La desintegración de la Policía

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Nadie que sabe que su puesto está basado en la docilidad y lealtad al régimen político, tomará en serio la responsabilidad de luchar contra la corrupción. Y la prueba es que Farfán no sólo se metió en el lodo confiado en la impunidad, sino que la podredumbre parece haberse incrementado en su corta gestión, con la red delincuencial de clonación de placas de automóviles.

Índice de los Editoriales de Periódicos

  1. Los Tiempos: DESBORDE DE LA CORRUPCIÓN POLICIAL

  2. El Deber: La Policía y su crónico mal

  3. Cambio: El pueblo tiene la palabra

  4. La Prensa: Corrupción, el cáncer de la Policía

  5. El Diario: Enérgica actitud contra la corrupción policial

  6. El Mundo: Respeto

  7. Clarín, Argentina:

  8. El Día: Bolítica

  9. El Día: Ingratas coincidencias

  10. El Día: El bebé de Rosmery

  11. El Día: La desintegración de la Policía

  12. El Día: Juan Pablo II y la esencia histórica de Iberoamérica

  13. El Día: Bolítica

  14. El Día: La historia de Hitler

  15. El Día: Falla la ‘otra economía

  16. El Día: Sin miedo frente a las urnas

  17. El Día: Marcelo Flores Saavedra, un luchador incansable

  18. El Día: Pacto mortal con Irán

  19. El Día: La Justicia agusanada

  20. El Día: Libertades y destinos

  21. El Día: Delirio y realidad




Los Tiempos: DESBORDE DE LA CORRUPCIÓN POLICIAL

Dados los antecedentes, corresponde respaldar la firmeza con que el Gobierno ha afrontado el reto de poner un límite a la corrupción policial

La decisión del presidente Evo Morales de quitar a la Policía nacional la administración y las recaudaciones tanto del servicio de identificación personal como de la emisión de licencias de conducir, ha actualizado un tema cuya solución se mantiene pendiente desde hace casi tres décadas.

En efecto, prácticamente desde que se restableció la vigencia de la institucionalidad democrática en nuestro país, en octubre de 1982, la transferencia de ambos servicios a una administración civil ha sido una tarea postergada una y otra vez. Los muchos intentos hechos en ese sentido por gobiernos anteriores fueron condenados al fracaso por las presiones de las cúpulas policiales y lo mismo ocurrió hace un año cuando estuvo a punto de aprobarse, en la Asamblea Legislativa, la propuesta de la ex Corte Nacional_Electoral (CNE)_para que se traspase el servicio de identificaciones al Registro Civil sin que se diera el paso final.

En esa, como en todas las oportunidades anteriores, tal propuesta fue resistida con el argumento de que ello implicaba romper el principio constitucional de que la Policía boliviana "ejerce la función policial de manera integral, indivisible y bajo mando único".

Siempre se supo, sin embargo, que el verdadero motivo de tal resistencia no era otro que la magnitud de los montos de dinero que tanto de manera lícita como ilícita fluyen alrededor de la emisión de cédulas de identidad y licencias de conducir.

Siendo tan grandes los intereses pecuniarios involucrados, y tan feroz la resistencia de las sucesivas cúpulas policiales en su defensa, ningún gobierno tuvo el valor necesario para emprender una reforma policial que, como no puede ser de otro modo, comience por atacar el principal origen de la descomposición ética y moral de la que es víctima la Policía nacional y, muy especialmente, sus reparticiones más ligadas a la recaudación de dinero, como son, precisamente, la Dirección Nacional de Identificaciones y del Organismo Operativo de Tránsito.

Si bien por ahora no se conoce en detalle el proyecto de ley que el Órgano Ejecutivo ha preparado para ponerlo en consideración de la Asamblea Legislativa, es de suponer que las tareas relacionadas con la identificación personal serán transferidas, como corresponde, al Tribunal Electoral. Menos presumible es la manera como se organizará el nuevo sistema de emisión y control de licencias de conducir, pero sí se puede asumir que, sea cual fuere, no será difícil que sea mejor que el actual.

Tan importante como lo anterior, por ser otra de las principales fuentes de corrupción, es la intervención de la Dirección de Prevención de Robo de Vehículos (Diprove), repartición policial que durante los últimos años adquirió las características de una verdadera organización delincuencial más que una policial.

En esas circunstancias y dados los antecedentes señalados, corresponde respaldar la firmeza con que el Gobierno ha afrontado el reto de poner un límite a la corrupción policial. Es de esperar que a diferencia de oportunidades anteriores esta vez sean vencidas las previsibles resistencias y que las reformas anunciadas sean algo más que retoques cosméticos.

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El Deber: La Policía y su crónico mal

La corrupción se halla firmemente enraizada en casi todos los niveles de mando de la Policía boliviana. De arriba hacia abajo. O viceversa. El mal es típico de la tropa, como lo pueden atestiguar los ciudadanos que en las calles son víctimas de exacciones por parte de los uniformados que vigilan el tráfico motorizado, pero también en los mandos superiores, tanto a escala nacional como regional, se dan casos que desprestigian a la institución. Obviamente que no se pueden ignorar honrosas excepciones al respecto, pero que de modo alguno alteran la situación.

Un último caso es elocuentemente demostrativo de la magnitud del referido mal en los cuadros de mando policiales. Nada menos que el propio comandante de la Policía Nacional, Ciro Óscar Farfán -al que el presidente Evo Morales le fijó plazo perentorio de 90 días para erradicar la corrupción-, apareció vinculado a un caso de ‘clonacion’ de placas de vehículos. En la puerta de su domicilio en La Paz se hallaba estacionada una camioneta con número de serie falsificada. Y a bordo se encontró documentación identificatoria de un cabo de la Policía que oficiaba de ‘estafeta’ cuando la máxima autoridad policial era nada menos que jefe de la Diprove, el organismo encargado de la lucha contra el robo de vehículos que los delincuentes ‘clonan’ para velar su acción delictiva, figura penal en la que ahora aparece comprometido quien antes se dedicaba a combatirla.

El Gobierno nacional dispuso inmediatamente la destitución de Farfán y su remplazo por quien le seguía en la estructura del mando nacional de la institución, aunque sin proceso judicial previo cuyas conclusiones arrojaran datos certeros sobre si la responsabilidad penal es personal y exclusiva del destituido comandante o hay tras él toda una red policial que descubrir, expulsar de la institución y someter a juicio a los responsables para las penas de rigor.

El caso plantea la necesidad de una completa restructuración institucional y aplicar un riguroso plan gubernamental de liquidación de la corrupción en filas policiales, particularmente de aquella que ensombrece a los mandos superiores y medios. Hasta ahora, las medidas que puso en práctica el Gobierno no dan resultado alguno. Consideramos absolutamente necesario que a dichos espacios de mando se los someta a vigilancia y fiscalización permanente, a fin de impedir que las autoridades policiales sigan cometiendo hechos ilícitos que dañen el prestigio de la institución o lo muy poco que aún a ella le queda en imagen.

Nos referimos a un bien organizado servicio privado de Inteligencia que desde el Ministerio de Gobierno le siga rigurosamente el paso a cuantos pasan por las comandancias nacionales y regionales de la Policía boliviana. Sus datos podrían ser valiosos para tareas de fiscalización a cargo de la Contraloría General del Estado, en lo que respecta a origen de los bienes adquiridos por las autoridades policiales, tanto en lo que concierne a inmuebles como motorizados, constatando, de paso, la legitimidad de la posesión o propiedad de estos últimos, detalle importante, toda vez que provienen de Diprove buena parte de los vehículos que incauta a particulares esta sección operativa.

De una vez por todas, hay que combatir a fondo y en serio la corrupción policial, que ya llegó hasta los más insospechados niveles.

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Cambio: El pueblo tiene la palabra

Más de medio centenar de periodistas participaron ayer —en un céntrico hotel de la ciudad de La Paz— de un desayuno trabajo con las autoridades del Tribunal Supremo Electoral, en el que se debatieron, por más de tres horas, respecto de la propaganda, la informacion y la difusión de los comicios del próximo 16 de octubre, en los que el pueblo elegirá en las urnas a las nuevas autoridades del Órgano Judicial y del Tribunal Constitucional Plurinacional.

No obstante, el debate se centró en el contenido del artículo 82 de la Ley del Régimen Electoral que expresamente prohíbe cualquier forma de campaña o propaganda relativa a la postulación de candidatos al Órgano Judicial y al Tribunal Constitucional Plurinacional en medios de comunicación radiales, televisivos, escritos o espacios públicos.

Es decir, los candidatos están prohibidos de emitir opiniones a su favor o en contra de otros postulantes ni conceder a entrevistas a los medios de comunicación. Y estos, bajo sanción y sin perjuicio de su responsabilidad penal, no podrán difundir documentos distintos a los producidos por el Órgano Electoral, referirse a una o un postulante en forma positiva o negativa, o generar espacios de opinión sobre los candidatos.

