¿Entierro del 21060?

mauricio-airaMauricio Aira

Imposible ignorar las circunstancias del nacimiento del 21060. 23 días después de haber asumido por cuarta vez la presidencia Victor Paz Estenssoro promulgó su famoso decreto número 21060 el 29 de agosto de 1985 para superar la crisis monetaria y establecer nuevas bases operativas en materia laboral y de administración de las empresas del Estado. Su justificación se explica así: “Las cifras del desastre causado por Siles Zuazo y su UDP son pavorosamente convincentes. Los fríos guarismos nos muestran un cuadro estremecedor” El Producto Interno bruto ha decrecido sin paralelo en todo el proceso histórico nacional en negativo del 4.1% en 1981 al 7.3% de 1984. Revertir este comportamiento económico, decididamente suicida para la nación, deberá ser una misión que incumba al gobierno y a todos. El déficit del Tesoro General acusa el crecimiento incontrolable de 175.401 millones de pesos en 1983 a un billón 564 mil 390 millones en 1984 y de 13 billones 386 mil 911 millones y esto no es nada. La danza enloquecida de las cifras llega a una cima increíble. Las empresas públicas contabilizan un déficit tal que la cuantía se vuelve inverosímil…como si todo esto no fuera demencialmente suficiente en los datos consignados no se incluye la deuda en mora. Y algunos días antes había proclamado “la Patria se nos está muriendo. Es preciso no eludir ningún recurso para un tratamiento de emergencia que detenga el desenlace. N podemos proponer medidas cosméticas para arregla la situación. O tenemos el valor moral, con su secuela de sacrificios para plantear radicalmente una nueva política o sencillamente con gran dolor para todos Bolivia se nos muere”

Ya sabemos lo que significó la medida. No fue un DS, sino varios para el cambio paritario con el dólar, libertad de comercio de bienes y servicios, supresión de subsidios medidas que como nos lo recuerda Augusto Cuadros ya se habían practicado antes con la Estabilización Monetaria 1956 y las Medidas Correctivas de 1979 que en su condición de Ministro de Finanzas las había ejecutado. La NPE impuso un nuevo sistema tributario, fraccionó y reestructuró las empresas, YPFB, la Corporación Minera de Bolivia, la Empresa Nacional de Ferrocarriles, repuso la libre contratación y retiro laboral. Ordenó la relocalización (en realidad el retiro) del personal excedente con una substancial compensación monetaria. Creó un fondo financiero para la economía y adoptó otras medidas conexas. Según la crítica especializada “fue un notable esfuerzo político y técnico para restablecer la normalidad de la vida económica” de Bolivia.



¿Por qué la COB ha pedido con tanta fuerza la desaparición del 21060? No ha sido desde luego por la regulación impositiva que los tiene sin cuidado porque los impuestos que paguen los que tienen plata, aunque algunos como el IVA (Impuesto al valor agregado) es igual para todos los consumidores sin excepción alguna. La feroz resistencia que empezó a pocas horas y entonces encabezada por Juan Lechín se debió a los art. 55 y 56 relativos a la contratación o rescisión de los contratos de trabajo. Se olvidó la lectura del condicional “con estricta sujeción a la Ley General del Trabajo de 1939 y 42 y el relacionado al despido de miles de trabajadores de COMIBOL que de 30 mil quedaron reducidos a 7 mil previo pago de sus finiquitos mas “la relocalización” extra beneficio de 3 a 6 meses de salario añadido a un sueldo por año de trabajo, 3 meses de indemnización, aguinaldos y sueldo hasta el fin de mes. Varios autores consideran que el dinero recibido por cada minero de algunos miles de dólares fue invertido en plantaciones de coca, y depósitos en las llamadas inmobiliarias (como Finsa) que significaron una estafa colosal al tragarse los ahorros y sus utilidades en poco tiempo.

Para el trabajador minero significó la desaparición de la pulpería barata, tradicional subvención a cuatro artículos alimenticios, la carne, la manteca, el fideo y la harina. “La marcha por la vida” organizada por la COB fue detenida entre Oruro y La Paz, sobrevino el “estado de sitio” la detención de Lechín y varias decenas de dirigentes especialmente mineros hasta cuando volviera la calma. Los marchantes fueron convencidos de regresar a sus hogares y recibir su dinero. (Eduardo Pérez Beltrán ministro de Gobierno, hijo de minero, locuaz y quéchuaparlante convenció a la dirigencia en plena marcha que no llegó a la sede de Gobierno. Su relato personal es apasionante)

Queda por ver si las medidas de libre convertibilidad de la moneda serán cambiadas, además de la libre contratación y retiro de empleados y trabajadores y de la supresión de aduanillas y cerca de 500 impuestos menores que desaparecieron con el 21060 y otras como la libre exportación de bienes y servicios, la fijación de precios de bienes y servicios, la comercialización libre de productos de la canasta familiar, el transporte libre, el libre tránsito de personas y bienes por todas las vías, se volverá al estatismo dotando a COMIBOL, YPFB, y otras de subvenciones y facilidades por encima de la empresa privada? ¿Se repondrá la Corporación Boliviana de Fomento?

El modelo de pragmatismo que representa el 21060 con una dosis de estatismo empresarial, con su liberalismo, su sentido común y de responsabilidad gubernamental y que reclamó en su momento una gran dosis de coraje para enderezar entuertos será “oficialmente sepultado” sin embargo ¿qué vendrá en su lugar?