Otro portavoz desechable


Evo Morales es implacable cuando alguien ya no le cae en gracia. En el pasado tenemos varios ejemplos entre ellos el del anterior portavoz gubernamental, Alex Contreras. Parece que el cargo es “yeta” y el actual portavoz, Iván Canelas no sabe que hacer para recuperar los favores perdidos del “jefazo” que lo está alejando de manera cada vez más visible de su entorno debido a que no supo manejar el conflicto con la prensa con relación a la llamada “ley antirracismo”.

imageIván Canelas, siempre detrás del “jefazo” (Foto)

Iván Canelas es visto ahora en Cochabamba rondando como alma en pena la clínica donde está hospitalizado Evo Morales meditando acerca de la forma de recuperar la confianza perdida y dicen que ahora hasta llama de manera oficiosa a todos los medios para informar sobre el estado de salud de Evo como una forma de hacerse visible.



Poco menos que duerme a la entrada de la habitación para velar el sueño de Evo y no deja pasar la oportunidad para mostrar su desconsuelo y estaría dispuesto a ofrecerse de masajista si con ello contribuiría a aliviar la dolencia de su bienamado jefe, comentaron periodistas cochabambinos que hasta hace algunos años, aplanaban las calles conjuntamente con Canelas, en esa permanente búsqueda de la noticia.

Definitivamente pocas cosas son más patéticas que lo que algunas personas son capaces de hacer para conservar las migajas de poder que les lanzan. En la “Fiesta del Chivo” de Mario Vargas Llosa hay un ejemplo muy claro de ello.

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Una familia muy unida

Los Morales, desde los Dávila hasta los Olivera, han dado muestras de que realmente tienen un “juego de conjunto”, para utilizar los términos de los comentaristas deportivos. Manuel Morales Dávila, un vocinglero de trinchera pero inepto abogado laboralista, llegó a formar parte del más íntimo entorno de Evo Morales.

imageimageEl “patriarca” Manuel Morales Dávila (izq) y su retoño, Manuelito, el que hizo y deshizo en el sector de hidrocarburos.

No pasó mucho tiempo para que su buena estrella se irradiara hacia sus tiernos retoños que no tardaron en hacerse de las pegas más apetecidas dentro de la administración pública. Manuel Morales Olivera fue asesor de Hidrocarburos y presidente de YPFB y entre los logros de su gestión está el haber modificado, sin autorización superior, los anexos de los contratos petroleros entre YPFB y 10 empresas petroleras transnacionales, además de una envidiable vacación en las playas de Varadero, Cuba, muy bien acompañado, por cierto.

Marcia la otra hermana, fue designada presidenta de la Aduana y salió del cargo por irregularidades que fueron denunciadas por la propia ministra anticorrupción, Nardi Suxo. Sin embargo todo quedó en nada debido a que el patriarca de la familia conserva una apreciable influencia, al punto que recientemente fue distinguido por la Cámara de Diputados por “aportes” a la recuperación de la democracia.

Pero la estirpe no se acaba ahí. Ana Teresa ejerció el cargo de viceministra de Desarrollo Rural de manera muy efímera debido a que de la misma forma que ocurría con sus hermanos sus carguitos no estaban a su medida, aunque es evidente que dentro del MAS eso no es un impedimento ya que lo que realmente vale es la militancia e influencia política.

Ana Teresa lo está demostrando al ser nombrada presidenta de una ilusoria y trucha entidad como la Empresa Azucarera San Buenaventura que se agrega a tantas otras creadas con único y exclusivo fin de dar pegas a una militancia cada vez más angurrienta y exigente.