‘La respuesta de Al Qaeda llevará el nombre de Bin Laden y será en Occidente’

Advertencia de Omar Bakri, clérigo radical próximo a Al Qaeda. ¿Bin Laden? Pensamos que era un jubilado más’, dicen habitantes de Abbottabad

imageFoto Omar Bakri. | Reuters

Mónica G. Prieto | Beirut, El Mundo.es



‘La respuesta de Al Qaeda llevará el nombre de Bin Laden y será en Occidente’

ENTREVISTA | Omar Bakri, clérigo radical próximo a Al Qaeda

La noticia de la década sorprendió al clérigo sirio Omar Bakri Mohamed, durante 20 años el líder radical más conocido de Europa y devoto admirador de Osama bin Laden, en su residencia del barrio Abu Samra de Trípoli, donde reside desde que escapase de Gran Bretaña por sus supuestos vínculos con el 7-J. La conversación con elmundo.es se produjo ayer por la mañana, apenas dos horas después de que el mundo entero conociese la muerte de Bin Laden, y el temblor en la voz del fundador del grupo extremista Al Muhayirun -acusada de captar potenciales yihadistas en las zonas musulmanas más desfavorecidas de Londres, disuelto hace algunos años- delataba su estado de shock.

Bakri nunca escondió sus simpatías por Al Qaeda ni por el yihadismo violento como respuesta a Occidente. Y no parece que su postura fuera una pose: hace unos meses, la Justicia libanesa le condenó a cadena perpetua por haber financiado y entrenado a militantes de Al Qaeda. La oportuna intervención del equipo de abogados de Hizbulá dio un giro a su caso: Bakri fue liberado horas después y regresó a su domicilio de Trípoli, feudo suní del norte del Líbano, desde donde ayer reaccionó con pesar a la noticia de la muerte del fundador de Al Qaeda y adelantó una posible respuesta "que tendrá lugar en Occidente".

P.- ¿Cómo ha recibido la noticia de la muerte de Osama bin Laden?

R.- Es una noticia dura, pero no es la primera vez que un líder bendito fallece y su muerte no parará la lucha contra las fuerzas del mal. No las paró la muerte del emir Doku Umarov en Chechenia, ni la desaparición de Abu Musab al Zarqawi en Irak, y eso demuestra que la lucha continuará. Pero líderes como [Barak] Obama tienen derecho a celebrar su pequeña victoria, dado que Bin Laden logró poner a Occidente en serios apuros: con sus acciones impulsó la crisis económica y también la crisis de seguridad que padece hoy el mundo.

P.- ¿Va a producirse una respuesta por parte de Al Qaeda?

R.- Al Qaeda en todo el mundo celebrará su martirio y elegirá el lugar y el momento correcto para responder. Recuerde que siempre se hace con cuidado y que la operación de respuesta llevará el nombre de Bin Laden, y será en Occidente y no en Oriente. Pero tendrá lugar a su debido tiempo.

P.- ¿Cómo va a afectar su desaparición al futuro de la organización?

R.- Bin Laden ya es un fenómeno más que un hombre, que ha creado diferentes generaciones de combatientes. El inauguró la primera generación de líderes de Al Qaeda, pero a él le sucedió Abu Musab al Zarqawi y sus compañeros en el mundo árabe, una tercera generación en Europa, una cuarta aparecida en el Magreb… Ahora es el momento de que éstas actúen. Por supuesto que el líder más fuerte, el mejor, ha sido Bin Laden, pero su muerte le da más fuerza a la organización por lo que significó. El despertó la conciencia de los musulmanes del mundo.

P.- ¿Cómo se va a velar su muerte?

R.- Cuando uno de los nuestros cae en una acción armada, defendiendo sus creencias, los musulmanes celebramos, no nos lamentamos. Lo hacemos con una celebración que recuerda a la de una boda, la boda del mártir, donde hay dolor y tristeza pero también compartimos la alegría que debe sentir el mártir por haber logrado su objetivo.

P.- El presidente del Parlamento Europeo ha dicho que hoy nos hemos despertado en un mundo más seguro.

R.- ¿Qué? [suspiro]. Le aseguro que el mundo será ahora mucho más inseguro.

P.- ¿Qué relación mantiene usted con Al Qaeda?

R.- No soy miembro de Al Qaeda porque no es un honor que yo merezca, sólo me puedo considerar un simpatizante como todo cualquier otro musulmán que sufra por la opresión occidental contra los pueblos. Ni siquiera soy un luchador [dice con tono de lamento en su voz], sólo me puedo considerar un experto en movimientos islámicos y un ferviente defensor de toda lucha contra la ocupación, ya sea chií o suní.

