Vicepresidente ruega un gesto de condescendencia y pide a Potosí levantar presión por efeméride boliviana


Gobierno y cívicos potosinos no se acercan y el conflicto persiste. Ministros se resisten a llegar a Potosí y COMCIPO descarta ir a Sucre.

image

Miles de potosinos participan en el cabildo, en la Villa Imperial. También hubo violencia en esa ciudad. | Foto archivo – Apg Agencia



Gobierno y cívicos potosinos no se acercan y el conflicto persiste

=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas

POTOSÍ| ANF. En el séptimo día de paro y bloqueo de caminos, el gobierno se resiste a llegar a la ciudad de Potosí para negociar el pliego regional de seis puntos y limitar el conflicto al tema limítrofe. En tanto, la dirigencia del comité Cívico Potosinista (Comcipo) descarta que ellos se trasladarán a la ciudad de Sucre como lo demanda el ejecutivo.

El ministro de Autonomías, Carlos Romero, exhortó este jueves a dirigentes y autoridades potosinas a «reflexionar» sobre el conflicto que tiene paralizado ese departamento por más de una semana, al reiterar la invitación del Ejecutivo para instalar en Sucre una mesa de diálogo junto a los delegados del departamento de Oruro.

«Los ministros están cerrados y no quieren dar una solución, hay prepotencia de las autoridades, estos supuestos izquierdistas encaramados en el poder no tienen la capacidad de solucionar los conflictos, pero nos ratificamos que tienen que llegar a Potosí», afirmó el presidente del Comcipo, Celestino Condori.

  El representante cívico lamentó que al igual que en otros conflictos, el gobierno busca cansar o enfrentar a los sectores movilizados. Pero destacó que el movimiento potosino está fortalecido y con una gran convicción.

Respecto al tema limítrofe, reconoció que es un tema que ya se lo viene tratando y que el movimiento cívico asiste a cualquier convocatoria, y que inicialmente el pedido potosino pasa por evitar que se frene un proceso administrativo.

Asimismo, descartó enfáticamente que se haya determinado una tregua o cuarto intermedio, durante el fin de semana y los festejos patrios. Por el contrario, se ha cancelado todos los desfiles, y en su lugar, se realizarán marchas de protesta. Condodri advierte que de no ser atendidos por instancias gubernamentales las medidas se van a fortalecer y masificar.

«Las provincias ingresan a la medidas paulatinamente, ya el norte de Potosí se ha pronunciado, los comerciantes en el sur analizan cerrar la frontera con Argentina, se analiza el cierre del puesto Avaroa, para que San Cristóbal no saque ni un gramo de mineral», afirmó el líder Cívico.

Romero, por su parte, lamentó la posición de la dirigencia cívica potosina que decidió, la madrugada de este jueves, no acudir a negociar en un departamento neutral, aunque dijo que aún el Gobierno nacional esperaba una respuesta favorable a su iniciativa, no obstante la persistente negativa de los líderes del conflicto a trasladarse a la ciudad de Sucre.

El ministro dijo también que en la víspera mantuvo contactos informales con representantes de los ayllus originarios de la zona limítrofe, aunque lamentó que no se hubiesen llegado a acuerdos debido a la posición extrema que -dijo- mantienen los dirigentes de la protesta regional.

«Entre el Gobierno nacional y los dirigentes hay apenas dos horas y media; ellos deberían actuar con un compromiso por el diálogo y la tolerancia», manifestó Romero al insistir en que las negociaciones sobre el diferendo territorial que afecta a esos dos departamentos deben, necesariamente, realizarse en un tercer distrito neutral.

Asimismo, Romero indicó que la reunión informal que mantuvo con delegados de pueblos originarios potosinos fue para crear las condiciones para el diálogo, y aclaró que el Gobierno «en ningún momento» está buscando fracturar la protesta del departamento de Potosí.

«La decisión la tiene la dirigencia cívica de Potosí; depende de que abandonen sus imposturas y soberbia parea darle una oportunidad al diálogo», dijo el ministro, quien reiteró que permanecerá en Sucre las próximas horas a la espera de una definición, aunque sostuvo que las autoridades de Oruro decidieron replegarse a su distrito ante la serie de compromisos oficiales por las fiestas patrias.

Respecto a los pedidos de una federalización surgidos en la protesta potosina, Romero minimizó la posición indicando que esas afirmaciones provienen de «grupos minoritarios desubicados con el afán de seguir distorsionando los pedidos» regionales.

GESTIONES MINERAS:

  Por su parte, Julio Quiñones, presidente del a Federación de Cooperativas mineras de Potosí confirmó que ha estado en contacto con autoridades de gobierno con el objetivo de ofrecerles, a través de 15 mil mineros cooperativistas, todas las garantías que demandan los ministros de estado. Sin embargo, no existe una confirmación.

