Casa Blanca: ‘Bin Laden no iba armado pero intentó defenderse’; La pista clave para localizarlo: su mensajero

EEUU. Sigue valorando facilitar o no la foto ‘espantosa’ del cadáver. El portavoz de la Casa Blanca asegura que dispararon en la pierna a la mujer de Bin Laden. Los periodistas han preguntado cómo es posible defenderse sin armas. Carney dice “la resistencia no necesita arma de fuego”.

imageEl portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney

Reuters | Washington



Bin Laden no estaba armado durante operativo de EEUU

El portavoz de la Casa Blanca, Jay Carney, ha explicado algunos de los detalles de la ‘operación Geronimo’, que acabó con la vida de Osama Bin Laden en Pakistán, pero todavía han quedado algunas cuestiones sin respuestas.

Por ejemplo, el portavoz ha asegurado que "Bin Laden no iba a armado, pero intentó defenderse". Un periodista le ha preguntado cómo era posible que se defendiera sin armas, pero el portavoz de la Casa Blanca no ha entrado en más detalles: "La resistencia no necesita un arma de fuego".

De hecho, la mujer que estaba con Osama, que sí disparó a los militares norteamericanos y éstos respondieron con "un tiro en la pierna", sigue viva, pese a que en un principio se dijo que había muerto en la refriega.

Aún así, Carney ha insistido en que el objetivo de la misión era "capturar a Osama o matarlo", y no sólo asesinarlo como se había dicho, pese a que la Casa Blanca se planteó bombardear la casa de Osama.

En la fortaleza del líder de Al Qaeda estaban, además de sus parientes, dos familias más que habitaban también la vivel saudí y su mujer, en la segunda.

Carney ha querido ser muy cuidadoso con las palabras que utilizaban al relatar el traslado y la sepultura del cadáver de Bin Laden. De hecho, el portavoz de la Casa Blanca ha usado el verbo "deslizar" para referirse al hecho de lanzar el cuerpo al mar.

Washington ha asegurado que "la foto de Bin Laden es espantosa" y sigue pensando si hacerlas públicas o no. "Hay muchas sensibilidades envueltas", ha añadido.

Según explicó, los expertos están haciendo una "evaluación" sobre la necesidad o no de publicar las imágenes, cuyo número no ha sido especificado, debido sobre todo a estas "sensibilidades" que podría provocar, teniendo en cuenta que entre otros Bin Laden recibió al menos un disparo en la cabeza.

De acuerdo con el portavoz, el Gobierno de Barack Obama no descarta que su publicación pudiera provocar reacciones "incendiarias" en algunas partes del mundo.

Por ello, continuó, entre los aspectos que están siendo considerados antes de decidir si publican o no las imágenes está la pregunta sobre "qué es lo que se pretende conseguir" con ello y si "daña en algún modo los intereses [estadounidenses] no sólo doméstica sino globalmente".

El portavoz de la Casa Blanca ha insistido en que su "objetivo principal es acabar con Al Qaeda, no matar a Bin Laden". De hecho, Carney ha usado la imagen de la serpiente para asegurar que "hemos matado la serpiente" pero no han acabado con el monstruo.

La Casa Blanca también se ha referido a las relaciones con Pakistán después de la operación asegurando que es un país importante porque "comparten intereses comunes" y que no se trata de una cuestión de confianza.

Y es que minutos antes, Carney había confirmado que no revelaron ni un solo detalle al Gobierno paquistaní por miedo de que la operación se viera afectada, dando a entender que no confiaban plenamente en el servicio secreto del país asiático.

La pista clave para localizar a bin Laden: su mensajero

Por ADAM GOLDMAN y MATT APUZZO | AP – mar, 3 may 2011

image Soldados paquistaníes patrullan frente a una casa donde el líder de al-Qaida, Osama bin Laden, fue muerto por un comando estadounidense, en Abbottabad, Pakistán, el martes 3 de mayo del 2011 (AP Foto)

Cuando uno de los mensajeros de más confianza de Osama bin Laden respondió un llamado telefónico el año pasado, condujo involuntariamente a sus perseguidores estadounidenses al umbral de su jefe, el terrorista más buscado del mundo.