No obstante, estas y otras disposiciones contenidas en el artículo 82 de la Ley del Régimen Electoral son rechazadas por un sector de periodistas bajo el argumento de que ese artículo supuestamente viola el derecho a la libertad de expresión e incluso advirtieron que en caso de que el artículo 82 no sea anulado o reformulado por la Asamblea Legislativa, a iniciativa del Tribunal Supremo Electoral, se correría el riesgo de que en las elecciones judiciales del 16 de octubre presuntamente se impondría el voto en blanco o nulo.

Si bien es cierto que el artículo 21, inciso 5, de la Carta Magna garantiza que las bolivianas y los bolivianos tienen el derecho a expresar y difundir libremente pensamientos u opiniones por cualquier medio de comunicación; el artículo 182, parágrafo III, de la Ley Suprema aclara que en el caso de los postulantes al Órgano Judicial y al Tribunal Constitucional Plurinacional estos no podrán realizar campaña electoral alguna a favor de sus candidaturas bajo sanción de inhabilitación, y faculta al Órgano Electoral como el único responsable de difundir los méritos de los candidatos, mandato refrendado por el artículo 80 de la Ley del Régimen Electoral.

Además, la Carta Magna manda que los nuevos magistrados serán electos mediante sufragio universal, previa preselección de la Asamblea Legislativa Plurinacional por dos tercios de votos. Es decir, a diferencia del cuoteo político del pasado, por primera vez los bolivianos elegirán con su voto a las nuevas autoridades judiciales.

Sin embargo, este derecho soberano del pueblo será ejercido tras evaluar los méritos de cada uno de los postulantes por la información que sobre los mismos difundirá el Tribunal Supremo Electoral, precisamente a través de los medios de comunicación, pero bajo el principio de igualdad garantizado por la Constitución Política del Estado y la Ley del Régimen Electoral.

Por eso, no es cierto que la libertad de expresión esté amenazada sino que ningún derecho es ilimitado y el ejercicio de la libertad de expresión no es la excepción, porque se trata de un derecho tan sensible en sus consecuencias públicas que requiere que lo que se transmita sea respetuoso de los derechos de los demás.

Y en el caso de comentamos, el derecho de los postulantes al Órgano Juidical y al Tribunal Constitucional Plurinacional a tener las mismas oportunidades para que el pueblo conozca sus méritos, y vote por ellos, debe ser garantizado.

En este contexto, el fin supremo de las elecciones del próximo 16 de octubre es la despolitización de la justicia, asumir la voluntad soberana  del pueblo en las urnas y sepultar definitivamente el tradicional cuoteo político de la justicia boliviana.

El fin supremo de las elecciones del próximo 16 de octubre es la despolitización de la justicia, asumir la voluntad soberana  del pueblo en las urnas y sepultar definitivamente el tradicional cuoteo político de la justicia boliviana.

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La Prensa: Corrupción, el cáncer de la Policía

Lo que no se esperaba y es inaceptable es que la máxima autoridad, el Comandante General, pueda verse inmiscuido en un tema de corrupción, si bien se presume su inocencia.

El cáncer que se halla regado dentro de la Policía Boliviana, la corrupción, se encuentra en un estado crítico de metástasis, en una fase tal que puede ser terminante para todo quien se aproxime a ella. El problema es tan engorroso que el Presidente del Estado Plurinacional se ha visto obligado a retirar de funciones a su Comandante General, el cual, presuntamente, se encuentra vinculado al caso ?camioneta clonada?, asunto que hasta la fecha no ha podido ser esclarecido. En un discurso pronunciado a tiempo de la toma de nombre de la nueva máxima autoridad de la ?verde olivo?, el Primer Mandatario ha sorprendido a la nación con terminologías relacionadas con el cohecho (comúnmente denominada coima), tales como ?aceitito, cupo, diezmo, formar, filo, plan, poner, rayar, saludar, sanción, timbre, toque, tres días, vía rápida?, que para muchos ciudadanos eran desconocidas. Como existen tantas denominaciones para la ilegal percepción de dinero, existirán en consecuencia innumerables funcionarios policiales que utilizan éstas en el ejercicio diario de la función.

En lo que va del año, un alto oficial retirado de la Policía se ha visto relacionado con uno de los escándalos más grandes ligados al tráfico ilícito de estupefacientes, dentro del denominado ?caso Sanabria?, el que ha alcanzado a otros funcionarios de menor rango. Todos ellos recluidos en diferentes penitenciarías hasta que en debido proceso se pruebe su culpabilidad. El exgeneral René Sanabria se encuentra recluido en una cárcel de los Estados Unidos. Este incidente produjo un primer cambio en las más altas esferas de la institución, llegando el Presidente, incluso, a exigir la erradicación de la corrupción en un plazo de 90 días. Sin duda, ésta era una misión imposible. En tres meses de gestión no se puede extinguir un mal que se percibe perpetrado en la entidad. Lo que la ciudadanía esperaba, en todo caso, eran acciones palpables de lucha contra la corrupción dentro de la ?verde olivo?. Actos que demuestren un cambio en la Policía, que en el tiempo y producto de mucho trabajo devuelvan la credibilidad hacia la población. Lo que no se esperaba y es inaceptable es que la máxima autoridad, el Comandante General, pueda verse inmiscuido en un tema de corrupción. Si bien se presume la inocencia del funcionario hasta que no se pruebe lo contrario, el sólo hecho de su presunto involucramiento causa gran susceptibilidad en contra de toda una institución.

Sin embargo, es importante señalar que el problema no se resolverá con el cambio de una autoridad. Una persona no será capaz de combatir contra un sistema, del cual no sólo son culpables los uniformados, sino también algunos ciudadanos, quienes practican comúnmente el cohecho, a efectos de lograr una solución sencilla a sus necesidades o problemas.

Es responsabilidad del Estado preguntarse por qué la Policía, desde sus mandos más bajos hasta los más importantes, recurre a estos hábitos ilegales. ¿Será que se requiere de una reevaluación integral de la institución del orden? Tal vez sea imprescindible realizar ajustes a los sueldos de estos servidores, a efectos de que éstos no se vean tentados a recurrir a otras fuentes irregulares de ingresos. ¿Cuál es la escala salarial de la Policía? ¿Cuánto gana un cabo o un sargento por el desempeño de sus funciones? De repente respondiendo estas simples interrogantes se encuentre el origen de todos los males.

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El Diario: Enérgica actitud contra la corrupción policial

Reaccionando decididamente contra los brotes de corrupción que se registran en la institución policial, el Gobierno ha vuelto a adoptar enérgicas medidas disciplinarias, removiendo por segunda vez, en menos de tres meses, a la máxima autoridad de ese organismo dependiente del Poder Ejecutivo. Una serie de denuncias de actos contrarios a la ética profesional determinó que se adopte esa acción, con la esperanza de que, en esta oportunidad, los resultados sean positivos y pongan fin a un lamentable estado de cosas de larga data.

El reciente cambio de Comandante de Policía adquiere notable significado desde el momento en que hace sólo tres meses, al responsable de ese organismo fue sustituido súbitamente por otro, a quien el presidente Evo Morales le conminó a que “erradique la corrupción en el tiempo de tres meses” y que devuelva en esa forma el respeto y credibilidad que había perdido ante la opinión general la institución encargada de controlar la moral pública.

Sin embargo, pese a la advertencia presidencial, en ese plazo, al contrario de lo dispuesto por orden superior, en la institución policial se presentaron alarmantes hechos irregulares, en los que, además, resultaron comprometidos importantes elementos de la jerarquía policial, como en el caso de narcotráfico del general René Sanabria, sin que, por otro lado, se muestre signos de que el problema denunciado por el Gobierno redujese su virulencia. Es más, el anterior Comandante resultó implicado en la clonación de documentos de un automóvil aparentemente de su propiedad e inclusive hubo denuncias de varios casos similares en niveles de menor jerarquía, al extremo de que hasta el Vicepresidente del Estado afirmó que estaba “hasta la coronilla” por denuncias de una serie de mentiras y difamaciones contra su persona y su familia.

El tema preocupante es que desde hace tiempo se anunció una lucha contra la corrupción, mal que en vez de disminuir, sigue creciendo. El mismo Ministro de Gobierno ya destacó en julio del año pasado que “si la Policía no se transforma se constituye en una amenaza porque seguirá conviviendo con delincuentes”. Afirmó textualmente que había puesto en aplicación un proyecto denominado “Plan Final” destinado “a la depuración de nuestros efectivos, la formación de nuestros cuadros policiales y la cualificación de nuestros recursos humanos” (EL DIARIO, 28-7-2010), medida acerca de la cual un comentario editorial manifestó que si no se procedía con sinceridad en una reforma policial, la medicina sería peor que la enfermedad.

