Evo Morales ante el mundo


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La respuesta del minero Mamani  confirma que hasta un humilde trabajador sabe hacia dónde se dirige el mundo y dónde está Bolivia.

Índice de los Editoriales de Periódicos

  1. El Día: Evo Morales ante el mundo

  2. Bajo el Penoco, El Día: Preguntas tontas

  3. Los Tiempos: Entre la lealtad y el servilismo

  4. El Deber: El vigor de la prensa boliviana

  5. Cambio: 17 de octubre de 2003

  6. La Prensa: Las reservas gasíferas

  7. El Diario: Cultura de libertad de prensa y expresión

  8. El Mundo: Integridad

  9. Opinión: Sin libertad nada tiene sentido, ni siquiera la vida

  10. Clarín, Argentina: Las lecciones de la epopeya chilena


El Día: Evo Morales ante el mundo

Evo Morales está muy enojado. Mucho más que el día en que Daniel Cartagena le pisó el pie en un partido de fútbol y en respuesta obtuvo un rodillazo en los testículos. Nada puede enojar más a un dogmático que la realidad no encaje con sus dogmas. Y eso le está ocurriendo al Presidente, a quien sus colaboradores convencieron muy bien de instaurar un modelo estalinista en Bolivia, aunque lo más probable es que los cerebros del régimen hubieran pensado en aquel sistema político a partir de la personalidad del Primer Mandatario.



Evo Morales está molesto con la Academia Sueca por el otorgamiento de los dos premios Nobel más prestigiosos, el de literatura a Mario Vargas Llosa y el de la Paz al disidente chino Liu Xiaobo. El enojo presidencial ha servido para constatar que él sigue esperanzado en ese galardón y por supuesto, para saber hasta dónde llega su compromiso ideológico con el comunismo chino, que además de encarcelar a un hombre por difundir sus ideas, también mete presa a su esposa y amedrenta a sus amigos por celebrar el premio. La molestia por lo del “escribidor”, quien hace unos años dijo que Morales “está destruyendo Bolivia”, llegó al extremo de volver a tensionar las relaciones diplomáticas con Perú, que tanto tiempo y esfuerzo ha tomado restablecer.

También está furioso con los periodistas. Evo Morales trató siempre de separar a los trabajadores de los dueños de los medios con la idea de dividirlos y facilitar el apoyo de los gremios de la prensa en la aplicación de sanciones a diarios, radios y canales de televisión, limitar la libertad de expresión y por supuesto, llegar al extremo de clausurar algunas empresas o quitarles la licencia de operación. Cuando promulgó la Ley contra el racismo, el instrumento que viabiliza ese delicado paso político, se declaró decepcionado con los sindicatos de prensa por hacer causa común con los propietarios y les recordó que estas organizaciones siempre han existido para luchar contra los empresarios. De esa manera estaba ratificando ante el mundo su estricta comunión con el marxismo y la lucha de clases, por si a alguien le quedaba alguna duda al respecto.

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Por último, Evo Morales debería estar furioso con el que le recomendó viajar a Chile para estar presente en el rescate de los mineros atrapados a 700 metros de profundidad y traerse de vuelta en su avión al boliviano Carlos Mamani, un humilde orureño que huyó de la miseria y se fue a buscar mejores horizontes en el país vecino. Más de mil millones de personas vieron las imágenes de televisión que mostraban a un Sebastián Piñera desbordante y orgulloso por la hazaña que acababa de producirse en su país y que colocaba a Chile a la altura de una potencia. Era imposible no relacionar esa imagen con la presencia adusta y tímida de Morales, cuyo proyecto político representa la antítesis de las ideas que han llevado a Chile a ocupar ese lugar. La respuesta del minero Mamani, quien rechazó la invitación del Presidente a volver al país y trabajar en una empresa estatal, no hizo más que confirmar, que hasta un humilde trabajador sabe hacia dónde se dirige el mundo. Evo Morales está enojado porque él va en sentido contrario.

La respuesta del minero Mamani  confirma que hasta un humilde trabajador sabe hacia dónde se dirige el mundo y dónde está Bolivia.

