Alianza está en decadencia. ‘Sólo hace ruido, pero ya no gira’

El eje chavista que partía de Caracas y acababa en Buenos Aires, ya no produce resultados. Deben replantear su discurso, afirma un analista internacional.

image

El Día



‘Sólo hace ruido, pero ya no gira’

Un analista internacional afirma que la alianza está en decadencia.

Cuando hace casi una década el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, comenzó a extender sus vínculos políticos y comerciales a fuerza de petróleo y dólares sobre algunos países vecinos, en busca de afianzar su liderazgo regional, comenzó a hablarse del eje chavista.

Una suerte de Unión de Países Sudamericanos ligados por su supuesta afinidad con la Revolución Bolivariana o el Socialismo del Siglo XXI, y al que adherían con mayor o menor agrado los presidentes  Rafael Correa de Ecuador, Evo Morales de Bolivia, Néstor Kirchner de Argentina y Lula da Silva de Brasil.

Hoy ese eje chavista, que partía simbólicamente de Caracas y acababa en Buenos Aires, hace mucho ruido fundamentalmente por la boca del propio Chávez, pero no gira y por tanto no le produce resultados.

Y lo que es más grave y preocupante para el líder venezolano, sus socios de antaño, y quienes les sucedieron en el poder, pese a sonreír en las fotos conjuntas y festejarle sus bromas, han tomando distancias de su persona y su modo muy particular de gobernar -pese a que en casi todos los casos la presión sobre opositores, medios de comunicación y actividad privada resultan parecidos-, haciendo más patético e inútil su esfuerzo político y su malgastar de divisas.

Aún cuando intentaran acompañarle, socios y sucesores ya han podido comprobar que sus sociedades no comparten ni desean para sus países el modelo de país que propone Chávez.

Bolivia ya ha advertido a Morales que ser indígena no le libera de su obligación de respetar sus compromisos electorales y de que pagará en las urnas cualquier nuevo intento de reprimir las protestas como lo hacian en el siglo XX las dictaduras militares.

PERÚ

Humala puede tonificar el eje, pero…

Ollanta Humala  puede traer  sangre fresca al modelo chavista en caso de ganar las elecciones en la segunda vuelta.

Pero no puede girar tanto hacia el socialismo que pregona Hugo Chávez, se lo han advertido.

Mantiene distancia, durante la campaña ha tenido que aislarse de Hugo Chávez y afirmar que éste no lo está apadrinando.

¿La rebelión árabe puede contagiarse?

El medio oriente vive una ola democratizadora ¿Puede influir estos sucesos en regímenes autoritarios como los de la ALBA?.

image

El Día

De turbante se ha vestido la democracia en los últimos tres meses en la llamada revolución del mundo árabe que ha empezado a derrocar a líderes autoritarios y autocráticos, paradójicamente con los que Bolivia, como parte del eje chavista de la corriente del Socialismo Siglo XXI tiene relaciones, observan aquí varios analistas políticos y académicos.

La politóloga boliviana, Jimena Costa, señala que en alguna medida esto obedece a la globalización de la política y a que algunos líderes que han estado haciendo este arte desde el siglo pasado no han comprendido que las sociedades y realidades se han transformado.

Siria es un país observador de la Alianza Bolivariana de los Pueblos de América Latina (ALBA), el  brazo económico  del Socialismo Siglo XXI.

Y en Siria, la barrera del miedo que encerró a esa sociedad durante 46 años está siendo derribada, al igual que en Túnez, Egipto, Yemen, Bahrein y Libia. Aunque en cada país árabe la revuelta presenta sus características propias, la ola de contagio impulsa un cambio democrático.

El estado de emergencia impuesto en 1963 por el gobierno y luego mantenido por Hafiz al Assad, que dio un golpe en 1970, se extiende hasta el día de hoy, bajo el gobierno de su hijo y heredero, Bashar al Assad, quien ante el Parlamento pidió un mes de plazo para realizar reformas revolucionarias después de frenar movilizaciones que dejaron 40 muertos.

Un ‘tsunami’. Costa dice, sin embargo, que ésto es un “Tsunami” parecido al de Japón que exige una transformación general hacia la democratización y que está cuestionando temas de pobreza, derechos humanos, medio ambiente y mayores libertades, valores con los que no comparten los dictadores que se han quedado en el pasado.

También recuerda que el presidente Evo Morales tuvo relación con Muammar Gaddafi cuando en 2003, siendo diputado, recibió un premio de 50 mil dólares como defensor de los Derechos Humanos.

Paradójicamente, Morales enfrenta ahora por lo menos 20 demandas internacionales ante la ONU y la OEA por violaciones a los Derechos Humanos y persecución política.

En su descargo Morales dijo que esos eran otros tiempos y que el mismo premio lo recibieron otras personalidades.

