Gobierno boliviano llamará a expertos para alistar estrategia al mar; preparan ley para acudir a La Haya

Tensión. Chile: Bolivia debe elegir entre la ruta del diálogo o el litigio. Choquehuanca dice que el país tiene derecho a otro camino y deja abierto el diálogo. Tratado de 1948 será elevado a ley para recurrir a La Haya.

image Encuentro. Los cancilleres Alfredo Moreno y David Choquehuanca en La Paz, el 7 de febrero.

La Razón



Gobierno llamará a expertos para alistar estrategia al mar

El Canciller dice que el país tiene derecho a otro camino y deja abierto el diálogo

Tras las reacciones chilenas de rechazo al anuncio de llevar el tema mar a instancias internacionales, el canciller David Choquehuanca respondió que Bolivia tiene derecho a definir el camino sobre su reivindicación e informó que se constituirá un equipo de expertos para perfilar la estrategia que permita la salida soberana al Pacífico.

Añadió que la decisión nacional no cierra las puertas del diálogo. “Bolivia nunca cerrará las puertas del diálogo, siempre estarán abiertas, pero no podemos esperar otros 132 años. Tenemos que explorar otras alternativas porque los bolivianos tenemos el derecho de decidir qué caminos nos pueden llevar hacia un acceso soberano al mar”, insistió.

El presidente Evo Morales, en el Día del Mar, anunció que la centenaria demanda boliviana será llevada a tribunales u organizaciones internacionales. Informó, además, que se creará una Dirección General de Reivindicación Marítima, cuya función será definir la estrategia jurídica.

El miércoles, en reunión de gabinete, se prevé aprobar la disposición que dará nacimiento a la nueva Dirección. Esta instancia de Gobierno estará apoyada con “profesionales que conocen el tema para que trabajen sobre él y vean qué pasos vamos a dar”, dijo, pero evitó dar mayores detalles sobre la estrategia que se perfilará.

Desde Santiago, el presidente Sebastián Piñera aseguró el miércoles que no existen argumentos para plantear una demanda porque no existen problemas de límites pendientes, ya que fueron resueltos por el Tratado de 1904. “En virtud del Tratado de 1904 Chile adquirió compromisos y deberes con Bolivia, que ha cumplido fiel y estrictamente”, insistió y advirtió que el anuncio boliviano representa un “serio obstáculo” para las relaciones.

Morales, el miércoles, afirmó que el documento se firmó bajo presión chilena y a la fuerza. Además, aseguró que no se cumple ni ha sido cumplido.

Análisis. Choquehuanca informó de que el Gobierno tomará en cuenta la posición presidencial. “Una declaración de un Presidente hay que tenerla en cuenta y vamos a tomarla en cuenta en su real dimensión”, explicó.

El canciller chileno Alfredo Moreno, por su parte, consideró ayer que La Paz debe optar por el diálogo o la demanda internacional. “Uno no puede transitar por todos los caminos al mismo tiempo”, expresó.

Para su colega boliviano, el anuncio nacional no apunta a romper el diálogo bilateral, considerando que además del tema mar existen otros 12 en la agenda de 13 puntos, definida por ambos gobiernos el 2006.

“Cuando empezamos el trabajo de la agenda de 13 puntos lo hicimos sin condiciones. 132 años es demasiado tiempo, los bolivianos tienen el derecho a decidir qué camino tomar en este caso”, precisó y recordó que la demanda marítima es preocupación de la región y de organismos como la Organización de Estados Americanos (OEA), a la que se informa sobre el avance de la negociación con Chile.

Entretanto, la Cámara de Diputados inició la ratificación del Tratado Americano de Soluciones Pacíficas para habilitarse ante el Tribunal de La Haya. El presidente de Diputados, Héctor Arce, informó de que hoy ratificarán el documento.

Fiscalización al Canciller

La opositora Unidad Nacional (UN) solicitó una interpelación al canciller David Choquehuanca. El diputado de UN Jaime Navarro manifestó que la petición pretende aclarar el cambio de estrategia boliviana en las negociaciones con Chile en torno al mar.

