Ingrid Wichtendahl
A decir de las autoridades municipales se “cumplió a cabalidad con todos los requisitos que la norma impone para aprobar por segunda vez los planos de construcción del edificio Málaga”. Sin embargo, para los entendidos en el tema urbanístico, la explicación dada dejó dudas sobre la aplicación de la norma del índice de aprovechamiento en la aprobación del edificio.
Empecemos aclarando qué es índice de aprovechamiento. Es la norma urbanística que determina la máxima superficie que se permite construir en cada zona de la ciudad, la cual se calcula en relación a la superficie del terreno.
Luego veamos lo que dice la norma vigente al respecto. La ordenanza municipal 052/2010 aprobada el 10 de mayo de 2010 establece para la zona del edificio Málaga un aprovechamiento de 4 m2 de construcción por cada m2 del terreno. Asimismo determina que la superficie de construcción comprende las áreas destinadas a “departamentos, oficinas, locales comerciales, salones de usos múltiples, salas de reuniones y otros ambientes cerrados que tengan uso privado o público con o sin fines de lucro”. No se toma en cuenta las circulaciones horizontales y verticales de uso común como pasillos, escaleras y ascensores. Ni los depósitos, salas de máquinas y tanques en terrazas y subsuelos.
Por otra parte, de acuerdo con lo publicado por los medios de comunicación, el terreno del malogrado edificio Málaga tiene 833 m2 de superficie. Por consiguiente aplicando la norma antes señalada, la máxima superficie de construcción permitida, incluyendo las áreas de circulación, no debería ser mayor a 3.700 m2.
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Sin embargo, se publicó que el proyecto aprobado por la municipalidad tiene 5.600 m2 de superficie total. O sea 1.900 m2 más de lo que establece la ordenanza 052/2010.
Es pues evidente que algo no está cuadrando. ¿Es errado el dato de la superficie del terreno? ¿Era un mal diseño donde 2.268 m2 correspondían a pasillos, escaleras y ascensores? ¿Se malinterpretó la norma?
Por responsabilidad social las autoridades pertinentes deben aclarar las dudas subyacentes a la aprobación del edificio Málaga. En vez de una sala de prensa o un set televisivo el escenario más adecuado para hacer una explicación y exposición de los planos aprobados por la municipalidad es el Colegio de Arquitectos con la participación de los profesionales de la materia, comunicadores y personas interesadas. Será también la oportunidad para escuchar de las autoridades qué previsiones inmediatas han sido tomadas y qué planes tienen en el corto y mediano plazo para corregir el alto grado de informalidad de las construcciones en nuestra ciudad.
Sin duda que el saldo pedagógico será altamente positivo para la comunidad cruceña. El trágico suceso del Málaga no debe pasar desapercibido. Una sociedad que no aprende de sus fallas está condenada a repetirlas.