Decisiones precipitadas

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La imagen internacional del país está pasando por el peor momento de su historia. Nunca antes una oficina de las Naciones Unidas había hecho observaciones tan drásticas sobre el comportamiento de un gobierno boliviano.

Índice de los Editoriales de Periódicos

  1. Los Tiempos: EDUCACIÓN, EL MAYOR RETO DE NUESTRO TIEMPO

  2. El Deber: Decisiones precipitadas

  3. Cambio: Hipocresía con la coca

  4. La Prensa:

  5. El Diario: Disputa por iza de banderas

  6. El Mundo: Mayor control

  7. El Día: Bolítica

  8. El Día: Estadísticas chutas

  9. El Día: Evo, los cocaleros y Estados Unidos

  10. El Día: Reír para sobrevivir

  11. El Día: Pugnas entre dirigentes ¿se merece esto Santa Cruz?

  12. El Día: Bolítica

  13. El Día: Antes que hable René Sanabria

  14. El Día: Vieja receta para un mal crónico

  15. El Día: Twitter no bastaba

  16. El Día: El gran chutazo

  17. El Día: La lección de Tomás Moro

  18. El Día: Bolítica

  19. El Día: El puñito jefe, el puñito

  20. El Día: Mucho más que poses y discursos




Los Tiempos: EDUCACIÓN, EL MAYOR RETO DE NUESTRO TIEMPO

Es tan directa la relación entre educación y bienestar material que la suerte de los pueblos depende en gran medida de la calidad de su formación

Un informe recientemente difundido por el Consejo Económico y Social de la ONU (Ecosoc) llama la atención sobre uno de los problemas más dramáticos del mundo actual. Se refiere a la inmensa cantidad de personas que aún ven transcurrir sus vidas sin poder ejercer su derecho a la educación.

Según el documento, al menos 67 millones de niños en todo el mundo están creciendo privados de la oportunidad de recibir por lo menos una educación básica, lo que de antemano los condena a un futuro sumido en la miseria o los obliga a buscar en vías ilícitas, como la delincuencia en cualquiera de sus formas, las opciones que les son negadas por su falta de capacitación.

El mismo informe señala que esos datos no hacen más que dar continuidad a la realidad actual, ya que ahora mismo alrededor de 796 millones de personas, un 17 por ciento de los adultos de todo el mundo, son analfabetas, y de este porcentaje dos tercios son mujeres.

El asunto, de por sí alarmante, lo es más si se considera que, como está ampliamente demostrado, hay una directa correlación entre nivel de educación y pobreza. Y no sólo porque cuanto mayor es la pobreza mayor también es la marginación de los sistemas educativos, sino porque las posibilidades de salir de la pobreza, o por lo menos atenuar su severidad, dependen en gran medida del nivel y de la calidad de la formación recibida. Así, la falta de educación no es sólo consecuencia sino, y sobre todo, causa principal de la pobreza.

Pero no es sólo en casos extremos, como el referido por el informe del Ecosoc que las cifras dan cuenta de un enorme fracaso mundial en materia educativa. Es que como lo demuestran a diario las cada vez más frecuentes y masivas protestas estudiantiles, la pésima distribución de oportunidades educativas también afecta, aunque en medida y forma muy diferente, a sociedades más prósperas del mundo.

Las protestas estudiantiles que están desencadenándose a lo largo y ancho de Europa, en casi todos los Estados Unidos y más cerca de nosotros en Chile y Argentina son la expresión del malestar que está incubándose, si no explotando ya, en las jóvenes generaciones que se rebelan ante drásticos recortes presupuestarios que están aplicándose al sector educativo para reducir los déficits fiscales causados por el derroche de los últimos tiempos.

La importancia del asunto es bien expresada por movimientos como el 15-M de España y sus correlatos en toda Europa, o las movilizaciones estudiantiles que estos días están poniendo en vilo a regímenes tan dispares como el de Piñera en Chile y de Fernández en Argentina. En todos esos casos, ya no es el derecho a la educación básica ni salir de la extrema pobreza lo que los jóvenes reclaman sino evitar que la falta de educación superior condene a quienes no la tienen a su alcance a ocupar definitivamente un lugar marginal en la sociedad.