El Perú no comentará el anuncio de Morales

Perú no opinará sobre una eventual demanda de Bolivia contra Chile para lograr su salida al mar, señaló ayer el canciller peruano José Antonio García Belaunde. “No, en absoluto, eso tiene que ver con un tratado de límites firmado entre Bolivia y Chile. No tiene por qué opinar el Perú”, sostuvo la autoridad peruana.

Explicó que mientras el gobierno del presidente de Bolivia, Evo Morales, no oficialice su posición, y Perú no conozca los términos de la posible demanda boliviana, “sería irresponsable opinar” y sólo se estaría especulando. “Yo no quisiera opinar, cada país maneja su política exterior como mejor le parece”, precisó el canciller, según reportó AFP.

Mientras tanto, en Lima, se generan comentarios con prudencia sobre el anuncio de Morales. “La Paz tendría que agotar la vía diplomática y sustentar que existe una controversia jurídica para llegar a tribunales internacionales. Las negociaciones bilaterales deben ir en serio y con resultados específicos”, afirmó Manuel Rodríguez. El candidato presidencial Ollanta Humala dijo que lo más prudente es no opinar en este caso.

El MAS habla de una táctica complementaria

Miembros del Movimiento Al Socialismo (MAS) explicaron ayer que la idea de recurrir a tribunales internacionales para volver a las costas del Pacífico es una estrategia complementaria a la del diálogo de los últimos cinco años.

“No hay que descartar a la Organización de Estados Americanos (OEA) ni a la Organización de Naciones Unidas (ONU), hay que acudir a todas las instancias internacionales como un elemento más en este proceso de negociación”, afirmó el ministro de Autonomías, Carlos Romero.

Por su parte, el viceministro de Coordinación con los Movimientos Sociales, César Navarro, hizo votos porque ambos gobiernos continúen el diálogo sobre la demanda marítima. “Seguir con el diálogo sincero y fraterno, pero ese diálogo no tiene que ser simplemente una conversación indefinida en el tiempo”, señaló.

El senador Adolfo Mendoza (MAS) aseguró que la decisión de Morales no es una amenaza a Chile sino un plan complementario y dijo que el Estado puede recurrir a instancias jurídicas internacionales como una “estrategia alternativa” al diálogo bilateral.

“Si un diálogo sobre la soberanía territorial llega a un punto muerto, entonces Bolivia tiene derecho de recurrir a los tribunales que correspondan, eso es la estrategia, es un cambio de estrategia. Hemos estado tanto tiempo en diálogo por una injusticia que nos han ocasionado y no hubo resultados”, señaló Mendoza.

En la misma línea, el senador Fidel Surco (MAS) afirmó que la negociación bilateral debe continuar, empero, el punto referido al tema marítimo debe ir a tribunales internacionales. “En Chile tienen una posición diferente a la nuestra, ellos no quieren ceder soberanía, y ante esa negativa, como política de Estado y una alternativa más, se llevará el tema a tribunales internacionales”, dijo.  

Tratado de 1948 será elevado a ley para recurrir a La Haya

Legislación: Bolivia se guardó una reserva sobre el Pacto de Bogotá por entender que un artículo le es perjudicial.

image Homenaje: el presidente Evo Morales y un efectivo de la Armada izan la bandera el 23 de marzo

La Prensa

La Cámara de Diputados inició ayer el tratamiento del proyecto que elevará a rango de ley el Pacto de Bogotá de 1948, que permitirá a Bolivia plantear una demanda contra Chile ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya por la cuestión marítima.

El presidente Evo Morales anunció el miércoles, durante el homenaje a la memoria de Eduardo Avaroa, que la lucha por la reivindicación marítima “ahora debe incluir otro elemento fundamental: el de acudir ante los tribunales y organismos internacionales, demandando en derecho y en justicia, una salida libre y soberana al océano Pacífico”.

EL ANÁLISIS. El mencionado proyecto comenzó a tratarse ayer, y después de ser aprobado en sus tres estaciones, pasará a la Cámara de Senadores para su tratamiento.