Ese llamado, según la versión ofrecida el lunes por un funcionario estadounidense, puso fin a una búsqueda de años del mensajero personal de bin Laden, la pista decisiva en la cacería mundial.

El mensajero, a su vez, proporcionó la pista para rastrear a bin Laden hasta un complejo edilicio en el nordeste de Pakistán, donde un equipo de fuerzas especiales SEAL de la Armada estadounidense mató al jefe terrorista.

El final violento fue la culminación de años de trabajos de inteligencia. Dentro del equipo de la CIA que estaba detrás de bin Laden siempre estuvo en claro que la vulnerabilidad de aquél radicaba en sus mensajeros. El era demasiado inteligente como para impedir que los soldados de al-Qaida, o aun sus comandantes, conocieran su paradero, pero para transmitir sus mensajes alguien debía encargarse de llevarlos, alguien en quien bin Laden confiara su propia vida.

Poco después de los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001 en Estados Unidos, detenidos en la red de prisiones secretas de la CIA dijeron a los interrogadores sobre la existencia de un mensajero importante con el seudónimo Abu Ahmed al-Kuwaiti que era íntimo allegado a bin Laden.

Cuando la CIA capturó al tercer jefe de al-Qaida, Jalid Sheikh Mohamed, éste confirmó que conocía a al-Kuwaiti pero negó que tuviese nada que ver con al-Qaida.

Después en 2004, un alto jefe de al-Qaida, Hasan Ghul, fue capturado en Irak. Ghul dijo a la CIA que al-Kuwaiti era un mensajero crucial de la organización terrorista. En particular, agregó Ghul, era allegado a Faraj al-Libi, quien había reemplazado a Mohamed como comandante de operaciones. Fue una pista clave en la búsqueda del mensajero personal de bin Laden.

"Hasan Ghul fue la pieza decisiva", observó un funcionario estadounidense.

Finalmente, en mayo de 2005 al-Libi fue capturado. Interrogado por la CIA, al-Libi admitió que cuando fue promovido para suceder a Mohamed, recibió la noticia por medio de un mensajero, pero inventó un nombre para éste y negó conocer a al-Kuwaiti.

La negativa fue tan enérgica e increíble que la CIA la consideró una confirmación de que él y Mohamed estaban protegiendo al mensajero. Sólo reforzó la idea de que al-Kuwaiti era muy importante para la organización terrorista.

Si podían encontrar al hombre conocido como al-Kutaiwi podrían hallar a bin Laden.

Mohamed no habló de al-Kuwaiti mientras lo sometían a la técnica del ahogo simulado, dijeron ex funcionarios. Lo admitió muchos meses después en un interrogatorio regular, dijeron, lo que mantiene el pie el debate sobre el valor cuestionable de aquella técnica que algunos consideran tortura.

Pasaron años antes de que la CIA identificara el nombre real del mensajero: Sheikh Abu Ahmed, un paquistaní nacido en Kuwait, pero cuando lo identificaron no lo encontraron en ningún sitio. Las fuentes de la CIA no sabían dónde estaba. Bin Laden insistió siempre en que no se usaran teléfonos ni computadoras en su cercanía.

Sin embargo, a fines de 2010, Ahmed mantuvo una conversación telefónica con alguien que era vigilado por la agencia de inteligencia estadounidense, según un funcionario que, al igual que otros entrevistados, habló con la condición del anonimato por tratarse de una operación delicada.

Ahmed fue localizado lejos del escondite de bin Laden cuando habló por teléfono, pero fue suficiente para seguir sus pasos.

En agosto de 2010, Ahmed llamó involuntariamente la atención sobre un complejo en el nordeste de la ciudad paquistaní de Abbottabad, donde al-Libi había vivido alguna vez.

Los muros que rodeaban la propiedad tenían casi seis metros (18 pies) de alto y estaban coronados por alambres de púa. Los agentes de inteligencia sabían de esa casa desde hacía años, pero siempre sospecharon que bin Laden estaría rodeado de guardias fuertemente armados. En cambio, nadie patrullaba el complejo de Abbottabad.

