Uno de los favoritos sentimentales de esta jornada de American Idol fue enviado a casa. Jennifer López tuvo la dura tarea de decirle a Chris Medina que no logró ser parte de los 24 finalistas que pasarían a la siguiente ronda. De Hollywood el show se trasladó a Las Vegas donde comenzarían los machetazos serios del elenco hasta quedarse con 12 chicos y 12 chicas. En dúos y tríos los muchachos tenían que aprender y entonar canciones de los Beatles en un solo día. La interpretación de Medina del clásico “A Hard Days Night”, junto a Casey Abrams, dejó mucho que desear. Aunque mantuvo su compostura durante el anuncio de las malas noticias a Medina, tan pronto el muchacho que se ha convertido en un querendón por cuidar a su novia discapacitada se marchó, J.Lo se echó a llorar desconsoladamente. Sus compañeros Randy Jackson y Stephen Tyler tuvieron que afirmarle que estaba cumpliendo con su trabajo, pero ella repetía “no quería decirle que no”. “No quiero hacer esto más”. J.Lo lo tomó más difícil que el mismo Medina.
Fuente: www.enelbrasero.com
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