Entrevista: Evo asegura que será respetado el libre mercado; utilizará la fuerza contra la coca ilegal

Presidente: “Me hubiera gustado ser periodista”; “las leyes del mercado siempre regularon los precios y lo seguirán haciendo”. El Gobierno utilizará la fuerza en las zonas de coca ilegal.

imageA las cinco de la mañana y en camilla. En la foto aparecen los entrevistadores junto al Presidente, que recibe fisioterapia. José Luis Quintana / Página Siete

Página Siete / La Paz – 01/05/2011



El Presidente asegura que será respetado el libre mercado

Evo Morales dice que el Estado tiene el control total de los servicios básicos

Dato. Evo Morales mencionó que las leyes del mercado siempre regularon los precios y lo seguirán haciendo.

Fue una entrevista por lo general cordial, con algunos momentos de tensión, pero siempre franca y reveladora. Cuatro periodistas de Página Siete entrevistaron durante dos horas al Presidente.

Página Siete.- Una vez enterrado el 21060, ¿Bolivia se encaminará hacia el socialismo?

El 21060 está muerto. En temas de servicios básicos -el agua es ahora un derecho humano- tenemos un control total del Estado; en las tarifas de ENTEL bajamos los costos, en la electricidad igual, con la “tarifa dignidad”. Lo que queda, y yo lo dije hace unos dos años, son algunas leyes, como las de minería, forestal y otras.

Me dirán ustedes, ¿por qué no lo hizo en una primera gestión? Porque entonces no teníamos mayoría en el Senado y el año pasado la Asamblea Plurinacional tenía la responsabilidad de apoyar las leyes orgánicas por mandato del pueblo. No había mucho tiempo, pero ya llegó la hora y está en nuestros planes aprobar esas leyes, como decimos, para enterrar el 21060.

Página Siete.- Presidente, ¿habrá libertad de mercados? En el oficialismo, hay quienes dicen que no debería haber libertad de mercados’

¿Cuándo el Estado, especialmente en productos agropecuarios o los minerales, incluso el petróleo, tenía un control total? Eso siempre ha sido regulado por el mercado.

Nuestras luchas, durante los 20 años de gobiernos neoliberales, eran contra la libre importación, bloqueábamos caminos contra la libre importación y recordarán ustedes que los empresarios, los agroindustriales en Santa Cruz, también bloqueaban caminos pidiendo que se garantice el precio en el mercado para sus productos agropecuarios.

Eso qué me hace pensar, que antes nuestros productos agrícolas eran más caros aquí, mientras que en los países vecinos, que además tenían una producción mecanizada, eran más baratos que en Bolivia.

En nuestro debate con el Vicepresidente sobre la zafra, hace unos pocos días yo decía -no sé si estoy equivocado- que el precio no puede bajar a cuatro o cinco bolivianos por kilo de azúcar, pues en Perú está a nueve bolivianos y en otros países hasta en diez bolivianos, y entonces otra vez el azúcar se va a ir de contrabando.

Siempre el mercado nivelará, regulará los precios en petróleo, en minerales, etc., pero en servicios básicos estará bajo el control de Estado.

Página Siete.- ¿Y sobre la posibilidad de que Bolivia se encamine hacia el socialismo?

¿Qué entiende usted por socialismo?

Página Siete.- Varios aspectos, el control absoluto del Estado sobre todo el proceso productivo, la redistribución de la riqueza de forma igualitaria’

Yo entiendo por socialismo que haya igualdad entre la sociedad y para ello debe haber participación del Estado en el tema de producción. Hay otro tema de fondo, nosotros apostamos por la universalidad en temas de salud y educación, pero algunos sectores de la COB no lo quieren.

En algunas minas que eran del Estado antes nosotros queríamos nacionalizarlas, pero los sindicatos de esas minas no quieren.

“¿Son sectores conservadores que no quieren el socialismo?”. Esa es la pregunta que me hago.

Imagínese el control privado en Entel, en electricidad –donde se estaban disparando las tarifas- o agua. ¿Cuánto sería el costo? El Estado tiene ahora el control de los servicios básicos.

Página Siete.- Usted ha asumido el alza del precio de los carburantes y su imagen ha perdido puntos hasta con riesgo para la gobernabilidad del país. ¿No hubiera sido mejor que usted se distancie de esa medida? ¿Quién sugirió la decisión?