Gaddafi es un militar y político libio, líder de facto de su país desde el 1 de septiembre de 1969, hace 42 años que pregona el socialismo como parte de su programa de gobierno. Por eso en la década del ’70 nacionalizó toda la empresa privada, incluyendo la tierra, la industria petrolera y los bancos, y permitiendo sólo los pequeños negocios familiares.

Costa dice que el régimen chavista debería poner las barbas en remojo y en vez de buscar alianzas entre ellos, como la reunión entre Morales y Hugo Chávez en el Chapare o la de Fernando Lubo del Paraguay o el uruguayo José Mujica, pensar en dejar la política clientelista que no resuelve los problemas de hambre y miseria de sus pueblos.

Satisfacer sus necesidades. Eso pide la gente en el mundo árabe y también aquí, explicó Wilson Abrego, docente de filosofía y sociología de la Universidad Gabriel René Moreno al tratar de buscar una explicación a la rebelión del mundo árabe y sus repercusiones en América Latina.

"Estamos frente a situaciones de insatisfacción de necesidades mayúsculas en el planeta que han sido postergadas por los gobiernos que usan irracionalmente los fanatismos y la mitología, pero existe un despertar de la gente, una búsqueda por días mejores", dijo.

En ese sentido señaló que para resolver problemas ya no bastan ilusiones, ni espejismos, ni bonos, ni bonitos por muy generosos que parezcan porque tarde o temprano la gente se da cuenta que vive igual o peor y que lo que han estado haciendo es dilatar el problema.

En el caso de Bolivia no es una isla y está integrada al planeta y así se esfuercen insulsamente por pregonar nacionalismo pretérito recuperando viejos mitos de supuestas conformaciones socialistas utópicas del incario, que ya se sabe fueron sociedades estratificadas y excluyentes.

Aquí asistimos a un neopopulismo de presuntas sociedades igualitarias que viene a ser el mismo sistema del que se han revelado en el mundo árabe, por eso también vemos estas movilizaciones que ahora enfrenta el Gobierno que no ha logrado satisfacer necesidades básicas ni podido concretar las ilusiones cuando subieron al poder hace seis años.

Puede haber un enfrentamiento 

Eso teme el master en autonomía, Roy Céspedes, docente de Derecho de la Universidad Gabriel René Moreno cuando ve que en alguna medida lo que sucede en los países del mundo árabe pueden terminar influyendo en Bolivia.

Explicó que en el caso de los países que se han rebelado en el oriente medio tienen como principal característica muchas restricciones a las libertades y derechos humanos.

Y también que son poseedores de recursos naturales como el petróleo que solo beneficia a cierta élite mientras que ellos por años se mantienen en la pobreza y la miseria.

Sin embargo, en Bolivia hay que tomar en cuenta que quien llevó al poder a Evo Morales no fueron precisamente los asalariados que ahora reclaman por un aumento, sino los movimientos sociales que también han comenzado a rebelarse. Y también expresó su preocupación porque algunos sectores extremistas han empezado a gritar “guerra civil”.

No hay relación. No obstante, el rector de la universidad Ecológica y ex candidato a gobernador por el oficialista Movimiento Al Socialismo, Jerjes Justiniano, no cree que exista relación entre la efervescencia del mundo árabe con las movilizaciones que hay en Bolivia.

Por el contrario, cree que las movilizaciones son el fruto de la madurez de los movimientos sociales que en este Gobierno han tomado conciencia y cree que Evo Morales es el hombre que en la cresta de esta ola ha despertado conciencia proletaria.

La democracia. Por su parte, el analista político, Jorge Landívar, afirma que el marco general tanto de la rebelión árabe como de las revueltas en Bolivia tienen que ver con la democracia.

En el mundo árabe se han cansado de vivir treinta o cuarenta años bajo el mismo régimen que les coarta sus libertades y los condena a vivir en la miseria y en Bolivia ocurre lo mismo y no importa si es un gobierno de derecha o izquierda, lo que la gente quiere es “vivir bien” como dice este Gobierno, pero del dicho al hecho, hay mucho trecho…

70 Millones

de dólares se embolsilló Mubarack, el presidente egipcio antes de caer

46 años

en el poder lleva el presidente de Siria, tres años menos de los que duró Fidel Castro en Cuba.

La Internet masifica la onda expansiva

Cuando cayó el presidente de egipto se vieron imágenes de  camellos pisando a jóvenes que protestaban con sus ‘i pod’ y celulares de última generación.

Los bonos no satisfacen las necesidades elementales de la gente que tiene hambre.

Wilson Abrego

Docente de la uagrm

En remojo deberían poner sus barbas los del régimen chavista, hay una rebelión en marcha

Jimena Costa

analista polÍtica

La brecha entre ricos y pobres, la corrupción y el robo al erario estatal provoca esta rebelión

Jorge Aparicio

analista internacional