El rumor cundió primero entre los empleados de un hotel cinco estrellas donde suele alojarse cierto presidente cuando visita Santa Cruz y ahora ya comienza a esparcirse en otros círculos. Sucede que el mandatario en cuestión obliga a las personas que le rodean, ya sean ministros u otros funcionarios, a probar la comida de su plato y la bebida de su vaso antes de hacerlo él mismo, tal como lo hacían los reyes del Medioevo y el Renacimiento que temían ser envenenados por alguno de sus herederos o cortesanos. Por si esto fuera poco, un joven ex garzón del hotel cuenta que tuvo la poca fortuna de derramar algo de arroz sobre los pantalones del jefe de Estado, ocasionando un ataque de furia presidencial. A continuación, fue gentilmente escoltado por unos guardias hasta una habitación cercana, donde recibió una serie de apremios físicos para que confesara “quién lo había mandado”. El final de la historia es que el funcionario fue botado de su trabajo por recomendación del presidente. Siguen los abusos…
Más leyes mordaza
La mal llamada “ley contra el racismo” sería apenas la punta de lanza de toda una andanada de normas-mordaza que vienen en camino. Otra de estas disposiciones, rayana en lo ridículo, prohíbe los desnudos o semi-desnudos en la publicidad y en los medios masivos de comunicación. Existiría asimismo una norma, denunciada por la diputada Piérola, que faculta a reparticiones del gobierno para ejercer una tutela sobre contenidos de prensa. Y por último, la Ley de Control Social también serviría para acallar a los medios díscolos. Entretanto, hay ocurrentes que proponen llevar a cabo una consulta para preguntarle a la población si están de acuerdo con dos artículos de la “Ley Mordaza”, sin tener en cuenta el copamiento del Órgano Electoral por el oficialismo. Es como si un opositor opa en la Alemania nazi hubiese propuesto un referéndum para ver si perseguían a los judíos…
¿Y el Nobel para Evo?
Fue con mucho aspaviento que se inició tiempo atrás una campaña, repetida año tras año, para conseguir que el Premio Nobel de la Paz fuese a parar a manos de Evo Morales. Pero luego las “vuvuzelas” bolivarianas se acallaron repentinamente y no se volvió a hablar del tema. De hecho, la entrega del premio de este año al disidente chino Liu Xiabao es un balde de agua fría para las aspiraciones de la izquierda radical trasnacional. ¿Qué pasó? ¿El carácter confrontacional del mandatario ha trascendido internacionalmente, dejándolo fuera de juego? ¿O será que el acercamiento con el gobierno belicista de Irán tiene algo que ver? Lo cierto es que, si Bolivia efectivamente procede a proveer de uranio al programa nuclear de Ahmadinejad estaría violando la Resolución 1929 de las Naciones Unidas, que indica a todos los gobiernos que “deben prohibir la participación iraní en la extracción de uranio, la producción o el uso de materiales y tecnología nucleares”.
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