Mineros pelean otra vez y uno fue detenido


En Japo hay vigilancia policial. Ayer afloraron los enfrentamientos y se prevé que para hoy aumente el contingente policial.

image El minero Andrés Gutiérrez es detenido, ayer. – Daniel James Los Tiempos



Japo | Los Tiempos. Oscar E. Jordán Arandia
Por tercera vez en esta semana, ayer dos grupos de cooperativistas mineros se enfrentaron en la comunidad de Japo, centro minero situado a 35 kilómetros de la ciudad de Oruro y en la frontera con Cochabamba.

A diferencia de los anteriores días, en esta última pelea no hubo heridos, pero sí un detenido tras la intervención policial.

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Las dos cooperativas mineras, Porvenir y otras asociadas de Oruro, y la 16 de Marzo, que está dentro la jurisdicción de Cochabamba, se disputan áreas de explotación de estaño en la mina de Japo, situada a 4.500 metros de altura sobre el nivel del mar.

Para evitar que ocurran enfrentamientos como los del lunes y martes, la Gobernación de Oruro autorizó ayer el envío de una treintena de policías cuya orden específica era la de velar la paz en el lugar sin usar ninguna otra arma que no sean agentes químicos, los cuales, debido a los vientos de la zona, no tienen ni el 20 por ciento de su efecto. “Es como si nos mandasen desarmados”, dijo uno de los sargentos en el lugar.

Pese a la custodia de los policías, ayer afloraron los enfrentamientos y se prevé que para hoy aumente el contingente policial, enviado por el comando de Oruro.

Antes de que se iniciara el enfrentamiento, el dirigente de la cooperativa 16 de Marzo, Joaquín Choque, declaró a Los Tiempos que “(los mineros de Japo) son unos abusivos… Además, es un problema de límites porque las vetas de explotación pertenecen a Cochabamba y no a Oruro”, señaló. Según reportes de los comunarios de Japo, Choque es uno de los principales cabecillas que provocó los dos anteriores enfrentamientos ocurridos el lunes y martes pasados en esa localidad.

El dirigente no sólo amenazó con hacer “desaparecer” a los mineros que actualmente tienen la autorización para la explotación de las vetas, sino que además dijo que en horas de la tarde de ayer llegarían entre 600 y mil cooperativistas para destruir ese lugar “si es que no nos permiten trabajar”.

La amenaza del dirigente Choque puso en alerta a los cooperativistas de Porvenir, que en una asamblea de emergencia realizada desde las 14:00 debatieron el quitarle definitivamente la licencia a la 16 de Marzo por haber avasallado predios de explotación de minerales que en justicia y de acuerdo a los datos de la Gobernación de Oruro, la Comibol y las Feidecomin de Oruro y Cochabamba les fueron entregados a la cooperativa orureña.

Cuando estaban a punto de aprobar el voto resolutivo que dejaría sin personería jurídica a la 16 de Marzo, una llamada telefónica advirtió que los trabajadores de esa cooperativa estaban rodeando el cerro del frente de los mineros de Japo amenazando con invadir nuevamente las vetas.

Evidentemente, en el sector estaba aproximadamente un centenar de mineros con hondas, piedras y palos dispuestos a enfrentarse a los mineros de Japo, sólo que esta vez los orureños los esperaron con cartuchos de dinamita, palos, hondas y piedras y el resguardo de aproximadamente 35 policías que habían sido trasladados al lugar.

“Somos el número de efectivos suficiente para poder contener cualquier agresión, que esperemos que no exista”, dijo el mayor Ortuño horas antes del enfrentamiento.

Finalmente, la violencia se impuso a las 18:00 cuando los dos bandos se enfrentaron. Esta vez resultaron correteados los mineros de la cooperativa 16 Marzo, mientras los otros gritaban victoriosos la huida de los avasalladores jactándose de no haber herido a ninguno.
El detenido
El detenido, Andrés Rodríguez, fue uno de los tantos que reconocieron haber sido inducidos por los dirigentes de la cooperativa 16 de Marzo, que desde el 11 de agosto de este año están en disputa no sólo con las cooperativas asociadas en esa zona fronteriza, sino con la Federación de Cooperativistas Mineros (Fedecomin) tanto de Oruro como de Cochabamba.

