Autoridades judiciales ,¿competencia de caprichos?

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Índice de los Editoriales de Periódicos

  1. Los Tiempos: Ecuador, un importante microcosmos

  2. El Deber: El peor sordo

  3. Cambio: Temor a la justicia

  4. La Prensa: Educación, un tema secundario

  5. El Diario: Autoridades judiciales ,¿competencia de caprichos?

  6. El Mundo: Aberración

  7. Clarín, Argentina:

  8. El Día: Estado confesional andino

  9. El Día: La etnia ‘Yuracaré-Mojeña’: lenguas ‘indígenas’ y politización de la identidad en el oriente boliviano

  10. El Día: Variación sobre un mismo tema

  11. El Día: Bolítica

  12. El Día: Las manchas del tigre

  13. El Día: Bolivia importa… de todo

  14. El Día: Democracia engrillada

  15. El Día: Entre la República y el Estado Plurinacional

  16. El Día: Cría cuervos

  17. El Día: Bolítica

  18. El Día: Las leyes enferman

  19. El Día: Adiós a una demócrata

  20. El Día: La boda irreal

  21. El Día: De ladrones y otras yerbas


Los Tiempos: Ecuador, un importante microcosmos

Los pueblos que comenzaron a caminar por la senda del socialismo del siglo XXI parecen estar dispuestos a que el péndulo vaya cambiando



Lo que está sucediendo en Ecuador, donde un referendo convocado por el presidente Rafael Correa no ha obtenido el respaldo que éste esperaba y, que incluso, podría ser derrotado en dos consultas fundamentales para consolidar un proyecto de poder autoritario: la posibilidad de manipular el Órgano Judicial y los medios de comunicación, es un síntoma más de que en la región podría estar inaugurándose un nuevo proceso de cambio de orientación.

Habrá que recordar los últimos comicios en Venezuela el apoyo al su histriónico mandatario retrocedió en forma contundente o las dificultades del candidato Ollanta Humala en Perú para alzarse con la victoria electoral o los propios enfrentamientos entre el Gobierno boliviano y los movimientos sociales, para comprender que un cambio tan entusiastamente comenzado está dejando muchos heridos en el camino e incluso la posibilidad de que se cierre.

Aventurando hipótesis, esos cambios se explicarían porque quienes lideran estos procesos habrían confundido el hartazgo de la ciudadanía de un sistema partidario cada vez más corrupto y ensimismado con un rechazo a principios y valores democráticos fundamentales. Así, las contundentes victorias que se otorgó a nuevos actores políticos se entendieron como un profundo deseo de abrir senadas que, en otras latitudes, demostraron que no conducían a mejorar las condiciones de vida de la gente sino a perpetuar sistemas de poder personalizado y negador del libre albedrío ciudadano.

En el lapso entre el inicial entusiasmo y la paulatina decepción, incluso acciones positivas de cambio propuestas y aplicadas han comenzado a ser vistas con resquemor, precisamente porque parecería que el costo que se debe pagar por ellas implica la cesión de espacios de libertad individual y comunitaria que la gente, como se pude observar en los hechos que se comenta, no está dispuesta a hacer.

En el caso ecuatoriano se observa claramente ese recorrido y hay similitudes fáciles de reconocer. De hecho, la principal oposición al "sí" impulsado por el gobernante Correa ha provenido de sus exaliados: personalidades que incluso fueron parte fundamental en la construcción de su liderato y su propia formación político-ideológica; hay un desgaste por el uso permanente del agravio, el insulto y la descalificación a quien disienta, hay cansancio de la judicialización de la político y de una voraz búsqueda del poder total de la sociedad, a cuyos miembros se los ve como gente a dirigir pero no a respetar ni consultar sin demagogia.

Habrá que esperar los resultados finales del referendo convocado por el presidente Correa y ver cuáles serán las consecuencias que provoque en la nueva articulación política que, con seguridad, se dará en su Gobierno, y habrá que hacerlo porque, como señalamos, hay muchas similitudes con lo que está sucediendo en otras naciones integrantes del ALBA y, particularmente, en su principal financiador: Venezuela.

Lo que parece estar claro, empero, es que los pueblos que comenzaron a caminar por la senda del socialismo del siglo XXI parece que están dispuestos a que el péndulo vaya cambiando, dispuestos, además, a sumir los costos que ello significa.

Así, Ecuador puede ser el microcosmos que permita ver con rigor la realidad y corregir con más precisión los rumbos en función al bien común.

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El Deber: El peor sordo

Mientras en el país se multiplican desde diversos frentes las voces de rechazo contra los artículos que amordazan la libertad de expresión y de prensa contenidos en las leyes contra el Racismo y Toda Forma de Discriminación Social, del Régimen Electoral y del órgano Judicial, el Gobierno no parece inmutarse mayormente y hace como quien oye llover.

Los cuestionamientos han arreciado en particular contra algunos articulados del instrumento legal que regirá en octubre próximo las elecciones del Poder Judicial y de los candidatos a la magistratura. Con motivo de la conmemoración del Día del Periodista, importantes organizaciones de la prensa nacional han coincidido al pronunciarse públicamente en su demanda ante la Asamblea Legislativa Plurinacional para que restituya plenamente la libertad de expresión y de prensa, derogando los artículos observados de las leyes antes mencionadas. “De lo contrario, la libertad de expresión, base fundamental de cualquier democracia, permanecerá mutilada en nuestro país”, advierte el documento.

Considerando que las elecciones en el Poder Judicial son una oportunidad para el ejercicio de la democracia boliviana y, por tanto, es imprescindiblemente necesario reforzar la confianza ciudadana y evitar posibles conflictos durante el inédito proceso electoral que se avecina, la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) se ha pronunciado igualmente en favor de la fluidez de la información sobre aquellas elecciones y los candidatos a la magistratura, exigiendo más información acerca de la honestidad e idoneidad de los postulantes que la ley electoral, tal como ha sido concebida y se pretende aplicar a rajatabla, hará ‘invisibles’ ante el electorado que, en consecuencia, no podría decidir su voto con libertad y transparencia en un marco de reglas claras y justas, como cuadra a toda  genuina democracia que se precie de tal.

Cuando menos los vocales del Tribunal Supremo Electoral (TSE) han  reparado en lo inadmisible y riesgoso que resulta poner una camisa de fuerza a las libertades ciudadanas y, por ende, a la democracia. Lo hicieron al reconocer últimamente las dificultades que están confrontando para encontrar una manera de evitar que en los próximos comicios se vulneren, como puede ocurrir, los derechos del candidato, del elector y de los medios de comunicación.

El Jefe de Estado insiste en que los postulantes al órgano judicial “no necesitan hacer campaña” y justifica, a su modo, el contenido de la Ley de Régimen Electoral y su reglamento que vulnerará torpemente el derecho de los ciudadanos a recibir información, en este caso, sobre quienes se encargarán de administrar y ejercer la justicia en el país.

No hay peor sordo que aquel que no quiere escuchar, sentencia un viejo refrán. Que no sea tal la actitud que, dominado por la soberbia e irreflexivamente asuma el Gobierno nacional en un asunto que, además de su vital importancia, es de enorme interés y preocupación general en el país.

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Cambio: Temor a la justicia

Que Bolivia invite al ex juez español Baltazar Garzón —y a otros juristas extranjeros— para que asesore la nueva estrategia marítima nacional que perfila una demanda legal a Chile, ante un tribunal internacional, en procura de recuperar una salida libre a las costas del océano Pacífico; concierne exclusivamente a los bolivianos, es decir, se trata de una decisión soberana.