¡No! Se equivocan ahí. Ni fueron los técnicos ni Hidrocarburos ni el Vicepresidente. Yo soy el primer responsable de la nivelación y a mí no me gusta echar la culpa a nadie.

Sabíamos en 2006, el primer año de nuestro Gobierno, que había una subvención que sangraba a la economía del país, en 2007 no le dimos mucha importancia, pero en 2008 nos dimos cuenta que estaba creciendo mucho. Y no es que la importación de líquidos haya comenzado en nuestro Gobierno, la importación de combustibles líquidos ha comenzado en el Gobierno de Paz Estenssoro. Y la subvención comenzó con el Gobierno de Hugo Banzer.

La nivelación del precio de los combustibles, entonces, viene de un largo debate, no es reciente.

Ahora, con los sucesos de Libia y otros problemas internacionales, el precio de los carburantes seguirá subiendo y este año podemos perder entre 700 y 800 millones de dólares.

Yo me trasladé a todos los departamentos para explicarles la nivelación de precios y nadie me ha rechazado, ni la COB me ha rechazado. Y aquí me quito el sombrero ante mis hermanos del campo, que dicen “nos afecta, pero ya es hora de tomar una decisión y nivelar los precios”

A mí no me interesa la buena o mala imagen, me interesa decir la verdad. Y había que poner orden a este tema económico.

Por ahora no tengo en vista un debate sobre la nivelación de precios, pero sí vamos a informar sobre las consecuencia que puede traer mantener la subvención.

Página Siete.- En el último tiempo se han escuchado estribillos contra usted, que eran usuales contra gobiernos anteriores. ¿Cómo se siente estar ahora al otro lado?

Ustedes creo que no tienen memoria, son periodistas que no se acuerdan. No es la primera vez que sucede, se dio el primer año de mi Gobierno, tras el problema entre mineros cooperativistas y mineros nacionalizados en Huanuni. Pedro Montes dijo: “Evo no sirve y debe dejar la presidencia”. Solares y Costas ya pedían el primer año un revocatorio.

También he escuchado estribillos. Un día entraron a plaza Murillo unos 20 ó 30 troskos y me gritaron “muera Evo”, entonces es normal. Ahora bien, es verdad que eso se ha masificado un poco, seamos realistas, pero siempre hubo protestas. Para mí no es una novedad.

Pero eso sí, hay una fuerte infiltración de la derecha en las fuerzas sociales.

Se le planteó al país que la nacionalización nos iba a evitar depender de las transnacionales, y usted en la discusión del alza de precios dijo: Necesitamos que las petroleras ganen. Quería preguntarle si no se sentía incómodo al ser esto contrario al discurso que usted siempre manejó.

Cualquiera que presta servicios, gana. Ocurre con las petroleras, prestan servicios y tienen que ganar, pero no ganan como antes, esa es la diferencia.

Ahora YPFB tiene que invertir, tiene que vender y lo hace a 27 el barril frente a 115 dólares en los que se encuentra el precio internacional.

Si Yacimientos va a trabajar en total pérdida, es un problema. Me pregunto, ¿de acá a poco tiempo, quién va a subvencionar la exploración, la explotación, la refinación que va a estar en manos de YPFB? Yo no soy economista, no soy experto, pero a simple cálculo es grave la situación económica si no cambiamos este tema.

Página Siete.- ¿La preocupación es la inversión?

Por supuesto, la inversión y el tema de la industrialización. Es parte del planteamiento de gastar los 2.000 millones de dólares de las reservas internacionales para la producción. Conversé con los compañeros campesinos y no hay ningún problema. Dicen que es una buena idea usar el dinero no para construir caminos o puentes, sino para apoyar la producción. También lo he planteado a la COB.

En un tema que hemos avanzado son los textiles. La lana de llama y de alpaca se va a Perú, ahí tienen sus fábricas de hilo y tela que vuelven al país y nuestros textileros la compran. Entonces, ¿por qué no podemos tener nosotros estas fábricas? Nos cuestan entre 130 y 180 millones de dólares.

Página Siete.- ¿Cómo se definiría el uso de esos 2.000 millones de dólares? ¿Se creará un consejo o una entidad similar?

Cualquiera sea el mecanismo –los escucharemos todos-, que no sea una burocracia que perjudique la inversión. En el tema productivo tenemos en mente cuatro rubros: industrialización de la minería (metálicos y no metálicos, litio), del petróleo, sector agropecuario y manufactura. A ellos se les dará dinero.

Página Siete.- ¿Estará todo el dinero en manos del Estado o también el sector privado recibirá recursos?