Por donde se vea, sea en lo que se refiere a la relación entre educación básica y extrema pobreza o educación superior y oportunidades de prosperidad, el asunto es sin duda uno de los que mayores retos presenta al mundo actual.

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El Deber: Decisiones precipitadas

La imagen internacional del país está pasando por el peor momento de su historia.

Nunca antes una oficina de las Naciones Unidas había hecho observaciones tan drásticas sobre el comportamiento de un gobierno boliviano.

Este viene a ser el segundo traspié histórico que hace Bolivia ante la ONU. El primero fue a principios de este año, cuando en Cancún (México), hizo una propuesta que fue rechazada por todos los demás países del planeta, incluidos Venezuela y Cuba.

Ahora, la Junta Internacional de Fiscalización del control de Estupefacientes (JIFE) ha pedido al gobierno del presidente Evo Morales, en un documento oficial, “sopesar seriamente todas las consecuencias de sus acciones”.

Eso fue a propósito de la decisión del gobierno de denunciar la vigencia de la Convención de Viena de 1961, por la cual la humanidad entera se puso de acuerdo sobre los medios para combatir el flagelo de las drogas, que dañan el cerebro de las personas, sobre todo de los jóvenes.

La opinión pública podría sumarse a esa recomendación que hace la JIFE al gobierno boliviano, para que sopese “seriamente” sus decisiones, comenzando por las referidas a la política de control de cocales y del narcotráfico.

En el documento, la JIFE recomienda a las Naciones Unidas no permitir que los países puedan salir y entrar de los convenios a su antojo, mientras dejan de cumplir obligaciones esenciales para que la humanidad vaya librándose de las drogas.

Según el político Carlos Börth, la denuncia de la Convención de 1961 es un error cometido por el gobierno del presidente Morales, porque ni siquiera cumple el objetivo de defender el derecho de los bolivianos a masticar coca. En una entrevista de radio, Börth dijo que en enero, cuando Bolivia retorne a la Convención de 1961, volverá a comprometerse a terminar para siempre con la costumbre del ‘acullico’.

Lo que ocurrirá en el entretiempo, dijo el político, es que Bolivia dejará de estar obligada a luchar contra el narcotráfico, que es lo que ordena el artículo 37 de la mencionada convención.

Es decir que con esta decisión del gobierno boliviano los únicos beneficiados serán los narcotraficantes, pues Bolivia se habrá librado de la obligación de combatirlos.

La recomendación de la JIFE, de sopesar seriamente las decisiones, tendría que obligar al gobierno boliviano a revisar el método que usa cuando tiene que afrontar temas importantes.

Si se hubieran sopesado “seriamente” las decisiones referidas a la economía, al sector petrolero, a la agricultura, al manejo de la tierra, a la minería, y a todo lo demás, quizá el país estaría mejor.

La defensa del ‘acullico’ tiene sentido, pero siempre y cuando sea la defensa de la coca destinada para tal fin. Por defender a la coca del ‘acullico’ se está defendiendo ahora a la coca que se destina al narcotráfico.

EL DEBER propuso que se haga una consulta nacional, aprovechando el censo, para saber cuánta coca se necesita para el consumo legal.

Saber cuántos bolivianos tienen el hábito del ‘acullico’ permitiría saber cuántas hectáreas de coca son necesarias. Las demás hectáreas tendrían que ser erradicadas con la ayuda de la ONU.

Tomar otro tipo de decisiones puede llevar a recibir nuevas reprimendas de las Naciones Unidas y poner a los diez millones de bolivianos en la incómoda situación de ser cómplices de quienes proveen de coca al narcotráfico.