Por eso llama la atención que dos diputados chilenos reaccionaran con sarcasmo y hasta con un alto grado de menospecio e irrespeto hacia el país sobre una medida soberana que nadie, excepto los bolivianos, están facultados a juzgar si es acertada o no.

El primero en reaccionar fue el diputado por la Unión Demócrata Independiente (UDI) —un partido político de derechas fundado en 1983—, Enrique Estay, quien calificó como "casi un chiste" las intenciones de Bolivia, recordando que el ex juez Garzón se encuentra "desprestigiado" a escala mundial.

"Me parece bien que Bolivia busque asesoría para preparar una eventual demanda marítima en contra de Chile. Lo que sí me parece casi un chiste es que sea con un abogado y ex juez que goza de un desprestigio enorme a nivel mundial, por todas las acciones que ha llevado adelante y que nunca han fructificado", afirmó el parlamentario.

Y si esta declaración desnuda el talante antiboliviano de algunos sectores políticos ultraconservadores opuestos a siquiera considerar la demanda marítima boliviana, los dichos del también diputado, pero por el Partido por la Democracia (PPD) —frente político de centro-izquierda fundado por Ricardo Lagos durante la recta final de la dictadura de Augusto Pinochet—, Jorge Tarud, no sólo son una afrenta a un pueblo sino una posición arcaina y anclada en la arrogancia, barnizada por la impostura y alimentada por el descaro de quien tomó por la fuerza algo que no era suyo, y no conforme con ello blasfema contra su víctima.

"¿Por qué no le piden también asesoría al sucesor de Bin Laden?", aseguró un insolente Tarud, en declaraciones públicas recogidas por el diario digital chileno www.latercera.com.

Pero no sería correcto asumir que esas destempladas declaraciones son referentes del pueblo chileno, porque pensar de esta manera sería ingresar en el árido terreno de la insensatez que mascullan aquellos círculos políticos trasandinos que enarbolan las desvencijadas banderas de que sus "derechos (sobre el Litoral boliviano) nacen de la victoria, la ley suprema de las naciones".

En este contexto, lo que desnudan esas agresivas como irreflexivas declaraciones es que los sectores más duros del antibolivianismo —que aún perdura en algunos círculos de poder en Chile— han perdido el sueño ante la inminente demanda ante un tribunal internacional de justicia por el despojo del que fue objeto Bolivia, hace 132 años.

Quienes creen que "es un chiste" que Bolivia invite al ex juez Garzón para que éste asesore la demanda de reintegración marítima en puertas y se burlan de una decisión soberana para imponer justicia a la fuerza bruta; olvidan que tienen al frente a un pueblo que pacientemente esperó por más de un siglo la reparación de aquella afrenta a la hermandad latinoamericana y cuya herida no sólo no ha cicatrizado sino que sangra cada vez que Bolivia es víctima del atropello como el que comentamos.

Los diputados de marras deberían entender —de una vez por todas— que ya no estamos en los tiempos de "la ley suprema de las naciones", sino en una América Latina que vive un vigoroso proceso de hermandad, cuyo sello es la complementariedad y la integración, donde el derecho internacional ha sustituido a la fuerza de las armas.

Bolivia sabe hoy lo que quiere, tiene un objetivo claro y apunta a la dirección correcta con el apoyo de su gente, de países hermanos y con la simpatía del pueblo chileno ajeno a posiciones arcaicas de los Estay…, de los Tarud, que temen que la justicia repare la mediterraneidad que nos fue impuesta.

Bolivia sabe hoy lo que quiere, por eso apunta a la dirección correcta apoyada por su gente, por países hermanos y con la simpatía de un pueblo chileno ajeno a posiciones arcaicas de los Estay, de los Tarud…

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La Prensa: Educación, un tema secundario

Los paros, huelgas o inasistencias a los colegios por parte de ciertos profesores atentan contra el Estado de impartir educación.

Los maestros que participaron en las huelgas convocadas por la Central Obrera Boliviana (COB), al vulnerar el derecho constitucional a la educación de niños, niñas y adolescentes que acceden a colegios fiscales, han afectado la credibilidad de la institución del magisterio ante los ojos de los padres de familia, quienes preocupados por la irregularidad en la prestación de este servicio público, han anunciado llevar adelante un referéndum destinado a que los cargos de los profesores sean catalogados como de profesión libre. ?Sólo en La Paz hay más de 10.000 maestros desocupados que quieren impartir clases a los niños. Creo que los maestros tienen programado en su calendario escolar qué días salir a marchar y hacer bloqueos?, ha señalado el Presidente de los padres de familia de la ciudad de La Paz.

Para los representantes de los maestros, esta posición ha sido calificada como ?absurda?, llegándose a señalar que ?la educación es un pilar para la sociedad y ésta debe ser impartida por profesionales y no por aficionados.? Sin duda que esto puede tener asidero, la pregunta que subyace es simplemente por qué algunos maestros afiliados al magisterio no comparten esta visión, por qué algunos profesores, funcionarios públicos en esencia, dejan de prestar este servicio a favor de la comunidad. ¿Acaso la vocación pública y el amor por lo que uno hace ?impartir enseñanza? no prevalece frente a la reivindicación de derechos presuntamente vulnerados por el Estado?

El artículo 77 de la Constitución Política del Estado determina que ?la educación constituye una función suprema y de primera responsabilidad del Estado, que tiene la obligación indeclinable de sostenerla, garantizarla y gestionarla?. Por su parte, el artículo 82 de la Carta Fundamental dispone que ?el Estado garantizará el acceso a la educación y la permanencia de todos las ciudadanas y los ciudadanos en condiciones de plena igualdad.? Los paros, huelgas o inasistencias a los colegios por parte de ciertos profesores atentan contra este deber del Estado. Es aceptable, entonces, que el Gobierno de turno, ante la discontinuidad de los servicios de educación, se vea obligado a buscar una forma o alternativa que le permita garantizar a favor de los bolivianos este bien jurídicamente tutelado.

Es probable que el referéndum anunciado por los padres de familia nunca se lleve adelante, es posible que las firmas requeridas para el mismo no logren cuantía exigida por la propia Constitución. En consecuencia, es natural concluir que la molestia de la comunidad no llegue a cambiar la forma en que se administra el sistema educativo. Lo que queda, sin embargo, es el desabrido sabor de la realidad: en Bolivia, la educación es un tema secundario, al margen de los que se escriba en la Constitución Política del Estado o las leyes; o por lo menos eso es lo que nos hacen pensar maestros que incumplen sus funciones.

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El Diario: Autoridades judiciales ,¿competencia de caprichos?

La vigencia de un nuevo texto constitucional ha dado lugar a que se hable de “cambios en todo y para todo”; por supuesto, la designación de autoridades judiciales que merecerán el voto de la colectividad, no es ajena al propósito sustentado por los Poderes Legislativo y Ejecutivo; pero…

Hay que convenir en un principio: los tres Poderes del Estado, Legislativo, Ejecutivo y Judicial, son independientes el uno del otro; ninguno puede ser objeto de control, manipuleo, presión, sugestión, sugerencia, obsecuencia ni otros extremos que impliquen dependencia y pérdida de libertad. Conforme se han desarrollado las sesiones en el Poder Legislativo, cabría preguntar: ¿hubo respeto y consideración por lo que significa la administración de justicia? ¿No han primado para nada viejos antecedentes sobre una justicia manipulada, maniobrada y hasta deshonesta en muchos casos? ¿No deben primar en el Legislativo principios de alta moralidad, honestidad y responsabilidad para no manipular nada de los otros poderes y mucho menos del Judicial que es responsable de la administración de justicia? ¿Son necesarias las competencias caprichosas para ver quién gana?

