Una investigación difundida por el movimiento ciudadano Basta Ya (La Paz), titulada “Narcos y cocaleros destruyen El Chapare”, indica que “Fabricantes de cocaína y productores de coca del Chapare, en el trópico del departamento de Cochabamba, y también la Amazonía y los parques nacionales Carrasco, Amboró, Isiboro-Sécure y Madidi destruyen la tierra, contaminan el agua de ríos y lagunas y el aire con miles y miles de toneladas de químicos utilizados para la siembra y cosecha de coca transgénica y la elaboración de pasta base, sulfato y clorhidrato de cocaína”.
“Según los informes contenidos en publicaciones de Mosoj Chapare (El Nuevo Chapare) y Seamos la destrucción de la madre tierra en la zona señalada es irreversible dada la cantidad escalofriante de productos contaminantes que son echados en la espesura de los bosques, los cursos de agua de los ríos que también contaminan las vertientes subterráneas de agua y lagunas que sirven para el riego de productos agrícolas y el ganado y matan a miles de toneladas de peces y flora y fauna terrestre y acuática”.
“Los enormes estragos ocasionados al medio ambiente y la madre tierra, así como la devastación de los bosques para la ampliación de territorios destinados al cultivo de coca y el ingreso de miles de toneladas de precursores químicos para la producción de coca transgénica y la fabricación de cocaína son de conocimiento y protección del gobierno cuya cabeza es Evo Morales Ayma, a la vez, jefe de las federaciones de productores de coca del trópico cochabambino”.
“De acuerdo a las publicaciones señaladas se trata del encubrimiento de una verdadera cadena criminal que, entre otros, devastó unas 56.000 hectáreas de selva virgen, una superficie tan grande como todo el territorio de Singapur, eliminó más del 40 % de la existencia piscícola y un 30 % de la flora y la fauna de la zona”.
“Se revela que la carga explosiva que afecta la zona cocalera y los parques protegidos está compuesta de volúmenes gigantescos de productos químicos que generan efectos poderosamente negativos. El Presidente Morales Ayma, sin embargo, se auto proclamó defensor de la madre tierra, pero olvidó que en su calidad de jefe cocalero protege y encubre la destrucción de la más importante reserva natural del continente”.
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“En el cultivo de coca transgénica para cuadruplicar la cantidad de hojas que en El Chapare son destinadas al narcotráfico, se utiliza anualmente alrededor de 800.000 litros de ácido sulfúrico, 1.930.000 kilogramos de cal, 2.000.000 de litros de kerosene (y similares), 35.600 kilogramos de permanganato de potasio y algo más de 190.300 litros de amoniaco. La cal y el ácido sulfúrico modifican gravemente el PH de los suelos y las aguas; y el kerosene y similares, al extenderse por las aguas de los ríos, evita la oxigenación y provoca la anoxia o ausencia de oxígeno en la sangre de los seres vivos. Los volúmenes son los conocidos. Podrían ser mucho más”.
“Los precursores químicos, en su mayoría, no son producidos en el país. Llegan desde Argentina (acetona, ácido clorhídrico y bicarbonato de sodio), Chile (acetona, éter, ácido sulfúrico y ácido clorhídrico) y Brasil (éter, acetona, ácido clorhídrico y permanganato de potasio), sin embargo, y pese a ser miles y miles de toneladas, no son detectadas por la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN) en su larga travesía hasta los lugares, muchos inaccesibles, donde se produce coca para el narcotráfico y cocaína en un 80 % con destino a Brasil y el resto a Argentina y Chile como puentes hacia España, Italia, Alemania, Francia y Asia. Estados Unidos es el mercado menos apetecido por el narcotráfico que actúa en clanes y pequeños cárteles bolivianos con conexión con cárteles mexicanos y grupos narcoterroristas como las FARC, MRTA, ELN y Hezbollah con sus ramificaciones en Líbano, Siria e Irán”.
Basta Ya Noticias