Evaluación. La Asamblea Legislativa de mayoría masista fue desaprobada por el 50 % de los entrevistados y aprobada solamente por el 33 %. La aprobación al Presidente subió de 46 a 52 por ciento. Aplazan al vicepresidente García Linera y a 11 ministros. El ministro más criticado es Sacha Llorenti, con 63%. El estudio de IPSOS es de septiembre y se realizó en el eje del país.
La Prensa
Encuesta aprueba a Evo y aplaza a García Linera y a 11 ministros
IPSOS: El ministro con mejor calificación es David Choquehuanca, con 29%, y el más criticado es Sacha Llorenti, con 63%.
La última encuesta de opinión política del mes de septiembre, levantada por la empresa IPSOS Opinión y Mercado, muestra que salvo el Presidente, el Vicepresidente y 11 ministros reciben una calificación de aplazo por parte de pobladores de las urbes de La Paz, El Alto, Cochabamba y Santa Cruz de la Sierra.
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La ponderación del Jefe del Estado mejoró seis puntos porcentuales con respecto al mes anterior (de 46 a 52); aunque está lejos del 70 por ciento de adhesión que se observó en enero pasado. Mientras que la desaprobación del Mandatario descendió del 47 al 43 por ciento, índice también lejano a los 25 puntos de enero.
El analista cruceño José Mirtenbaum calificó este leve ascenso como coyuntural, pues la muestra fue tomada en momentos en que el Presidente se acercó a la empresa privada y participó en la feria de Santa Cruz, antes de que se produzca el enfrentamiento con los medios por la ley antirracismo y el rodillazo que propinó a un ocasional rival en un partido de fútbol.
El viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, César Navarro, refirió que este nivel de apoyo muestra que “a pesar de los ataques mediáticos y empresariales, el Presidente ha consolidado una imagen y un liderazgo legítimo y fuerte en todo el territorio nacional”.
La otra cara de la moneda es la desaprobación al vicepresidente Álvaro García Linera, que cayó de 53 a 50 puntos, y su aceptación mejoró de 41 a 42 por ciento. IPSOS pidió igual calificar a 11 ministros (más información en la infografía), de quienes el canciller David Choquehuanca recibe el visto bueno del 29 por ciento. Es la calificación más alta, mientras que el titular de Gobierno, Sacha Llorenti, tiene la mayor desaprobación: 63 por ciento.
Mirtenbaum explicó que estas bajas calificaciones son consecuencia de que la gestión gubernamental no es buena y que la población encuestada percibe básicamente problemas en tres áreas: pobreza, corrupción y seguridad ciudadana, contra las que no se ejecutan políticas. “Por ejemplo, la gente comienza a preocuparse por la corrupción que percibe, tiene los mismos niveles de otros gobiernos”.
Navarro cree que este hecho es consecuencia de que el liderazgo del Mandatario es excluyente y actualmente no hay ni en la derecha ni en la izquierda una personalidad como la del Jefe del Estado.
El analista político William Bascopé explicó que el fenómeno de las bajas cotas de los ministros debe obligar a las autoridades a aplicar una mejor gestión pública.
“La gente espera que se ejecuten proyectos con impacto social y económico importante. Las personas sienten que el Órgano Ejecutivo se limita a responder los ataques políticos que recibe y descuida la ejecución de su trabajo específico”. En opinión del abogado, el Gobierno está obligado a desarrollar proyectos, sobre todo económicos, para recuperar el apoyo de las clases medias urbanas, pues tiene una base social leal en campesinos, indígenas, originarios y pobladores de zonas periurbanas de las ciudades más importantes.
“El Órgano Ejecutivo tiene la ventaja de que no tiene oposición; la única expresión contraria es la resistencia de los medios a la ley antirracismo”, concluyó.
Para destacar
El peor momento del Presidente fue en marzo del año pasado, cuando tuvo el 48 por ciento de desaprobación en el país.
En enero pasado, el vicepresidente Álvaro García Linera alcanzó un 63 por ciento de aprobación, su mejor nivel hasta ahora.
García Linera tuvo su peor momento en agosto pasado, cuando sólo el 41 por ciento de los encuestados lo aprobaron.
La desaprobación para la Asamblea Legislativa llega al 50 por ciento
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De acuerdo con el levantamiento de la última encuesta de IPSOS Opinión y Mercado, hecho en septiembre de este año, la Asamblea Legislativa Plurinacional fue desaprobada por el 50 por ciento de los entrevistados y aprobada solamente por el 33 por ciento.
El Movimiento Al Socialismo (MAS) controla las cámaras de Senadores y de Diputados. En la primera tiene garantizados los dos tercios y en la otra, apela a las ausencias de algunos opositores o al apoyo del Movimiento Sin Miedo para reunir la mayoría que le garantiza sancionar leyes sin mayores inconvenientes y sin necesidad de negociar consensos.
En el último trimestre, la aprobación del Órgano Legislativo fue cayendo, de acuerdo con datos de IPSOS. De 37 por ciento, en julio, pasó a 34 puntos en agosto y a 33 en el último periodo estudiado.
Entre septiembre de 2008 y diciembre de 2009, los niveles de aceptación a la labor legislativa fueron bajos, pues fluctuaron entre el 26 por ciento, la cota menor, hasta el 41 por ciento, cuando concluyó la primera gestión del oficialismo.
Desde enero pasado, la aprobación al organismo deliberante y fiscalizador fue de 35 por ciento, cuando la popularidad del Primer Mandatario alcanzaba al 70 por ciento. En los siguientes dos meses, las opiniones favorables crecieron hasta alcanzar su máximo histórico desde septiembre de 2008, 45 por ciento.
La Paz es la ciudad en la que la Asamblea Legislativa Plurinacional tuvo el mes pasado el mayor índice de respaldo (40 por ciento), mientras que en El Alto, uno de los principales bastiones masistas, ese apoyo es de apenas 36 por ciento. En Cochabamba y Santa Cruz, las posiciones críticas son superiores al 50 por ciento.
El porcentaje de personas que se abstienen de responder en este estudio bordea el 18 por ciento en promedio, cantidad que se ha mantenido constante desde el anterior periodo constitucional, comprendido entre 2005 y 2009.
Las voces del oficialismo y la oposición
“Creo que la baja calificación es consecuencia de la falta de difusión de las cosas que hacemos. También es resultado de que no se ha podido consensuar algunas cosas con sectores sociales, porque estábamos muy apurados por aprobar las nuevas leyes fundamentales. Creo que ésa debe ser una de las razones. La Asamblea trabaja intensamente de lunes a viernes, incluso algunos sábados. En otros años, las leyes se preparaban con financiamiento del exterior, e incluso hubo derroches. Son las cosas que no se han explicado a la sociedad civil. Hemos trabajado en silencio. Por eso estamos elaborando una ley que obliga a elaborar todas con participación ciudadana”.
Eugenio Rojas / Senador del MAS
“La mala calificación de la Asamblea Legislativa es por la total improvisación con que se tratan los temas. Todos los legisladores del oficialismo, que son la mayoría, obedecen las instrucciones del Órgano Ejecutivo y algunos que podrían rechazar las órdenes, no lo hacen. Además, las 46 leyes que se han sancionado contienen elementos que criminalizan diferentes actividades. Las personas tienen la impresión de que la Asamblea es un engranaje de una maquinaria muy grande. Y cuando los opositores queremos aportar, no se nos permite ni se nos hace caso. De esa manera, resulta que las leyes no son favorables para las personas. Sólo son favorables para un proyecto político”.
Norma Piérola / Diputada de CN