Por todo lo que se ha publicado en los medios de comunicación, la aprobación del reglamento electoral implica intromisión en un poder que merece respeto y consideración; la intromisión hasta el extremo en que quienes sean candidatos pierden hasta su derecho de darse a conocer (salvo mediante el Tribunal Supremo Electoral) y menos que los medios – prensa, radio, televisión y comunicación alternativa – puedan “inmiscuirse” en algo que, dizque, a nadie importa y sólo es “competencia de la ciudadanía que vote”.

La Justicia, bien entendida, conciencialmente ejercitada, cuidadosa y celosamente aplicada, no puede ni debe ser factor manipulable ni cuestionable, ni regulable ni ser objeto de intereses subalternos y ni siquiera intereses de la política partidista. Debe ser limpia, transparente, honesta y responsable a través del ejercicio de ella por parte de funcionarios elegidos por el voto popular.

Jueces, fiscales y otros altos funcionarios judiciales no deben ser objeto de la designación “a dedo”, como son senadores y diputados plurinominales, en cuya designación sólo intervino el partido político o el jefe de partido y sólo entraron a ejercer el cargo sin necesidad del voto ciudadano. Cuidado con introducir esta falla garrafal de la designación “a dedo” que tiene vigencia desde el año 1956 tan sólo por conveniencias político-partidistas que nada tienen que ver con los intereses y derechos de la colectividad y que tampoco obedecen a principios morales ni cívicos ni constitucionales.

El derecho a la libre expresión, a que interesados en los cargos ejerzan todos sus derechos y no permitan el manipuleo a los medios, debe ser principio de un actuar honesto y digno si es que se quiere actuar con altura y dignidad en el ejercicio de gobernar y administrar justicia. El país está pendiente de los pasos que sean dados en el futuro y, consecuentemente, espera que haya la suficiente conciencia y alta moral para no imponer disposiciones que no sólo dañan a la dignidad sino a la moral del propio país y, en grado máximo, de quienes tienen poder político, económico y social.

La majestad de la justicia no puede ni debe estar expuesta a intereses subalternos ni caprichos sectarios de la política partidista; su administración debe estar sujeta a quienes tengan méritos y cualidades indiscutibles comprobados por todos los medios con inclusión de exámenes públicos de competencia que satisfagan al ciudadano y lo inciten al voto como un deber de conciencia.

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El Mundo: Aberración

En reiteradas oportunidades nos hemos referido a la necesidad de educar a los ciudadanos, para que ellos sean capaces de ejercer a plenitud sus derechos, conscientes de que sus decisiones irán en beneficio de los demás. Por otro lado, muchos problemas que son mencionados en reiteradas oportunidades, incluyendo la falta de respeto a los derechos; la discriminación, la marginación y otros problemas que son preocupación no solo de los gobernantes sino de la sociedad, son el resultado de la falta de educación. El caso no es nuevo, la educación ha sido una preocupación permanente de los gobiernos y si bien en determinados momentos de la vida nacional la educación ha sido privilegio de algunas comunidades, a medida que la sociedad se ha ido integrando, la educación ha representado un ámbito cada vez mayor.

Con el nacimiento de la República de Bolivia, la preocupación fue del presidente Simón Bolívar quien se propuso dar a la nueva nación un sistema de educación modelo, para lo que invitó a su maestro Simón Rodríguez, para que sea él quien tome esa tarea. Lamentablemente, los ciudadanos de la naciente república no estaban preparados para esa situación y rechazaron de plano la idea de que sus hijos pudieran compartir el aprendizaje con los hijos de los indígenas, aplazando la idea por casi un siglo.

Al comenzar el siglo XX y como consecuencia de la llamada revolución federal, que en realidad fue una guerra civil, los liberales en el poder trajeron al país una misión de Bélgica, encabezada por Georges Rouma, para organizar el sistema de educación; se creó la Escuela Normal Superior de Maestros, cuyos egresados eran reconocidos como funcionarios públicos con la misión de impartir enseñanza en todas las capitales de departamento, sin duda alguna un adelanto esperado y necesario.

Medio siglo después, la Revolución Nacional que había establecido grandes cambios a favor de las mayorías, dicta el Código de la Educación Boliviana, inspirado en la experiencia de Elizardo Pérez en Warizata y divide la educación en urbana y rural, con un bachillerato diferenciado de cuatro años; sin embargo, se produce una fuerte politización en el gremio de los maestros y el crecimiento llevó a la improvisación con maestros interinos.

La Ley de Reforma Educativa de 1994, cincuenta años más tarde, decide hacer el sistema más práctico y promueve la investigación, para ello elimina la diferenciación que solo había sido puesta en práctica en algunos lugares con carácter experimental.

La actual reforma, lejos de representar un avance dentro del sistema, lo que intenta es integrar a los ciudadanos, aunque no en el nivel de avance más alto, sino en lo que en algún momento fue la educación rural. La experiencia de Warizata no es más una intención de integrar a los ciudadanos de las áreas rurales en el sistema de la educación, sino más bien de nivelar la educación urbana con la de las áreas rurales.

La expansión del sistema educativo ha dado lugar a que el magisterio se convierta en una fuerza política muy grande que busca mayores beneficios para sus miembros, dejando la educación en un segundo plano, como lo podemos advertir por el proceso de huelgas que deja con frecuencia a los niños sin ese beneficio que luego se ofrece de una manera acelerada, irregular e incompleta.

Dado el concepto básico de la educación, el pensar en declararla una profesión libre sería una aberración; sin embargo, al ser funcionarios del estado, los maestros deberían tomar conciencia de la función que les encomienda la sociedad que es además quien financia su salario en base al pago de impuestos.

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Opinión:

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Clarín, Argentina:

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El Día: Estado confesional andino

A Don Evo y a quienes organizan los cultos faraónicos de proclamación de guía espiritual de los pueblos originarios, y más tarde montan un escenario melodramático y descolonizador, en donde se combinan ritos de nueva creación con pretensiones de precolombinos, con bodas colectivas de 355 contrayentes, además de una representación de la historia colonial falseada, los obispos no les resultan muy simpáticos, a pesar de que, más de una vez  recibió la protección de la Iglesia en momentos turbulentos. Tampoco le resulta simpática la Central Obrera Boliviana. Pero esta es la idea que Don Evo tiene de ejercer el poder sobre todo lo que se mueve.

Sin necesidad de ser experto en campañas electorales, pero sí lo suficientemente viejo para intuir que estas y otras pataditas que Don Evo y alguno de los suyos propinan a los obispos o a los sacerdotes, se traducirá en tantos votos que pierda el MAS, multiplicados por el número de ciudadanos que se confiesan católicos y otros a quienes les desagradan los tragacuras. Esto no significa que los católicos desestimen las viejas tradiciones ancestrales, aunque no crean en su valor  religioso.

Lo que  irrita a gente que actúa por razón y no por consigna del “gran hermano”  es que, una vez que la Constitución de la Glorieta fue promulgada y el Estado declarado laico, nos vengan ahora con ceremoniales seudoreligiosos elaborados en las sacristías cósmicas altoperuanas. Cualquier ciudadano común sabe que un Estado laico es el que no profesa ni privilegia a ninguna confesión religiosa, pero que tampoco arrincona a una para exaltar a otra. El laico es la diferencia en lo que corresponde al Estado y lo que pertenece a la Iglesia.

Lo chocante que se repite en el Estado plurinacional. Laico es que su Presidente y sus monaguillos se empeñan en lo que llaman descolonizarnos.  Pero que no vengan luego a recolonizarnos, embutiéndonos en nuestros usos y costumbres parodias religiosas fabricadas al gusto del Estado confesional andino.

