El Estado Mendigo

EVO Tan sólo en lo que va del 2010, el gobierno de Evo Morales ha endeudado a Bolivia en casi 1.000 millones de dólares, en lo que sería el crecimiento más acelerado y preocupante de la deuda externa desde los años `70. Prepare el lápiz y sume: 300 millones de dólares de crédito del Banco Mundial, como primera parte de un total de 500 millones comprometidos hasta el 2012; 254 millones de dólares de Irán para “prospección geológica” y otros rubros; 250 millones de Corea del Sur; 115 millones de Venezuela e Irán para construir una fábrica de cemento; y 74 millones de la Corporación Andina de Fomento (CAF). Para empeorar las cosas, la recalificación de Bolivia (aplaudida por el ministro Arce) como país de ingresos medios significa que ya no podrá ser objeto de condonaciones, por lo que estos nuevos créditos tendrán que ser pagados sí o sí. ¿Las razones para este crecimiento explosivo de la deuda externa? Un déficit fiscal galopante, generado por una expansión del gasto público del 40% durante el actual gobierno. El resultado es que, para tratar de tapar el hueco financiero dejado por el aumento de la burocracia y los gastos superfluos, el presidente tiene que dedicar la mayor parte de su tiempo a viajar pasando el sombrero a nivel internacional. Es el recaudador del Estado Mendigo.

Gobierno militarizado

En el acto del Bicentenario del Ejército, Evo dejó en claro su distanciamiento con los movimientos sociales y su cada vez mayor apego a (un sector de) las Fuerzas Armadas. El gobierno se desconecta de los sectores populares que lo llevaron al poder y se militariza, existiendo incluso una doctrina que prevé la posible intervención de las FFAA para la “estabilización social”. Así vamos.

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