Grecia y Serbia protagonizaron un escándalo en la Copa Acrópolis, que sirve de preparación para el Mundial de básquetbol que comienza el 28 de agosto en Turquía. El partido, que de amistoso tuvo poco, se suspendió cuando quedaban 2 minutos y 40 segundo para el final. Hasta el momento de la batalla campal, Grecia, el local, ganaba por 74-73.
Pero un fuerte encontronazo entre dos jugadores desató la locura. Porque hubo golpes de puños, escupitajos, corridas, jugadores ensangrentados y hasta sillas que volaban: el serbio Krstic, después de haber atacado por la espalda a Sofoklis Schortsanitis, le pegó un sillazo al griego Borousis. Todo ante la atenta mirada de los 5 mil espectadores.
Como resultado de estos incidentes, el serbio Krstic permaneció durante toda la noche bajo custodia policial, aunque esta mañana ya fue liberado. El fiscal Costas Simitzoglou decretó la puesta en libertad de Krstic a la espera de que se sustancie la investigación sobre los incidentes con la ayuda del vídeo y las declaraciones de los testigos.
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