Pues bien y en vista de los silencios de tantos devotos de San Nicómedes ni Bebedes, patronos de las chicherías, (perdón por la media irreverencia) me acojo a las valientes palabras del cardenal Julio Terrazas sobre el proclamar la fe que profesamos o el encerrarla en el cuarto de los trastos viejos.  El insigne prelado,  en su homilía predicada el pasado domingo en la catedral de Cochabamba, nos recordaba que la misión de la Iglesia es precisamente “salir a evangelizar, escuchar, aprender y anunciar el verdadero mensaje.”

Pero, al mismo tiempo recordaba, “sería triste una Iglesia que, teniendo la palabra, prefiera los silencios; una Iglesia que teniendo que hablar con valentía prefiera ocultarse en sus templos y en sus casas”. No, no desea el Cardenal – ni el que esto escribe -, que las autoridades públicas, hagan la apariencia de ser fieles creyentes, si no lo son. Que se queden en sus despachos trabajando por la justicia y el bien común, que construyan puentes, carreteras y hospitales, que multipliquen las actividades productivas multiplicadoras de puestos de trabajo. Y que velen por la honradez de sus funcionarios y por la seguridad ciudadana.

Ignoro el contenido del documento episcopal que los obispos emitirán al terminar su asamblea anual en Cochabamba. Pero estoy seguro que no me desmentirán.
 

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El Día: La etnia ‘Yuracaré-Mojeña’: lenguas ‘indígenas’ y politización de la identidad en el oriente boliviano

Soy “yuracaré-mojeño”, entonces, me corresponde este espacio de poder por cuota étnica. Ese parece ser el razonamiento de fondo que origina el conflicto en la Asamblea Legislativa de Santa Cruz de la Sierra, ante el desconocimiento de un fallo judicial que instruye la posesión de una asambleísta que asume esa identidad “indígena”. Este hecho, que motivó una orden de detención del Vicepresidente de este órgano de decisión departamental, permitiría el control del partido de gobierno (MAS) en esta instancia legislativa cruceña controlada por la oposición.

Actualmente, en Bolivia, la lengua materna es el fundamento de la identidad étnica de treinta y seis naciones “indígenas”. La reconstrucción de identidades étnicas y la afiliación a las mismas, se basa en un criterio lingüístico. Así, una identidad “Yuracaré-Mojeña” debería tener como base lingüística una lengua “Yuracaré-mojeña” para diferenciarse de otras etnias o culturas regionales. ¿Existe una base lingüística correspondiente a una identidad étnica del pueblo indígena “Yuracaré-Mojeño”? La más reciente versión de “Ethnologue”, una publicación del Instituto Lingüístico de Verano, institución que estudia las lenguas menos conocidas del mundo a partir de una base de datos lingüística mundial, no incluye registros de una lengua “Yuracaré-Mojeña”. En el apartado correspondiente a Bolivia, esta pormenorizada publicación sobre las lenguas en el mundo, registra únicamente a la lengua “Yuracaré” como una lengua aislada, situada a lo largo del río Chapare, entre los departamentos de Cochabamba y Beni. En lo referente a “Mojeño” o “Yuracaré-Mojeña”, no presenta registros de tales lenguas.

El prestigioso estudioso de las culturas precolombinas, Dick E. Ibarra Grasso, en su obra “Lengua indígena de Bolivia”, tampoco detalla la existencia de una familia lingüística o lengua “Yuracaré-Moxeña”. El autor, menciona la lengua “yuracaré” y la caracteriza como una lengua “subandina” por su posición geográfica en la zona boscosa del norte de Cochabamba cuya denominación correspondería a la etimología quechua de “yura” (blanco) y “kari” (hombre).

Otro distinguido académico, Mario Montaño Aragón, en su “Antropología Cultural Boliviana”, detalla solamente veintiséis lenguas en el territorio boliviano, entre las cuales se registran por separado las familias lingüísticas “Mojeño” y “Yuracaré”. El estudioso no señala evidencia alguna de la lengua ni el dialecto “Yuracaré-Mojeño”. Ni siquiera el documento matriz que origina la división étnica en Bolivia, la Constitución Política del Estado, incluye una lengua “Yuracaré-Mojeña” entre los treinta y seis idiomas oficiales de las “naciones y pueblos indígena originario campesinos” (sic).

Quienes reivindican esta identidad étnica con un objetivo político son personas bien reales, sin embargo, ¿alguno de ellos tiene como lengua materna el “Yuracaré-Mojeño” o se comunican, tal vez, en algún dialecto del “yuracaré” o del “mojeño” o de otra lengua regional? Se hace necesaria una suerte de “peritaje lingüístico-antropológico” para determinar esta situación.

Pareciera ser que estamos asistiendo a un caso de “politización de la identidad étnica” en el oriente boliviano, es decir, una instrumentalización de las identidades étnicas para copar espacios políticos, sin considerar bases culturales ni lingüísticas serias. El concepto de “pueblo yuracaré-mojeño” carece de bases lingüísticas, antropológicas y constitucionales sólidas que permitan su acceso, por cuota étnica, a la Asamblea Departamental de Santa Cruz.

No sorprendería que los conflictos político-culturales de este tipo sean alentados por una élite gobernante que, siguiendo la máxima de “dividir para reinar”, ha constitucionalizado la atomización la sociedad boliviana en identidades étnicas, privilegiando clichés plurinacionales en lugar de promover la investigación profunda sobre la actual realidad cultural y lingüística mestiza del oriente boliviano.

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El Día: Variación sobre un mismo tema

La inédita carrera desatada por el Gobierno que asemeja el desembarque de tropas de ocupación en Normandía en terreno judicial, ha ocasionado gran cantidad de calificadas opiniones en diversos tonos de exasperación. Desde muy serios cuestionamientos de indiscutible base jurídica pasando por notas plenas de humor -que en este caso es un recurso muy válido- la prensa tanto oral como escrita, está repleta de puntos de vista que tienen como denominador común, alertar y reflejar el recelo de la opinión pública en todos sus niveles. No va lo de chicha o limonada. Será chicha o más chicha y punto.

Tenemos la dudosa honra de ser el primer país ¿o territorio?, en experimentar tan sui géneris modo de colocar en el peldaño más importante de las funciones de un Estado -que es la administración de Justicia- una suerte de juego de azar con desconocidas personalidades.

La numerosa nómina que entrará en sorteo, pese a las múltiples combinaciones posibles, infaliblemente dará: bingo! No se puede menos que reconocer que a este gobierno le sobra ingenioso tesón. Talento demostrado desde conspiraciones magnicidas develadas, aprestos de cientos de talibanes criollos, congresos campesinos afines que llegan a las ciudades en alas de transporte militar, video soborno al son de yo no fui, procesos judiciales por hasta quítenme estas pajas, ataques persistentes a la Iglesia católica, acusaciones de toda laya a la COB, hasta un referéndum revocatorio de voto consigna que nos provocó a todos una lenta digestión y aún más lenta asimilación.

Son muy hábiles entreverando las cosas para que parezcan axiomas incontrovertibles. Gran solvencia para urdir. Y así vamos transcurriendo por  interminables días entre el atontamiento y la estupefacción. En un intento de trasponer este estado  en el que estamos sumidos, mezcla de limbo y purgatorio, intentaré dibujo libre con la teoría de la enmascarada conspiración. Este lance jugado que han pergeñado, tiene básicamente una intención muy clara. Todos los órganos del poder deben estar en una sola mano.

Ya con el Órgano Electoral en la bolsa -redundante mencionar a la Asamblea- sólo falta el Judicial. La prensa considerada el quinto poder, es un hueso duro de roer. Digamos que es la mejor parapetada ante la ofensiva masista. La independencia de la prensa libre ocasiona un verdadero dolor de cabeza a los estrategas de la cooptación total.

