había planeado». «Este es el principio; ataques más dolorosos que el de hoy tendrán lugar muy pronto», advirtió Rage.

La espectacular acción sucede unas semanas después de que siete decenas de personas perecieran en Kampala, la capital de Uganda, país de origen de la mayoría de las tropas de la Unión Africana, en un atentado suicida contra aquellos que habían acudido a ver la final del Mundial de fútbol. Dichos soldados son vistos por muchos como fuente de inestabilidad.

El Periodico.com