El titular de la Cámara Baja, Héctor Arce, dijo ayer que ese acuerdo internacional “abre la posibilidad para explorar la competencia de la Corte Internacional de Justicia de La Haya del Sistema de Naciones Unidas como una instancia a la cual, entre otras, el Estado boliviano podría recurrir”.

En ocasión de emitir ese mensaje, Morales solicitó a la Asamblea Legislativa Plurinacional que “apruebe a la brevedad posible todos los tratados y convenios internacionales que nos posibiliten esta misión”.

LA REACCIÓN CHILENA. Después de conocer las palabras del Primer Mandatario, el mismo miércoles por la tarde, el presidente chileno, Sebastián Piñera, se reunió con su canciller, Alfredo Moreno, y el ministro de Defensa, Andrés Allamand, según informó ayer el diario El Mercurio en su edición impresa.

Las conclusiones de ese encuentro se tradujeron en la molestia de las autoridades trasandinas, que exteriorizaron sus sentimientos públicamente.

El jefe de la diplomacia trasandina rechazó la posibilidad de continuar el diálogo bilateral mientras madura una demanda internacional sobre la causa marítima.

“El camino hacia adelante está en manos del Gobierno boliviano, que debe determinar qué camino escoger. Uno no puede transitar por todos los caminos al mismo tiempo”.

Moreno recibió ayer la visita de los integrantes de la comisión de Relaciones Internacionales del Senado de su país, cuyo presidente, Eugenio Tuma, desahució la continuidad al tratamiento de la agenda de 13 puntos en caso de que Bolivia persista en su afán de llevar la demanda ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya, que depende de Naciones Unidas.

“Si ellos intentan hacer presentaciones en cualquier tribunal, entonces vamos a tener que suspender las conversaciones, mesas de diálogo y los 13 puntos de avance que teníamos a nivel de cancilleres y distintas comisiones, y suspender también la relación que teníamos con el Congreso boliviano”.

El senador centroizquierdista Hernán Larraín, quien se mostró partidario de apoyar la causa boliviana, sostuvo ayer que “Chile tiene voluntad de entendimiento y quien ha cambiado las reglas del juego hoy día es el presidente Evo Morales. Por tanto, más que tomar reacciones muy duras o enérgicas, lo que necesitamos es que Bolivia decida qué camino va a seguir”.

Pacto firmado hace 53 años

El Pacto de Bogotá, también conocido como el Tratado Americano de Soluciones Pacíficas, fue un tratado internacional suscrito el 30 de abril de 1948 por los países independientes de América reunidos en la IX Conferencia Panamericana en Bogotá, Colombia.

El objetivo del tratado es imponer una obligación general a los signatarios para resolver sus conflictos a través de medios pacíficos. También se les obliga a agotar los mecanismos regionales de solución de los asuntos antes de acudir al Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas.

Este pacto tiene en cuenta los diferentes medios de solución pacífica de conflictos, a saber, buenos oficios, mediación, investigación y conciliación, arbitraje y procedimiento judicial.

Es uno de los tratados que confiere jurisdicción a la Corte Internacional de Justicia, con sede en La Haya.

El tratado entró en vigencia el 6 de mayo de 1949 y se registró en la Organización de las Naciones Unidas siete días más tarde.

Entre los 21 países signatarios del tratado, solamente 15 lo han ratificado posteriormente, ocho de ellos han presentado reservas y El Salvador presentó una denuncia sobre éste.

Éste es el instrumento que el oficialismo pretende elevar a rango de ley para, si lo considerara pertinente, hacer efectiva la presentación de una demanda internacional contra Chile por la cuestión marítima, que ya lleva 132 años.

El artículo observado

El artículo VI, por el que Bolivia se reservó el derecho de ratificar el Tratado de Bogotá, señala que “tampoco podrán aplicarse dichos procedimientos (los mecanismos de solución de conflictos) a los asuntos ya resueltos por arreglo de las partes, o por laudo arbitral, o por sentencia de un tribunal internacional, o que se hallen regidos por acuerdos o tratados en vigencia en la fecha de la celebración del presente Pacto”.