Su único medio masivo de comunicación, el que invariablemente estuvo al servicio de los gobiernos de turno, esta vez ha sobrepasado los límites del decoro y la ecuanimidad y es por supuesto Canal 7 TVB. Por lo tanto, los nuevos administradores de justicia, tendrán primordialmente como tarea interpretar o adecuar normas, leyes, o lo que esté a la mano, para acallar al coro que –apoyada por esa increíble herramienta de las comunicaciones virtuales –prestan a la ciudadanía expresión y la única garantía de cierto blindaje y atención internacional. Que la mira es utilizar a los más o menos 5 millones de votantes para prestarles legitimidad para su ilegal intención de ir por un tercer período para el 2014, es un secreto a voces y una verdad de Perogrullo. Pero leyendo la letra chica de esta apuesta, se vislumbra un aire de duda y desasosiego de que las cosas pueden no salir todo lo bien que lo tienen planeado. Y ese sombrío pensamiento puede contener la revelación de sus temores u objetivo oculto.

Las encuestas, aún las propias, no están dejando mucho espacio al optimismo desmesurado. Y en la cabeza de alguno puede estar rondando el más negro de los pensamientos. ¿Qué pasa si pese a todo, no da para un nuevo período de gobierno?  ¿Qué pasaría si las promesas y las representaciones de boudeville fuesen insuficientes para lograr esa rereelección? Peor aún ¿qué pasa si el descontento de sus movimientos sociales  va in crescendo?  Los bolivianos somos un pueblo impredecible. Encumbramos y embarrancamos con la misma fluidez. 748 podría ser la Némesis de la administración Morales-García.

Pero si es la democracia, como parece, el gran escollo para la coronación de su meta revolucionaria, quedarían dos caminos: o el salto hacia la implantación de un abierto régimen totalitario al estilo cubano o, en su defecto, la capitulación. El todo por el todo. En ambos casos, lo más urgente será tener oxígeno suficiente. Con la justicia bajo control, su utilidad puede servir para cubrir espaldas en la retirada o en el otro extremo,  para finalizar la tarea que aún algo solapada pero persistentemente, se está llevando a cabo. Serán los unos o serán los otros. Nada mejor entonces, que tener un cubilete lleno de dados cargados.

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El Día: Bolítica

Llama mucho la atención que no se hubieran movilizado oficiales y efectivos policiales hacia Santa Cruz con la crisis de seguridad ciudadana, pero que sí se lo haga cuando hay una convulsión política provocada por las persecuciones judiciales".

Luis Felipe Dorado
Diputado de PPB-CN por Santa Cruz


Se dice que: Las órdenes de captura contra los asambleístas departamentales provocaron reacciones de entes cívicos y políticos de Beni y Santa Cruz que se declararon en emergencia y acusaron al gobierno de realizar persecuciones.


Se necesita algo más que discursos encendidos para contener esta embestida. Hace falta una estrategia en contra de la judicialización de la política y a favor de la reconducción del proceso autonómico".

Juan Luis Gantier
Diputado De PPB-CN Por Chuquisaca

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El Día: Las manchas del tigre

Han comenzado a aparecer “felinos cautivos” en torno al accidente de la avioneta de la Fuerza Aérea Boliviana (FAB) en la que murieron cuatro expertos de la ONU en lucha antidrogas, nada menos que en la zona más conflictiva de Los Yungas, con fuerte presencia de narcotraficantes y cultivos ilegales de coca. El pasado 6 de mayo, el alcalde del municipio de La Asunta, Vidal Machicado, confirmó que los cuatro pasajeros de la aeronave y los dos tripulantes, dos militares, se encontraban ilesos, luego de producirse un aterrizaje forzoso en un campo deportivo del sector de Quinuni, en la comunidad Las Palmeras. El funcionario dio detalles que fueron recogidos por numerosos medios de comunicación y que luego dieron la vuelta al mundo a través de la cadena CNN. Al día siguiente, sin embargo, se supo que todos habían muerto y que el aparato en realidad se había estrellado sobre unos árboles.  Un medio informativo digital habla del tremendo ajetreo en el que está envueltos el Gobierno y los militares, pues se sospecha que no se trató de ningún accidente. Estando la ONU en el medio es obvio que será difícil ocultar cualquier hecho raro. Y en todo caso, se trata de una mancha más al tigre, bastante salpicado ya con el caso
Sanabria.

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El Día: Bolivia importa… de todo

Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE) sobre la producción y las exportaciones explican por qué, el país sigue batiendo récords en importación de alimentos y los niveles inflacionarios son de los más altos de América del Sur, especialmente en el rubro alimenticio.

Entre enero y marzo, según el INE, la importación de alimentos superó los 143 millones de dólares, frente a los 85 millones del mismo periodo del 2010. El Estado adquirió en tres meses lo que suele comprar en todo un año. Este incremento es casi del 68 por ciento, mientras que las importaciones en general han crecido en más del 40 por ciento entre enero y abril. En el primer trimestre, las compras del exterior pasaron de los 1.168 millones de dólares a los 1.525 millones.

El reporte trimestral del INE pone énfasis en la fuerte caída que siguen experimentando las exportaciones no tradicionales, es decir, las relacionadas con la agropecuaria (principalmente soya y sus derivados), la agroindustria (azúcar), la actividad forestal, las manufacturas (textiles) y las artesanías (joyería). En los últimos meses no sólo ha caído el valor de las ventas de estos productos (74 millones de dólares), sino también, el volumen (183 mil toneladas) lo que representa una disminución de la producción y por ende, pérdida de empleos, ya que se trata del sector con mayor incidencia en la generación de puestos de trabajo.

La caída de la producción y las exportaciones se da justamente cuando las cotizaciones internacionales de las materias primas se encuentran en auge, aunque este fenómeno no es privativo de las ventas no tradicionales. La minería boliviana también ha experimentado una disminución de sus volúmenes, lo que termina de evidenciar la ausencia de políticas públicas orientadas hacia la productividad y en el caso de los alimentos, la puesta en marcha de medidas que han desincentivado las inversiones y consecuentemente han puesto al país al borde de una crisis alimentaria.

La soya fue precisamente uno de los productos más atacados por el Gobierno y eso explica que las ventas de este grano y sus derivados hayan descendido en un 33 por ciento, lo que representa 34 millones de dólares menos que el primer trimestre del año pasado y una caída en volumen de casi el 40 por ciento. Las ventas de girasol bajaron casi un 60 por ciento y los textiles un 14 por ciento. El mismo fenómeno se ha dado en el azúcar, el alcohol y sus derivados (-88% en volumen), café (-44%), frejol (-86%) y castaña (-12%).

Algunos rubros han registrado aumentos gracias al efecto precio, sin embargo, de persistir este deterioro de la producción, podría romperse el equilibrio. Como se mencionó, el empleo se ha ido deteriorando y Bolivia ha aumentado sus niveles de dependencia externa. Los ingresos del país se mantienen altos gracias a las cotizaciones  internacionales, especialmente de las exportaciones mineras y de los hidrocarburos. El régimen de Evo Morales ha profundizado el esquema extractivista, lo que hace extremadamente sensible a los vaivenes de la economía mundial. La dependencia de los recursos naturales no renovables es de alrededor del 90 por ciento y sin una estructura productiva propia, sin industrialización, con crecimientos tan bajos de la economía, sin generación de empleo y con ingresos que se gastan cada vez más en subsidiar combustibles y alimentos, es natural anticipar una fuerte crisis que ya comenzó a dar sus primeros  coletazos.