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Bajo el Penoco, El Día: Preguntas tontas

Hace unos días un extranjero se manifestaba sorprendido por el odio tan marcado que siente el Presidente hacia los periodistas. “¿Qué le han hecho?”, se preguntaba, seguro de que en Bolivia existe una prensa tan poderosa como trata de pintarla Evo Morales. El gringo estaba convencido que había sido la prensa la que investigó todos los escándalos que sacudieron al país en los últimos años, como el de YPFB, Migraciones, el caso de la Diprove y las extorsiones a un brasileño, la bandas de narcos ligadas a la Policía, el robo de los dineros del programa “Evo Cumple”, los 33 camiones de Quintana, las borracheras del senador Surco, la farra del candidato Patzi, el montaje del hotel Las Américas, la salvaje represión de Caranavi, las omisiones del Gobierno en la matanza de Huanuni, el caso de las hermanitas Terán, el papel de honorables parlamentarios en la quema de la Prefectura de Cochabamba, etc, etc. El preguntón quedó más sorprendido de saber que la respuesta es un rotundo NO. Casi todos los escándalos saltaron solos. “¿Y por qué se enoja entonces?”. No se preocupe, el jefazo se pone así hasta de un pisotón.

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Los Tiempos: Entre la lealtad y el servilismo

NUESTRA PALABRA  | Cuando los límites entre la lealtad y el servilismo se hacen tan difusos, quienes no se detienen en consideraciones tan poco prácticas llevan las de ganar

Ser oficialista hoy ya no es lo que era. Y eso lo saben bien quienes a medida que avanza el "proceso de cambio" encuentran más dificultades para describir, entender, explicar y justificar muchas de las decisiones que toman e imponen las nuevas élites gobernantes. Y más dificultades aun encuentran en su fuero interno, atendiendo sólo a los dictados de su consciencia, más allá de los fingimientos a los que suele obligar el intenso deseo de seguir creyendo, para seguir identificándose con una "revolución democrática y cultural" cuyos giros no son los que se esperaban.

Es natural que así sea, y no es la primera vez que eso ocurre. Al contrario, la historia enseña que nunca hubo una revolución, por democráticas que sean las apariencias tras las que se presente, que no siga una secuencia que va de las ilimitadas ilusiones a las grandes frustraciones pasando por periodos más o menos largos de dudas e incertidumbres, paulatinos desengaños y conflictos internos de carácter ético, moral, sentimental o intelectual. Es cuando toca la hora de las disidencias, las purgas, las traiciones. Es cuando los límites entre la lealtad y el servilismo se hacen tan difusos que quienes no se detienen en consideraciones tan poco prácticas llevan las de ganar.

Todo parece indicar que ese es el punto del proceso al que hemos llegado. Y por si aún hubiera dudas, desde las más altas cúpulas se las despejó al anunciarse la inauguración de la "quinta etapa", la descrita como una "ofensiva estratégica" contra los "enemigos internos", los "infiltrados", los "traidores". Cualquiera de esas categorías incluye, por supuesto, a quienes osen poner en duda la sabiduría con que se pretende conducir ya no sólo a nuestro país, sino a la humanidad entera hacia su salvación.

Como es natural, en la nueva etapa el camino es más estrecho y en él ya no caben todos los que iniciaron la marcha. Es que el nuevo rumbo, el que conduce a un destino más preciso, ya no es compatible con mucho de lo que se ofrecía en el itinerario original. Y quienes no lo acepten… están de más. Por eso se los desecha como lo que son: instrumentos que al haber cumplido su función dejan de ser útiles y pasan a ser un estorbo. Las 36 naciones en cuyo nombre se destruyó la República para sustituirla por un "Estado Plurinacional" son un buen ejemplo.

Pero los pueblos "indígena originario campesinos" a los que se atropella para que cedan su lugar a quienes en su nombre les llevarán, por carretera, el progreso industrial no son los únicos desechados. Con ellos van quedando en los márgenes quienes creyeron que la defensa del medio ambiente estaba por encima del pragmatismo desarrollista, o quienes creyeron que terminaron los tiempos de la impunidad cuartelaría. Y también quienes todavía creen que la causa de los derechos humanos o la libertad de expresión son cuestión de principios y no un medio para vencer a los "enemigos internos" en la disputa por el poder.

No es ese el caso, por supuesto, de quienes no tienen dificultades para pasar de defensores de los derechos humanos a represores, de periodistas a censores, de artistas a comisarios de la cultura, de rebeldes a tiranos.

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El Deber: El vigor de la prensa boliviana

No en vano la prensa nacional ocupa el primer lugar en el cuadro de valoraciones del pueblo boliviano. Así lo acreditan en forma reiterativa diversas y periódicas encuestas sobre el tema.