Esta disposición puede, en su caso, inviabilizar una demanda boliviana, pues entre La Paz y Santiago se suscribió, el 20 de octubre de 1904, el Tratado de Paz y Amistad, que determinó el fin de la Guerra del Pacífico.

Bolivia hizo una reserva

La delegación de Bolivia formuló una reserva al artículo VI, pues considera que los procedimientos pacíficos pueden también aplicarse a las controversias emergentes de asuntos resueltos por arreglo de las partes, cuando dicho arreglo afecta intereses vitales de un Estado signatario.

Por esa razón, Bolivia no elevó este tratado internacional a rango de ley y no lo ratificó.

La Asamblea Legislativa analizará ese tratado y lo sancionará para que el presidente Evo Morales lo promulgue.

Mientras tanto, continúa en proceso la creación de la Dirección General de Reivindicación Marítima.

Para destacar

El Tratado de 1904 reconoce el derecho propietario de Chile sobre el departamento del Litoral.

Bolivia admite que ese territorio será de dominio chileno a perpetuidad.

Chile se obligó a construir el ferrocarril Arica-La Paz para permitir las exportaciones bolivianas.

Debió entregar 300.000 libras esterlinas y conceder libre tránsito a Bolivia por esa zona.

Un anterior Pacto de Tregua fue firmado entre Bolivia y Chile en 1884.

El convenio bilateral suspendió las hostilidades de la guerra desatada el 14 de febrero de 1879.

El Ejército se retiró de la contienda el 26 de mayo de 1880, por la derrota del Alto de la Alianza.

TENSIÓN ENTRE CHILE Y BOLIVIA PONE EN RIESGO EL DIÁLOGO

Chile dice que Bolivia debe elegir entre la ruta del diálogo o el litigio

Aunque el Gobierno boliviano anunció que continuará el diálogo sobre la agenda de 13 puntos, en Chile consideran que éste es un contrasentido a la acción judicial

La Razón, Baldwin Montero Plaza

El cambio en la estrategia marítima del gobierno de Evo Morales puso en vilo el futuro del acercamiento con Chile. El canciller de ese país, Alfredo Moreno, planteó ayer que Bolivia escoja entre el diálogo o la opción de llevar a un tribunal internacional el reclamo de una salida soberana al mar.

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Plaza Abaroa. El vicepresidente Álvaro García y el presidente Evo Morales durante los actos por e Día del Mar, este miércoles 23 de marzo.

Según informó desde Santiago la agencia de noticias EFE, tras una reunión con miembros de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado Moreno anunció que “el camino hacia adelante está en manos del Gobierno boliviano, que debe determinar qué ruta escoger”.

Insistió en que “uno no puede transitar por todos los caminos al mismo tiempo” y que, tomando en cuenta que había una ruta previa de diálogo bilateral, ahora “Bolivia debe saber qué camino debe encomendar”.

Entretanto, parlamentarios de ese país y analistas en Bolivia coincidieron en que el inesperado giro de Morales interrumpe implícitamente el diálogo bilateral basado en la confianza mutua.

Los gobiernos de Bolivia y Chile impulsaron desde el 2006 una agenda de diálogo de 13 puntos, cuyo mayor logró, según evaluación de ambos gobiernos, fue justamente la confianza mutua, ahora cuestionada en Chile tras el anuncio presidencial de acudir a tribunales internacionales para resolver el tema del enclaustramiento.

“Ese camino, ese proceso de diálogo se interrumpe abruptamente, porque aunque uno quiera seguir conversando la desconfianza ya está, se instala y cuesta mucho recomponerla”, declaró por ejemplo ayer el presidente de la Cámara de Senadores de Chile, Jorge Pizarro, de la Democracia Cristiana (DC). Dijo que en este caso se optó por la vía de la pérdida de confianza, por la cual “no se avanza”.

Opiniones Con matices, otros legisladores chilenos de oposición, y también del oficialismo, coincidieron con Pizarro. “Evo Morales nuevamente siembra la duda y la desconfianza en las instituciones bolivianas y reinstala el populismo y la demagogia en las relaciones con Chile”, opinó Víctor Pérez, de la oficialista Unión Demócrata Independiente (UDI).

