Demagogia verde


EVO CANCÚN OK Otra vez las “evadas” trascienden al plano internacional. Ahora el escenario elegido por el presidente ha sido la Cumbre sobre el Cambio Climático en Cancún, donde se despachó un par de frases pidiendo un “cancunazo” y advirtiendo que “Muere el capitalismo o muere la Madre Tierra”. Lo cierto es que la bandera de la ecología es uno de los aspectos más trabajados por el aparato de propaganda oficial en los últimos tiempos, para tratar de mantener algo del romanticismo que otrora campeara a nivel global en torno a la imagen de Evo Morales. Sin embargo, los discursos poco y nada se corresponden con la realidad boliviana, donde las “bases” del partido de gobierno acaban de pedir la expulsión de la ONG ambientalista Fobomade por oponerse a la construcción de un puente, y donde el modelo económico impulsado por el MAS no pasa de ser rigurosamente extractivista y rentista, sin mayores concesiones a la sostenibilidad. Y una reflexión adicional: cuando Morales usa la cuestión ecológica como excusa para el anticapitalismo soslaya (o desconoce) que la peor catástrofe ambiental del siglo XX fue provocada por el sistema socialista de la Unión Soviética en Chernobil, para no hablar del récord mundial en emisión de gases contaminantes que ostenta la China “popular”, a la que Evo jamás catalogaría de “imperialista”. Tampoco ha explicado hasta ahora el mandatario plurinacional por qué no se exigen estudios de impacto ambiental al gobierno “amigo” del Brasil, por las proyectadas mega-represas en la Amazonia que podrían afectar gravemente a los ecosistemas del norte de Bolivia. Pocas realidades, entonces, y mucha demagogia, condensada ante todo en el mamotreto seudo-místico de la “Ley de la Madre Tierra”, manifiesto animista con el que se pone la primera piedra doctrinal/jurídica de la nueva religión oficial, centrada en la Pachamama como deidad del Estado.

Litio y propaganda

Alegremente, voceros del gobierno han anunciado el inicio de la industrialización del litio con el uso de una “fórmula secreta boliviana”. De acuerdo a un experto consultado, el material enriquecido que acaba de producir el gobierno con la ayuda de estudiantes de la UMSA dista mucho de ser un carbonato de litio listo para utilizarse en la fabricación de baterías, por su alto nivel de impureza. El técnico agregó que el proceso se está realizando con “piscinas hechizas” y con una fórmula “bajada de Internet” que es del dominio público. También opinó que esta “tierra enriquecida” podría estar siendo producida por los cooperativistas mineros cercanos al Salar, si el Estado les diera libertad para hacerlo y contaran con el asesoramiento de la universidad mencionada. Este material serviría de materia prima para, entonces sí, un verdadero procesamiento de carbonato de litio, mucho más caro y de nivel industrial, que necesariamente pasaría por un acuerdo con empresas que poseen la tecnología adecuada. Lo demás es propaganda.

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