En el Estado, en todo caso. El sector privado tiene mucha plata en nuestra gestión.

Página Siete.- ¿Y esto no generará competencia desleal entre sector estatal y privado?

Qué mejor que la competencia. Ustedes saben que en la Constitución se garantiza la economía plural. Será respetado el sector privado, pero lindo sería una sana competencia, porque esto nos permite ver quién es mejor, si el sector privado es el mejor administrador o el sector público.

Página Siete.- En otro tema, sobre la relación con Chile y el cambio de estrategia ¿no cree usted que tal vez podíamos haber esperado un poco más a ver si Chile ofrecía algo concreto?

Este debate (del cambio de estrategia) viene desde el año pasado, porque el desarrollo fue lento, el primer año te hacen creer, te hacen soñar. Entonces, durante la primera gestión hemos creído, pero si vamos a seguir esperando, como usted plantea, el tiempo se va. Ha sido por una cuestión de tiempo.

Página Siete.- ¿Qué prometían los chilenos?

Te hablan bien’ “puede ser acá un enclave, puede ser por aquí’”. Pero en la reunión presidencial de Foz de Iguazú (diciembre de 2010) pedimos seriamente con el canciller Choquehuanca tener una respuesta oficial de por dónde se plantearía la solución, ya que en cada reunión nos mencionaban que era una reunión informal.

Lo máximo que logramos arrancar ahí fue lograr un mecanismo permanente de alto nivel a la cabeza de los cancilleres. De ahí se produjo la primera reunión urgente en Chile. Cada hora, cada dos horas me informaban desde Santiago: “aquí estamos estancados”. Hasta que nuestro canciller me informó: “creo que no va a haber nada”. Luego en la reunión aquí (febrero 2011) –aunque la prensa valoró bastante la reunión- en realidad fue un fracaso. Eso fue lo último, fue la gota que rebalsó el vaso.

Yo lo sabía, por eso desde el año pasado había planteado al Vicepresidente, a los ministros, que antes del 23 de marzo había que dar un ultimátum a Chile. Por ello pedimos la propuesta formal.

Página Siete.- ¿Había diferencias entre los presidentes Bachelet y Piñera?

Por supuesto que había diferencias. Con Bachelet, por primera vez, hemos avanzado 12 de los 13 puntos, quedando sólo el tema mar. Sobre el Silala hemos avanzado bastante con la presidenta Bachelet y estuvimos a punto de firmar la primera parte.

Sobre las aguas del Silala se calculó un pago inicial de 15.000 dólares por día, que fácilmente podía llegar a los 30.000 dólares, pero en las consultas internas con dirigentes cívicos y de la COD de Potosí se rechazó el acuerdo.

Página Siete.- Pero usted ha dicho que todavía confía en el dialogo por el tema del Silala.

Sí, pero no puedo hablar de eso, ésta es una política de Estado y hay que mantener reserva.

Página Siete.- Sobre el caso Sanabria, qué opina, cree que hubo deslealtad del Gobierno chileno en no informar al Gobierno boliviano?

No sé si es bueno u oportuno decir, pero comparto con su pregunta, hubo una deslealtad. Si había una investigación (contra Sanabria) ellos podían informarnos. Es una obligación informarse de Estado a Estado, qué interés habrá detrás de eso; espero que no sea interés de carácter geopolítico o una especie de agresión política, que siempre busca Estados Unidos. Hay algo oscuro en ese tema.

Página Siete.- Usted ha anunciado que se va a construir un museo en Orinoca, su tierra natal, pero han surgido críticas en el sentido de que primero allí hay poca población, que es lejos y que debería usarse ese dinero, por ejemplo, para mejorar el museo de Tiwanaku.

Con el museo Tiwanaku y con el programa “Bolivia cambia, Evo cumple”, hemos invertido casi un millón de dólares. ¿Por qué no podemos diversificar centros de visitas pequeños, medianos y grandes? El problema es que no debemos hacer todo sólo por Tiwanaku, ésa es la verdad. Entonces hay que crear otros centros.

Yo nunca di importancia al turismo y el turismo genera muchos ingresos al país. Entonces el museo de Orinoca está ligado a un circuito turístico de Oruro; si hay un museo de la Revolución Cultural en Orinoca –que va a ser grande por supuesto- el turista seguirá hacia Uyuni.