Como las diversas disposiciones del Estado se dedican exclusivamente a combatir los efectos y no las causas, el problema no fue resuelto y lógicamente, más bien, se agravó, pese a que el presidente Morales demandó al Comandante designado hace tres meses que acabe con el “cáncer” de la corrupción policial, conminándole, además, a poner fin al delito en tres meses. Ahora, el nuevo Comandante policial asume las mismas responsabilidades que los anteriores, pero a la vez hereda un sistema que debe administrar ya no con el simple objetivo de combatir los efectos, sino erradicar las causas que determinan el “cáncer” en los mecanismos bajo su dependencia.

La sorpresiva designación de un nuevo Comandante de la Policía tiene el detalle de que también conmina a la autoridad a continuar la lucha contra la corrupción en las esferas policiales, aunque sin especificar fecha para alcanzar ese anhelado objetivo, de tal forma que el país retorne a la tranquilidad y así el organismo encargado del orden público recupere la confianza de la población.

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El Mundo: Respeto

En cualquier situación que se desenvuelve normalmente dentro de un grupo social, el respeto a las leyes resulta siendo algo natural que vale la pena mantener vigente, para beneficio de todos los miembros de la comunidad.

Una de las mayores características de la vigencia de un régimen democrático resulta la existencia de diferentes instancias de manejo de la administración que tiene distintas responsabilidades y cada una de ellas se desenvuelve en el marco de la autonomía de cada una de las organizaciones que la componen.

El respeto al desenvolvimiento de las tareas de cada una de esas instancias resulta no solo una particularidad, sino una característica que debe ser respetada por todos los ciudadano.

La presencia de los gobiernos de facto, de los cuales nuestro país tuvo una cantidad apreciable, se caracteriza principalmente por el avasallamiento de las instituciones, para poder desenvolverse de manera arbitraria evitando cualquier forma de control.

El hecho de que el actual gobierno se haya caracterizado por haber centralizado el poder en manos de una sola persona, ha dado lugar a que la ciudadanía recuerde con claridad aquel manejo directo de todas las instancias del gobierno, en beneficio de un grupo determinado.

En tales circunstancias, no resulta de ninguna manera extraño que el dirigente de la COB se anime a afirmar que el Gobierno se encuentra con intenciones de tomar bajo su control el organismo rector de las actividades de las organizaciones laborales del país.

Las explicaciones del vicepresidente del MAS, con relación a esa denuncia hecha por dirigentes de la Central Obrera Boliviana nos muestra la posibilidad de que las criticas estuvieran presentándose en doble sentido o que olvidando la realidad que se vive actualmente en el país, el dirigente estuviera refiriéndose a alguna situación lejana, donde los valores democráticos se mantenían vigentes.

La afirmación aclara que el Gobierno es ‘respetuoso’ de todas las instancias administrativas de la organización de los trabajadores y que de ninguna manera se animará a interferir en el proceso de elecciones, para intentar torcer la voluntad de las organizaciones que forman parte del organismo laboral.

Lo primero que se nos ocurre al escuchar tales declaraciones, es de preguntarnos por qué la dirigencia del MAS no procede de la mismas manera cunado se refiere a la intervención en las organizaciones del Estado, al extremo de que todas parecen ser la misma cosa, ya que las acciones de los poderes: ejecutivo, legislativo, judicial e inclusive electoral funcionan de la misma manera, optando por continuar las determinaciones que nacen en el palacio quemado.

Estamos a punto de proceder a la formación del Poder Judicial y nos interesaría que el partido de gobierno se animara a actuar de la misma manera con ese poder del Estado esperando que sean los ciudadanos los que elijan a los miembros en bese a una selección de candidatos que se postulen libremente y conforme a lo adecuado, en ese caso sería bien que los gobernantes procedan a la calificación de los mismos, sobre el llenando de los requisitos exigidos por la Constitución Política del Estado para esa postulación, dejando en manos de los ciudadanos la decisión de elegir entre los que estén habilitados, sin importar si son de derecha, de centro o de izquierda.

Dentro de ese panorama, los medios de comunicación cumplirían su tarea de ilustrar a la ciudadanía sobre los antecedentes y cualidades de los candidatos, con el fin de que los mismos sean conocidos a profundidad antes de proceder a la elección y no como se ha planteado.

Nos parece muy bien que el partido de gobierno decida no intervenir en las decisiones que los trabajadores puedan tomar con el funcionamiento de su organismo representativo, pero de la misma manera, sería loable que piensen de la misma manera cuando se trata de la libertad que deben tener todos los ciudadanos, para elegir libremente a sus magistrados.

No queremos aceptar que se piense que la autonomía de la COB que representa la voluntado de los trabajadores, sea para los gobernantes más importante que la del Estado en su conjunto que debe representar los interese de todos los ciudadanos.

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Opinión:

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Clarín, Argentina:

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El Día: Bolítica

Esta situación nos obligó a cambiar al Comandante de la Policía y esperamos con el nuevo comandante y su estado mayor mejorar y superar algunas irresponsabilidades de algunos oficiales".

Evo Morales
Presidente de Bolivia


Se dice que: El Presidente de Bolivia destituyó al jefe de la Policía acusado de apoyar una mafia que falsificaba documentos de vehículos robados, en lo que ha constituido un nuevo escándalo de corrupción en la cúpula de esa institución.


Seremos inflexibles en hacer cumplir de manera puntual la Ley 101, que tiene por objeto regular el régimen disciplinario de la Policía Nacional en resguardo de la dignidad de los funcionarios policiales".

Jorge Santiesteban

Nuevo Comandante Nacional de la Policía

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El Día: Ingratas coincidencias

El prestigioso periodista boliviano Harold Olmos presentó el miércoles su libro “Allá donde me sepulten nadie se arrodillará”, un recuento milimétrico y perfectamente documentado sobre el “caso Rózsa”. Este informe periodístico delata con lujo de detalles el plan que armó el régimen de Evo Morales para desestabilizar a la oposición política que había encontrado en Santa Cruz su punta de lanza. Durante la ceremonia de presentación del libro, realizada en el Club Social 24 de Septiembre, circuló entre la concurrencia el dato sobre la destitución del comandante nacional de la Policía, Ciro Farfán y la posesión del sustituto, el general Jorge Santiesteban. Este oficial era el jefe de inteligencia cuando se produjo la matanza del hotel Las Américas, donde fueron ejecutados Eduardo Rózsa Flores y otros dos extranjeros. Él condujo el operativo policial aquella fatídica madrugada en la que actuaron también varios agentes del Gobierno que más tarde fueron acusados de “plantar” pruebas, sobornar testigos y armar un gran complot contra la dirigencia cruceña. Santiesteban fue destituido meses después en castigo por la fuga del ex prefecto de Cochabamba, Manfred Reyes Villa. Su premio no tardó en llegar.

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El Día: El bebé de Rosmery

Pido disculpas a Roman Polanski y su filme de horror demoníaco de 1968, “El bebé de Rosemary”, pero yo asocio el engendro étnico “yuracaré-mojeño” con el bebé de Rosmery Gutiérrez, mezcla de una y otra etnia, de nombre blancoide, oriunda de Puerto Villarroel, departamento de Cochabamba. El meollo es la pretensión del partido de gobierno de arrebatar un curul a la oposición en la Asamblea Legislativa del departamento de Santa Cruz.

Las implicaciones son un platillo que solo se puede digerir aderezado con una salsa picante de sardonia. Uno, ¿viene al caso que Yuracarés y mojeños hayan caminado juntos en la Marcha de los pueblos originarios del oriente boliviano por el Territorio y la Dignidad, en 1990? También marchaban Esse-Ejja, Tacanas, Chimanes, etc., sin que ello signifique que apareamientos entre ellos multipliquen las etnias o “nacionalidades” reconocidas en la Constitución de La Calancha.

Dos, nadie mejor que el lingüista Xavier Albó, autor de un sesudo estudio sobre las mil caras del quechua, para confluir en que si la lengua es un aspecto principal de la identidad étnica, el “yuracaré” es un lenguaje aislado según Loukotka, que nada tiene que ver con el grupo lingüístico Mojo de stock arawako. La Asamblea Legislativa cruceña reconoce a los mojeños como uno de sus pueblos originarios con derecho a curul, no a los Yuracaré-mojeño, ni a las combinaciones ad infinitum de nuevas “nacionalidades” híbridas. Tales engendros son sustento de que Bolivia es mayormente mestiza.    