 


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Cambio: Hipocresía con la coca

La coca es desde hace siglos parte de la vida de los pueblos indígenas de Bolivia, Perú, Ecuador, Venezuela, Colombia y el norte de Argentina y Chile. Tan antigua es, que en 1557 el conquistador español Fernández de Oviedo escribió: "Quien mastica hoja de coca deja inmediatamente de sentir sed y hambre. Con una pequeña provisión de coca el indígena puede realizar grandes esfuerzos corporales sin sentir el frío ni el cansancio. Masticar coca mezclada con cal y ceniza alivia los dolores y cura las enfermedades".

Los indígenas del país usaron la hoja desde tiempos inmemoriales para aliviar el hambre y la sed, para vencer el sueño y los efectos de la altura, para medir el tiempo y la distancia, para ablandar las vetas minerales y hasta para adivinar el futuro. Para la buena fortuna se ofrecen hojas de coca al Sol, a las montañas y a la Tierra, mientras en las ciudades, en todos los niveles sociales, se bebe el arbusto en infusión para ayudar a la digestión.

La coca es parte de la medicina tradicional y algunos de sus jugos se usan para hacer bebidas gaseosas de consumo mundial. La ciencia ha determinado que en la savia de las hojas de la coca hay más de diez sustancias, entre ellas la cocaína, que constituye menos de 1%. Por este 1% es que se condena a la coca. Pero con el estudio que financia la Unión Europea (UE) sobre la hoja se acabarán los mitos para desacreditarla.

La UE apoya desde 2007 —con un millón de euros— el Estudio Integral de la Hoja de Coca, en el marco de la Estrategia de Lucha Contra el Narcotráfico 2006-2013, y el estudio en Bolivia sobre su demanda legal, que está en su fase final, permitirá conocer la cantidad que se consume de forma tradicional, con fines rituales, medicinales y alimenticios, y los excedentes que se desvían al narcotráfico.

El propio presidente Evo Morales dijo que la defensa del arbusto lo llevó a "Palacio". Y es que Morales, todavía máximo dirigente de los productores de coca del trópico de Cochabamba, defiende el consumo tradicional de la "hoja sagrada y milenaria" en el mundo indígena andino y su administración demanda de la ONU el retiro del arbusto de una lista de estupefacientes. El Mandatario considera un "deber como Presidente y como dirigente" exigir la despenalización de la coca, por su  uso medicinal y ceremonial en varios países suramericanos.

Por eso mismo, su administración calificó de hipócrita a la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), adscrita a la ONU, por criticar la decisión soberana de Bolivia de objetar parte de la Convención sobre Estupefacientes de 1961 que penaliza usos tradicionales de la coca.

En tiempos de la colonia española, con la misma ignorancia de la que hoy hace gala la JIFE, la coca fue condenada por la Iglesia bajo el argumento de que "posee cualidades satánicas que embrujan a quienes la mastican". Su efecto, sin embargo, supieron aprovechar los conquistadores, que a fuerza de coca lograban que un trabajador rindiera el doble y consumiera menos alimentos, lo cual fue muy útil en la explotación de las minas de plata de Potosí.

Para la Administración Morales, la premisa básica de la estrategia antidroga radica en su enfoque integral que reafirma la decisión de resolver el problema de las drogas en todas sus facetas, sin renunciar a la erradicación de coca en aquellas zonas donde la ley lo prohíba y respetando los derechos humanos. Es que el compromiso demostrado por Bolivia para ejercer un mayor control social y evitar su libre cultivo, favoreció la ratificación de apoyo del bloque de 27 países de la UE en los últimos años. Estados Unidos —por el contrario— disminuyó su ayuda.

Esa actitud imperial, hipócrita en opinión de Eduardo Galeano, llevó a este escritor uruguayo a formular unas cuantas preguntas: ¿Por qué se identifica a la coca con la cocaína? Si tan perversa es la coca, ¿por qué se llama Coca Cola uno de los símbolos de la civilización occidental? ¿Por qué entran y salen de Estados Unidos las avionetas de las drogas con tan asombrosa impunidad? ¿Por qué la tecnología modernísima, que puede fotografiar una pulga en el horizonte, no puede detectar una avioneta que pasa ante su ventana?