Explicó que las comunicaciones en horas de la tarde se han hecho más difíciles con el ejecutivo. «Hay predisposición del gobierno de salvar este conflicto, pero también hay temor por los hechos que se han registrado en días pasados», afirmó Quiñones.

«Nosotros estamos canalizando para que los ministros lleguen a Potosí y así evitar soluciones a conflictos y evitar enfrentamientos, nosotros vamos a conformar una policía minera, somos una fuerza grande en Potosí» explicó.

García Linera encarece un gesto de condescendencia y pide al COMCIPO levantar presión por efeméride boliviana

image

El vicepresidente Alvaro García Linera durante una de sus frecuentes visitas a Potosí (ABI)

    La Paz, 5 ago (ABI).- El vicepresidente Alvaro García Linera pidió el jueves a una organización civil y autoridades del sureño departamento de Potosí deponer las medidas de presión, que mantienen hace casi dos semanas, en el día de la efeméride 185 de Bolivia, que celebrará el viernes.

    «Hoy, 5 de agosto, vísperas del 6 de agosto, les pedimos levanten su medida, vayamos a celebrar el día de la patria», afirmó durante una conferencia de prensa dictada en el edificio de la Vicepresidencia en La Paz.

    El pedido se registró en momentos en que un secular problema de límites en la confluencia territorial de Potosí y su vecino departamento de Oruro, sudoeste del país andino amazónico, que encendió un corte de rutas que mantiene hace casi dos semanas aislado el sur y sudoeste bolivianos, tendía a empañar los festejos patrios.

    García Linera pidió a los inconformes -entre ellos el gobernador de Potosí, Félix González- que demandan, además, un ampuloso petitorio generar, una pausa en la protesta para dar cabida a las celebraciones patrias que tendrán epicentro, por primera vez, en el oriental departamento de Santa Cruz, donde sesionará la Asamblea Legislativa Plurinacional y el presidente Evo Morales, como es tradicional, pronunciará un discurso alusivo a la histórica ocasión.

    El mandatario demandó al Comité Cívico Potosinista (COMCIPO) un gesto de condescendencia hasta el sábado y, luego, lo más probable desde el lunes o desde el mismo domingo, restablecer «inmediatamente las mesas de trabajo para ir resolviendo los temas que requiere el desarrollo del departamento de Potosí», donde un civil demandó, incluso, federalismo.

   El Vicepresidente estimó la aislada e individual postura como parte, sin embargo, del proceso autonómico en que se han sumergido los 9 distritos bolivianos, en  arreglo a su carta constitucional.

    «Mañana, 6 de agosto, ojalá los hermanos potosinos den un cuarto intermedio y levanten su medida, rindan su honor a la patria, por esa Bolivia por la que tanto han peleado los potosinos, por la que tanto sacrificio han dado y en honor a ese 6 de agosto todos los bolivianos, al margen de esas diferencias y de nuestras  tensiones, podamos rendir, como se debe, el homenaje a la Patria, sin medidas de presión, sin huelga general indefinida, sin huelga de hambre», afirmó García Linera.

    El dignatario significó que el gobierno del presidente Morales ha emplazado todos sus esfuerzos por generar el desarrollo de Potosí, cuya representación civil, el COMCIPO, exige la conclusión de la carretera que conecta esa región andina con su vecina de Tarija, en los contrafuertes de la cordillera de los Andes; además de la reactivación de la fundidora de Karachipampa, concesionada en 2005 a una empresa canadiense, Atlantis.

    También la instalación en el territorio de la jurisdicción departamental de una fábrica de cemento y, con acento, una solución política a la demarcación de límites entre las poblaciones de Coroma, en Potosí, y Quillacas, en Oruro, nudo gordiano del conflicto.

    Luego de repasar las gestiones del Ejecutivo, anteriores a la protesta y denunciar las acciones del COMCIPO y otras organizaciones regionales a contramano de un proyecto de Morales, en 2006, para reactivar Karachipampa, una fundidora instalada en los años ’70 y discontinuada a principio de la década siguiente por la caída tensional de la cotización internacional de metales, y de garantizar la conclusión de esa vía que articulará el sur, con el suroccidente y sudeste bolivianos, García Linera proclamó que, pese las especulaciones y versiones tendenciosas, «estamos entregando recursos» para el despegue de Potosí.

    «Se está haciendo una mezcla entre regalías, impuestos, ingresos del gas» para potenciar el erario departamental, porque, reconoció, «Potosí ha dado mucho a Bolivia» y es hora de la retribución, cuando el país ingresa importantes montantes por concepto de la exportación de hidrocarburos.