 
Tres, la Marcha por el Territorio y la Dignidad de 1990 consolidó el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro-Sécure (Tipnis), la frontera entre pueblos originarios de tierras bajas –Trinitarios (de origen mojeño), Yuquis y Yuracarés- y los cocaleros del Chapare. Puerto Villarroel es una población donde toman contacto “urbano” –y lo que ello implica en presencia estatal y servicios asistenciales- indígenas de tierras bajas y cocaleros chapareños. La frase “que los indígenas no nos hagan renegar” define la actitud de estos últimos, grupo privilegiado de arrimados dedicados al cultivo de la coca y cobijados en su jefe máximo, que también es Presidente de “todos” los bolivianos. Fue una amenaza proferida por un senador cocalero del partido de gobierno, contra los Trinitarios (de origen Mojeño), Yuqui y Yuracaré, que se oponen al desborde de la frontera de la coca al Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro-Sécure (TIPNIS) con la carretera “transcocaleira”. ¿Quizá la migración del pueblo Yuracaré hacia tierras cruceñas de mojeños tiene que ver con irse a “regiones de refugio” lejos de los cocaleros?

El trasfondo es una típica cachaña política del régimen de Evo Morales, dentro su campaña para anular a la oposición. No es cuestión solo de subyugar cambas autonomistas en una Media Luna opositora, que incluye a chapacos que poco comen masaco. Empezó con la invasión de Pando y el cautiverio sin sentencia ni presunción de inocencia de su gobernador. Prosiguió con el acoso judicial de mandos electos en Chuquisaca. En Cochabamba comprar vehículos nuevos y en Potosí adquirirlos usados neutralizaron opositores elegidos en democracia. Luego le tocó el turno al gobernador de Tarija, que se exilió en Paraguay. Miren lo que pasó al otrora leal aliado sin miedo en el departamento de La Paz. Hoy aplican banderillas sangrantes al torete beniano: ya tenía clavada una de cuarto millón de fianza y arraigo; ahora le chantaron otra de cincuenta mil y arresto domiciliario.

No es poca cosa lo que se juega. Tomar la fortaleza cruceña es lo único que falta en este adiós a la democracia representativa de equilibrio de poderes y alternancia presidencial. La meta es un Estado Plurinacional autocrático, con Poder Legislativo de levanta-manos, un Poder Judicial sumiso y estamentos electorales y constitucionales cooptados.

Para mí, la principal implicancia es que el fundamento mismo del régimen de Evo Morales –la tan mentada plurinacionalidad- está siendo minada desde adentro por el apetito político. Es clara demostración de que la cantonización de Bolivia mediante un engendro basado en 36 nacionalidades “originarias”, es subalterna a la autocracia política en ciernes, a la centralización que niega la autonomía regional, y a la hegemonía aimara-céntrica.   

Causan sorna los charlatanes de ferias pueblerinas, que sacan de una canasta a una inofensiva e infeliz boa, para reunir a bobalicones atraídos por los curalotodos que ofrecen. De cuando en cuando profieren la frase “¡no me pise la víbora!”, cuando la montonera se distrae del reptil. 

La multicolor boa es la tan mentada plurinacionalidad, hoy mellada desde el oficialismo. El blablá de los “pajpakus” evoca la retórica y la propaganda gubernamentales, incluidas la cizaña presidencial y la sabihondez vicepresidencial. Los incautos boquiabiertos son los bolivianos, tanto los cooptados con pegas en un sector público duplicado en cuatro años –casi 70.000 votos seguros para las próximas elecciones,  piensan los estrategas del gobierno- como los miles a los que la desilusión con el actual régimen ha entrado por la barriga, después que la chambonada del “gasolinerazo” abrió la puerta a la inflación y volteó su patuleca estantería de control de precios.

¿Cuajará el engendro de la nueva nacionalidad étnica en el escenario cruceño, donde el mestizaje ha sido respetado, si no incentivado? Si así fuera, ojalá que reconociendo a la mayoría mestiza del país.
 

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El Día: La desintegración de la Policía

Ciro Farfán ha sido destituido de la comandancia de la Policía Boliviana luego de un estruendoso caso de corrupción. Apenas estuvo en el cargo dos meses y ocho días. Farfán asumió ese cargo en medio de otro escándalo que tuvo como epicentro al general  René Sanabria. En esos días comenzaron a granear los hechos de policías y oficiales envueltos en bandas delincuenciales y el presidente Morales le encargó al nuevo jefe limpiar la institución en un plazo de 90 días. Farfán no sólo incumplió con la tarea encomendada, sino que prohibió a sus subordinados hablar de corrupción policial. La orden no impidió, sin embargo, que se filtre el dato sobre una camioneta con la placa falsificada de propiedad del uniformado.

Todos los cambios y nombramientos policiales efectuados durante la gestión de Evo Morales han estado rodeados de polémica. Ciro Farfán recibió en premio ese cargo por la salvaje represión que condujo en la localidad de Caranavi, donde fueron ejecutados dos dirigentes campesinos que protestaban contra el Gobierno. Nadie que sabe que su puesto está basado en la docilidad, la connivencia y la lealtad al régimen político, tomará en serio una responsabilidad institucional de luchar contra la corrupción. Y la prueba es que Farfán no sólo se metió en el lodo confiado en la impunidad, sino que la podredumbre parece haberse incrementado en su corta gestión, tal como lo demuestra la existencia de una red delincuencial de clonación de placas de automóviles enquistada en Diprove.

¿Quién sustituye a Farfán? Se llama Jorge Santiesteban, el oficial que condujo la matanza del hotel Las Américas el 16 de abril de 2009 y que actuó subordinado a agentes civiles del Gobierno del MAS, que usaron a la Policía para ejecutar un macabro plan de criminalización de la dirigencia cívica y empresarial de Santa Cruz. ¿Qué moral puede tener el régimen de Evo Morales para exigirle rectitud y apego a las leyes al nuevo comandante? ¿Con qué autoridad puede el flamante jefe exigirle limpieza a los policías y oficiales a su cargo? Es obvio que dentro de la institución puede estar anidando el malestar por esta burda manipulación de los ascensos y las designaciones y por otro lado, un sentimiento de que el camino correcto es la sumisión absoluta al “proceso de cambio” y en función de eso, aprovechar lo mejor posible las ventajas de la militancia. Ese fue el razonamiento que llevó al general Sanabria a convertirse en narcotraficante y seguramente hoy seguiría enviando contenedores con droga a Chile, de no haber sido por la DEA que se le cruzó en el camino.

Mientras que la imagen de la Policía Boliviana se desintegra en este mar de corrupción, el régimen de Evo Morales se cuida las espaldas, pese a que es precisamente el responsable de esa descomposición. Aprovechándose de esta coyuntura, el Gobierno ha decidido quitarle a la Policía la responsabilidad en el otorgamiento de cédulas de identidad y licencias de conducir, lo que podría incrementar el malestar y la división dentro de la entidad. La medida, que está dirigida lógicamente a incrementar la manipulación de los registros electorales, es absolutamente irreflexiva y obviamente, muy lejos de la supuesta lucha contra la corrupción que tanto predica el Estado Plurinacional.

Nadie que sabe que su puesto está basado en la docilidad y lealtad al régimen político, tomará en serio la responsabilidad de luchar contra la corrupción. Y la prueba es que Farfán no sólo se metió en el lodo confiado en la impunidad, sino que la podredumbre parece haberse incrementado en su corta gestión, con la red delincuencial de clonación de placas de automóviles.

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El Día: Juan Pablo II y la esencia histórica de Iberoamérica

Frecuentemente se hace mención a la influencia determinante que la palabra y las orientaciones espirituales de Juan Pablo II han ejercido sobre los grandes cambios históricos acaecidos en la Europa del Este, desde fines de la década del ’80 y comienzos de la siguiente.  Tales referencias son sin duda justas si bien no siempre se reconoce que ese influjo no ha respondido a una intención prioritaria o deliberada del Pontífice, ni mucho menos a la programación sistemática de una política, sino fundamentalmente al hecho de que el personaje a quien se alude nació en Polonia y a la circunstancia indiscutible de que en él se dan las condiciones de una suprema lucidez intelectual unidas a las facultades de una prodigiosa actividad pastoral, en los casi ya veinte años transcurridos desde su elección al papado.

La oportunidad histórica y el lugar de su procedencia, junto a la particular fulguración de su persona, han sido, ciertamente, los factores que han llevado al Papa a ocupar un lugar preponderante en el mundo actual.