La opinión pública le asigna mayor credibilidad a cuantos desde los medios informan a la gente sobre lo que pasa en  el país y no a los políticos. Casi siempre la Iglesia católica comparte con los medios de comunicación social muy parecido grado de aceptación.

¿A qué se debe que una mayoría de la población boliviana halague de tal modo a la prensa y sus operadores? Al respecto, en primer lugar, debe mencionarse el talante totalmente democrático que nuestros medios dejan impreso en los procesos de información y formación de opinión pública. Así lo comprobaría cualquier institución especializada del exterior que viniera al país a revisar al revés y través los contenidos de las páginas de los diarios y programas informativos de los canales de televisión. Salvando uno que otro gazapo, algo que comúnmente ocurre en cualquier medio, por prestigioso y serio que fuese, nuestros periódicos, canales de televisión y emisoras radiales, hacen su trabajo con ostensible imparcialidad, sin discriminaciones o parcializaciones odiosas. Sus páginas de opinión están abiertas a todas las corrientes políticas. En estos espacios aparecen columnistas que están en contra del Gobierno y otros que le apoyan. Así, en forma cotidiana, los diarios demuestran su vocación por ese pluralismo ideológico y político que caracteriza a toda verdadera democracia.

Es que a diferencia de lo que acontece en naciones altamente desarrolladas, donde el poder económico se concentra en reducidos sectores, en el nuestro, los medios de comunicación no pertenecen a grandes corporaciones empresariales ligadas a determinadas corrientes ideológicas y políticas. Sus relaciones de propiedad no van más allá de lo familiar o de una mediana o pequeña estructura empresarial. Carecen de intereses que les empuje a favorecer específicamente a alguien con la información y la opinión, circunstancia que explica la imparcialidad y pluralismo con las que hacen su labor.

¿Racismo? Que uno u otro comunicador incurra en descontroles retóricos contra gente del Gobierno, en medio de palabrotas alusivas a pertenencia racial, entraña un hecho aislado y, por lo mismo, totalmente carente de efecto generalizador de aquel marbete a toda la prensa nacional. Ésta, actualmente, no se opone a la Ley de Lucha contra el Racismo ni la Discriminación promulgada recientemente por el Gobierno. Sólo quiere que se elimine de ella esa cuchilla cercenadora de la libertad de expresión que representan dos artículos de la norma . Y nada más…

Todo lo referido al comienzo de la presente nota configura las claves del vigor de una prensa boliviana que el pueblo apoya en un elevado porcentaje. Así lo demuestra el enorme respaldo popular a la lucha de los periodistas cruceños contra los citados artículos mordaza y la que por su lado, por el mismo motivo, llevan adelante las organizaciones de la prensa en todas las regiones del país. En tanto, el Gobierno, sin poder disimular su enfado, agota todos sus esfuerzos buscando desacreditar o restarle impacto a una legítima protesta social que se ha extendido como un reguero en el territorio nacional e inclusive ha trascendido con formidable impacto las fronteras nacionales.

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Cambio: 17 de octubre de 2003

El pueblo atiborraba las calles, la prensa se agolpaba en la casa presidencial y los tímidos ciudadanos concentraban sus ojos en las pantallas televisivas.

La situación del Gobierno era insostenible, las tanquetas ametrallaban a un solo blanco, el pueblo alteño que bloqueaba definitivamente a un gobierno a todas luces antinacional, mientras en las calles de La Paz, incluso en la aburguesada zona Sur, la gente salía en protesta; "están matando a nuestros hermanos", rezaban pancartas de jóvenes de esos barrios.

La Pérez y San Francisco se encontraban llenos de hombres y mujeres de todas las edades, imposible ametrallarlos a todos.

Poco antes el vicepresidente Carlos Mesa había retirado su apoyo al Presidente empresario, hace tiempo que se había dado cuenta de que lo del poder irrestricto contra la corrupción y lo de Sucre capital no había sido nada más que un ardid electoral. Si ayer el engañado había sido un indígena aymara, ahora lo era un connotado periodista dedicado a la divulgación de la historia.

El gobierno neoliberal ya hacía tiempo que hacía aguas por todas partes, al extremo que se vio obligado a mandar por un tubo a su aliado MBL, al parecer otro engañado, para sumar a su gestión a Jaime Paz y su sinuoso partido, el MIR.

