Logran bajar la radiación en la planta nuclear de Fukushima I

Mientras el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) aseguraba esta tarde que la situación en la central nuclear japonesa de Fukushima I sigue siendo "muy seria", las autoridades japonesas continuaron suministrando agua con boro para bajar la contaminación y lograr enfriar los reactores dañados por el terremoto que sacudió la isla hace casi una semana. En medio de las tareas de enfriamiento, la Agencia de Seguridad Nuclear de Japón confirmó esta noche que unas columnas de humo blanco salen de los reactores 2, 3 y 4 de la central atómica. Según explico un vocero del organismo, el humo podría provenir de una nueva explosión en la unidad 2 o de la pileta de refrigeración de ese reactor.

En tanto, el jefe de Gabinete del gobierno de Japón, Yukio Edano, aseguró hoy que si bien los niveles de radiación detectados no alcanzaron valores nocivos para la salud, se ampliará la zona bajo observación en un radio de 30 kilómetros a la central. "Queremos incrementar la observación de las inmediaciones para otros análisis", aseguró, al tiempo que explicó que la intensidad de la radiación depende de diversos factores. Además, Edano anticipó que los ingenieros a cargo del operativo de emergencia evalúan refrigerar el reactor 1 con agua y de manera externa. Hasta el momento sólo estaba previsto volver a poner en marcha el sistema de refrigeración del primer bloque de la planta mediante una nueva instalación de suministro eléctrico. La empresa Tokyo Electric Power Company (Tepco) informó en una conferencia de prensa que los 7500 litros de agua lanzados sobre el reactor número 3, el único de la central que contiene plutonio, principalmente por varios helicópteros que se turnaron para no exponerse tanto a la radiación, permitieron un descenso ligero de los niveles de radiación en Fukushima. Además, los técnicos han conseguido conectar un cable con el reactor 2, con la esperanza de restablecer el flujo eléctrico para reactivar los sistemas de refrigeración. La crisis, sin embargo, puede prolongarse "semanas", advirtió el responsable nuclear de EE.UU., Gregory Jaczko. No obstante, según la OIEA, los últimos valores recibidos en el interior de la central continúan siendo muy altos (1,5 mSv/h).

En el exterior de los reactores 3 y 4 se registran niveles de 400 y 100 mSv/h, respectivamente. La empresa Tokyo Electric Power Company (Tepco) informó en una conferencia de prensa que los 7500 litros de agua lanzados sobre el reactor número 3, el único de la central que contiene plutonio, principalmente por varios helicópteros que se turnaron para no exponerse tanto a la radiación, permitieron un descenso ligero de los niveles de radiación en Fukushima. Además, los técnicos han conseguido conectar un cable con el reactor 2, con la esperanza de restablecer el flujo eléctrico para reactivar los sistemas de refrigeración. La crisis, sin embargo, puede prolongarse "semanas", advirtió el responsable nuclear de EE.UU., Gregory Jaczko. No obstante, según la OIEA, los últimos valores recibidos en el interior de la central continúan siendo muy altos (1,5 mSv/h). En el exterior de los reactores 3 y 4 se registran niveles de 400 y 100 mSv/h, respectivamente. Operativo clave.



El ejército japonés y los expertos científicos y de comités de emergencia de la isla organizaron un operativo clave durante el día, que permitió el descenso de la radiación en los reactores nucleares de Fukushima I, principalmente en el reactor 3, que es el único que contiene un combustible nuclear llamado MOX que además de uranio lleva plutonio. Camiones cisternas que dispararon chorros de agua con ácido borático, mientras cuatro helicópteros del ejército japonés lograron verter una gran cantidad de agua sobre dos de los reactores de la central nuclear de Fukushima para intentar enfriar el combustible que amenaza con entrar en fusión, según imágenes transmitidas en directo por la televisión pública NHK. Los aparatos, de tipo CH-47 Chinook, sobrevolaron la central y largaron en cuatro ocasiones 7500 litros de agua sobre los reactores dañados 3 y 4. Los equipos realizaban misiones de 40 minutos cada uno para limitar su exposición a radiación que, en esos momentos, era de 3000 microsievert por hora, frente a los 1000 microsievert al año que se consideran seguros para la salud humana.

Fuente: Caracol.

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