Hay algo misterioso en el destino de la nación polaca, algo especialísimo en el vigor de su fe religiosa, sostenida a través de los siglos, frente a las mayores adversidades, que le ha permitido actuar de un modo decisivo en las transformaciones políticas ocurridas en la Europa oriental y central.  Una biografía reciente de Juan Pablo II, escrita por dos periodistas de fama internacional, Berstein y Polleti, ilumina de un modo penetrante este carácter único, sorprendente, del catolicismo en Polonia.  Este pueblo ha resistido prolongados períodos de opresión, manteniendo inquebrantable su actitud religiosa gracias a la cual ha conservado su unidad y su personalidad, en el cruce de corrientes entre el mundo eslavo y el mundo germánico, bajo el comunismo y el militarismo engendrado por éste, ante el nazismo y bajo el fuego de todas las corrientes de destrucción que han asolado las tierras situadas entre el Báltico y la línea divisoria del Vístula y el Danubio. 
La lucha por la obtención de libertades sindicales, bajo la acción carismática de Lech Walesa, se proyectó sobre toda la extensión del mundo soviético con las consecuencias que son de todos conocidas. 
Mucho se ha escrito sobre la fuerza con que pudo influir, más indirecta que directamente, la presencia espiritual del Papa polaco en los cambios que a partir de entonces se sucedieron en la Europa del Este.

Poco se ha dicho, en cambio, sobre la clara y directa influencia que Juan Pablo II ha ejercido en los países iberoamericanos para fortalecer en ellos la conciencia de que todos ellos forman una comunidad de pueblos, "una familia de naciones", como él mismo lo dijera en Montevideo, al sellarse la decisión de paz entre Argentina y Chile en 1979 después de haber llegado ambos países al borde de una situación bélica, felizmente superada gracias a la mediación papal una vez resuelta  la crisis de los canales australes, la cual pudo haber llevado a una situación tan demencial como catastrófica en el cono sur del continente.

El Papa no ha perdido ocasión, desde el comienzo de su pontificado, en cada una de sus memorables visitas a los países hispanoamericanos, para recordarles que entre todos ellos existen vínculos comunes e indestructibles, que confieren fecundidad y solidez a su cultura, y que tienen su raíz en el origen histórico, en el mestizaje, en la lengua -sea ésta el español o el portugués- y, sobre todo, en su herencia católica, desde el comienzo de la evangelización, en los siglos XVI y XVII.

Algunas frases suyas, entresacadas de los numerosos discursos y documentos publicados en ocasión de sus viajes a nuestra América, podrán ilustrar mejor que cualquier comentario acerca de su pensamiento en lo que atañe al tema del que me ocupo.

En Santo Domingo, el 12 de octubre de 1984, pronuncia un llamado a que los pueblos hermanos se reconozcan "en la unidad de una gran patria latinoamericana". 
Ya en 1979, en el documento de Puebla, en el que tan directamente se aprecia la huella de Juan Pablo II, se recogen expresiones como éstas: "Existe una originalidad histórico-cultural que llamamos América Latina", o bien, "el pueblo latinoamericano va caminado entre angustias y esperanzas, entre frustraciones y expectativas".  En otra parte se afirma:  "La fe de la Iglesia ha sellado el alma de América Latina, marcando su identidad histórica esencial y constituyéndose en la matriz cultural, de la cual nacieron los nuevos pueblos".

En Buenos Aires, en la Casa Rosada, el 6 de abril de 1987, el Papa se refiere a la necesidad de afianzar "los lazos de fraternidad existentes entre los pueblos que componen la gran familia latinoamericana".

Al celebrarse el V Centenario de la Evangelización de América, en 1992, el Papa dirigió múltiples mensajes reafirmando esos mismos conceptos.  Un testimonio de esa actitud puede recogerse, por ejemplo, en su visita a Salta, Argentina, ocasión en la que expresó lo siguiente: "Mi agradecimiento a Dios por hallarme entre vosotros es, al mismo tiempo, agradecimiento por estos siglos de evangelización de la Argentina, que aquí en Salta se hacen particularmente visibles en su continuidad con los orígenes.  En los hombres y mujeres de esta tierra, en sus costumbres y estilo de vida, hasta en su arquitectura se descubren los frutos de aquel encuentro de dos mundos, que tuvo lugar cuando llegaron los primeros españoles y entraron en contacto con los pueblos indígenas que vivían en esta región, y en particular con la cultura quechua-aimará".

¿Para qué aducir nuevos testimonios? La misma idea vibra una y otra vez en los discursos al pisar tierras de América, sea en Piura, Perú; en México; en Salto, Uruguay; en Valdivia, Chile o donde sea.  Los pueblos de raíz hispano-luso-americana pertenecen a una comunidad histórica sostenida fundamentalmente en la fe y en la cultura.  Nadie entre todos los personajes mundiales ha puesto tanto énfasis como él en poner de relieve esta circunstancia que a todos nos afecta por igual, desde México hasta el extremo sur del continente.  Si la voz del Papa ha servido para señalar nuevos rumbos y fijar los rasgos distintivos o las necesidades más apremiantes de nuestro tiempo, como ha ocurrido también en sus mensajes acerca de la defensa del medio ambiente o en torno al tránsito de la modernidad a una nueva etapa en la cultura de Occidente o cuando ha hablado de los abusos tanto del estatismo como de un individualismo extremado o los que trae consigo el relativismo o los que acarrea la ilimitada competencia capitalista, sin conciencia social, o en su defensa apasionada de la vida y de la dignidad humana, en todos esos casos el Papa ha ido en vanguardia de los cambios fundamentales de nuestro tiempo.  En lo que se refiere a Iberoamérica, le debemos el haber señalado con admirable reiteración que Iberoamérica en el mundo de la cultura posee una originalidad y una identidad propia a la que jamás podrá renunciar.

Jorge Siles Salinas Miembro de las Academias Bolivianas de la Historia y de la Lengua, correspondientes de las Reales Academias españolas       

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El Día: Bolítica

Esperamos que el gobierno peruano solucione el problema inmediatamente. Se deben evitar más pérdidas que afectan al comercio bilateral y los compromisos asumidos con nuestros compradores internacionales".

Oswaldo Barriga
Gerente General de la Cadex


Se dice que: Los exportadores bolivianos calculan en 4,5 millones de dólares las pérdidas causadas por los diez días que lleva bloqueada la frontera con Perú, donde hay unos 600 camiones varados a causa de unas protestas en el vecino país.


Son carreteras que el transporte internacional utiliza para llevar las cargas de exportación desde los distintos puntos de nuestro país, hasta el puerto peruano de Matarani, uno de los productos más afectados es la soya".

Gustavo Rivadeneira
Secretario Ejecutivo de la Cámara Internacional del Transporte

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El Día: La historia de Hitler

Acaban de manda a la cárcel a un hincha de Oriente Petrolero que portaba una pancarta de rechazo al presidente Morales durante un partido. Lo mismo pretenden hacer con un dirigente juvenil que quemó en público la Constitución Política del Estado. En tiempos de Hitler, en Alemania elaboraron una inmensa lista de las personas que había que vigilar porque representaban una amenaza para el régimen. El inventario resultó ser tan largo que se tuvo que imprimir en varios tomos y los oficiales de la Gestapo no daban abasto para controlar a tantas personas, muchas de las cuales fueron encarceladas y asesinadas. La persecución llegó a tal extremo, que Hitler descuidó la guerra por abocarse a la cacería de sus opositores. La paranoia lo llevó incluso a sospechar de los propios generales y mariscales que conducían las tropas alemanas contra los ejércitos aliados y muchos de esos oficiales terminaron ejecutados por órdenes del tirano. Cuando un grupo de militares atentó contra la vida del Führer, la lista de sospechosos alcanzó a cinco mil y todos fueron asesinados. Cuando terminó de ajusticiar al último de los supuestos disidentes, las tropas aliadas ya habían ocupado Berlín y Hitler tuvo que suicidarse.

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El Día: Falla la ‘otra economía

Algunas cosas demasiado raras están pasando en Bolivia. Los indígenas que habitan el Parque Isiboro-Sécure se oponen a la construcción de la carretera de 306 kilómetros que podría unir el Chapare con la población beniana de San Ignacio de Moxos. Por otro lado, dirigentes campesinos del Norte de La Paz y también del Beni, han manifestado su enérgico rechazo a la apertura de un camino y varios puentes entre las localidades de San Buenaventura e Ixiamas, hecho que ha motivado la queja del presidente Morales, quien ha llegado a acusar de chantajistas a los originarios del oriente boliviano, por oponerse a las ventajas del progreso.

Ambas posturas se escudan en la preservación de una importante porción de selva tropical; sin embargo, todo indica que detrás de todo existe una razón aparentemente moral, pero que en realidad es económica. Los nativos del parque Isiboro-Sécure fueron los mismos que hace un par de semanas incendiaron 40 viviendas de productores cocaleros que habían trasladado sus actividades a esa reserva natural y cuando rechazan la apertura de la ruta asfaltada es porque no están de acuerdo con la expansión de la economía conformada por el binomio coca-cocaína. De hecho, el ex candidato a presidente de Brasil, José Serra bautizó a la carretera en cuestión como la “autopista de la droga”, porque permitirá unir al Chapare con el Beni y Pando, donde se han establecido importantes vías de exportación de cocaína, no sólo a territorio brasileño, sino también a Venezuela.