Sobre la agenda en la que se trabajó durante cinco años, dijo que “Evo Morales parece echar todo al tarro de la basura”. Para el senador Hernán Larraín (UDI), el anuncio “rompe el clima cordial” y para el presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores del Senado, Eugenio Tuma, del Partido por la Democracia (PPD), “judicializar el tema es inviabilizar el diálogo”.

El jueves, cuando anunció su decisión de apelar a cortes internacionales, el presidente Morales aclaró que no abandonará el diálogo “franco y sincero” con Chile. De inmediato, y en una conferencia de prensa en la que apareció flanqueado por estandartes de su país, su homólogo chileno, Sebastián Piñera, respondió que “Bolivia no puede pretender un diálogo directo, franco y sincero…mientras simultáneamente manifiesta su intención de acudir a tribunales internacionales”.

Los senadores que ayer se reunieron con Moreno coincidieron en que, si Bolivia recurre a instancias internacionales, Chile debe suspender la agenda de diálogo. “Si ellos siguen el camino de la confrontación se suspende la agenda, pero nosotros queremos el camino del diálogo, aun cuando es un problema de Bolivia, que tiene que decidir entre la confrontación o el diálogo”, declaró el senador Larraín.

El vicepresidente de la Cámara Alta, el opositor Juan Pablo Letelier, opinó que la declaración de Morales “es sorpresiva porque puede interrumpir un diálogo y puede deshacer un camino que se ha construido”.

En La Paz, los ex cancilleres Javier Murillo y Armando Loaiza, al igual que el diplomático Ramiro Prudencio, coincidieron en que el anuncio que hizo Morales interrumpe el avance del proceso de diálogo.

Sospechan de objetivo político

Encuestas

Juan Gabriel Valdés, que fue ministro de Relaciones Exteriores durante el Gobierno del socialista Ricardo Lagos, vinculó el anuncio de Morales a “demandas internas y problemas de encuestas, más que a la solución real del problema”.

Deuda

Al igual que lo hizo Piñera, los parlamentarios chilenos recordaron ayer que no hay deuda pendiente con Bolivia.

Analistas ven interrupción del debate bilateral

Con el anuncio hecho por el presidente Evo Morales en el Día del Mar, Bolivia interrumpe los avances logrados con el diálogo bilateral, opinaron ayer dos ex cancilleres y un diplomático.

“Hemos interrumpido un proceso de negociación bilateral directa y estamos optando por un procedimiento contencioso, que a mi juicio es incierto en sus resultados, es un proceso muy largo, complejo y costoso”, opinó el ex canciller Javier Murillo.

El también ex canciller Armando Loaiza dijo que el 2006 comenzó un proceso de recomposición de las negociaciones con la conformación de una Comisión de Alto Nivel, pero ahora “Bolivia interrumpe este proceso, lo deja de lado y toma otro camino, que me ha sorprendido”.

En el mismo tono se expresó el diplomático Ramiro Prudencio, para quien debería mantenerse el diálogo bilateral. “Ahora, si se corta, hay que ir a la Corte Internacional de La Haya, pero cuando Chile corte, porque estamos en buena relación y en procura de buscar entendimientos”.

Loaiza apuntó además que antes de ir a La Haya, primero Bolivia debe ratificar el Pacto de Bogotá de 1948.  “Lo hemos suscrito, pero no lo hemos ratificado, lo podemos ratificar. Esta es la puerta para ingresar a la Corte  (La Haya) y para eso hay que ir la OEA (Organización de Estados Americanos)”, explicó.

Prudencio cree que aquello no es tan sencillo. “El Pacto de Bogotá no puede obligar a Chile a que vaya a la Corte (de La Haya), porque tampoco se pueden aplicar los procedimientos a los asuntos ya resueltos o por arreglo entre las dos partes (Tratado de Bolivia y Chile de 1904)”.

Si el fallo de La Haya fuera favorable a Bolivia —agregó— existe la posibilidad de que la otra parte se resista a cumplir. “En ese caso se puede dar la intervención del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.