Sin embargo, aun eso era insuficiente y llamó a sus espacios prebendales a su anterior archienemigo, el capitán de Arce Gómez, Manfred Reyes Villa, al cual había aporreado con dureza por la corrupción hasta dejarlo en tercer lugar. El resentido capitán, quién sabe por cuál presión, sonrió cual novia forzada y firmó el pacto por la democracia liberal.

Pero ya nada contenía el descontento social, las fuerzas populares se habían cansado de ser votantes traicionados y el MAS, conducido por Evo Morales, avanzaba incontenible en la conciencia popular. Otros líderes sociales habían perdido representación, el Mallku ya no tenía el respeto de hace unos años, Alejo Véliz estaba tan alejado del conjunto social que la clase media aburguesada lo tenía como "buen indígena". El resto de la izquierda arribista se encontraba con un discurso crítico solitario.

La suerte estaba echada, el neoliberalismo daba sus últimos atisbos de vida gobernante, pero faltaba un par de años para su último estertor.

Las marchas se acercaban a La Paz, el comandante del Ranger se comunicó con sus superiores e indicó que detener la marcha iba a costar matar unos tres mil manifestantes, así que lo único que le quedó fue abrir el paso.

Ya nada era confiable, sólo le quedaba poner los pies en polvorosa.

Ya no lo vimos en la televisión, en el comedor presidencial aparecieron los últimos aliados, Jaime y Manfred, que ya no pudieron eludir la historia y mostrando sus entristecidos rostros, anunciaron que Gonzalo Sánchez de Lozada dejaba la silla presidencial.

Premonitoriamente, dicen que la vieja y elegante casa paterna del renunciante se inundó y esto afectó sus cuadros coloniales y otras cosas de valor; las cañerías habían reventado y al igual que el pueblo llenaban los espacios abiertos. La consigna popular era "Democracia para todos".

El escenario del drama cambió hacia el Colegio Militar, el gobierno peruano había enviado un helicóptero de gran envergadura para sacar al Presidente de acento gringo, igual que su mente y política. La gente se agolpó en los alrededores, había que ser testigo presencial de la historia.

Allí van los ministros en precipitada maniobra evasiva, la Primera Dama con su cajita de joyas, hay que apurarse para tomar el último tren, en este caso helicóptero, y dejar en paz a un pueblo que desea desarrollo para todos con justicia social.

El Presidente, con su tono de migrante desnacionalizado, vuelve a las pantallas del televisor, esta vez en recuadro pequeño, sentado en primera clase de un avión que sale de Viru Viru, se despide del país de cuyas riquezas engordó, mientras el resto de la pantalla (un 80 por ciento) muestra al pueblo en San Francisco y la Pérez, cantan, bailan, festejan la ganada democracia.

Dicen que la asustada oligarquía cruceña ofrecía al Presidente en fuga su ciudad e infraestructura para que desde allí ejerza su poder centralista y neoliberal.

Ahora en la TV aparece el Congreso, el que lee la carta que pone a disposición su cargo, jurídicamente ha renunciado. Qué más da, lo importante es que la plaza Murillo es del pueblo y para el pueblo.

El futuro presidente, el laureado periodista divulgador de la historia, toma tecito con su familia, aún no sabe lo que le espera.

Otra vez el Congreso, se acepta la renuncia, no había otra, digamos que MNR, MIR, NFR y los empresarios firmaban una rendición sin perder la guerra, como aquélla de la Alemania del Kaizer en 1918.

Ya en los pasillos de la real politik se tejían las estrategias para seguir gobernando y engordando con los recursos naturales, las prebendas estatales, los contratos cocinados y otras cositas que han generado fortunas en los últimos 68 años.

Carlos Mesa da un discurso exultante, anuncia que hará Asamblea Constituyente, la gran demanda de los pueblos indígenas del oriente y seguida por todo el pueblo alborozado. Lo que no supo es que había entrado a la piscina de los tiburones de la política, y él sólo era un laureado periodista divulgador de la historia.


Dicen que la asustada oligarquía cruceña ofrecía al Presidente en fuga su ciudad e infraestructura para que desde allí ejerza su poder centralista y neoliberal.

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La Prensa: Las reservas gasíferas

YPFB no utilizó ni un centavo de los $us 1.000 millones concedidos en crédito por el BCB para industrializar, explorar y distribuir el gas?