Tampoco entraba ni salía nadie y no había líneas telefónicas ni de internet en la propiedad.

Pese a la incertidumbre, los funcionarios de inteligencia se dieron cuenta que podía ser la mejor posibilidad de capturar a bin Laden y decidieron no compartir la información con nadie, incluso estrechos aliados en la lucha antiterrorista como Gran Bretaña, Canadá y Australia.

A mediados de febrero, estaban convencidos de que la casa albergaba a un "blanco de alto valor" y el presidente Barack Obama decidió actuar.

Las opciones eran limitadas. El complejo estaba en un barrio residencial en un país soberano.

Si Obama ordenaba un ataque aéreo y bin Laden no estaba allí, habría creado un gran conflicto diplomático. Aun si hubiera estado, destruir el complejo habría imposibilitado confirmar la muerte del jefe terrorista.

El asesor antiterrorista de Obama, John Brennan, dijo: "el presidente tenía que evaluar la firmeza de esa información y después tomar la que consideró una de las decisiones más valientes de cualquier presidente de que se tenga memoria reciente".

Obama escogió a dos decenas de efectivos del Equipo Seis de los SEAL, comando de elite de la Armada, para realizar la misión con precisión quirúrgica.

En la madrugada del lunes, antes del alba, dos helicópteros partieron de Jalalabad, en Afganistán, con tecnología moderna para evitar su detección, dijo un funcionario.

Oficialmente era una misión para matar o capturar, puesto que Estados Unidos no mata a gente desarmada que trata de rendirse, pero estaba en claro desde el comienzo que quien estaba en el complejo no tenía intención de rendirse, dijeron dos funcionarios estadounidenses.

Los helicópteros descendieron sobre el edificio y dejaron deslizar a los efectivos. Poco después que el equipo estuvo en tierra, uno de los helicópteros cayó por motivos desconocidos. Ninguno de los comandos resultó herido y la misión continuó.

Mientras la CIA y la Casa Blanca observaban la situación en vivo —presumiblemente por transmisión de satélite o video de los SEAL— el equipo entró en el edificio.

Los comandos aseguraron el resto del edificio primero y después irrumpieron en la habitación donde se ocultaba bin Laden y estalló un tiroteo, dijo Brennan.

Ahmed y su hermano murieron, dijeron los oficiales. Después, los SEAL mataron a bin Laden con un balazo justo encima del ojo izquierdo, que le voló parte del cráneo, dijo otro oficial. Usando la señal que se emplea para su identificación visual, uno de los soldados comunicó que "Gerónimo" había muerto en acción, según un funcionario estadounidense.

El cadáver fue identificado inmediatamente, pero Estados Unidos también efectuó una prueba de ADN que lo identificó con casi el 100% de certidumbre, dijeron altos funcionarios del gobierno de Obama.

Los análisis fotográficos de la CIA, la confirmación en el lugar de una mujer que se cree era esposa de bin Laden —que resultó herida— y el cotejo de características físicas como la altura de bin Laden permitieron confirmar la identificación.

Los comandos inspeccionaron el edificio y se llevaron documentos, discos duros de computadoras y devedés que podrían suministrar datos valiosos sobre al-Qaida, dijo un funcionario. Toda la operación duró unos 40 minutos.

El cadáver de bin Laden fue trasladado al portaviones estadounidense Carl Vinson, en el Mar Arábigo Norte, dijo un alto funcionario de la defensa. Allí, las autoridades condujeron un entierro islámico tradicional.

El cadáver de bin Laden fue lavado y envuelto en una sábana blanca. Fue colocado en una bolsa con pesas que, después de unas declaraciones religiosas de un oficial militar, fue arrojada al mar a las 2 a.m. EDT (0600 GMT) del lunes.

Los periodistas de The Associated Press Kimberly Dozier, Eileen Sullivan y Ben Feller en Washington DC y Kathy Gannon en Islamabad, Pakistán, contribuyeron a este despacho.