La traición del subconsciente


El vicepresidente Álvaro García se esfuerza por mostrar una imagen de un intelectual que controla todos y cada uno de sus actos y actitudes. Pero dicen que al mejor cazador se le va la liebre. Con el aplomo y la seguridad de la que hace gala absolvía todas las consultas que le hacían los periodistas en una conferencia de prensa realizada el pasado miércoles.

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Todo iba bien hasta que le consultaron acerca de las torturas en los cuarteles. Muy suelto de cuerpo respondió que quienes “han incurrido en actos de tortura tienen que ser investigados y torturados”. Ciertamente una respuesta muy categórica que dejó boquiabiertos a los periodistas. A los pocos minutos la oficina de prensa de la Vicepresidencia tuvo que emitir una aclaración indicando que García Linera no quiso decir lo que dijo. Sin embargo no despejó la duda de si se trataba de una traición del subconsciente, después de todo en su paso por el EGTK Álvaro utilizó la violencia como método político.



Todos recordamos el gaffe de Manfred Reyes Villa cuando gritó: “adelante Santa Cruz con su independencia” y fue argumento mas que suficiente para ser acusado de separatista en varios spots gubernamentales. ¿Alguien acusará ahora de torturador al vicepresidente?.

De esto ya no hubo aclaración

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“La Iglesia debe dedicarse a salvar las almas y no hacer política”. No nos equivoquemos. La frase no corresponde a un atrabiliario dictador latinoamericano de los años 60 y 70 cuando a la Iglesia se le ocurría indagar sobre la suerte de miles de detenidos, torturados y desaparecidos. Tampoco corresponde a un ultra conservador obispo católico si no, nada menos que al vicepresidente Álvaro García Linera.

Resulta sorprendente que el vicepresidente no haya oído hablar de la Teología de la Liberación, que contraponiéndose a lo que Alvaro García, los dictadores y la Iglesia conservadora afirmaban y afirman, tiene como criterio básico que los religiosos no pueden limitarse a una simple labor pastoral sino también velar por el bienestar integral de sus feligreses. ¿Será posible que el vicepresidente no haya oído hablar de la Declaración de Medellín, de Camilo Torres o Helder Cámara entre otros? Es evidente que la reivindicación que hace de curas como Luis Espinal o Mauricio Lefebre, no es más que otra impostura y simple fariseísmo.

La ONU: buena o mala según convenga

Los funcionarios gubernamentales intentaron instrumentalizar un supuesto apoyo de la ONU a la denominada “ley antirracismo”. Ocurre que ninguna persona u organismo, menos la ONU podría oponerse a que se combata una expresión tan repudiable como es el racismo. Es así que el gobierno comenzó su juego de medias verdades y mentiras totales a que nos tiene acostumbrados.

El representante del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Dennis Racicot, afirmó que la ley gubernamental es incompleta y, es más, advirtió sobre posibles abusos en su aplicación por parte del “Comité de Lucha contra el Racismo”. Como es previsible, los medios de comunicación oficialistas no difundirán estas afirmaciones como lo hicieron con el supuesto apoyo. Es que el funcionario internacional dio en el clavo e interpretó con claridad los temores de la población y particularmente de los periodistas. Por tanto es previsible que el gobierno de un nuevo giro en la opinión que tiene de este organismo internacional.