Hace tiempo el escritor uruguayo Eduardo Galeano preguntaba: "¿Por qué se identifica a la coca con la cocaína? Si tan perversa es la coca, ¿por qué se llama Coca-Cola uno de los símbolos de la civilización occidental?

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La Prensa:

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El Diario: Disputa por iza de banderas

Este año en la proximidad de la efeméride paceña del 16 de Julio de 1809, se repiten las desinteligencias entre el Gobernador y el Alcalde de La Paz, sobre aspectos acostumbrados como la iza de la bandera paceña en la plaza Murillo a cargo del alcalde, así como sobre otros actos de conmemoración de la histórica fecha. Desde el año pasado, la “madre del cordero” fue el Decreto Supremo Nº 41, disponiendo que los aniversarios cívicos de los departamentos se encuentran a cargo de los gobernadores. Anteriormente cuando el MAS y el MSM comían de la mismo plato, por decirlo así, no hubo problema, pero luego del divorcio se hizo incómoda la presencia del alcalde disidente. Está claro que el problema, de lejos, es político.

Muy preocupado en estos aspectos festivos, el gobernador César Cocarico dispuso que el Presidente del Estado ice la bandera nacional, el Gobernador la de La Paz, el Vicepresidente la whipala, quedando excluido el burgomaestre paceño, dando paso así al debut del segundo mandatario en el acto, quien antes no participaba y sin que vea por qué deba hacerlo.

El Alcalde representó esta medida y pidió una respuesta escrita a la gobernación en vista de que con anterioridad ambas autoridades reunidas habían acordado compartir honores en la iza correspondiente. El impasse parece zanjado por la instalación de un cuarto mástil según anunció la primera autoridad del departamento, de modo que se izarán dos emblemas paceños, añadiendo que no enviará oficio alguno de respuesta sino una mera invitación que puede ser aceptada o rechazada. Una disputa de este tipo no se presenta en ocasiones similares en el interior. ¿Será La Paz tan importante para que las autoridades disputen el privilegio del acto? Sin duda, este jirón patrio sólo importa para las pompas oficiales, mientras sufre la más lacerante postergación, continuada o ahondada por el actual Gobierno.

El 16 de Julio de 1809 recuerda el primer grito verazmente libertador de América, pero fue una revolución citadina, quedando aislada por el resto de las provincias tanto del Alto Perú como por las intendencias (como se llamaban entonces) dependientes de los virreinatos. Sus ecos sólo lograron prolongarse en una serie de combates en Yungas, si bien la Junta Tuitiva convocó también a los sectores indígenas. Estos datos indican que el 16 de Julio fue una revolución urbana y no es del todo acertado convertirla en fasto departamental.

El Gobernador haría una función de mayor reconocimiento en oportunidad de la efeméride si cada año al cumplirse la misma concurriera a la entrega de obras a las distintas provincias del departamento o, a falta de éstas, por lo menos a levantarles el espíritu cívico a veces bastante decaído. Por otra parte, los medios informan que el primer mandatario instruyó que el acostumbrado desfile de teas del día 15 sea presidido por las “comisiones organizadoras” (?), lo que supone otra forma de relegar al burgomaestre a un segundo plano. Curiosa recomendación en tan alta autoridad que, juzgamos, debe tener muchos y trascendentales asuntos por resolver, como para ocuparse de aspectos con sabor doméstico. En medio de estas pataletas, en las vísperas del aniversario paceño no se avista afanes por dotar al departamento de alguna obra que merezca ese nombre, ni a nivel departamental ni nacional, y tampoco leyes que puedan favorecerle.

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El Mundo: Mayor control

La referencia permanente que hacen las autoridades de Gobierno y en especial el Presidente a los medios de comunicación, ha sido una constante desde el primer día de la ascensión al mando, en la primera ceremonia cumplida en Tiwanaku.

Los ataques a la televisión se fueron extendiendo a todos los medios y en varias oportunidades, hubo situaciones de conflicto que fueron conocidas y representadas, inclusive por organización internacionales, como la Sociedad Interamericana de Prensa que en su momento, no solo representó sino que pidió audiencia a las autoridades, para hacer conocer su preocupación por los problemas.