Página Siete.- El gran personaje de Orinoca es usted, entonces el hecho de que se ubique ahí, ¿convierte a la iniciativa en un museo a Evo Morales?

Primero es un justo reconocimiento a mi tierra, me debo a esa tierra que me ha parido, que me ha criado y educado. Es una responsabilidad. También el Chapare, que me ha educado sindicalmente, políticamente. Allí estamos proyectando un centro de convenciones.

¿Cómo se me viene esta idea? Yo no soy egoísta, no tengo ninguna ambición ni tengo intereses económicos. Con tal de que no me falte para comer, algo para andar y nada más. Esa es mi educación.

Y tengo tantos regalos y obsequios, casi una casa llena en la ciudad de Cochabamba y aquí en la 20 de Octubre ya hay dos cuartos llenos de regalos. Algunos muy buenos regalos, de estadistas del exterior, por ejemplo cosas bañadas en oro. En ponchos debe haber unos mil. Entonces digo, ¿dónde voy a dejar todo esto? Ahí viene la idea. Entonces me propusieron ampliarla y ahí está.

A las cinco de la mañana y en camilla

Se ha entrevistado a jefes de Estado en sus oficinas, en sus domicilios, en sus aviones, en sus vehículos, en sus casas de veraneo, en sedes de organismos internacionales. Pero es inusual entrevistar a un Presidente en su sala de fisioterapia, mientras recibe asistencia especializada. Y es más inusual todavía que la entrevista se realice a las cinco de la mañana… con el interlocutor en polera y short. Página Siete conversó con el presidente Evo Morales precisamente en esas circunstancias.

El periódico había insistido en lograr una entrevista con Morales pero su recargada agenda impedía que la idea se concretara. Volvió a intentar con ocasión del primer aniversario del periódico, que se cumplió la última semana de abril. El ministro de Comunicación, Iván Canelas, informó el martes 26 que la entrevista se realizaría ese día, a las 16:30, en Palacio de Gobierno. Asistieron el director del periódico, Raúl Peñaranda; el jefe de redacción, Cándido Tancara; el editor de opinión, Javier Viscarra, y el integrante del comité editorial y columnista Fernando Molina.

Al llegar a Palacio, el Presidente nos recibió en uno de los salones, pero informó que tendría menos de media hora para realizar el diálogo porque debía partir casi de inmediato a Tarija. Entonces surgió la posibilidad de llevar adelante la entrevista al día siguiente en la residencia presidencial. “¿Quieren madrugar?”, preguntó el Presidente. “Podemos empezar mientras me hacen la fisioterapia, los espero a las cinco de la mañana y luego desayunamos. ¿Una hora y media estará bien?”. Sí, obviamente.

A la hora convenida, el mismo equipo de periodistas llegó a la residencia. El Presidente ya era atendido por su fisioterapeuta, echado en una camilla. Nuevos saludos de rigor y el diálogo empezó. La primera media hora sería dedicada a preguntas sobre su vida y los 60 minutos restantes a temas de actualidad política, social y económica. Cuando alrededor de las 5:45 la sesión médica terminó, el Presidente y los periodistas se trasladaron a una sala contigua, donde fue servido un poco después el desayuno. A las 6:30, el ministro Canelas le recordó al Presidente que debía trasladarse a Palacio para dirigir la reunión de gabinete. A las siete de la mañana, tras dos horas de valioso diálogo, terminó la conversación. (RPU)

“Me hubiera gustado ser periodista”

El Presidente habla de su niñez y del inicio de su carrera política.

Evo.  El Mandatario repasa los momentos más importantes de su niñez y juventud, antes de iniciar su carrera sindical.

imageDe izquierda a derecha: Cándido Tancara, Evo Morales, Raúl Peñaranda, Javier Viscarra y Fernando Molina.José Luis Quintana / Página Siete

Rául Peñaranda / La Paz – 01/05/2011

Adherentes y críticos de Evo Morales coinciden en escasos aspectos sobre la figura del Presidente, por lo general tan divisiva. En lo que están de acuerdo casi todos es en la valoración de una biografía inédita para un Presidente, en Bolivia e incluso en el mundo.

Un niño indígena pobre, nacido en una zona rural alejada de los principales centros urbanos, que hablaba solamente aymara durante los primeros años de su vida, que perdió a cuatro de sus seis hermanos por enfermedades prevenibles, se convierte primero en un dirigente sindical para luego dedicarse a la política y finalmente llegar a la primera magistratura. No es poco.