En los días recientes se puso en duda la potencia gasífera de Bolivia al conocerse extraoficialmente el contenido del informe de la empresa Ryder Scott, contratada para medir las reservas de gas, el que da cuenta de que en los últimos seis años las reservas gasíferas del país cayeron de 26,7 trillones de pies cúbicos (TCF) a 8,3 trillones.

El anuncio es altamente preocupante por los efectos que puede generar para el país la reducción de 15,25 TCF, en relación con los 24,6 TCF que reportó la certificación al 31 de diciembre de 2004 aceptada de la compañía DeGolyer and MacNaughton.

Ante esa situación, los expertos prevén que el hidrocarburo en Bolivia se agotará en 2020, al año siguiente de la conclusión del contrato de exportación a Brasil, lo que es altamente preocupante pues eso significa que el gas boliviano sólo servirá para la exportación, porque si se amplía el consumo interno el tiempo que dure el gas será menor.

El Presidente del Estado Plurinacional señaló desconocer esa información que fue la causa de que Bolivia pasara de ser el segundo país en reservas al ser quinto, sin embargo pidió que no nos alarmáramos pues, según los informes de otros expertos, Bolivia tiene muchas otras reservas de gas en el oriente, en la amazonia, en el norte paceño, en el Beni y Pando, incluso a las orillas del lago Titicaca, por lo que aseguró que no había por qué preocuparse.

Pero si bien la información que maneja el Jefe de Estado y el Gobierno pueden tener cierta veracidad, el tema está en las causas de la disminución de las reservas. No es que el país no cuente con este recurso natural sino que no hubo la reposición, eso debido a la ausencia de una política de inversiones para la exploración de nuevos yacimientos; una prueba de ello es que Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) no utilizó un solo centavo de los 1.000 millones de dólares del crédito concedido por el Banco Central de Bolivia para industrializar, explorar y distribuir este recurso natural, lo que demuestra que acualmente no existe una política destinada a las inversiones para los hidrocarburos.

Entre las razones con que se justificó la nacionalización de los hidrocarburos, realizada en mayo de 2006 con el fundamento de que las actividades de exploración y producción de hidrocarburos se estaban realizando con contratos que violaban la Constitución Política del Estado, se señalaba precisamente la necesidad de poner en práctica una política de hidrocarburos que permita explotar los recursos naturales en favor de los bolivianos haciendo que toda la población tenga acceso al gas natural en sus viviendas, para incrementar los ingresos del Tesoro General de la Nación a través de mejores precios en la exportación de los recursos naturales ya industrializados y que éstos sean distribuidos en beneficio de los bolivianos.

Es entonces importante que el Gobierno, más allá de buscar justificativos o evitar la divulgación oficial del informe de la Ryder Scott, inicie un proceso de reconducción de su política de hidrocarburos incluida en el proceso de nacionalización, de lo contrario nos espera un futuro catastrófico porque las reservas de petróleo y gas sigan congeladas y Bolivia deje de figurar en las estadísticas internacionales.

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El Diario: Cultura de libertad de prensa y expresión

Después que la Asamblea aprobó la ley Contra el Racismo y Toda Forma de Discriminación, sin escuchar los pedidos de que se modifique la redacción de sus artículos 16 y 23 por atentar directamente contra las libertades de expresión y de prensa, pese a las huelgas de hambre de periodistas en distintas ciudades del país y las manifestaciones realizadas en busca de los mismos objetivos, movimientos que todavía persisten, las instituciones de periodistas y de los medios han decidido continuar vigorosamente la campaña para lograr la modificación de los citados artículos, habiendo reiterado que las movilizaciones no significan desacuerdo alguno con la normas antirracismo y antidiscriminación.

Por su parte, el Gobierno viene insistiendo en que los indicados organismos acudan en el plazo previsto para la reglamentación de la controversial Ley, frente a cuya invitación el sector afectado respondió que su participación equivaldría a un reconocimiento tácito de las disposiciones que coartan dichas libertades, irrenunciables por ser inherentes a todas las personas y por consiguiente a la naturaleza humana, formando parte de los derechos fundamentales del hombre y del ciudadano, tal como lo reafirman las Declaraciones universales correspondientes a lo largo del tiempo, así como la jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Es más, el contrasentido de los cuestionados artículos radica en su carácter violatorio de las propias disposiciones de la Constitución Nacional en vigencia.

