La dura realidad

Siempre es duro despertar a la realidad pero eso es algo que tiene que ocurrir en algún momento. Evo Morales supuso -no pensó, porque ese no es su fuerte-, que tenía al país en la palma de su mano y podía hacer con él lo que le viniera en gana, que todas sus decisiones serían acatadas con la cabeza gacha. Hasta llegó a querer perpetuarse en el poder. No estamos de paso, nos quedaremos de por vida, repitió en más de una ocasión.

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Fotos: Protestas ayer, en El Alto (izq) y Oruro contra el gasolinazo de Evo Morales



La soberbia es mala consejera, dijimos también en más de una ocasión. Y en política la soberbia ha sido la causa de la caída de muchos gobiernos y el actual tiene tanta que rebalsa.

Supuso que con su sola aparición en las pantallas y hacer unas cuantas promesas, todo se apaciguaría pero de acuerdo a todas las evidencias, en realidad lo que hizo fue intentar apagar el fuego con gasolina. No es posible decir si estamos en el preámbulo de la caída de Evo, por cuanto no creemos que nadie busque eso. Lo que si se puede afirmar es que este es el momento de que el presidente sea consecuente con sus palabras, que escuche al pueblo y que como el mismo decía, que gobierne obedeciendo.

Avalos se frota las manos

Muy pocas personas se sintieron satisfechas con el discurso con el que Evo Morales quiso hacer el sana sana después de su gasolinazo. Sin duda alguna entre ellas están el ex dirigente “campesino” y actual senador, Isaac Ávalos y sus compadres.

Es que Evo anunció nuevamente la dotación de tractores para mecanizar la producción agrícola y es seguro que el regordete senador se dio por aludido y consideró que la ocasión le viene de perlas. No es arriesgado suponer que de concretarse esta promesa, muchos de estos tractores, como ocurrió en una anterior ocasión, serán vistos nuevamente en las casas de sus allegados.

Para Cuba si hay arroz

La población boliviana tiene que hacer filas durante horas y horas para conseguir un par de kilos de arroz sin embargo en esto hay una incongruencia que se quiso disfrazar como un acto de solidaridad y como una justa devolución de favores.

Como se recordará en el mes de julio de este año, se envió a Cuba una donación de tres mil toneladas de arroz y eso no es todo. Resulta que el flete del transporte del arroz hacia la isla tuvo que ser pagado por EMAPA. Además, hay una gran diferencia. Cuba manda a Bolivia los médicos que le sobran pero el gobierno de Evo les manda un arroz que en estos momentos es escaso para muchos bolivianos pobres.