Dilma acusa a la oposición de fomentar el ‘odio’ en la campaña


Queda una semana para las elecciones. ‘El odio es una droga: entrar es fácil, pero salir es difícil. Yo no entro’.  ‘Represento el cambio y bajo ninguna hipótesis voy a rebajar el nivel’.

image Dilma Rousseff, frente a la favela de Cantagalo. | Rocío Badiola

El´Mundo. España. Luis Tejero (Corresponsal) | Río de Janeiro



Dilma Rousseff, la candidata de Luiz Inácio Lula da Silva para tomar su relevo en la Presidencia brasileña, prometió este sábado en Río de Janeiro que no endurecerá el tono de la campaña pese a su leve caída en las encuestas y a los ataques de la oposición por los escándalos del Gobierno. "El odio es como una droga: entrar es fácil, pero salir es difícil. Yo no entro", aseguró.

Apenas medio centenar de personas esperaban a Dilma a los pies del monte de Cantagalo. La aspirante del Partido de los Trabajadores (PT) acudía a visitar las dos nuevas torres de ascensores que conectan la favela del mismo nombre con el barrio carioca de Ipanema, pero sin el popularísimo Lula -80% de aprobación en la última encuesta- los actos electorales no tienen el mismo gancho.

=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas

La ex ministra de la Casa Civil permaneció poco más de media hora entre la rueda de prensa y la posterior sesión fotográfica en el mirador, que se eleva sobre la zona sur de Río y ofrece una vista panorámica hacia el Atlántico. Con un pie inmovilizado debido a una caída, la candidata ni siquiera paseó por la favela y se limitó a conversar con algunos de sus habitantes acompañada por el gobernador del estado, Sérgio Cabral, quien también camina con dificultades desde que sufrió una operación de rodilla.

Dilma aprovechó el entorno para defender la continuidad de las Unidades de Policía Pacificadoras (UPP) que trabajan en más de una decena de favelas de la ciudad. "La implantación de las UPP ha revalorizado los inmuebles de Ipanema y ha traído seguridad a las comunidades de Cantagalo y Pavão-Pavãozinho", afirmó. "La sociedad del Gobierno federal con el Gobierno de Río está saliendo bien".

‘No rebajaré el nivel’

image Sérgio Cabral y Dilma Rousseff. | R. B.

Respecto a la cita con las urnas, la favorita aseguró que no entrará en agrias discusiones aunque sus oponentes decidan multiplicar los ataques contra ella basándose en los escándalos de tráfico de influencias que la semana pasada le costaron el puesto a la ministra Erenice Guerra.

"Voy a hacer una campaña de propuestas y a elevar cada vez más el mensaje de cambio para el pueblo brasileño, porque yo represento eso", señaló. "Represento el cambio y bajo ninguna hipótesis voy a aceptar rebajar el nivel de ese debate".

‘Esperanza y amor’

Se refirió también a las elecciones disputadas hace ocho años, en las que su actual adversario, José Serra, fue derrotado por Lula. "En 2002 usamos la siguiente expresión: la esperanza venció al odio", recordó. "Ahora usamos otra: la esperanza es el amor por el pueblo, expresado en el hecho de que tengamos 36 millones de personas llegando a la clase media y 28 millones dejando la pobreza".

Por último, restó importancia a la ligera reducción de su ventaja en los últimos sondeos, que aun así continúan pronosticando su triunfo sin necesidad de segunda vuelta. "Una encuesta me da 49%, otra 50%, otra 51%…", dijo. "Estoy en el margen de error. Es una oscilación de uno o dos puntos, no veo ningún problema".