Evo es un líder polarizante, a la vez tan carismático como autoritario; tan flexible en algunos temas como rígido en otros, tan agudo para conocer las fibras y matices más escondidas de la nacionalidad como proclive a las generalizaciones y a los preconceptos; y tan hábil para dar un giro completo en sus propuestas como insultar a ex presidentes un día y pedirles apoyo al día siguiente. Será un Presidente que pasará a la historia, el que concretó el paso trascendental de incorporar a los indígenas a la toma de decisiones y a la vez el que gobernó desoyendo sistemáticamente las ideas de sus adversarios.

El peor recuerdo

“El peor recuerdo de mi niñez debe ser cuando mis tíos o vecinos no tenían comida. Era el año 1971, había una sequía tremenda. Yo tenía 13 años y veía que sólo hacían hervir un tubérculo, el ankañoco, que sale de los arbustos del altiplano, de la tola. Lo golpeaban y lo hacían hervir como su único alimento. Me dolía ver cómo con base en eso vivían”, dice el Presidente echado en su camilla de la residencia presidencial mientras realiza su fisioterapia para terminar de curar su rodilla izquierda, operada recientemente. Su familia no la pasaba mucho mejor. Ese verano sus padres y hermanos tenían un gangocho de maíz blanco, que era una buena parte de su dieta. “Ese era el desayuno, el almuerzo y la cena”, dice Morales. “Pero se estaba terminando”. Ante la situación, Dionisio, su padre, decide sacarlo de la escuela para que lo acompañe a arriar su recua de llamas y venderlas.

Sin duda el viaje marcó la infancia de Morales, porque ha relatado la historia decenas de veces: que durmió en el camino, que llovió y no tenían dónde guarecerse, que llevaban poca comida, que recogía cáscaras de naranja que tiraban los pasajeros de los buses’ No es para menos, un mes entero viajando junto a su padre, quizás sintiéndose ya adulto, quizás imaginando que sería mejor tener una adolescencia que no requiriera viajar 30 días a pie sin lugares para guarecerse.

“¿Y el mejor recuerdo?”. Que era el mimado de su familia, que era el mejor futbolista de su pueblo, Orinoca, que lo eligieron director técnico del equipo de la comunidad cuando tenía 15 años. Para entonces ya había regresado de Argentina, país al que viajó con su padre, su hermano menor Hugo y su hermana Esther, la mayor “que nos cuidaba y cocinaba para nosotros”. Tenía seis años. “Yo era un aymara cerrado, no sabía castellano”. Llegó a un campamento de zafreros cerca de Jujuy, en el que los trabajadores estaban obligados a enviar a sus hijos a la escuela. “La profesora no me entendía nada y yo tampoco podía entenderle”, recuerda. “Me decía Evito, Evito y después se sentaba a mi lado”.

Aymara, lengua materna

Perdió la fluidez en el uso del aymara con el paso de los años, debido a que utilizó el español cada vez más. “Cuando llegué al Chapare (1980) se hablaba quechua y aymara, pero había disputas entre los comunarios sobre el idioma a usarse. Entonces, el idioma que centralizaba los debates era el castellano, de esa manera estaba obligado a hablar español”. Y esa es la lengua que habla hasta hoy.

Llega al Chapare en 1980, a los 21 años, escapando de una nueva sequía. “Primero me nombran secretario de deportes del sindicato, mi primer cargo del Sindicato San Francisco el año 1980. Por eso mi primer apodo en el Chapare era ‘joven pelotero’, después pasó a ‘compañero Evo’”.

Ocho años después, un grupo de compañeros lo visita en su chaco y le dicen: “tú vas a ser nuestro candidato a la federación”. Acepta el desafío y al trasladarse, en bicicleta, a la localidad Villa 14 de Septiembre, se le ocurre el nombre del movimiento: Frente Amplio de Masas Antiimperialistas (FAMA). En esa ocasión, perdió las elecciones. “Después otra vez me llevaron a ser dirigente de la Central, pero no quería abandonar mi chaco, porque ir como dirigente era abandonar todo. Pero decidí hacerlo y dedicarme al cien por ciento a la dirección sindical”.

