Elio Pedraza Vargas
El primero de mayo el presidente Morales promulgó el D.S. 871 en la mina de Huanuni favoreciendo a unos sectores y discriminado a otros y, lo que es peor, nos quieren hacer creer que lo que están haciendo es lo justo para un sector que a decir del vicepresidente es quien da la plata al erario nacional, o sea los petroleros y los mineros que levantan la mano izquierda cuando entonan el himno nacional, por supuesto, eufórico el presidente y sus fanáticos luego de haber destruido al sector agro productivo del país.
Pues bien, abrogado el 21060 ¿qué sucede con las leyes que mínimamente permitía invertir y exportar? Si antes ya no querían invertir por la inseguridad jurídica y peor exportar porque nuestros gobernantes creen que el boliviano es tan real a nivel mundial como el dólar norteamericano, entonces ahora es obligación preguntarse, ¿En qué nos han metido los intelectuales untaditos con el aroma del pueblo?
Y ¿qué tan serio es nuestro presidente? Porque desde que fue dirigente hasta cuando pasó por la Cámara de Diputados e incluso cuando viajó, proponía la abrogación del D.S. 21060, y ahora nos sale con dos articulitos que dejan al pueblo en ascuas porque nadie sabe a qué atenerse; ¿Están aún en vigencias las leyes como la forestal, el Código de Minería, la de bancos e identidades financieras? o ¿habrá qué esperar que la comisión se invente nuevas reformas? Y ¿Mientras tanto, qué???
Mientras tanto habrá que entenderles como a su D.S. 0809 en su artículo 2 parágrafo. I que establece que el incremento salarial es del diez por ciento (10 %) y se menciona el artículo 26 de la Ley 062 la cual dice:
“El incremento salarial que disponga el Órgano Ejecutivo sumado al sueldo básico de los servidores públicos, no debe ser igual ni superior a la remuneración básica mensual percibida por el Presidente del Estado Plurinacional, debiéndose establecer acciones administrativas y normativas necesarias que permitan dar cumplimiento al presente Artículo”.
Y desde luego que rompe toda norma cuando el artículo 7 del D.S 0809 establece que para la gestión 2011, el incremento salarial para el sector privado toma como base el 10 %, y quien respetará dicha disposición si el gobierno con su inversamente proporcional se ha inventado una escala salarial absurda, jamás diseñada por el Trotskismo como es la curva salarial, partiendo de una base, que se pensaba iba hacia arriba o llegaba a un tope, pero, ¿hacia abajo?, a quien se le ha ocurrido que se debe andar de cabeza y no con los pies.
La respuesta es obvia y lo reiteramos. Los intelectuales que cada vez se dan un baño de popularidad con música social y el olor a pueblo no saben en que andan, porque a unos le dan más y a otros le dan menos y, mientras tanto exigen del pueblo no discriminar y algunos con pelo en pecho o con pollera amarrada salen gritando que son discriminados por los interculturales y aparecen los indígenas disfrazados proponiendo tomar todas las instituciones para escarmentar al blanco colonizador y usurpador de sus tierras.
Hubiera sido realmente verdadera la propuesta del presidente Morales de eliminar el 21060, si toda la burocracia del gobierno y los indios europeizados o los europeizados indios se hubieran dado la tarea de estudiar y promulgar un Decreto en serio, que nos explique concretamente la Cuarta parte de la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia:
Donde sepamos si nos vamos a basar en el “waki” el “ayni” la “mita” o como lo están intentando hacer de “nacionalizar” los recursos naturales para ingresar de lleno a la cadena productiva e industrializar los mismos o por ahí producir bienes y servicios “respetando” la decisión de los trabajadores en las nuevas empresas estatales.
O tal vez la economía cooperativista y tengamos por doquier cooperativas de explotación de la tierra comunitaria y si recuperamos el mar, tendremos cooperativas de pesca, pero hablar de una economía privada, como lo escribieron en el artículo 308.1 de la CPE y con el pedido de algunos dirigentes que buscan apropiarse de lo que no les costó, las cosas son para no creerlas.
Pero andamos así, inversamente, algunos porque lo son y otros porque quieren serlo.