El director de Comunicación de ENTEL, afín al MAS, fue echado por dar publicidad a un periódico cruceño catalogado como opositor; la mordaza funciona por doquier.
Policías custodian las oficinas de Entel, en mayo de 2008. (foto archivo Los Tiempos)
No se trata solo de las “leyes mordaza” que el gobierno quiere imponer. Hay también otras disposiciones que no son tan visibles pero que persiguen también el objetivo de tener medios de comunicación sumisos y serviles. Existe una disposición dirigida a las diferentes entidades del Estado que prohíbe dar publicidad a los medios de comunicación considerados “opositores” la cual debe ser cumplida sin chistar.
El no acatar la orden puede ser causal de despido y eso fue lo que le ocurrió a Víctor Hugo Rosales, quien hasta el pasado miércoles cumplía las funciones de director de Comunicación y Relaciones Públicas de ENTEL. Se le ocurrió dar publicidad a un periódico cruceño catalogado como opositor y sobre la marcha llegó desde el palacio de Gobierno la orden de destitución. Eso sí, existe también la disposición de dar publicidad de forma obligatoria al periódico oficialista Cambio, lo que pone en figurillas a las entidades públicas que deben realizar un doble gasto ya que si quieren que sus documentos sean conocidos por la población, deben acudir también a otro medio privado.
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De periodista a cancerbero
Resulta muy paradójico pero el que maneja las listas negras de medios de comunicación y también de periodistas es el actual portavoz gubernamental, Iván Canelas, quien en sus épocas de militante mirista fue también dirigente de la Federación y luego de la Confederación de Trabajadores de la Prensa.
Sabemos que la oferta de trabajo en los medios de comunicación privados es muy limitada y para acceder a un puesto de relacionista o comunicador en una dependencia del Estado es imprescindible contar con el aval de Canelas. Es de esta forma que en la mayoría de los ministerios nos encontramos con “periodistas” que ahora asumen su condición de militantes masistas con el mismo empeño y convicción con los que antes fueron miristas, adenistas o movimientistas. De este tipo de gente el ex Defensor del Pueblo, Waldo Albarracín comentó que en realidad no cambiaron; simplemente se quitaron la máscara.
Entre las mentiras directas y las medias verdades
El presidente Evo Morales, asiste al programa El Pueblo es Noticia en Canal 7.(Abi)
Evo Morales es un experto en decir medias verdades. Este domingo, en ese programa de la red gubernamental, en el que los oficialistas se disparan y dicen lo que les plazca sin que ningún periodista les pida precision, dijo que desde el año 2002 en América Latina se habían producido cuatro golpes de estado; tres fracasados y uno triunfante gracias al imperio. Mencionó al golpe contra Hugo Chávez el 2002. Dijo que él también fue víctima de un intento de golpe en septiembre de 2008. Sostuvo que el único golpe triunfante fue el de Honduras y finalmente consideró como un intento de golpe el motín policial contra Rafael Correa, en Ecuador.
Pero, parece que la memoria le falla porque se olvidó mencionar los dos intentos contra Gonzalo Sánchez de Lozada en el año 2003. El primero, de febrero que fracasó y el segundo de octubre que terminó sacándolo del gobierno. En realidad tampoco creemos que sea producto de un olvido sino de un intento premeditado de deformar la verdad histórica, un empeño que se hará mucho más fácil con una prensa servil y obsecuente, como la que busca el gobierno con las leyes a ser aprobadas. Los que deforman de manera sistemática la verdad, jamás tolerarán una prensa que refresque y mantenga viva la memoria.