García admite error de cálculo del Gobierno con el ‘gasolinazo’. En visita a Santa Cruz sorprendió a la audiencia asistiendo al programa de Pedro García.
Álvaro García Linera tuvo una experiencia mediática inédita en el programa Del cielo al infierno, del periodista Pedro García, de PAT. Incluso recordó sus apodos: ‘Petete’ y ‘Villalón’. Habló de su pasado y de las torturas que sufrió cuando lo acusaron de terrorismo. Admitió que el Gobierno tuvo un error de cálculo cuando aplicó en diciembre el ‘gasolinazo’. Comentó sus discrepancias con algunos dueños de medios, pero aclaró que no las tiene con los periodistas.
Entre la figura del Che Guevara y Fidel Castro, optó por este último
El Deber, Cristian Massud
Bajó de una lujosa Runner, de saco y de corbata a cuadros. Sobrio, el mismo estilo que mantiene desde que es el vicepresidente del Estado Plurinacional de Bolivia. Su cabeza platinada más que nunca, flaco, un poco ojeroso, cansado pero lúcido a la vez y sin el clásico mechón que siempre acomodaba hacia su oreja derecha.
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Así se presentó Álvaro García Linera ante la audiencia de Santa Cruz y del país. Y esta vez no lo hizo para inaugurar obras o conversar con sus aliados políticos, sino para cumplir con una invitación que el conductor de TV Pedro García le cursó para que fuera parte Del cielo al infierno, el programa que se emite por la red nacional PAT.
A las 14:03 el ‘vice’ llegó a la televisora acompañado de seguridad civil, el mayor Barrientos y tres asistentes. Antes, estuvo en el aniversario del pueblo de Arani (Cochabamba) y después se fue al hotel Los Tajibos.
La producción ordenó que le coloquen el micrófono, lo maquillen y lo ‘sumerjan’ en la magia de la televisión, mientras que Pedro García lo anunciaba estrepitosamente. Se sentó en el tradicional asiento rojo de entrevistados y cruzó las piernas. “¿Cómo le va?”, le preguntó el presentador. “Bien, Pedro, estoy bien”, le contestó el segundo hombre en la línea de poder del Gobierno de Evo Morales. A partir de ese momento, García Linera no se dejó apabullar con las interrogantes que le lanzó el interlocutor y se cuidó de no sucumbir al infierno ni envolverse con el cielo.
Confesó que el momento más duro de su vida fue la cárcel. “Es un infierno. Mi libertad de acción fue mutilada, pero no la capacidad de reflexión, por lo tanto tuve un pedacito de cielo en ese infierno, que fue la cárcel. No pudieron poner muros ni barrotes de acero a mis ideas”, expresó.
Mencionó que ya tenía identificada la unidad policial donde fue torturado y reveló que sabe dónde se encuentran los oficiales que lo maltrataron y que le quitaron las ganas de vivir. “Hoy muchos de ellos son coroneles. No los hemos reñido, ni botado, no soy vengativo”.
No calló sobre este tema y contó que estuvo cinco días parado y sin concebir el sueño, y si osaba caer dormido le pasaban corriente en los genitales y en las orejas.
Después, dejó de lado esos días oscuros y habló del peor momento de su gestión. Admitió que el Gobierno tuvo un error de cálculo cuando aplicó el ‘gasolinazo’ a fines de 2010 y reflexionó acerca de que ese no era el momento adecuado para dicha medida. Ahí fue cuando se apoyó en su lema: Gobernar obedeciendo al pueblo. “Y así debe ser. La gente nos tiene que mostrar el camino”, enfatizó.
Afirmó que Bolivia ha cambiado con Morales ahora en el poder, pero que él no es un hombre poderoso. “Soy un servidor público, puedo influir en ciertas condiciones. Evo y yo servimos al país. No queremos para nosotros trabajo, ni pegas, ni cuentas bancarias”, aseguró.
Pronosticó que el país ingresará a una etapa de industrialización entre 2013 y 2017. “¿Haremos una cuchara de acero?”, preguntó Pedro. “No, pero sí utilizaremos el litio para hacer otras cosas”, enfatizó el vice.
Con el pasar de los minutos, García Linera evolucionó de un curioso observador con el set que lo rodeaba a un entrevistado más suelto, que asumió su rol protagónico. Levantó el dedo índice para aclarar que su relación con la prensa “es buena”, pero también confesó que tiene problemas con algunos dueños de los medios bolivianos. “Mi distanciamiento es con los dueños de algunos medios, no con el periodista, que al final es un proletario de la información”, manifestó.