Entre enero y marzo, según el INE, la importación de alimentos superó los 143 millones de dólares, frente a los 85 millones del mismo periodo del 2010. El Estado adquirió en tres meses lo que suele comprar en todo un año. Este incremento es casi del 68 por ciento, mientras que las importaciones en general han crecido en más del 40 por ciento entre enero y abril.

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El Día: Democracia engrillada

El Gobierno se apresta a librar su última batalla en las urnas. No es una elección más; un resultado diferente a sus cálculos sería una catástrofe, sería la espada de Damocles sobre su cabeza; por eso va con todo: leyes, reglamentos y aplanadora. La instancia de preselección que define candidatos pasa por sus manos. De ahí que no importa por quién vote usted; el elegido siempre será un masista o un simpatizante solapado. Salvo que- en son de protesta- vote nulo.

Por lo demás, que el evento sea original en un Estado originario, no es mucha sorpresa. El descubrimiento es lo que sorprende. Parecería que de pronto se agudizó la inteligencia humana en esta parte del mundo. Ni Francia ni Estados Unidos ni Alemania – la patria de los más famosos científicos – tuvieron la revolucionaria imaginación plurinacional.

Ahora la política está de vara alta en Bolivia. Ni la democracia con los griegos ni la jurisprudencia con los romanos alcanzaron tanto adelanto. Seguramente es un avance hacia el socialismo del siglo XXI. Antes se creía que  el buen juzgar dependía de la entereza y preparación de los jueces y no de que éstos sean elegidos mediante una “estrategia envolvente”, un invento maravilloso de la Vicepresidencia.

Es verdad que antes se repartían los cargos entre los partidos; había el famoso “cuoteo”; ahora ya no hay con quien “cuotearse”. En cambio sí una  inmensa legión de  acomodaticios que buscan cualquier cargo, sin averiguar siquiera de qué se trata; la militancia es más útil que la competencia profesional; el que no es nada vale más.

Pese al pregonado cambio, los asambleístas no son harina de otro costal. Para ir a levantar la mano y cobrar la dieta la vía sigue siendo la política. Tampoco son de otro país ni de otro planeta. Definitivamente, por aquello de “maña y figura….”, la justicia es algo demasiado serio y delicado para poner en manos de los políticos.

De todas formas, el oficialismo celebra como una gran conquista la aventura electoral en ciernes. Es ejemplo, lección y doctrina para el mundo, ha dicho un ministro caracterizado por su petulante arrogancia. A propósito, un tiempo la división del comunismo en moscovitas y pekineses generó una dura confrontación. Cierta noche, un belicoso “peke” se paró a vociferar en media calle: “El revolucionario no se vende, el revolucionario no se vende…” ¡Y quién ha de comprar disparates! – le respondió un transeúnte socarrón.

Otro tanto se dice ahora al escuchar vanagloriarse por el alevoso procedimiento de engrillar la democracia  para elegir a los jueces: ¡Y a quién en el mundo se le dé ocurrir semejante d…!
    
El autor es columnista independiente
 

 

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El Día: Entre la República y el Estado Plurinacional

El Gobierno boliviano, a través del Ministro de Comunicación, ha exigido a la empresa mexicana Televisa que corrija “información errónea” que da el Almanaque Mundial en su edición 2011, pues llama “República” a Bolivia y no “Estado Plurinacional”, señalando, además, otras “imprecisiones” en las que incurre esa publicación, como llamar:  “Corte Suprema de Justicia” al Tribunal Supremo de Justicia, disminuir la superficie de Bolivia porque el Almanaque menciona un kilómetro cuadrado menos de lo real y, finalmente, que la citada publicación no toma en cuenta que Bolivia se declaró “libre de analfabetismo”.

Dentro de los puntos reclamados, el de haber calificado como “República” a Bolivia cuando la Constitución de 7 de febrero de 2009, en su art. 1, la define como “Estado Plurinacional” y que motiva este comentario, sería el de mayor notoriedad porque ambos términos: República y Estado tienen implicaciones significativas en el ámbito político y jurídico. Mientras el término república, histórica y conceptualmente nos identifica con formas democráticas de gobierno, la división de poderes, respeto de los derechos humanos; en cambio si hablamos de estado y no lo hacemos precisando sus objetivos a favor del individuo y de la sociedad, podríamos alejarnos, tal vez, de su verdadera concepción vinculada estrechamente a la vigencia efectiva de regímenes democráticos. 

La nueva Constitución boliviana parece descartar el uso del término república, o más bien diríamos que la Constituyente quiso prescindir de tal palabra sin haber logrado, para bien de la democracia, tal propósito como veremos más adelante. Entre tanto, constituciones modernas de Latinoamérica (Argentina, Colombia, Chile, Guatemala, etc.) no han tenido inconveniente en consolidar el añejo término de “república”. En el caso de Bolivia, la Constitución no elimina del todo el término república y más bien lo mantiene de manera precisa. En su artículo 11, a tiempo de indicar: “La República de Bolivia adopta para su gobierno la forma democrática, participativa, representativa y comunitaria…”  El art. 202.I cuando señala las atribuciones del Tribunal Constitucional Plurinacional que le asigna las de conocer y resolver:  “En única instancia los asuntos de puro derecho sobre la inconstitucionalidad de las leyes (…) Si la acción es de carácter abstracto, sólo podrán interponerla la Presidenta o Presidente de la República…” Nótese acá la importancia procesal de este precepto relacionado con los únicos altos funcionarios que tienen facultad de presentar este tipo de demanda para su debida admisión. El art. 238, que en su inciso 3 menciona al Presidente y Vicepresidente de la República, merece –para otra oportunidad- un mayor análisis de su inciso 2 que, según criterio nuestro, es discriminatorio y contrario al espíritu democrático de la Constitución. Finalmente, el art. 339.I dice claramente: “El Presidente de la República podrá decretar pagos no autorizados por la ley del presupuesto, únicamente para atender necesidades impostergables…” Se advierte que en el texto citado no se menciona al “Presidente del Estado Plurinacional”, como se lo hace en otros artículos de la Constitución.

De lo anotado concluimos en que la reclamación hecha por el Ministro de Comunicación, más que buscar un efecto rectificatorio, ha dado oportuna actualidad a dos conceptos incorporados a la nueva Constitución: república y estado. El primero que se identifica ampliamente con toda forma democrática de gobierno, y el segundo con una estructura político-jurídica que puede ir desde su objetivo primordial de servir a las personas  y a la sociedad, hasta constituirse en instrumento de dominio y opresión; es decir, convertirse en un Estado despótico, centralista o autoritario. Resulta así que nuestra Constitución vigente abre,  para situaciones de duda, la necesidad de interpretarla y aplicarla junto al ordenamiento jurídico en general, dentro del marco de la Democracia y del Estado de Derecho, esto es partiendo preferentemente de lo que es república, sobre todo si están en juego los derechos fundamentales de la persona.
 

 

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El Día: Cría cuervos

Por razones ideológicas que ignoran la historia del mundo y de Bolivia se continúa aconsejando a Su Excelencia (S.E.): (1) desbaratar el decreto 21060 y de rebote (2) ampliar el rol del Estado en la oferta de empleo. Ambos consejos son erróneos porque socavan el futuro del enrevesado Estado Plurinacional, o sea de todos nosotros los que todavía creemos que S.E., sus teóricos, sus consejeros arribados y arribantes pueden sentar cabeza y dar golpes de timón a la nave del Estado y a otras naves que los necesitan antes de que el peso de los errores sea mayor al de las posibles soluciones. Eso de “nunca es tarde” quizá esté bien para Matusalén pero no para los herederos de los pensamientos de un, por ejemplo, John Maynard Keynes, por nombrar una autoridad que consideró importante la función del Gobierno como estabilizador pero no como empresario.