Como se viene evidenciando, la posición en defensa de la libertad de prensa no sólo es unánime, sino que viene recibiendo un apreciable apoyo de la ciudadanía en sus diversos sectores. Con el objetivo de que sean enmendadas las partes atentatorias de dicha Ley, son recabadas firmas de apoyo a nivel nacional con asidua concurrencia a los diferentes puestos instalados, y se calcula que en tiempo más o menos breve los libros correspondientes registren un millón de firmas en todo el territorio nacional.

Los periodistas han anunciado que el indicado y significativo apoyo popular es conforme a las disposiciones constitucionales, las que reconocen la iniciativa ciudadana y el referendo como medio de propuesta y de expresión de la voluntad ciudadana, siendo el camino legal más adecuado para lograr la enmienda de los artículos 16 y 23. Asimismo, la acogida que viene mereciendo dicha propuesta significa que no ha prosperado la confusión que el oficialismo trató de sembrar, en sentido de que un posible referéndum debería consultar acuerdo o desacuerdo con el racismo, aspecto que no se halla en discusión.

Comprendiendo que la libertad de prensa y de opinión constituye una cultura de nuestro medio, los organismos internacionales más representativos del periodismo internacional se han dirigido expresamente al Gobierno a fin de que no implante la “censura previa” en la comunicación social, exhortación desoída, a su vez, sin considerar su enorme peso en la opinión pública internacional, que, sin duda, acarrea un punto negativo para el Gobierno del presidente Evo Morales.

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El Mundo: Integridad

Uno de los temas de mayor relieve con el que se trata a los estudiantes de la universidad, en especial en carreras en las cuales tendrán que mantener un contacto permanente con la sociedad, es el de la integridad, practicar la virtud de actuar en todas las situaciones de la misma manera, para que sus posiciones sean creíbles. Cuando vemos las cosas que suceden a nuestro alrededor, no sólo encontramos los ejemplos mas adecuados para mostrar lo que no se debe hacer, sino que vemos también con preocupación cómo, en muchas oportunidades, censuramos cosas que las hacemos con mayor intensidad y no nos damos por aludidos.

Exigir a los trabajadores de la prensa actuar con apego permanente a la verdad y luego advertirles que si los informes que dan en esa tarea pueden afectar al sensibilidad o mejor dicho la susceptibilidad de otros, resulta incoherente y mucho más si para ello se les advierte que se cerrarán los medios en los que trabajan, se les ofrece cárcel, cesantía y otros problemas por el hecho de haber cumplido su labor.

Pero las actitudes dobles las vemos con frecuencia en otras situaciones que vale la pena analizar para ver sus caractgerísticas y lamentar que ello suceda. Vimos con extrañeza por ejemplo aquellas imágenes de un deportista que en una jugada con mala intención, partía la pierna de un jugador de Oriente Petrolero y a vuelta de correo, tuvimos que ver circular con la misma profusión una imagen de un deportista que daba un rodillazo al rival, en circunstancias que podrían semejarse, salvo el caso de que en la una, había un balón de por medio.

Pero las situaciones se multiplican y vale la pena darse cuenta de que tenemos que aprender algo más de integridad. No podemos echar de nuestro país a un representante extranjero y luego pedirle que por favor mantenga el apoyo que brindaba a los trabajadores con el Atpdea que era un sistema de apoyo en al que los Estados Unidos se comprometía a comprar de nuestro país ropa confeccionada con materias primas provenientes del país del norte.

Resulta que las personas o por lo menos muchas de ellas que trabajaban a en esa actividad se encuentran ahora bloqueando carreteras e impidiendo que se pueda normalizar la actividad en muchos lugares debido a que tuvieron que incorporarse ella comercio informal, dicho con más claridad al contrabando a fin de logar su sustento.

Los ejemplos no dejan de aparecer por todos alados, vimos al jefe del estado plurinacional estrecharse en un abrazo von el presidente de chile durante el rescate de los 33 trabajadores mineros entre los cuales se encontraba un boliviano.

Pese a su condición de un humilde trabajadores, sin que ello sea discriminación, Carlos Mamani a tiempo de agradecer la invitación a ser un personero en YPFB mantuvo integridad y posiblemente recordó durante esos 70 días de vigilia sombre las razones que lo llevaron a esa situación por la falta de empleos que no llegaban o por otras tantas razones que hacen que nuestro compatriotas integren todos los días caravanas de personas que ser van lejos de nuestras fronteras en busca de un mejor futuro.