Pedro le preguntó si consideraba que el canal estatal era imparcial o manipulaba los hechos noticiosos, y el vice reconoció que había algunos errores. “Es posible que nos equivoquemos y cuando lo hacemos nos sacan el cuero”, indicó. Para él, Canal 7 no solo muestra los dos lados de la noticia, sino “hasta tres” e insistió en que se dé a conocer la veracidad de los hechos y no se los direccione a un solo bando.
El conductor lo instó a pasar al comedor y le invitó un majadito de pato. Durante la primera pausa del programa se disculpó porque la comida ya no estaba caliente. “No importa si el pato está frío y me hace revolver el estómago en la noche”, aseveró el invitado, mientras que halagó el platillo y pidió una Sprite a la producción, ya que no quiso tomar el vino Campo de Solana que le colocaron sobre la mesa.
En la tanda de imágenes sorpresivamente el entrevistado eligió a Fidel Castro antes que al Che Guevara, porque le impactó su personalidad; a Marco Antonio Etcheverry antes que a Erwin Platiní Sánchez, por su legado; y a Diego Maradona, por ser un gran maestro, no al brasileño Pelé.
La autoridad dijo también que sus acciones son muy distintas a las de Eduardo Rósza, acusado de terrorismo. “Ellos quisieron dividir Bolivia, en cambio nosotros dimos la voz a los indígenas”, intervino, pero reconoció que andaba con fusil en mano durante sus días de guerrillero.
Ahí aclaró la polémica frase: “Aprender a amar, a matar”. “Solo es una metáfora”, y agregó: “En mi vida nunca he matado, pero he aprendido el arte de la guerra”.
Con su agilidad que lo caracteriza, Pedro García le preguntó si antes tuvo un apodo y García Linera le contó que sí. En algunas ocasiones le decían ‘Petete’ y en otras ‘Villalón’; hasta recordó los juegos de pelota con sus amigos cuando se desenvolvía en la cancha como defensa con las camisetas 4 o 5.
“¿Quién es su mejor amigo?”, preguntó Pedro. La autoridad dio un nombre, pero después hizo hincapié en que tenía tres círculos de amistades, los de la academia, en el Gobierno y en el barrio. Antes de despedirse, recalcó: “Voy a salir de la Vicepresidencia como entré, como un simple profesor, pero con ideas”.
El reloj marcó las 16:00. Pedro García se despidió, para luego comenzar a disfrutar por un objetivo que había logrado cumplir: entrevistar a Álvaro García Linera.
Homofóbico y también maquiavélico
María Galindo | Mujeres Creando
¿Por qué será que el vicepresidente acepta participar en un programa de televisión basura donde se juega con el morbo de la gente, el tratamiento banal de los temas y la exaltación de los prejuicios sociales?
Le resulta un espacio necesario para intentar quitarse el estigma de arrogante que tiene y al mismo tiempo aprovechar para seguir construyendo en torno de su figura el mito del “revolucionario” preclaro. En ese contexto es más útil y creíble un programa como ese que todo el espacio de la televisión gubernamental.
Mujeres y maricones tenemos que hacer nuestra propia revolución porque a esta de ‘machos’ no le importamos ni un poroto.
El vicepresidente desprecia el valor de la vida de las mujeres; no se ha enterado que el aborto clandestino es una de las tres causas principales de muerte para las mujeres jóvenes, pobres e indígenas. Y ni siquiera tuvo la honestidad de explicar su posición.
Tenemos un vicepresidente homofóbico que desprecia la importancia y el enriquecimiento democrático que el debate en torno a la homosexualidad significa. Y si de lucha armada se trata, el maquiavelismo manda.
No hay pues nada más parecido a un machista de derecha que uno de izquierda.
El debate nos dejó sabor a poco
Máx Torres Comunicador social
Pedro García se mostró en su estilo acostumbrado de lucimiento y figuración personalizada, se desordenó en la secuencia de temas, planteó algunas preguntas obvias y las consideradas por él como “incómodas” eran interrogantes light formateadas para el estilo del programa.
El vicepresidente Álvaro García Linera se mostró en TV como una autoridad protegida con su cuerpo de seguridad y protocolo. Se adaptó a las reglas de producción con el maquillaje y la aparición en el set junto a las diablitas.
Se mostró seguro, con expresiones extremas de preocupación cuando recordó temas conocidos, como el ‘gasolinazo’, y también se lo vio muy sonriente en la parte de los temas de la farándula.
