Uno de los avances más importantes en el sistema democrático boliviano fue el establecimiento de una Corte Electoral confiable, conformada por personas cuya conducta y equidad esté al margen de toda duda. De esta forma el sistema electoral ganó en credibilidad y toda sugestión respecto a un posible fraude resultaba a todas luces fuera de lugar.
El presidente Morales designó a mujeres de “su confianza” como sus representantes ante los Tribunales Electorales departamentales (foto Efe)
Los vencidos aceptaban su derrota sin problema alguno porque sabían que se sometieron al veredicto popular y que no existió nada que deformara esa voluntad. Sin embargo el MAS parece que está cada vez menos interesado en el respeto a las normas y ni siquiera se cuidan de guardar las formas.
Ya en ocasión de la posesión de los vocales del Tribunal Nacional Electoral se pudo advertir que algunos no resistieron la tentación de levantar el puño izquierdo en alto y poner la palma de la mano derecha sobre el corazón. En la ocasión se dijo muy cínicamente que este signo no expresaba una posición política sino una creencia religiosa .
Pero poco tiempo pasó y los masistas ya no se muestran muy interesados en cuidar las apariencias. En la posesión de los vocales departamentales fueron varios los que hicieron el saludo masista; algunos prefirieron camuflarse en tanto que de otros resulta muy evidente su militancia masista y se argumentó que fueron designados a requerimiento de las manoseadas "organizaciones sociales". Algunas vocales surgieron de las vertientes dejadas por Nardi Suxo y Sacha Llorenti en la Asamblea Permanente de Derechos Humanos o en la Defensoría del Pueblo, como es el caso de Ana María Benavidez en La Paz, lo que hace preveer que también serán funcionales al oficialista MAS.
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Con todos estos antecedentes pecaríamos de ingenuos si es que pretendemos que en el futuro el ahora llamado “Órgano Electoral”, tenga así sea un mínimo de independencia e imparcialidad.
El negocio del "antichilenismo"
El anti chilenismo es un expediente al que se acude con frecuencia para solucionar problemas internos o para acorralar a algunos gobiernos como ocurrió con Gonzalo Sánchez de Lozada en octubre de 2003. Todos recuerdan que los gremiales alteños salieron a quemar cajas de productos chilenos como expresión de rechazo a una pretendida venta de gas por Chile o, peor aún, a Chile. Naturalmente las cajas estaba vacías pero las consecuencias de esa manipulación de un sentimiento irracional todavía perviven.
Otros tiempos. Protestas y bloqueo en El Alto en octubre de 2003
Ahora que recibió un portazo en las narices, el MAS nuevamente parece dispuesto a generar ese anti chilenismo pero con actitudes irresponsables que podrían generar un conflicto internacional. Es sabido que Chile considera a las aguas del Silala como un río de cauce internacional y en el pasado inmediato la diplomacia boliviana aseguraba que eran aguas manantiales que nacían en territorio boliviano, que se subsumían en territorio boliviano pero que fueron desviadas en forma artificial hacia Chile. Sobre este punto lamentablemente no se tiene certeza acerca de cual es la posición del actual gobierno a parte de recordarnos de manera más que todo lírica, que el acceso al agua es un derecho humano.
Sin embargo Evo Morales pareciera que quiere recuperar los puntos perdidos con los potosinos y pretende mostrarse como un adalid defensor de sus intereses. No es muy creíble que el anuncio efectuado por el prefecto potosino, Félix Gonzáles indicando que desviará las aguas del Silala, responda a una iniciativa personal. En realidad de lo que se trata es de agitar la situación que es el ambiente en el que mejor se siente el presidente y su partido. El anti chilenismo será nuevamente enarbolado para ocultar el fracaso en las negociaciones respecto a la muy difusa “agenda de 13 puntos”, el tema marítimo y para desviar la atención sobre el incremento en el precio de los artículos básicos de consumo.