Nos imaginamos lo interesante que ha debido ser este nuevo encuentro luego del anuncio hecho por el Gobierno de que distribuirá 23.000 efectivos de las fuerzas Armadas a lo largo de las fronteras.

Ya hubo una reacción especial cuando se hablaba de la compra de armamiento, nos imaginamos como estarán los vecinos ahora que se les anuncia de un desplazamiento planificado.

Todos somos conscientes del poder de esas Fuerzas Armadas; sin embargo, la acción que se plantea no deja de ser un acto de guapeza que bien podría ser orientado a algo más positivo, pero ante todo, para que nuestras acciones no ser vean incoherentes este necesario actuar con integridad.

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Opinión: Sin libertad nada tiene sentido, ni siquiera la vida

Para responder a las preguntas formuladas al final del artículo que publiqué el anterior domingo, es necesario ampliar y profundizar más nuestro análisis acerca de las similitudes y diferencias entre las personas. Somos iguales, lo que nos iguala es nuestra inteligencia, desde otra perspectiva filosófica, nuestro espíritu. Pero, nuestra inteligencia, en la proyección de sus posibilidades infinitas, nos hace diferentes. Lo que cada uno de nosotros piensa y hace, nadie más puede hacerlo. Nos diferenciamos de los demás, precisamente, por nuestra condición humana. Si no fuera así, seríamos sólo animales o cosas. Las diferencias pueden ser momentáneas y superficiales o permanentes y profundas. Las primeras, generalmente, son fruto de las condiciones objetivas y subjetivas en que vivimos, por eso mismo son pasajeras, las segundas corresponden a la naturaleza intrínseca del ser humano.

Las asimetrías culturales, es decir, las originadas por las condiciones objetivas y subjetivas en las que vivimos, son dinámicas, cambian con la misma velocidad con que evoluciona la sociedad. Es un tópico decir, por ejemplo, que lo que ahora es bueno, no fue lo mismo en el pasado y quizá también cambie en lo porvenir. Las diferencias relativas a la nacionalidad, a las concepciones políticas, incluso al idioma y a la estética, cambian con velocidad sorprendente. Muchos de estos aspectos, tienen amplio contenido subjetivo. Los conceptos que la gente tiene acerca de la belleza, pueden cambiar, en el peor de los casos, con cinco películas bien hechas, la fisonomía de los héroes, de los protagonistas se socializa e impone fácilmente con el manejo unidimensional de los medios de comunicación.

Desde el punto de vista somático, es evidente que la humanidad está dividida en blancos, amarillos, negros y cobrizos, no sólo eso, aun en el seno de cada una de estas categorías antroposociológicas, no hay dos personas iguales. Volviendo al primer parágrafo de este trabajo, en lo esencial, todos somos iguales, las diferencias superficiales no deberían afectar a lo esencial. El color de la piel o la forma de los ojos, no define lo que en dimensión trascendente es la persona. En cada representación humana hay todas las posibilidades. Sería un enunciado, simplemente inaceptable, decir que los asiáticos tienen el privilegio exclusivo de las artes marciales y de su significado filosófico. Tampoco sería aceptable que alguien pretendiera demostrar que la música clásica es un don sólo de los europeos. En todos los lugares del planeta y en diversos grados de evolución, hay creaciones artísticas, avances científicos y formas cada vez más democráticas de organización política. Entonces, las apariencias exteriores de las personas no definen su verdadera dimensión psicobiológica. Las particularidades exteriores de la gente, adquieren la dimensión que el poder económico, político y militar les otorga, en cada momento de cambio superestructural.

El problema consiste en la representación que el ser humano da a sus características somáticas en la lucha contra otras personas o clases. Durante mucho tiempo, los europeos simbolizaron su poder con sus formas exteriores, ellos mismos se convencieron con la falacia de la superioridad blanca, así, lo blanco se consagró como superior no por sus cualidades propias, sino por la fuerza y por el dinero que lo respaldaba y promocionaba. Con el mismo dinero y el mismo poder político y militar, lo negro sería lo mismo y no tendría nada que envidiar a la categoría sociológica precedente. Antes de la llegada de los españoles, el Nuevo Mundo, obviamente, con las imposibilidades e imperfecciones circunstanciales, era equilibrado y armonioso y en ese contexto, los individuos tenían la dignidad inherente a su condición humana. Los colonizadores, con ideas y métodos extremadamente brutales, destruyeron, deformaron y envilecieron ese mundo. Lo que queremos significar es que la calidad de quechuas, aymaras y otros en sí misma, es igual que la de todos los seres humanos del planeta, fue malograda por la dominación foránea. Dominación que afectó lo externo sin poder lograr lo mismo en la interioridad trascendente de los pueblos brutalmente colonizados.