El entrevistado no usó los recursos intelectuales rebuscados, manejó frases cliché o consignas que va repitiendo desde hace varios años como “Nunca fallé a nadie… tengo distancia con los dueños de los medios, no con los proletarios de la información… no soy vengativo… jamás busqué ser funcionario público… no tengo nada… quiero acabar con las injusticias y abusos al pueblo indígena…No existe poder total”, y otras. La frase que mostró al vicepresidente con una sonrisa amplia fue cuando reveló que tiene una relación amorosa con una mujer paceña, que, además, es ingeniera comercial.
Se le salió su lenguaje despectivo en frases como: “Los dueños de medios de comunicación hacen política” o “La oposición es tonta y salvaje” y fue la parte más tensa y dura del mano a mano.
La parte más dinámica de la entrevista fueron los comentarios en la pizarra, aunque se notó que el vice tiene problemas de acentuación, y sus apuntes didácticos los hizo al estilo del programa El pueblo es noticia, de Canal 7.
El final de la entrevista fue un intercambio de regalos: una camisa intercultural para el vice y libros para Pedro García, que afirmó que fue un programón… Pero a nosotros nos dejó sabor a poco.
En el aire y tras bambalinas
Puntual. El segundo hombre al mando de esta gestión de Gobierno llegó a las 14:03. Lo acompañaron al menos nueve personas, pero la producción compró 25 platillos, entre brochetas de chancho, alitas de pollo, papas fritas; además de gaseosas y botellas de agua sin gas.
Facetas. Cuando el vice habló de política, de su pasado y del caso aún no resuelto de terrorismo en el país, se mostró más pensativo y serio. Pero para hablar de fútbol y de su vida amorosa sonrió y se mostró más en confianza.
Pausa. A la interrogante sobre si se consideraba jefe, García Linera indicó a Pedro García que no lo era y más bien le contestó que estar en la Vicepresidencia le enseñó muchas cosas. “¿Pero… usted debe ser estricto con su gente?”, continuó el interrogatorio off de record. A lo que el vice contestó: “Hay que serlo cuando se requiere, pero usted también debe serlo aquí”.
Enfático. Al momento del juego de palabras sobre la pizarra, Linera colocó “cárcel” y “tortura” en el infierno, mientras que “Santa Cruz” en el cielo. A la “lucha armada” y el “poder” las puso en medio de estos dos lugares y descartó el “poder total” porque afirmó que no existe. En otra pizarra escribió “oposición política” y la etiquetó de “tonta y salvaje”.
Encargo. A petición de la autoridad solo tenían que estar dentro del set la gente de producción del canal, él y el conductor. A pesar de ello, se hicieron excepciones porque Pedro García llevó a sus hijos Alisson y Paúl, y a su hermana María Teresa para que lo acompañen durante el programa. Estos aprovecharon el corte publicitario y se fotografiaron con el vice.
Producción. Ensayaron las luces, las cámaras y los micrófonos. Ya en el aire se consiguió un microondas para calentar el majadito, pero por el tiempo no se lo pudo hacer.
Detalles. El conductor dijo que se leyó dos veces el libro sobre los movimientos sociales en el que Linera figura como coordinador.
Claves. García contó que desde que él trabajaba como conductor de El mañanero, de la Red Uno, ya tuvo un primer acercamiento con el ‘vice’. “Una vez lo invitamos para que analice los candidatos a la presidencia”, recordó. Desde ese momento hubo un acercamiento que permitió a García ser reconocido por el vice en otros eventos.
Concretado. Para la telemaratón que se realizó en la ciudad de La Paz Pedro García se encontró con Evo Morales y García Linera. Dijo a este último que cuándo podría acompañarlo en su programa y este le contestó que lo podrían discutir más adelante. Pedro García lo conversó con el departamento de Comunicación de la Vicepresidencia y el lunes 6 de junio, a las 17:00, recibió la llamada de aprobación.
Impasse. Al final del programa, tres trabajadores de la red PAT protestaron sobre supuestas irregularidades del sindicato de dicho canal, mientras que el entrevistado se retiraba en su vehículo. También protestó un joven de la Universidad Andrés Ibáñez. También se acercó una mujer de la Caja de Salud, estos últimos para dar a conocer supuestos casos de corrupción.
Entérese
¿ Novia? Solo rumores
El vice confesó que tiene una relación amorosa con una mujer paceña que es ingeniera comercial. Corrió el rumor de que la citada estaba en el set, pero no era cierto. Eso sí, tres guapas señoritas (f) lo acompañaron como sus asistentes.
Bien resguardado
Se supo que García Linera llegó acompañado de al menos nueve personas y seis de ellos forman parte de la guardia vicepresidencial. Estos tuvieron comunicadores en el oído y revisaron todo.