Si bien el algún momento hubiera podido bajar la tensión, son muchos otros los momentos en que la incursión no ha sido necesariamente violenta, todo lo contrario, hubo una intervención pacífica, como la compara de acciones y otros hechos que ampliaron el dominio de algunas autoridades sobre los medios.

Una situación digna de ser analizadas es la relacionada con la Ley de Telecomunicaciones en estudio y que busca no solo la neutralización de los medios, sino la posibilidad de que el Gobierno pueda contar con una participación directa en el contrato, sino también con la utilización de frecuencias en amplitud modulada y onda corta en una proporción que alcanza los dos tercios.

El proyecto de ley, por otra parte, señala restricciones para los medios privados y la posibilidad de ser flexible para favorecer las frecuencias bajo su control que tendrían como responsables al Gobierno por un lado y a los sectores sociales por otro.

Recordemos que todas las oportunidades en que se han aprobado normas, en las cuales se podía tomar en cuenta a los medios de comunicación para imponer restricciones, el Gobierno no ha tenido reparo en aprobarlas pese a los reclamos.

El caso más difundido fue sin duda alguna aquellos dos artículos de la Ley Contra el Racismo y la Discriminación que no sólo exigen a los medios tomar precaución al mencionar los temas señalados, sino también la posibilidad de que alguna persona pueda usarlos para alguno de esos fines.

Otro momento en que se ha mencionado abiertamente el control a los medios ha sido señalado en el reglamento de elecciones del Órgano Judicial donde los controles son tan severos que se vuelven impracticables, como aquel de buscar el equilibro sobre la información relacionada con los candidatos y que exige un grado de equidad tal que no sólo mencionaría la extensión de los mensajes, sino el orden y las prioridades, además de que deben ser considerados todos.

Al respecto se han manejado como sinónimos términos como publicidad, propaganda y promoción, al considerarlos como parte de una campaña preelectoral que tomando en cuenta que se trata de la administración de justicia, no podrían llegar a hacer promoción de parte de los candidatos y menos de ofrecimientos.

Algún funcionario del Gobierno ha expresado inclusive que el objetivo de las medidas sería aquel de evitar que los medios puedan obtener ingresos económicos extraordinarios, como habitualmente sucedía en los procesos de elecciones, cuando los partidos hacían esfuerzos para contratar espacios, especialmente aquellos que ejercen el poder y que hacen la campaña a expensas del erario nacional.

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El Día: Bolítica

"No hay respeto, no hay nada, no hay qué cosa le valga a él (Evo Morales). Lo que el gobierno quiere es vendernos y destruir la vida para nuestros nietos y nuestros hijos. Nosotros no queremos la carretera en el TIPNIS"

Antonio Moye
Alcalde de Providencia.


Se dice que: La mayoría de los indígenas trinitarios que habitan en San Antonio lamentan que el presidente Evo Morales, un indígena al frente de Bolivia y conocido en el mundo como defensor del planeta Tierra, los haya engañado.


"Precisamente los colonos nos pueden saquear los recursos de nuestra zona, la madera en especial, los peces, las aves que hay en los montes que utilizamos. Aquí nosotros no sacamos nuestros recursos, sino más bien los cuidamos".

Simona Cueva
Indígena de San Antonio

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El Día: Estadísticas chutas

Más de 128 mil autos “chutos” han sido registrados en la Aduana y ahora toca el turno de la nacionalización, procedimiento que requiere hacer una serie de trabajos de verificación del estado de los vehículos, el origen y otros detalles. Se trata de una labor combinada entre la Aduana y la Policía ya que no solo es necesario controlar si los autos se encuentran en buen estado, sino también examinar si los números de chasis y motor no han sido adulterados, señales de que pueden ser robados. Si fuéramos exhaustivos deberían intervenir agentes antidrogas, por motivos obvios. Si los verificadores fueran robots, deberán nacionalizar más o menos 1.400 autos por día. Calculemos alrededor de 30 minutos por cada automóvil y nos toparemos con la enormidad de 64 mil horas/hombre, es decir, 60 autos por hora para cumplir con el plazo de tres meses que ha dado el Gobierno. El primer día sólo pudieron revisar 17 autos por una serie de inconvenientes. Con ese promedio el término de 90 días quedará muy chico y para cuando terminen hará falta otra ley de amnistía. El dúo dinámico del Senado ya debe estar pensándolo.