En el otro caso, el del Norte de La Paz y otras zonas del Beni, constituye obviamente, el medio de expansión de la zona cocalera de los Yungas, donde las tierras, además de estar saturadas por las plantaciones de coca, están dando señales claras de agotamiento.

¿Qué es lo que en realidad rechazan esas comunidades indígenas que se han ganado el rótulo de chantajistas nada menos que del Primer Mandatario? Ninguno de los dos grupos desea integrarse a la cada vez más numerosa lista de “narco-comunidades” que existen en varias zonas del país y que han generado una suerte de saturación de un mercado que tiende a achicarse. Como se sabe, las rutas que introducían cocaína hacia Brasil prácticamente se han cerrado gracias a la acción decidida de las nuevas autoridades de ese país en alianza con la DEA. Lo mismo se puede decir de Chile, que a través de la captura del general Sanabria brindó un mensaje bien claro a los narcotraficantes bolivianos y finalmente está Argentina, donde están hastiados de la droga “made in Bolivia”, al punto que la presidenta ha amenazado con cortar incluso las importaciones de coca para el acullico.

Los indígenas no se oponen ni a Evo ni a las carreteras, sino que están preservando su economía que lógicamente la van a dirigir a la producción de alimentos, un rubro que sí tiene futuro en Bolivia. Y sin duda lo harán antes de que los nuevos cocaleros peguen el viaje de vuelta hacia el maíz, el café o las naranjas, cuyos precios tienden a aumentar.

El circuito coca-cocaína siempre ha sido gravitante en la economía boliviana, pero últimamente parece haber llegado a un extremo que convierte en poco atractiva a esta actividad. En 1987, en pleno auge del narcotráfico, alrededor de 700 mil personas vivían de este rubro ya sea directamente o en forma indirecta. Según algunos cálculos, esa cifra se ha multiplicado por tres en los últimos años, gracias a un efecto de socialización. Y naturalmente, cuando una veta comercial se satura, la reacción mecánica del mercado es la búsqueda de otras opciones. Para el Estado Plurinacional esto también representa un problema ya que la economía formal, que adolece de graves problemas, podría estar quedándose sin blindaje.
 

En 1987, en pleno auge del narcotráfico, alrededor de 700 mil personas vivían de este rubro. Según algunos cálculos, esa cifra se ha multiplicado por tres en los últimos años, gracias a un efecto de socialización. Y naturalmente, cuando una veta comercial se satura, la reacción mecánica del mercado es la búsqueda de otras opciones. Para el Estado Plurinacional esto también representa un problema ya que la economía formal, que adolece de graves problemas, podría estar quedándose sin blindaje.

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El Día: Sin miedo frente a las urnas

Así parece moverse el Gobierno: sin miedo.  No importa lo que digan, publiquen o  denuncien por cualquier medio los bolivianos y sus instituciones. Le meten nomás. Con ese profundo  desprecio desatienden las sugerencias de la oposición, de la que forman parte en su juicio todos los que por capacidad, interés o valor cívico se atreven a expresar alguna discrepancia o exponen una crítica al proyecto político del MAS. Peor es la ceguera y la sordera cuando se hacen observaciones a la gestión del gobierno. Con esta actitud el país pierde el concurso de muchos ciudadanos y, al mismo tiempo,  el ejercicio político ciudadano pierde calidad. Finalmente cunde el cansancio y dispersa hasta los esfuerzos de la oposición.

Prohibido sumar, parece ser la consigna. Porque se declara enemigos a los partidos políticos tradicionales, pero también a los empresarios privados e instituciones que los congregan, puesto que en el discurso son los explotadores, esclavizadores, vende patrias, símbolo del neoliberalismo y toda suerte de epítetos descalificadores de su condición de ciudadanos bolivianos con derechos y deberes consagrados en la CPE y las leyes. La CPE reconoce la “pluralidad” en la economía, pero se acosa, se persigue, se destruye sistemáticamente al empresario privado que no está alineado “al menos de boca” con el partido oficialista. En un país de economía tan esmirriada como la nuestra difícilmente el sector privado podrá medirse contra leyes, normas, decretos, contratos, burocracia y, por último, el capricho de autoridades que con calor ideológico procurar dar al traste aún con los mejores emprendimientos privados. ¿Cómo están las cuentas de BoA, aunque propague  tener el 62% del mercado? Es mejor conocida la situación de los nuevos emprendimientos del Estado Plurinacional,  papelera, cartonera, lechería, etc., ¿se salva alguno? ¿Cuántos ejemplares se venden, fuera de las oficinas públicas, del periódico Cambio? Queda evidente la improvisación, la falta de análisis técnico en más de uno de estos emprendimientos, corroborado por el aumento del gasto público y la presencia de nuevo del déficit fiscal.

Es el poder se ejerce “porque sí” y la lista de “enemigos” se incrementa. La prensa, los medios de información, los periodistas,  están entre los primeros o,  dicho de otro modo, son los más odiados.  Por qué  tanta preocupación de que se  informe al pueblo. ¿Hay que aplaudirlo todo? Claro que no. El cielo, o Suiza, están en otro lado. Los problemas de ineficiencia, de corrupción, de pobreza, desempleo, narcotráfico, ¡existen! No los han inventado la prensa ni los periodistas. Una sociedad sana está bien informada, de lo contrario sólo está con el cáncer latente. La mejor brújula para un gobierno bien intencionado, lleno de sano patriotismo, sería desayunarse con las noticias de primera plana, y actuar en consecuencia. Pero si molestan las noticias sobre la vida ordinaria de los ciudadanos, sin padrinazgos económicos ni políticos; si molestan hasta las homilías del cardenal Julio Terrazas, ¿a dónde va el Estado Plurinacional?
Los antiguos aliados también se desmarcan. Todo en función a exigencias de las bases, ese pueblo al que dice “escucha” el gobierno. Son instituciones como la COB, mineros, magisterio, sector salud,  rentistas, gremialistas,  hasta los contrabandistas de GLP, alimentos  y autos chutos, ¡todos protestan! Las manifestaciones, marchas, bloqueos y represiones consecuentes,  han cobrado algunas víctimas. No importa el número, ¡es que no debería haber víctimas! ¿Qué está pidiendo el pueblo? Trabajo, empleo, seguridad, educación, salud, una renta aunque sea simbólicamente “digna”, para “vivir bien”, tal como lo prometió el proyecto del MAS.  Sin embargo, “Dos tercios de los niños sufre pobreza” (CEPAL y UNICEF) ¿Por qué reprimirlos?
Empiezan los mea culpa. Tras el desastre, ¡aumentar la inversión!, se entiende, la privada, es “la única vía”,  dice el presidente de YPFB. De deseos no se vive y los fondos estatales no bastan, a veces ni para cubrir la parte correspondiente “a riesgo compartido”, como pide la ley. Si no, ¿cómo  cumplir con Argentina, aún con el oxígeno de la reciente addenda al Contrato del 2006, que disminuye la demanda comprometida?;  queda pendiente la oferta entusiasta de gas a Paraguay, Uruguay, el consumo interno “in crecendo”, los proyectos Mutún y Uyuni.

Claro que el MAS tiene apoyos casi incondicionales. La Policía Nacional y las FFAA con contratiempos,  no por razones de fondo, sino  por casos ligados a denuncias de corrupción de algunos miembros de estas instituciones, que podrían manchar  la gestión o salpicar al Estado. El  sector de los cocaleros,  es militante. Sobre todo los ilegales,  por estar fuera de los marcos de la Ley 1008. Son el primer eslabón en la cadena productiva que alimenta al narcotráfico (según reportes confiables, el 100% de la coca cosechada fuera de las áreas tradicionales en los Yungas); están  en la mira de los países vecinos y de la comunidad internacional, y a pesar de los esfuerzos por ayudarlos buscando reconocimientos y apoyos a la causa, la presión en contra es cada vez mayor y será más incómoda.

Dirigiéndose al país, el Presidente del Comité pro Santa Cruz decía  el pasado viernes “Definitivamente, no estamos acostumbrados a vivir con miedo”. El gobierno ha ejercido el poder cinco años recurriendo a la legitimidad del primer voto conquistado (53.7% el 2005), pero es cada vez más perceptible el recurso a la fuerza bruta y el “pretexto legal” para controlar una situación que se le va de las manos, por los  resultados de una gestión muy cuestionada  pero, principalmente, por la falta de seguridad jurídica, el flagrante atropello a los Derechos Humanos y la restricción manipulada al ejercicio democrático de los derechos ciudadanos.  ¡Basta de tanta soberbia! El pueblo necesita y exige libertad de información para enfrentar sin miedo los próximos  retos electorales.