A esta altura de evolución del pensamiento y de su capacidad de conocer lo que realmente es la sociedad y la naturaleza, resulta una supervivencia inadmisible que hayan personas relegadas, postergadas o maltratadas sólo por la valoración prejuiciosa y perversa de sus características superficiales y secundarias. La nueva etapa a la que ingresa la humanidad, fundada en el conocimiento, es un imperativo difícil de soslayar. La gente vale por su inteligencia, por su capacidad de conocerse a sí misma y a partir de ese gran descubrimiento de conocer a sus semejantes. Este es un concepto básico. De esta comprobación, depende la certidumbre de lo que podemos hacer en lo porvenir. Reiterando lo que hasta aquí hemos querido decir, debemos anotar con la debida precisión que las diferencias formales que hay entre las personas, adquieren la dimensión de categorías sociales contradictorias por otros componentes que en su dinámica dominante, utilizan estas particularidades, pretendiendo cubrir simbólicamente lo que corresponde a otras deformaciones económicas, políticas y quizá, supuestamente, científicas.

Siendo el postulado número uno de este tiempo el respeto mutuo, el entendimiento, la cooperación y la paz, el propósito de establecer medios y posibilidades para suprimir los conflictos provocados por falsas diferencias, es plausible. Es urgente distribuir equitativamente el poder, la riqueza y el conocimiento. Sin embargo, es necesario cuidar ciertos riesgos para que las soluciones aparentes no estén, paradójicamente, en la proyección regresiva de los motivos falaces para dañar a pueblos, etnias y personas. Gran parte de los errores humanos, son fruto de sus imperfecciones culturales provisorias. Es evidente que los actos más duros, crueles, perversos, corresponden a niveles poco cultivados o prisioneros de prejuicios, mitos y supersticiones. Muchos problemas, insuficiencias y conflictos de la sociedad, corresponden al campo del conocimiento. Nivel de evolución que supone un grado fecundo de libertad. La libertad es mucho más que la capacidad de pensar y hacer lo que uno desea sólo con el límite del mismo derecho de los demás. La libertad es un grado de evolución en el que las personas limpias de las impurezas de su pasado, son capaces de compartir, de ayudar, de amar.

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Clarín, Argentina: Las lecciones de la epopeya chilena

El rescate de los mineros chilenos se convirtió en una epopeya humana y tecnológica que galvanizó la atención del mundo y transmitió una lección de temple y cooperación.

Atrapados a más de 600 metros de profundidad, los mineros supieron mantener una organización interna indispensable para su supervivencia física y emocional y para la organización de su rescate. Llegada esa instancia, todos quisieron ser el último en salir y decidieron los turnos en base a criterios operativos. Cualquier sociedad organizada con esos criterios y conductas lograría metas envidiables de progreso en todos sus órdenes.

En la superficie, el rescate fue implementado con celeridad, y la tecnología de la minera estatal Codelco, permitió montar las instalaciones e implementar un operativo de perforación de alto nivel tecnológico, con una eficiencia admirable y dentro de los plazos que marcaban las posibilidades de sobrevida.

Ya rescatados, los mineros volvieron a sus afectos, a sus alegrías y dilemas personales, seguidos por miles de periodistas y millones de personas en todo el mundo. Las comunicaciones globalizadas tuvieron, esta vez, un capítulo de emocionado regocijo.

El presidente chileno Sebastián Piñera siguió en persona el operativo y recibió a los mineros sin interferir en su protagonismo y haciendo partícipes de la hazaña del Estado chileno, a los funcionarios que habían tenido responsabilidades principales en la misma. El mundo tuvo, en este fragmento de la historia, una lección de responsabilidad e hidalguía política.

El rescate de los mineros chilenos fue una epopeya humana y tecnológica que dejó lecciones de comportamiento humano, eficiencia operativa y, también de hidalguía política.

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