El principal conflicto son las áreas de concesión que la Corporativa de Mineros de Bolivia (Comibol) había entregado hace 20 años a varias cooperativas, entre ellas Porvenir, Nueva San Pablo, Corazón de Jesús y otra veintena entre las que no estaba incluida 16 Marzo.

No fue sino hasta hace dos años que la cooperativa 16 de Marzo adquirió su personería jurídica y le fueron entregadas áreas de concesión específicas en el sector de Pumiri, al frente de Japo, pero dentro de los límites de Cochabamba.

Frío amanecer orureño

La jornada de ayer (jueves) empezó con el habitual frío de Oruro que fue intensificándose más en la zona de Japo, donde los dirigentes de la Federación de Cooperativas Mineras de  Oruro se trasladaron junto al fiscal de Distrito, Gonzalo Martínez, para tratar de persuadir a los cooperativistas de Porvenir de que no respondan a las agresiones que dos días antes dejaron como resultado dos mineros de esta cooperativa heridos, uno de ellos de gravedad con el ojo izquierdo a punto de perderlo y que actualmente se encuentra en el Hospital Obrero de este departamento.

“Lo malo es que además la Caja de Salud no nos reconoce este tipo de accidentes para el seguro”, comentaban los mineros visiblemente perturbados.

La visita durante la mañana del fiscal de Distrito sirvió para develar algunas de las intenciones de los dirigentes mineros de 16 de Marzo que pretenden trasformar una disputa de áreas de explotación en un problema de límites.

Análisis

Emergen demandas sectoriales

Según el sociólogo Yuri Torres, los conflictos como el que se está dando en Japo se presentan porque en la actualidad las demandas de los sectores sociales se van disgregando. Éstas ya no son universales, sino más particulares. “Van apareciendo diferentes sectores que pugnan por sus intereses inmediatos”, dijo.

Esta es una característica de la sociedad boliviana que se inició en los últimos años y se grafica muy claramente en los acontecimientos de los últimos años, como en el caso de la mina en Huanuni y en el actual conflicto entre los cooperativistas de Japo, de Oruro y Cochabamba, según Torres. El analista explicó que estas “pugnas sectoriales dentro la sociedad” son parte de la dinámica de la complejidad del país, que muchas veces sobrepasa los límites institucionales y por eso se acude a la fuerza pública para controlar los conflictos.

Dijo que los enfrentamientos entre sectores sociales se caracterizan porque en ellos se anteponen los intereses particulares relacionados al tema económico. Son demandas inmediatas y específicas donde intervienen muchos factores.

Es por esa razón que la Central Obrera Boliviana ya no tiene la resonancia que tenía hace años, explicó. Concluyó asegurando que estas peleas entre bandos, generalmente empobrecidos de la sociedad, se constituyen en impronta de esta coyuntura política, donde el Estado ya no es el gran sujeto interpelado. Ya no existen las grandes demandas como “el pliego único”, sino que los sectores intentan resolver sus conflictos entre ellos así tengan que enfrentarse físicamente.

DERECHOS

La Paz | Agencias

El ministro de Minería y Metalurgia, José Pimentel, aseguró ayer que la Autoridad Jurisdiccional Minera determinará quién tiene el derecho de explotación de la mina de estaño Japo, en la que estos días hay enfrentamiemtos entre cooperativistas de Oruro y Cochabamba.

"Los recursos naturales son de todos los bolivianos y no conocen fronteras.

En este sentido estamos recurriendo a la Autoridad Jurisdiccional Minera para que determine quiénes tienen el derecho de explotación de este yacimiento", informó en una improvisada conferencia de prensa.

Pimentel dijo que el control de la mina, ubicada 35 kilómetros al sureste de Oruro en la zona limítrofe con el departamento de Cochabamba, está a cargo del Estado y su concesión está delegada a la Corporación Minera de Bolivia.