Por un lado se viene escribiendo, yo creo que acertadamente, en torno al desacierto y hasta la imposibilidad de desbaratar el 21060. Por otro lado, los allegados a S.E. dicen que tal desbarato se puede lograr, lo que no solamente refleja desconocimiento sino que es un grueso error endeblemente fundamentado en un excesivo desvarío político que de seguir conducirá a la gestación de nuevos e inmensos problemas como el de un Gobierno empecinado en financiar más y más empresas estatales con el fin de paliar las exigencias vociferantes de empleo de sus seguidores oportunistas varios de los cuales están ya picoteando los ojos al Gobierno porque quieren más sueldo…  y hasta el título de propiedad de las empresas.

Precisamente esa creciente y militante exigencia de pedir o demandar más al empleador, en este caso el Estado, es un elemento de Mercado libre inherente al 21060. El problema del Gobierno es satisfacer las exigencias laborales o demandas cuando hubiese sino mejor, desde todo punto de vista, que la empresa privada administrase los embates que ahora y cada vez más agobiarán a los genios de la ciencia económica, la política y la sociología que rodean a S.E. El control de precios es un desacierto probado históricamente en Bolivia.

Lo mismo ocurre con los sueldos de ingenieros y otros técnicos de YPFB. Es del decreto 21060 y de nadie más satisfacer las necesidades de esta vapuleada institución del Estado Plurinacional porque se trata de sueldos de oferta y demanda del mercado internacional que nunca se ceñirán a los quiméricos y desatinados designios del dizque “nadie debe ganar más que S.E.”  Es el mercado que dicta lo que se debe pagar hoy más que nunca en el mundo globalizado, no los políticos. Es más, todavía hay que ofrecer más sueldo a los futuros técnicos porque los aumentos recientes son insuficientes para intentar rescatar a la empresa más importante de Bolivia… que por otro lado, depende y dependerá cada vez más de empresas privadas para funcionar. Eso también es el 21060.

¿Acaso no será políticamente difícil, si no explosivamente imposible, deshacerse de empleados supernumerarios e incluso improductivos de empresas del Estado cuando el número de éstos alcance cifras en los cientos de miles? Si entre 2007 y 2010 la planilla estatal aumentó de 76.000 a 144.000 empleados, el panorama futuro se muestra difícil sobre todo para S.E. que pide inversión extranjera también acudiendo al 21060 aunque no lo admita públicamente o sus asesores no lo capten.

Como van las cosas socialistoides en Bolivia, la oferta de empleo del sector privado es poco probable que alivie la demanda exigente y  hasta militante que se viene perfilando; la migración al exterior no creo que alivie el problema del desempleo de la gente joven. ¿Qué hará S.E.? ¿Invertir las reservas del Banco central en la creación de nuevas empresa estatales? De ninguna manera porque es ir contra el sentido común y desde luego el 21060 que entre otras cosas sugiere respetar las fuerzas del mercado para estabilizar la economía y gestar la relativa tranquilidad social de modo que hacer política sea menos desquiciado…  y más democrático.
 

 

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El Día: Bolítica

Hicimos pública una carta dirigida a su persona donde le hacemos conocer lo que no conoce. Y qué extraño que el funcionario público alegue desconocimiento de este tipo de denuncias que han sucedido en el tiempo".

Adrián Oliva
Diputado de Convergencia Nacional


Se dice que: La oposición percibe que la ministra Suxo es eficiente cuando investiga los casos de corrupción denunciados por el gobierno, pero sería negligente cuando se trata de las denuncias de los asambleístas opositores.


Nosotros no trabajamos de oficio, eso manda la ley Marcelo Quiroga Santa Cruz, establece claramente que el Ministerio de Transparencia no puede procesar ninguna denuncia de oficio".

Nardi Suxo
Ministra de Transparencia y Anticorrupción

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El Día: Las leyes enferman

Pese a que el Estado Plurinacional ha diseñado una Constitución y decenas de leyes que le permiten a los gobernantes hacer y deshacer a su antojo, el presidente Morales sigue insistiendo que el mejor camino para gobernar es lo ilegal. Recientemente volvió a insistir en su paradigma: “yo digo que hago ilegalmente las cosas y que el abogado legalice. Así se puede avanzar, si no, estamos sometidos a los técnicos y a los abogados y no hay resultados”. Es posible que el Primer Mandatario esté aquejado por una enfermedad denominada “hiperlegislación” que caracteriza a los regímenes autoritarios, donde “todo está prohibido o todo es obligatorio”. La abultada cantidad de legislación ha llevado, por ejemplo a Cuba, a convertirse en un “Estado-prisión”, donde las leyes se tornan invisibles y no existe el ejercicio de la justicia. Las normas se vuelven contradictorias unas con otras y al final termina imponiéndose el capricho de los gobernantes. El régimen llevó las cosas a un grado tan insólito que creó la figura jurídica denominada “peligrosas social pre-delictiva”, que le permite a los tribunales revolucionarios meter preso a un individuo que no ha cometido un delito, pero que, a “ojo de buen cubero”, podría cometerlo.

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El Día: Adiós a una demócrata

Duele cuando muere una demócrata. Duele cuando  se va una incansable defensora de las libertades ciudadanas, que luchó por mantenerlas cuando acechaban en el país fuerzas que pretendían desterrarlas para siempre e instaurar en el país una dictadura de largo aliento. Duele cuando los ideales de Lidia Gueiler Tejada están en riesgo otra vez. Duele que esta valiente mujer no haya podido ser testigo de la consolidación del estado de derecho en Bolivia y que precisamente hoy, esté en marcha un proceso político cuya finalidad es destruir la democracia y las leyes y someter a la población a un régimen autocrático.

Lidia Gueiler, la primera mujer que ocupó la presidencia de Bolivia, comenzó a luchar por la democracia desde la clandestinidad; fue detenida, exiliada y también sufrió los horrores del golpismo y el abuso de las dictaduras militares que interrumpieron tantas veces el lento y sacrificado trabajo de construcción del sistema democrático en Bolivia.

Semejante golpes no cambiaron las convicciones de Lidia Gueiler. Asumió el poder en uno de los momentos más delicados de la vida del país, cuando estaba por conseguirse finalmente el gran consenso nacional dirigido indeclinablemente hacia la democracia y que fue interrumpido torpemente por la peor calaña de sujetos vestidos de uniforme que hayan anidado en las Fuerzas Armadas y que condujeron al país por un sendero de muerte, represión, abusos y narcotráfico.

El mayor anhelo de Lidia Gueiler era precisamente convertirse en la gran bisagra de la historia contemporánea de Bolivia, aquella que hubiera permitido cerrar definitivamente las negras páginas de la dictadura y el autoritarismo e inaugurar un proceso irreversible de construcción de un modelo democrático de profunda raigambre social, pluralista, respetuoso de las leyes y concentrado en la solución de los problemas estructurales que lamentablemente hoy siguen aquejando al país. Esa frustración originada en el golpe de estado de 1979 la llevó hasta su muerte, pues en los últimos años de su vida no sólo fue testigo del rebrote de la inestabilidad política, sino también del fuerte retroceso que ha experimentado la democracia recientemente, por la irrupción de un movimiento que pretende involucionar hacia la dictadura.

Lidia Gueiler perteneció a una generación de políticos de fuertes convicciones, de gran vocación de servicio y un indeclinable espíritu conciliador. Eran líderes que no buscaban el enriquecimiento personal, que nunca aspiraron a perpetuarse en el poder y que pusieron por delante los intereses del país a las conveniencias de su grupo, sindicato o su partido. Las heridas “de guerra” nunca consiguieron torcer su fe en los métodos democráticos, en el diálogo y la búsqueda de unidad. El resentimiento jamás anidó en ella y sus heridas se convirtieron en cambio, en fortaleza para seguir luchando por la búsqueda de un país basado en consensos y no en imposiciones.