 

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El Día: Marcelo Flores Saavedra, un luchador incansable

Hace  algunos días Marcelo a quien todos llamábamos cariñosamente “Asusta Guagua” partió hacia el mas allá (07-05/2011). Hombre de temple corajudo y decidido,  un cruceño de ñeque, un camba macho – sin miedo, actuaba con firmeza aunque en ello le vaya la vida misma.  Se podía contar con él en los momentos de peligro sin retacear    su intervención y así actuó  en las filas de su partido político – Falange Socialista Boliviana (FSB) y luego en las luchas cívicas cruceñas en los años ’50, dentro de la Unión Juvenil Cruceñista y el Comité pro Santa Cruz. Luchó por la patria chica por su amor al terruño y también por la patria grande.  Un ejemplo de hombría para la juventud actual de nuestro pueblo.

Me referiré a un suceso histórico en el cual participó nuestro amigo Marcelo.  El 26 de septiembre de 1956, se registró un hecho político importante, se trató de un motín a bordo; resulta que los agentes represivos del  control político apresaron a 47 militantes y simpatizantes de FSB principal partido opositor al gobierno del MNR. Los subieron a un avión DC3 para trasladarlos a La Paz, sede del gobierno centralista.  A pocos minutos de haber despegado del aeropuerto El Trompillo los presos se amotinaron, desarmaron a sus captores, se hicieron de los comandos del avión,  pues uno de los falangistas habría sido capitán del Lloyd Aéreo Boliviano. Tomaron rumbo a la Argentina y aterrizaron en Salta, solicitando asilo político. Más tarde siguieron a Buenos Aires “El Salto a Salta como se lo llamó entonces, fue protagonizado por 47 cruceños, una hazaña solo vista en las películas de Hollywood, secuestro aéreo,  el primero tal vez en el mundo, todavía están vivos muchos de los que protagonizaron esa acción poco común que se realizó hace casi 55 años sobre suelo y aire del cielo más puro de América.

El viaje sin retorno de Marcelo Flores ha dejado un vació en su familia y amigos, asimismo en instituciones cruceñas como el Círculo de Amigos y el Club Social “24 de Septiembre”. Que Dios lo acoja, paz en su tumba

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El Día: Pacto mortal con Irán

El 8 de diciembre pasado el prestigioso diario alemán “Die Welt”, generalmente bien informado sobre la situación del Medio Oriente, informó que Irán y Venezuela habían firmado un pacto secreto para construir en Paraguaná una base de misiles de alcance intermedio. El pasado viernes 13 de mayo, el diario alemán reportó los progresos de este acuerdo, con la designación de la empresa y la institución iraníes que ejecutarán el trabajo, en el cual Irán pondrá el dinero y Venezuela pondrá la locación.

Según “Die Welt”, la base será operada conjuntamente por militares iraníes y venezolanos. Estará equipada con misiles Shahab 3 con alcance de 1500 km, Scud-B (330 km) y Scud-C (300, 500 and 700 km). Como las instalaciones militares tienen un objetivo bélico o carecen de sentido, hay que pensar contra quiénes estarán dirigidos estos misiles y por tanto quiénes pueden sentirse amenazados. En este caso los amenazados serían Colombia, Panamá (con su estratégico canal), la Costa Este de los Estados Unidos y el norte del Brasil.

El acuerdo permitirá a Irán evadir las sanciones de las Naciones Unidas. Estas sanciones obligaron a Rusia a cancelar la venta a Irán de cinco batallones de misiles antiaéreos S-300PMU-1. Aparentemente estos misiles serían ahora adquiridos por Venezuela e instalados en Paraguaná. Debido a los retardos en los pagos de Venezuela, Rusia está exigiendo la cancelación en efectivo de más de $800 millones en el momento de la entrega por ese material bélico.

Aparte de los misiles rusos adquiribles a través de Venezuela, Irán ha anunciado que ya tiene misiles de mediano alcance con los cuales atacar a Israel, y trabaja aceleradamente en el desarrollo de una capacidad nuclear propia, incluyendo la fabricación de misiles propulsados con combustible sólido. Estos proyectiles serán capaces de transportar bombas atómicas desde Irán hasta Israel, y de Paraguaná a muchas ciudades norteamericanas, colombianas y del norte del Brasil, así como el Canal de Panamá. Si se presenta la posibilidad de implementar este escenario estaremos frente a una crisis misilístico-nuclear como la que se presentó entre la Unión Soviética y Estados Unidos en 1962. En aquella oportunidad el mundo estuvo al borde del holocausto atómico y Fidel Castro aconsejó a Kruschev lanzar un ataque bombas atómicas a Estados Unidos en un ataque sorpresivo.

En la península de Paraguaná está el corazón de la industria petrolera venezolana, representado en el centro de refinación petrolera con la segunda mayor capacidad del mundo. Colocar misiles de alcance intermedio y capacidad atómica en las inmediaciones de ese complejo petrolero es ponerlo en el foco de una posible acción militar. De ocurrir un intercambio militar su destrucción sería muy probable.

En su nota del viernes pasado, 13 de mayo, “Die Welt” informa que este proyecto va viento en popa. Ya se seleccionó la empresa iraní que se encargará de ejecutarlo. La constructora Khatm-al Ambia ha sido escogida conjuntamente con la universidad de Schariff en Teherán. Según el diario alemán Irán envió dinero en efectivo para iniciar los trabajos preliminares. Poner en práctica esta espeluznante idea tendría un costo de varios miles de millones de dólares, de los cuales Venezuela no dispone en este momento.

La discusión pública de un tema como éste, donde está en juego la supervivencia física de la república de Venezuela, es lo más importante que hay en este momento en el ámbito suramericano. El presidente no puede considerarnos como invitados de piedra en este debate. Ya no se trata de discutir nuestra libertad, sino nuestra existencia. Este pacto entre los presidentes Ahmadinejad y Chávez puede reducir Venezuela a escombros.

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El Día: La Justicia agusanada

Tengo la impresión de que la polémica alrededor de la transparencia de las elecciones de jueces y magistrados, entre el Gobierno y la Asamblea Legislativa Plurinacional, por una parte, y los gremios de abogados, periodistas y otra gente de bien, no agremiada, desembocará en el dedazo salido del Palacio Quemado.  Me refiero más en concreto a los artículos de Ley Electoral que limita la información sobre la personalidad de los candidatos a ocupar cargos de magistrados y jueces en el órgano Judicial. Por ejemplo, el que los periodistas no estén autorizados a entrevistar libremente a esos postulantes, limita gravemente el derecho del ciudadano a estar informado sobre la vida y milagros de los que van a ocupar los estrados judiciales.
 
La pregunta que se plantea entonces el ciudadano común es ésta: ¿Cómo votará conscientemente a favor o en contra de un postulante del cual sólo se han dado a conocer, nombres, apellidos y méritos de su oficio o dentro de su partido?
 
Pues bien, señores, la legítima curiosidad del ciudadano por saber a quién va a votar o no votar, no fue tenida en cuenta por los Preclaros redactores del proyecto de ley electoral.  ¡Se les pasó el pequeño detalle! Este es una consecuencia perversa de la Constitución que fue aprobada disciplinadamente a brazo alzado en La Glorieta, en La Calancha y en Oruro.  Y así se cumple el refrán de “cría cuervos y te sacarán los ojos”.  En efecto, el MAS crió el cuervo agusanado de la Constitución Plurinacional y ahora los cuervitos que va empollando le están royendo las entrañas sanas que aún quedaban en la institución judicial.
 
Pongamos por caso – no necesario pero sí posible – que sale elegido como magistrado del Tribunal Supremo de Justicia, con opción a presidente del mismo,  un determinado ciudadano buen conocedor de maniobras políticas, pero no de los principios universales del Derecho, ni de leyes ni reglamentos ni ordenanza ni otro papelamen judicial. No es imposible que dicte una sentencia justa por simple aplicación del sentido común. Pero lo más probable es que cometa errores, graves errores, involuntarios o intencionados, que ocasionen daños injustos a terceros. He aquí la figura jurídica que ya inventaron los romanos, esos colonizadores..: “Summum jus, summa injuria!  (Marco Tulio Cicerán dixit)  La versión que correspondería a este comentario sería que la interpretación de una decisión  judicial equivocada, por la suprema autoridad judicial constituye una grave iniquidad ¿Quién responderá por esos daños?

