Histórico, ¡ahora vamos a un cabildo!

Nino Gandarilla G.

NINO_thumb Fue una campaña impecable la de ambas candidaturas, con buenos candidatos a ambos lados, donde no hubo insultos ni ataques a la dignidad y en términos económicos bastante austera… Al menos así la pudimos observar con nuestros ojos y con los ojos de nuestros amigos en los dos lados… Y por primera vez en la historia del Comité Pro Santa Cruz gana la presidencia un cruceño independiente, con amigos en los grupos de poder, pero independiente. Por otro lado, por primera vez gana la primera vicepresidencia un ex miembro del Partido Comunista.

Desde la época de su fundación, pasando por la gestión de Melchor Pinto, hasta los años ’80, el Comité Pro Santa Cruz tuvo presidentes acordados entre la clase que tradicionalmente sustentaba la economía de Santa Cruz; los mismos que tenían el cuidado de enviar buenos candidatos, incluso de clase media. Todos elegidos democráticamente. Luego se organizaron las logias cruceñas y arrebataron el poder institucional a sus padres. De ese tiempo a esta parte ellos, los Caballeros del Oriente y los Toborochis, alternaron la presidencia y la vicepresidencia de acuerdo a sus turnos. Buenos ciudadanos todos, aunque no todos con buenas luces y, peor aún, por sus problemas internos, no todos contaron con el apoyo de buenos equipos humanos y recursos económicos.



Las logias ganaron ese espacio con mucho esfuerzo y organización, pero el tiempo pasó y se convirtieron en todo lo contrario de lo que sustentaban. Muchos líderes naturales fueron frustrados por obra de las logias en el Comité y en la institucionalidad cruceña. Se volvieron expertos en frustrar las aspiraciones de buenos cruceños e incluso en perseguirlos y vetarlos, pero no le ganaron nunca una pelea a ningún gobierno, porque enfrentaron los combates con sus hermanos preferidos y no con los mejores combatientes que tiene la región. Tuvieron tanto poder que algunas personas tenían que hablar “bajito” para que no los escuchen cuando protestaban.

Las logias de Santa Cruz son tan fuertes que ni el gobierno de Evo Morales y García Linera los ha podido vencer, ni podrá… Esto porque han sabido cultivar el cruceñismo y lo han sustentado con cierta eficiencia donde hacen gestión. Además son nuestras ¿no? Sólo los cruceños tenemos derecho a corregir lo cruceño… Hoy, por primera vez, un profesional cruceño llega a la Presidencia del Comité Pro Santa Cruz por Iniciativa propia, con una campaña que fue más espontánea que técnica, a diferencia de la otra… Vaca Díez y su equipo no solo han vencido a las dos logias juntas, sino también a las estructuras que manejan… y hasta a la Gobernación. Esa gobernación que innecesariamente tiene celos del liderazgo comiteísta… por ingratitud o por ceguera. Esa gobernación que tiene abandonado el proceso autonómico.

Este resultado tiene sus orígenes en los errores cometidos por los unos y los aciertos de los otros. Dos problemas centrales tienen las logias cruceñas: “todos tenemos compromiso con ellos, pero ellos ninguno con nosotros”, de ahí la vanidad, enseguida la ceguera y finalmente la caída. Pero el principal elemento que los ha hecho perder espacio es que abandonaron el cruceñismo… Dejaron de apoyar el Comité para encaramarse en la Gobernación. Dejaron de leer, dejaron de formarse en el tema que los sustenta. Dejaron de hacer cultura para dedicarse a los negocios crearon el Cruceñismo Business.

A las cooperativas nadie las quiere tocar, las conservamos más o menos como los españoles conservan a su realeza, con sus lujos y privilegios, porque son la representación de la tradición española… y el Rey le responde bien a España… Acá, nuestras cooperativas son eficientes y no tenemos problemas en los servicios ¡Dios nos libre! Pero ojala no se olviden del cruceñismo… Por cierto, hablo de las cooperativas a las que yo una vez al año les vendo unos cuantos libros, de cruceñismo y creo que los leen…

Ahora se viene la reforma de Estatutos, la misma que debe ser seria, abierta y profunda, no al calor de la victoria sino recuperando lo mejor de la experiencia cívica para que el principal instrumento de lucha de los cruceños recupere los espacios perdidos por la natural consecuencia de su propia obra: el Desarrollo.

Se debe hablar con la Verdad, pero no puede haber espacio para la vanidad ni la revancha. No se debe promover el ingreso de otro grupo con mezquindad, sino el mayor equilibrio posible en nombre del patriotismo. No puede haber ceguera, como la del gobierno departamental cuando se metió al revocatorio y comenzó a caer… o como la del gobierno nacional cuando lanzó el gasolinazo y comenzó a caer… Como aquellos que sacaban de las reuniones a la gente que les expresaba buenas ideas… Como aquellos que un día – cuando fui candidato a la Presidencia del Comité- calificaron mi Integridad por la cantidad de mis ingresos mensuales! Calificaron mi formación, en base a la formación de ellos… Claro que lo recuerdo hoy… soy humano 😉

Y así como nosotros igual los seguimos abrazando como amigos, esperando que sus ojos dejen de estar nublados… esperamos que las logias apoyen a su Comité, exactamente igual que cuando ellos nos ganaban las elecciones y nosotros teníamos que apoyarlos por madurez, por civismo, por cruceñismo… (estoy seguro que ni se acuerdan de eso, pues en su lógica era nuestra “obligación” hacerles pleitesía). Porque si no lo hacen… habrán abandonado todo lo que les permitió tener los privilegios que tienen y que acabo de explicar líneas arriba.

Ahora nadie tiene el pretexto de decir que el Comité es de las logias, porque aunque están dentro ya no mandan. No pueden decir que es de la burguesía, porque son los sectores sociales los que han sustentado a la nueva directiva… No pueden decir que no es integrador, porque tiene el Cóndor de los Andes entre sus preseas… Y lo que le falta, suponemos que está por hacerse… Si nos lo permiten, ayudaremos. Si no, seguiremos esperando.

Ahora los cruceños esperamos un cabildo festivo para el 26 de febrero… conmemorando los 450 años de nuestra amada civilización cruceña. Hace ya mucho tiempo que no nos vemos ahí todos juntos, ¿no?