¿Bin Laden? Pensamos que era un jubilado más’

El líder de Al Qaeda eligió un vecindario de clase media-alta, con un campo de golf cerca. Este es el único lugar que podría convertirse en centro de peregrinación del ‘yihaidismo’. "Vi a dos mujeres y dos hombres salir de la casa muchas veces, pero nunca a Bin Laden". Una única puerta daba acceso al complejo donde residía el líder de Al Qaeda. "Se decía que el dueño era un hombre de negocios de Peshawar".

imageEstudiantes en una madrasa de Abbottabad, cercana al lugar donde murió Bin Laden. | Reuters

      David Jiménez (Enviado Especial) | Abbottabad (Pakistán)

      El Mundo.es, martes 03/05/2011

      Para llegar hasta la calle donde residía Osama Bin Laden hay que cruzar un centro de reclutamiento de la marina, dejar a un lado la inmensa Academia Militar de Pakistán y pasar un cartel que pide civismo a los habitantes de esta tranquila localidad del valle de Orash. "Amamos a nuestros niños. Conduzca despacio".

      Soldados fuertemente armados vigilan los accesos a la vivienda donde el líder de Al Qaeda fue abatido la madrugada del lunes, obligando a bajarse de las azoteas a los curiosos que tratan de avistar el complejo. Sin cuerpo al que honrar como mártir –EEUU asegura que lo arrojó al mar Arábigo-, este es el único lugar que potencialmente podría convertirse en lugar de peregrinación del ‘yihadismo’. El Gobierno de Islamabad está dispuesto a impedirlo.

      El primer rastro de la misión que acabó con Bin Laden es la chatarra de uno de los cuatros helicópteros americanos utilizados, destruido con explosivos por las propias fuerzas especiales tras sufrir una avería. Los muros de tres metros de altura que rodeaban la casa permanecen intactos, la violencia de la operación visible únicamente desde su interior. "La sangre de Bin Laden sigue esparcida por el suelo", dice un soldado. "La sangre de un terrorista".

      Los vecinos de Abbottabad cuentan que fueron despertados en mitad de la noche por el ruido de los helicópteros y por un breve tiroteo. No importa lo que digan las noticias, o las pruebas que EEUU asegure tener, muchos siguen negándose a creer que vivían junto al cerebro de los atentados que tumbaron las Torres Gemelas de Nueva York. "¿Por qué no nos enseñan su cuerpo?", se pregunta indignado Arshad, un ingeniero retirado que vivía a 200 metros del refugio. "Vi a dos mujeres y dos hombres salir de la casa muchas veces, pero nunca a Bin Laden. Es imposible que estuviera aquí", dice señalando la Academia Militar de Pakistán, situada a unos pocos cientos de metros de distancia en la avenida Kakul.

      Los habitantes de Abbottabad estaban orgullosos de ser uno de los pocos lugares de Pakistán que han permanecido inmunes a la violencia que azota el país. Situada en la antigua Ruta de la Seda, la localidad recibió su nombre en honor de James Abbott, el oficial británico que la fundó en 1853. Los colonizadores de aquellos días han sido reemplazados por militares pakistaníes, veraneantes de fin de semana y jubilados. Bin Laden escogió un vecindario de clase media-alta, con un campo de golf cerca, vistas a los montes Sarban y fácil acceso a la mezquita Bilal. Todo indica que no disfruto de nada de ello, permaneciendo en todo momento en el interior de la casa.

      Cristales tintados

      Los habitantes de Abbottabad han sido tradicionalmente moderados, pero muchos de ellos comparten la humillación que siente Pakistán al ver a tropas estadounidenses llevando a cabo acciones militares en su territorio sin ni siquiera alertar al gobierno local. "Es como si alguien entra en tu casa sin permiso y se lleva a uno de tus invitados", se lamenta el comerciante Jahangiri antes de hacer una pausa y añadir: "Bueno, no quiero decir que Bin Laden fuera bienvenido aquí. No podemos permitir que los extranjeros hagan esto".

      La mansión de Bin Laden era la mayor del barrio de Bilal y estaba a varias decenas de metros de otras viviendas cercanas. Los cristales tintados, los muros y las alambradas de espino hacían imposible curiosear en su interior. Una única puerta daba acceso al complejo.

      Los vecinos aseguran que sus ocupantes sólo salían para comprar víveres y no se relacionaban con nadie. Quienes tuvieron algún contacto casual con ellos recuerdan que eran herméticos pero cordiales. Nahid, un ama de casa que vive con su marido y tres hijos en una de las viviendas de la zona, dice haber comentado su actitud con otros residentes. ¿Sospechó algo? "¡No!", responde enérgicamente. "Se decía que el dueño era un hombre de negocios de Peshawar que quería retirarse en la tranquilidad de Abottabad. ¿Bin Laden? Pensamos que era un jubilado más”.