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El Día: Libertades y destinos

A migos sugieren que deje de escribir contra el gobierno, que de haber reacción seré el primero en la lista de ejecuciones. Y me digo que si así piensan los escritores, cómo lo harán los sicarios del poder. Habremos llegado a un punto en que la intromisión mía o de cualquiera en el ámbito del saqueo nacional ya no se acepta. Tanta el ansia de omnipotencia, la angurria, que las opiniones opuestas a la acción de los plurinacionales, ya se consideran ataques insoportables. Los que otrora se incendiaban en protestas, hoy desean preservar el estado de cosas, donde ellos poseen todo y los demás nada, con un discurso que envidiaría el fascio. Los argumentos ya ni siquiera son falaces, deambulan en el campo de lo frenético, de anhelar una industria de droga que vaya en ascenso constante, sin siquiera pensar que para la mentada producción récord se tendría que talar la selva entera y que el destino de semejante aberración acabaría con cualquier vestigio de país, etnia, cultura, u otro sustantivo que gusten mencionar. Oigo cosas que ponen los pelos de punta, el retorno de Hitler con mazos prehistóricos, el nazismo calzado de abarcas y espíritu preletrado. En nombre de la pobreza.

Cierto que existe disidencia, pero ante ella se agita como amenaza la masa campesina dispuesta a no perder prebendas. Hablamos de un grupo humano, antes siempre explotado y desconsiderado, al cual se ha ofertado una suerte de carta blanca que se dispara tangencialmente por rumbos que minan lo poco logrado en doscientos años de historia. Se permite el contrabando, linchamiento, narcotráfico, y demás accesorios delincuenciales. Creen los gobernantes que luego de haberse deshecho de toda oposición podrán controlar algo que pronto se les irá de las manos, que fragmentará incluso su propio poder. Para entonces estaremos por debajo de Haití, a la par de Ruanda o del Darfur sudanés. El precio a pagar por el encono y la ambición de los de arriba será la pérdida definitiva del país en beneficio de las mafias de la droga para quienes los títulos de gobierno no importarán y donde presidentes, a la par que peones, han de jugar papel de simples fichas.
 
Persistencia de eternidad que se desboca hacia un foso dantesco. Qué más quisiera Evo Morales, a quien quitan responsabilidades, que ya no hubiese maestros, que nadie hablara idiomas ajenos al núcleo duro de los dos grupos indios mayoritarios, con preeminencia aymara, que su extraño nombre y su apellido reemplacen la odiada presencia del blanco en las figuras de Bolívar, Sucre, Murillo…, y sea su busto impenitente y burdo, junto a los Choquehuancas y etcéteras, cuya única gloria es la destrucción, los nuevos sujetos de culto.

Lo hemos visto ya, en Camboya para ser precisos, y allí nos encaminamos, a la matanza que sueñan hacer los cocaleros con el resto de la población mestiza, para lanzarse al desenfreno de la droga, a un universo que no sabrán manejar, y donde resultarán al fin siendo los mismos asnos de carga de siempre, bajo la férula de otros patrones que esta vez no perdonarán errores, donde el castigo deviene en muerte y donde rebuznos de nacionalidad, de glorias pasadas, de Tawantinsuyus no han de permitirse. A producir, producir, coca, cocaína, hasta que el estigma de Camboya se torne en contra de ellos también para juntar sus calaveras plurinacionales a las de los demás.
 
El fin del mundo, una opción que visualizan bien los profetas del odio. Dante redivivo, aunque sepamos que en el siglo XXI salidas tales, en medio de una globalización ineludible, no han de llegar a concretarse, que algo de instinto superviviente queda, que a la larga esta historia de Hitler y el doctor Goebbels, trasladada al Ande, no puede prosperar, que los vociferantes tendrán que callarse.

Maestros analfabetos, jueces sin título, alegran la visión del emperador Morales, que nada quiere saber ni tener de los blancos, excepto su práctico avión que dudo hayan construido sus parientes.   
 

 

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El Día: Delirio y realidad

Gracias a la espectacularidad de las puestas en escena de los más simples actos gubernamentales, existen los que se niegan a reconocer que son simples partes del montón. De omnipotentes, perfectos, imperecederos e infalibles, nada.

El tema pasa por creerse súper héroes de la corrección, la justicia y la verdad. Pero las fantasías son producto de la imaginación y no está bueno creerse al pie de la letra las historietas. Guarda, que cuando la realidad golpea, da fuerte.

Algunos parlamentarios de oposición que con gran tino se fueron con sus propios recursos a Estados Unidos, han sido “acusados” por los inquisidores justicieros de haberse reunido con Manfred Reyes Villa. ¿Y qué? ¿Quién les ha dado la facultad de sentenciar con quién sí y con quién no se puede uno reunir? 

Otra. Saltan a “denunciar” con tono de aberrante crimen, que Jaime Solares tiene registradas llamadas telefónicas con “derechistas”. ¿Qué es esto?, ¿una dictadura?, ¿con qué prerrogativas? Por muy Ministros que sean, ¿con qué base legal le revisan a nadie sus llamadas telefónicas que no sean autorizadas por autoridad competente en el desarrollo de un proceso judicial?  Hay los que queman un ejemplar de la Constitución. Pero creo que es peor mal usar su espíritu para fines privativos del poder.

Se recibe en suelo boliviano, que es de todos -porque esto no es cancha de nadie- a personajes de escabroso proceder y peor reputación mundial, con honores militares incluidos y nadie puede decir nada. Esto está  pasando del cansancio al hartazgo.

Un grupo de ciudadanos comprometidos y preocupados por el acontecer político de su propio país, publica un documento rechazando una norma inconstitucional para la “inédita” elección de magistrados, que pone ahora sí, al sistema judicial al borde del abismo, y son inmediatamente “imputados” no como ciudadanos, sino como militantes opositores de partidos políticos vigentes o desaparecidos. A las personas que han desarrollado actividades políticas en democracia, ¿con qué derecho se pretende descalificarlas? La acusación sin pruebas no pasa de ser difamación. Mejor no lanzar la primera piedra. No olviden que somos pocos y nos conocemos mucho.

Los infalibles no existen señores. Que se les haya otorgado una mayoría circunstancial, no los convierte por arte de magia e iluminación divina en superiores a nadie y no se les reconoce el derecho de estar exentos del cumplimiento de las leyes. Es gracias a esa repudiada  República y sus instituciones que están sentados y subidos donde están. ¿O de verdad creen que son una entelequia sideral y que son el principio y el fin de este país?

¿Con qué base el Presidente, en un país extraño para peor, se estrella contra los medios al declarar que la prensa nacional parece defender al narcotráfico? Se equivoca de blanco. Mirando un poco más en la vecindad quién sabe acierte. Respetos guardan respetos reza la sabiduría popular.

El insulto más grosso que les brota, es el de derechistas. Dejando de lado la etiqueta trasnochada de derechas e izquierdas, quisiera apuntar que aquellos a los que se tilda de derechistas, simplemente reclaman, por ejemplo, una política exterior coherente por la que no nos avergüencen las improvisaciones ni nos humillen las respuestas fuera de tono.  Se reclama, el respeto a los derechos y libertades de todos y cada uno de los habitantes y estantes de nuestro país. Por el no avasallamiento a las minorías, la vigencia de plena democracia y no así su uso solapado.

Se reclama la irrestricta libertad de prensa y expresión. Deben dejar de pretender pensar y decidir por todos los demás. Cada cual tiene derecho a discernir por sí mismo y a optar en absoluta libertad, incluso el equivocarse.  Se reclama una justicia proba en manos de personas independientes cuyos méritos y conocimientos sean las únicas herramientas para fallar en conciencia.  Esa justicia que no tiene nada que ver con la apología de la revancha y del poder total.

Se reclama por absoluta seriedad cuando de la fe del Estado se trata. Del cumplimiento cabal de los compromisos adquiridos con el resto del mundo. Por la transparencia en la administración de los dineros públicos y la ampliación del universo impositivo, sin tratamientos preferenciales por militancia. Y por el no uso de Impuestos Internos como método de coerción política.

Porque se reclama tolerancia cero al narcotráfico y a la violencia delincuencial. Porque, llámese República o Estado, no puede soslayarse la atención de  la salud,  la educación, la seguridad ciudadana y la protección prioritaria de nuestros niños y nuestros ancianos. Porque se torne preferente la actividad productiva sin importar que sea dentro del ámbito privado y sean éstos cambas, altiplánicos o vallunos.
Si éstos son algunos de los elementos que impulsa a denostar a los adversarios etiquetándolos de derechistas, hay insultos que pueden sonar a lisonja.

Basta ya de propaganda y de escudarse en el pasado. Demuestren que aún podrán enfrentar el futuro sin sobresaltos. Prueben que el 54% de los bolivianos que los votaron no se equivocaron del todo.

Reduzcan las revoluciones, tómense su tiempo para reflexionar  de modo que sus actitudes y decisiones, sean tratadas mañana con mayor benevolencia y justicia de cómo se está procediendo hoy.

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