Lo que hay detrás del gasolinazo

Uno de los argumentos esgrimidos por el gobierno para justificar el incremento en el precio de los carburantes es el del contrabando. Indican que este producto era sacado del país debido a la diferencia existente en los precios del mercado interno y en los de los países vecinos.

image La Paz. Efectivos de la policía desalojan a maestros y transeúntes que protestan en la Plaza Murillo por el incremento en los carburantes. Foto AFKA 

Pero como de costumbre, el gobierno no dice toda la verdad. Lo que ocurre es que las empresas bajaron a tal punto su nivel de inversiones que hacían peligrar la venta de gas natural al Brasil y a la Argentina. En realidad este incremento está destinado a incentivar a las empresas que operan en el país, a que hagan mayores inversiones de forma que se puedan incrementar las reservas que han tenido un declive sostenido desde la llamada “nacionalización” de los hidrocarburos.



Es previsible que en el futuro el gobierno muestre una mayor preocupación por la situación de las empresas petroleras y ya se comenta sobre una nueva "readecuacion" de los contratos esta vez para devolverles la mayoría en el paquete accionario.

Los ingenuos comunicadores gubernamentales

Los “estrategas” comunicacionales han resultado unos inexpertos en este campo además de unos ilusos. Desde que se comenzaron a difundir los spots en los que se comparaba los precios de los carburantes en el país y en los países vecinos, había que ser muy ingenuo para no darse cuenta de lo que se venía.

En la Dirección Nacional de Comunicación (Dinacom) donde fueron elaborados dichos spots no se preocuparon mucho por aguzar su imaginación y lo único que hicieron fue dar la voz de alerta y el fracaso en la búsqueda de cierto respaldo o por lo menos aceptación a la medida, es sencillamente estruendoso.

El discurso populista acabó por naufragar. Al MAS se le hará cuesta arriba mostrarse como defensor de los intereses populares luego de adoptar una medida que los mismos gobiernos neoliberales la hubieran pensado dos veces por las evidentes consecuencias que conlleva.

Es claro que el MAS considera que su capital político le da para esto y para más lo cual parece ser cada menos cierto.

El silencio de la COB

La Central Obrera Boliviana, así sea de forma tímida dada su evidente debilidad, en el pasado hacía conocer su voz ante medidas que afectaban a la economía popular. Al presente, bajo la dirección de Pedro Montes ha adoptado una actitud vergonzosa y si ahora se atrevió a abrir la boca lo hizo obligado por la indignación general que provocó el gasolinazo de Evo.

Pedro Montes no es el representante de los trabajadores. Solo es un funcionario gubernamental y, además, es el más servil de ellos. Su actitud contrasta con la de algunos dirigentes que no son asalariados del gobierno y que se han atrevido a cuestionar con dureza el incremento en el precio de los carburantes, así esto los ponga en la lista negra con todas las consecuencias que ello implica.