“¿Y si no hubiera sido dirigente sindical, qué le hubiera gustado ser?”. “(Al llegar al Chapare) mi gran deseo era hacer plantaciones de naranja, plátano, coca, y con las ganancias estudiar en Cochabamba. Mi deseo era ser periodista, ése era mi plan. Cuando era niño escuché en la radio que un Presidente de Ecuador era periodista. Así que yo quería ser periodista, ése era mi plan cuando empecé a trabajar”. Curioso que mencione que “un Presidente era periodista”. Tal vez más que periodista deseaba, ya entonces, ser Presidente’

El Gobierno utilizará la fuerza en las zonas de coca ilegal

El Presidente señala que ha bajado la presencia de cocales en los parques nacionales

Javier Viscarra / La Paz – 01/05/2011

Durante la entrevista, se le consultó al Presidente sobre el aumento del narcotráfico en el país y las acciones que tomará su Gobierno ante la resistencia de algunos productores de coca a las tareas de erradicación en zonas ilegales en las que, incluso, se registraron enfrentamientos.

“En Colomi no debería haber coca; tampoco en el parque Isiboro y en el parque Carrasco. Hay resistencia, evidentemente, pero no son los sindicatos afiliados a las federaciones”, dijo el Presidente.

Al referirse a esas zonas de resistencia manifestó: “Entonces ahí, lamentablemente, hay que usar nomás la fuerza”.

Según el Presidente, la presencia de cocales en zonas ilegales ha bajado. “¿Si estamos en la defensa de la Madre Tierra, cómo vamos a plantar cocales en parques nacionales? Pero hay muy poca resistencia, de acuerdo a los últimos informes de los parques”.

“No todos somos iguales. En algunas federaciones, en algunas centrales, es fuerte el ‘control social’. Es mi obligación decir la verdad: si alguien no respeta el cato de coca, especialmente en el Chapare, es enemigo de la coca y ellos lo saben”, dijo.

“En el último debate que hemos tenido en Villa Tunari con las seis federaciones a nivel de ejecutivos, no a nivel de las bases (…), había compañeros que han planteado ‘cultivo casado’, es decir que si no tiene otros productos además de la coca, hay que erradicar su coca. Ése es planteamiento nuevo, a mí me ha sorprendido”.

Según el Primer Mandatario, “la gente que no vive ahí y que solo viene a cosechar e incluso quiere ampliar a otro cato está perjudicando. La gente que vive allá, que realmente respeta su cato de coca y tiene otras plantaciones nos pide mercados, quieren ampliar a otros productos como palmitos, cítricos y otros, bienvenidos”, señaló.

Acuerdo trinacional

Sobre el postergado acuerdo antidrogas a ser firmado entre Bolivia, Estados Unidos y Brasil, Morales dijo que la participación de Estados Unidos “es bastante reducida, aunque es su obligación porque allí está el origen del narcotráfico”.

“Es de mucha importancia la lucha contra el narcotráfico y el Gobierno se esfuerza en la reducción, pero aquí hay algo importante: ¿qué Gobierno antes ha entrado en la reducción de coca en La Paz o en Beni? Ninguno. Cuesta explicar a los compañeros, convencerlos, persuadir que es importante la reducción. En La Paz, el año pasado casi llegamos a mil hectáreas de erradicación, ahora hemos avanzado bastante”, dijo.

“Es una reducción con respeto a los derechos humanos, consensuada. Es el mejor aporte en la lucha contra el narcotráfico”, explicó el Presidente.

“Lo que nos falta es tecnología, sea para medir cocales o para perseguir narcotraficantes, como radares y aviones equipados”.

Al ser consultado sobre el Acuerdo Marco con Estados Unidos, que ayudaría a normalizar las relaciones con ese país, el Presidente hizo algunas revelaciones importantes:

“El canciller David Choquehuanca avanzó bastante y estaba muy alentado, muy contento. Pero en el intercambio de notas, en la última versión del acuerdo que nos mandaron, dice ‘abajito’ que se acepta todo lo que se ha avanzado, pero también queda en vigencia el Acuerdo Marco anterior. ¡Es decir que no pasa nada!, el último punto anula todo lo avanzado”, reveló Morales

“En el texto anterior del Acuerdo Marco ellos no respetaban nuestras normas, nuestra Constitución. Todo estaba sometido a las normas de Estados Unidos. El nuevo acuerdo busca respetar sus normas, su Constitución en su territorio y ellos también tienen que respetar nuestra Constitución en nuestro territorio. Son temas de fondo”, añadió Morales.

El tema sigue en revisión: “Este tema no se acepta y se ha pedido que lo revisen en EEUU y no creo que acepten. Siempre nos ven desde arriba, siempre nos quieren imponer, no nos ven como un país de respeto mutuo”, comentó.