“Es hora de protestar y testimoniar nuestra fe con la vida”, señala el Obispo Auxiliar de Santa Cruz, monseñor Sergio Gualberti.
Monseñor Sergio Gualberti consagrando la Eucaristía. (Foto: iglesiasantacruz.org)
Santa Cruz, (ANF).- “Es hora de protestar y testimoniar nuestra fe con la vida”, sentenció este domingo el Obispo Auxiliar de Santa Cruz, monseñor Sergio Gualberti, al indicar que los cristianos somos “sal y luz de la vida”, por lo tanto hay que actuar en consecuencia.
“Es hora de que los cristianos nos despertemos, nos levantemos de la muerte, de la corriente dominante de nuestra pasividad, de nuestro anonimato, de nuestro conformismo”, remarcó el prelado en la homilía del cuarto domingo de Cuaresma.
“Es hora que digamos también creo Señor, pero no de boca para afuera, sino con los hechos”, remarcó al insistir en que “es hora de iluminados por Cristo seamos luz y produzcamos los frutos de la luz y demos testimonio valiente y coherente del don de la iluminación, del don del bautismo que hemos recibido”.
Entonces en la vida diaria, en cada comunidad y en el país es necesario cuestionarnos si evidentemente vivimos como bautizados y siendo luz de la vida.
“Ser luz y dar fruto es luchar también en contra de las tinieblas de la confusión que está alrededor nuestro, en nuestra sociedad de la mentira, es luchar en contra de la injusticia, de la corrupción, el narcotráfico, el contrabando, la violencia, las divisiones, los enfrentamientos”, remarca monseñor Gualberti.
Refiriéndose a la segunda lectura de este domingo, el prelado indica que el mismo San Pablo indica “qué significa vivir como hijos de la luz” y “dar frutos de la luz” a través de tres vías: “la bondad, la justicia, y la verdad”.
“El primer paso es reconocer que necesitamos verdaderamente salir de nuestras tinieblas para convertirnos decididamente en luz”, señala monseñor Gualberti
Las tinieblas están presentes en nuestra vivencia como cristiano con “una falta de identidad y testimonio cristiano” remarca al llamar la atención acerca de que “a veces pasamos desapercibidos metidos en el conformismo de los demás”, por lo tanto “no somos sal de la tierra y luz del mundo”.
Calificando como una “incoherencia entre nuestra fe y nuestra vida”, monseñor Gualberti indicó que “a veces parecería que nuestra vida cristiana, nuestra fe, es sólo cuando estamos en el templo, pero al salir de las puertas nos olvidamos de esto”.
¿Y EL TESTIMONIO?
Monseñor Gualberti cuestionó “¿qué testimonio damos nosotros los cristianos aquí en esta realidad?”. “La gran mayoría de nuestra población en nuestro país somos cristianos. Y yo me pregunto ¿estamos dando este testimonio, estamos viviendo de verdad?”
Monseñor Gualberti cuestionó “¿qué testimonio damos nosotros los cristianos aquí en esta realidad?”. “La gran mayoría de nuestra población en nuestro país somos cristianos. Y yo me pregunto ¿estamos dando este testimonio, estamos viviendo de verdad?”
EL Obispo Auxiliar de Santa Cruz fustigó a los creyentes señalando “¿Cómo es posible que nos decimos cristianos y hay tanta maldad en medio de nosotros?”, por lo tanto, señaló: “Creo que hay que acoger ahora esta invitación” lanzada en la primera y segunda lecturas de este domingo: “Despiértate” y “Levántate”.