“Te retractás… o te vas”

Daniel A. Pasquier Rivero

danielpasquier_thumb2 Si decir y no cumplir, o no demostrar, fueran motivo suficiente para expulsar ciudadanos del país, pocos quedarían. Para empezar, la frase es del presidente Evo Morales, “mi gobierno será un gobierno sin muertos”. En sólo dos años hay un video completo con documentos y testimonios de lo ocurrido. Nada que ver. ¿Qué dicen los cocaleros? Evo paseó su imagen sencilla por cuatro continentes. Su vestimenta conmovió hasta a J. Saramago, quien calificó de “histórico jersey” a la chompa de alpaca a rayas horizontales. Eso duró sólo unas pocas semanas; ya el 23 de enero del 2006 estrenaba lo que sería posteriormente parte de su imagen “for export”: elegante chaqueta sin cuello de la cotizada modista boliviana Beatriz Canedo. Valiosísima pieza representativa de “la soberbia de los pueblos civilizados”, con inspiración en motivos de la cultura andina. ¿Le pidieron “sus bases” retractarse por este cambio?

Se instruyó en los primeros días austeridad, “cero corrupción cero burocracia”. ¿Se retractaron?, porque después de tal declaración de sencillez, humildad y de honradez en la administración de los recursos públicos, se compra nada menos que un avioncito de 38.7 millones de dólares (MD), aunque de segunda mano, destinado al ultra recontra capitalista equipo de fútbol Manchester City. Se censuró y enjuició a la administración del Gral. Banzer por la compra de un Beechcraft por 3 MD, y eran los mismos argumentos. En la compra del lujoso Falcon Dassault lo único que se cumplió fue la simplificación de la burocracia; todo el procedimiento de adquisición de bienes para el Estado se saneó mediante un simple decreto.



Es posible que hasta Felipe Quispe, el Mallku, compañero de lucha y de encierro del actual Vice se haga la misma pregunta. Cuando el MAS ganó las elecciones dijo “Ahora los indígenas tenemos gobiernos”; después de cinco años, ¿qué hay de cierto? Tanto ayllus como markas, y pueblos indígenas del oriente, han denunciado el no ser consultados, no estar en el gobierno y, por último, ser discriminados y que los derechos humanos no son respetados. ¿Algún intruso se hizo con el poder y el proceso de cambio tomó otro rumbo?

Los cocaleros no gritan por la industrialización de la coca, promesa incumplida. Pero les va muy bien. Hasta el presidente está sorprendido del poder del narcotráfico; otros han reconocido que 700 MD ingresan al PIB por esta actividad. La comunidad internacional ya pataleó. Se podría exigir el cumplimiento de la promesa electoral de crear cuatro bancos para ayudar al sector productivo, sumido a partir del segundo año de ésta gestión en profunda crisis, originada por la incertidumbre echada sobre la garantía a la propiedad privada, y no por los pronósticos climatológicos. La producción de alimentos disminuye hace varios años; se ha puesto en riesgo la soberanía alimentaria y la sostenibilidad del sector agroindustrial; el crear empresas estatales para “regular el mercado” nos lleva directo a la cartilla de racionamiento a corto plazo. Mientras tanto, a importar de todo, maíz y harina argentina, papas peruanas, carne brasilera, gasolina paraguaya o chilena, diesel venezolano, además del tradicional contrabando de todo tipo de productos que llenan los mercados. Justo cuando uno de los últimos mentores de este modelo ha hecho público que “no sirve ni para los cubanos”.

Alguien oyó, ¿se retractan o se van? Todavía faltan los 3.000 pozos de riego prometidos, la solución al problema del agua en el Altiplano y el Chaco, las viviendas a 3.500 US$ con cuotas de 100 Bs/mes, salud gratuita para todos y el aumento a los esmirriados presupuestos para salud y educación. Empleo digno. Pero, para el 2011 se han aprobado 1.800 MBs en gastos policiales y militares, instituciones básicamente represivas, brazo armado de control político, cuando entre salud y educación no suman ni la mitad.

El presidente Morales subió el 2006 con el voto de 1.544.374 bolivianos; el resultado del 2010 es otra historia. Si somos alrededor de 10.000.000, ¿ese resultado le da para hacer lo que le venga en gana? Es una pregunta elemental en cualquier democracia, para Ud. Señor Presidente, no para el resto de la ciudadanía. ¿Ha olvidado su promesa?, entre sollozos, “Voy a mandar obedeciendo a mi pueblo”; entendimos que no se refería sólo a Orinoca ni a el Chapare. Y el Vice apuntaba “un camino de unidad, de integridad (integración) nacional”, “donde un poncho valga igual que una corbata y una piel negra igual que una blanca” ¿Qué ha pasado?

Cuando el país reclamaba un período de reconciliación, después de tan difíciles momentos vividos para lograr una solución en democracia, y que se alcanzó por múltiples sacrificios, la Iglesia se hizo oír con la voz del Cardenal Julio “Se abre una etapa de esperanza”. Ud. Señor Presidente decía entonces a los Prefectos “Quiero pedirles una estrecha colaboración,….no soy de la cultura del egoísmo o personalismo, no soy quien quiere figurar. Estamos acá para servir al pueblo”. ¿Se han retractado, o quién cambió la política de paz e igualdad social por una de confrontación? Por esa no votamos.

Las imposiciones y amenazas de los cocaleros al Obispo Tito Solari son inaceptables en un Estado de Derecho. Negar la penetración del narcotráfico en la sociedad no es la solución; el gobierno ya ha reconocido la magnitud de éste flagelo. Su opinión es oportuna, tiene autoridad, dada su dedicación a la rehabilitación de jóvenes adictos a la cocaína; está muy cerca del tema. En el Plan 3000 encontraron a cuatro entre 12-14 años con un kilo de cocaína, supuestamente para vender al raleo; pasaron al Hogar Fortaleza. No se sindicó a los habitantes de la ciudadela Andrés Ibañez. Nadie amenazó a los policías, fiscal ni juez por detenerlos. Por último, al ciudadano Solari le asiste el derecho a expresar su opinión en libertad, aunque sea acogiéndose a la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Lo que se tiene que ir, para bien de la sociedad, es la intolerancia.