Juan Ramón Quintana, en su condición de director de la Agencia para el Desarrollo de Macro Regiones y Fronteras (ADEMAF) en los hechos ha asumido el cargo de gobernador de los tres departamentos del oriente. No solo tiene a su disposición a las Fuerzas Armadas y la Policía sino que asume determinaciones de todo tipo sin que los gobernadores de Santa Cruz, Beni y Pando se enteren y si lo saben están con las manos atadas frente al poderío avasallador y la impunidad de la que goza el ex ministro y hombre de confianza del presidente Evo Morales.
Y como si esto fuera poco Quintana actúa como todo un General sin haber llegado siquiera a Mayor, disponiendo a su antojo para sus planes fronterizos de unidades militares sin que el Alto Mando se atreva a refutar ninguna de sus disposiciones supuestamente asumidas para la defensa de los recursos naturales.
En círculos palaciegos ya se habla, en voz baja, de una especie de cogobierno Morales-Quintana. El primero gobierna en el occidente y el segundo en el oriente.
Ni su mamá le cree
El ministro de Hacienda, Luis Arce, muy compungido contó que su mamá le había reclamado por que el precio de la carne y varios otros productos habían subido. Parece que ni los cuentos sobre las reservas internacionales, la industrialización del gas o los fabulosos ingresos que promete la explotación del litio pudieron convencer a su ilustre progenitora que como todos ve como la crisis está golpeando en forma creciente el bolsillo de los bolivianos.
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Entonces, el ministro contó que acudió al recurso de explicarle que todo, absolutamente todo sube de precio siempre y que ante eso no hay nada que hacer. Arce no llegó a contar a donde lo mandó su mamá después de recibir tamaña explicación.
Los ministros tienen las espaldas muy bien guardadas
Hasta hace algunos años, los ministros transitaban acompañados por su ayudante, por lo general un oficial de policía. En el último tiempo, los jerarcas masistas se muestran muy temerosos y circulan por todo lado acompañados de un frondoso séquito que incluye al ayudante uniformado y por lo menos cuatro capangas que, además, se muestran maleducados y agresivos con la prensa.
El grupo de seguridad del ministro de Defensa, Rubén Saavedra. Foto APG
El pasado jueves, el ministro de Defensa, Rubén Saavedra, acudió al Senado a informar sobre oficiales del ejército que dizque estaban haciendo prácticas de Inteligencia (espionaje al alcalde Sin Miedo) uniformados de “frutillitas” como se conoce en La Paz a los efectivos de la Guardia Municipal.
Pues bien, cuando los periodistas lo quisieron entrevistar, sus comedidos guardaespaldas arremetieron contra ellos sin consideración alguna en una actitud que parece ya se está haciendo característica en los funcionarios gubernamentales. No se podía esperar otra cosa si el ejemplo lo da el propio presidente Evo Morales.