Las versiones de la titulación del ministro Sacha Llorentty, mencionados en el comentario de ayer, es un asunto que se comenta con frecuencia en algunos niveles del oficialismo donde se sabe que no es muy apreciado. Es precisamente en esos círculos donde se insistía que Sacha no estaba titulado por lo que la aclaración que nos llegó a través de la oficina de prensa del Ministerio de Gobierno, es muy oportuna.
Y, por lo mismo, insistimos que el abogado Llorentty, con matrícula ICALP 6125 del Colegio de Abogados de La Paz, a base de sus conocimientos de la ciencia jurídica, no debiera permitir que el gobierno por mero interés político, atropelle las leyes y las libertades democráticas del país, como esta ocurriendo ahora con una ley que atenta la libertad de expresión. Por lo demás, hay que apuntar que al ser un profesional del Derecho, el Ministro de Gobierno es doblemente responsable de todas las acciones y medidas que salen de su despacho y de sus efectos sobre la sociedad boliviana.
No se la perdonarán
El senador Eduardo Maldonado que se negó a acatar las órdenes que llegaron desde el Palacio de Gobierno para no cambiar ni una coma de la supuesta ley antirracismo está siendo victima de presiones, unas más sutiles que otras, para que renuncie a su curul. Este martes estuvo a punto de ser agredido por la jefa de bancada del MAS, la diputada Emiliana Ayza quien en los pasillos del parlamento le gritó traidor y le dijo que se había puesto al servicio de la derecha.
Foto: Los diputados Juan Carlos Cejas y David Cortés junto al senador Eduardo Maldonado (der) cuando cumplían una huelga de hambre en apoyo a las demandas de su región Potosí.
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Por de pronto la mayoría de los asambleístas masistas le han quitado hasta el saludo y las represalias amenazan con subir de tono. No nos sorprenda que el muy diligente viceministro Marcos Farfán saque a relucir en cualquier momento un video en el que se observe al senador Maldonado en alguna actitud comprometedora. A fin y al cabo los funcionarios gubernamentales no le dan mucho valor a la libertad de expresión pero si se reservan el derecho a hacer papilla a cualquier persona, hurgando en su vida privada para encontrar o manipular historias utilizando a los medios de comunicación para denigrar y ofender.
Antes sus amigos ahora sus enemigos
Evo Morales, aunque no siempre lo logra, quiere mostrar en público una personalidad reposada y hasta supuestamente reflexiva. Otra cosa sucede en privado. Sus colaboradores de vez en cuando sueltan la lengua y cuentan sus frecuentes exabruptos de los que no se libra nadie.
En el último tiempo las víctimas de sus improperios han sido los periodistas y dicen que eso de “vuvuzelas” o “pollos de granja” son en realidad piropos si los comparamos con otros términos que utiliza en privado contra ellos. Ya no se acuerda que algunos incautos periodistas lo cooperaron en todo momento cuando era dirigente cocalero y parlamentario de oposición y se beneficiaba ampliamente de la libertad de expresión que ahora quiere conculcar. Dicen que el ex periodista y vocero Iván Canelas festeja muy ruidosamente las “ocurrencias” de su “jefazo” y jamás se le ocurriría defender a quienes fueran sus colegas.