Desafortunadamente hoy se quiere negar que en Bolivia mucha gente luchó incansablemente por mantener la vigencia de la democracia; pretenden hacer creer que todos los políticos y líderes del pasado fueron malos y que todo lo que hicieron fue negativo. Afortunadamente las nuevas generaciones pueden contar con testimonios como el de Lidia Gueiler para inspirarse y persistir en su utopía.

Desafortunadamente hoy se quiere negar que en Bolivia mucha gente luchó incansablemente por mantener la vigencia de la democracia; pretenden hacer creer que todos los políticos y líderes del pasado fueron malos y que todo lo que hicieron fue negativo. Afortunadamente las nuevas generaciones puede contar con testimonios como el de Lidia Gueiler para inspirarse y persistir en su utopía.

 

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El Día: La boda irreal

C ómo, si el príncipe Guillermo, y su novia cuyo nombre creo es Kate (no me interesa), tuvieron semejante pachanga de plataforma internacional, iban los fundamentalistas andinos a quedarse con los brazos cruzados. Si el imperio tenía aquello para mostrar, los navegantes aymaras (del Internet, aunque algunos piensan que descubrieron Japón), tenían que superarlos. Reunieron a 300 candidatos, no muy virginales porque ya venían paridos casi todos, y montaron espectáculo mayor al del Cirque du Soleil, con el acróbata máximo, el de triple salto mortal y descenso en triple tirabuzón como padrino onomástico, y un par de amautas, mamautas les dice la desconfiada voz popular, que como consejo a los hombres daban el de cuidar a sus mujeres, aunque en la mamadera que sobrevendría sin duda las descuidaron.

Hubo de todo, hasta una a veces genial heroína, de las aguerridas Mujeres Creando (y combatiendo) que olisqueó la farsa e intervino, o deseó intervenir, y fue sacada a rastras por la seguridad de la fiesta donde por el cielo se vieron sobrevolar angelitos de poncho y zampoña, que me recordaron lo equivocado del poeta que reclamaba por angelitos negros, sin observar que en este cielo hay de todo menos… angelitos blancos.

Inglaterra se apuntó una Boda Real; Evo Morales los superó con la Irreal. Uno de sus acólitos, dicho ministro aunque pienso que ministros no hay en la jerarquía nativa, se descubrió afirmando que esta boda trascendería los límites del Titikaka y sería vista por el mundo como un ejemplo del futuro que se viene.

Yo, que me casé con un frugal “sí” ante un juez que en previos años me metiera preso, me descarto automáticamente y pido no incluírseme en la próxima tongada.

No creo en Dios ni en la Pachamama, cómo si apenas voy creyendo en mí mismo, y menos en los amautas que por las fotos ya se veían bastante tomados por la ingestión de bebidas occidentales, tan occidentales como el maquillaje y los peinados que otorgaron a las muchachas –ni tanto- para iniciarse en el ya consabido juego del toqueteo y de la cópula.

Qué decir, sentirme orgulloso de haber superado a los imperialistas, o triste porque cuando ya creía que se iniciaba un espacio nuevo, arrastraron a las parejas hasta un viejo registro civil y las obligaron a firmar en papel el casorio, como antes, como en una vieja y apendejada fiesta de antes.

Cuando pensé que había llegado el tiempo del sexo libre, que por fin habíamos eliminado al Estado, aunque todavía no a los sacerdotes, vi mancillarse el honor de la transformación y convertirse en parodia esta fiesta que algo de originario tenía, y de castellano también, y hasta de chino porque me pareció ver en las mesas botellas de salsa soya… cosas del globalismo.

Ya es tarde y debo descansar. Escondido, porque no sea que me cojan y me obliguen a matrimoniarme en el rito aymara, y termine casándome con una ñusta vestida de traje de quinua que de soplar el viento se quedará en pelotas y, para sorpresa mía, resulte que era ñusto y no ñusta, cosas -otra vez- del tiempo y la época en que vivimos. Amén.

 

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El Día: De ladrones y otras yerbas

Los que saben afirman que ladrón es aquel que toma para sí lo que no le pertenece. Vistas así las cosas el primer ladrón de la historia según los libros sagrados sería una mujer: Eva, al capturar la manzana del árbol del bien y del mal y ofrecer ese fruto prohibido a Adán. Sin embargo, la cosa no es tan sencilla, porque esta es solo una interpretación que puede ser debatida y rebatida, siempre en el terreno de las ideas, porque claro está que nadie sabe lo que ha pasado en el llamado Paraíso y tampoco dónde queda si existió alguna vez. Si volcamos otra página de la historia humana, nos encontramos con famosos nombres de ladrones: Caco, Ali Babá y el propio París.

Caco, hijo de Hefesto, era un gigante mitológico mitad hombre y mitad sátiro, que vomitaba torbellinos de llamas y humo, y que robó a Heracles cuatro parejas de bueyes, para ser considerado el rey de los ladrones. Hay otros que brillan con luz propia en la literatura pero que no se sabe si existieron alguna vez, como Alí Babá y los cuarenta ladrones. La guerra de Troya se desató porque París se robó a la bella Helena. Y podemos seguir. Ladrones, hay de todos los tipos y gustos, incluso con licencia, como los corsarios que robaban para los reyes en detrimento de otras coronas rivales. También los piratas de los mares atracaban en pleno océano a los barcos llenos de riquezas que partían del Nuevo Mundo hacia la vieja Europa, en el robo más grande de los siglos.

Hubo ladrones de seres humanos, de poblaciones enteras. Un ejemplo son los africanos recolectados a la fuerza de sus aldeas y embarcados a los barcos con rumbo a los florecientes campos de algodón, cacao y azúcar en la América morena, mientras que otros llegaban a morir en las minas que vomitaban oro y plata. Sin duda que ladrones de riquezas materiales y de seres humanos hubo, con ejemplos a granel. Pero también se ha robado lo inmaterial, la riqueza intangible, como es el conocimiento. Se han dado casos de robos de especies vegetales, registrándolas como propias. “El polvo de la Virreina”, antipalúdico nativo del árbol de la quinina, volvió a América como producto jesuita.

En el mundo actual, se han patentado como propias en los países ricos las semillas originarias de países pobres, evitando que los verdaderos dueños puedan usarlas en la producción y la exportación. Un robo de guante blanco que está de moda. También se ha difundido que el rico territorio del Amazonas está enfocado como patrimonio de la humanidad, de modo que sus verdaderos dueños no tendrán accesos a sus riquezas y sí, otros dueños aparecidos desde las sombras de las industrias multinacionales. Y en la Era del Conocimiento, han aparecido piratas que se apropian de las ideas y obras de otros.

Se ha sabido de un ministro alemán que ha admitido haber plagiado su tesis doctoral, por lo que ha tenido que renunciar a su alto cargo. Ladrones de ideas siempre hubo y, con seguridad, otros seguirán haciendo de las suyas. Lo que no se sabe es hasta cuándo.

Se dice que para eso están la justicia y las leyes, pero con seguridad muchos se reirán de esta afirmación. Ladrones eran los de antes dirán los nostálgicos, recordando la leyenda de Robin Hood, pero sin duda que los de ahora te roban hasta la identidad y el pensamiento y con ello la bolsa con el dinero. La sociedad de consumo hace que unos roben a otros, y el robo asciende en la escala social. Pero en la historia todo tiene su fin.
 

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