Hambre en Bolivia


101011160850_global_hunger464_spa Contrastando con la versión gubernamental que habla de una supuesta “reducción de la pobreza” en nuestro país, el Índice Global del Hambre 2010, elaborado por el International Food Policy Research Institute (IFPRI) y divulgado el día de hoy, señala que Bolivia es uno de los tres países de América Latina -junto a Haití y Guatemala- donde la situación de desnutrición es “seria”, siendo superado a nivel mundial sólo por el África subsahariana y el Asia meridional, que presentan indicadores aún más preocupantes. Según la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), un ser humano pasa hambre cuando consume menos de 1.800 kilocalorías al día, el mínimo para llevar una vida sana y productiva. Por enésima vez se demuestra que los gobiernos neo-populistas no son efectivos en cuanto a la superación de los problemas estructurales, a pesar de los discursos demagógicos sobre la solidaridad con los más pobres, ya que en realidad no buscan difundir prosperidad sino manipular segmentos de la población para implementar estrategias de polarización social.

Objeción de conciencia

En momentos en que el servicio militar obligatorio ha sido puesto en entredicho a raíz de las torturas sufridas por conscriptos, es bueno recordar que a nivel internacional existe la figura de la “objeción de conciencia”, por la cual los ciudadanos pueden rehusarse a cumplirlo si consideran que va en contra de sus principios éticos. En el caso específico de Bolivia, una resolución de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) sentó un precedente jurídico en el 2005, al amparar la objeción de conciencia de Alfredo Díaz Bustos, un testigo de Jehová que se negó a presar el servicio militar por contravenir sus creencias religiosas pacifistas.

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