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El Día: Evo, los cocaleros y Estados Unidos

Los coqueteos del presidente Morales hacia Estados Unidos van más allá del pedido público que hizo a los embajadores europeos la semana pasada para que le ayuden a recomponer las relaciones con la Casa Blanca. El primer mandatario ha pasado del discurso a los hechos, aunque tal vez hará falta mucho para restaurar la confianza de los norteamericanos en los aspectos más sensibles que toca a ambos países: la coca y el narcotráfico, sobre todo, luego de constatar todo lo que ha ocurrido en Bolivia y hasta dónde se ha metido la droga después de la expulsión de la DEA.

La semana pasada, como por arte de magia fueron detenidos dos peligrosos narcotraficantes colombianos y uno peruano, cuya expulsión del país fue decidida en tiempo récord, sin mayores trámites y obviamente, sin hacer ninguna de las reservas patrioteras que acostumbra el régimen en estos casos. Esta entrega puede ayudar, sin duda alguna, pero representa una bicoca en relación al nivel de penetración que han conseguido las mafias internacionales de la droga después de que el Gobierno de cambio les obsequió un territorio libre de gringos, radares y satélites.

Según los servicios de inteligencia colombiana, en Bolivia hay por lo menos tres mil narcotraficantes de ese país, aprovechando las ventajas que ofrece la tolerancia del régimen de Evo Morales hacia los desbordantes cultivos de coca, un aspecto que en Colombia ha sido atacado severamente y que ha obligado a muchos “inversionistas” a emigrar a territorios más fértiles. De acuerdo al mismo informe, en el país estas mafias han invertido mucho dinero, han introducido tecnologías novedosas para la fabricación de cocaína y financian con préstamos blandos la expansión de los cultivos de coca en zonas no tradicionales. Esta situación contrasta radicalmente con las versiones oficiales que de manera insistente han negado en los últimos años la presencia de cárteles de la droga en el país.

Por todas estas evidencias, por el último informe de la ONU y por todo lo que pueda decir el general Sanabria en Miami, no solo como narcotraficante confeso sino como ex zar antidrogas de Bolivia y como hombre de confianza del ministro de Gobierno, es que el presidente Morales ha comenzado a hablar de fracaso de su política cocalera. Hace unos días trató de sacar los pies del plato, argumentando que el desborde de los cultivos de coca se ha producido por culpa de los sindicatos del Chapare que no han ejecutado una correcta labor de control social. Es curioso que lo diga porque precisamente él es el máximo líder sindical del trópico cochabambino y fue su régimen el que inventó la fórmula de la autorregulación para la “hoja sagrada”.

En los últimos días, el presidente subió aún más el tono hasta alcanzar el nivel de la advertencia hacia sus compañeros cocaleros. En Sinahota les dijo que quienes no cumplen con el cato son enemigos de la coca y que los excesos en los que han incurrido (algunos están sembrando 40 veces más de lo permitido), harán pensar a los “gringos” que en Bolivia ha fracasado la política del cato que Evo Morales le impuso a los gobiernos anteriores.  Por último, el jefe de Estado amenazó a sus bases con el retorno de los agentes de la DEA si es que no cumplen con la erradicación voluntaria. Eso más que una advertencia o una premonición parece ser una realidad inevitable.

Por el último informe de la ONU y por todo lo que pueda decir el general Sanabria, no solo como narcotraficante confeso sino como hombre de confianza del ministro de Gobierno, es que el presidente Morales ha comenzado a hablar de fracaso de su política cocalera.

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El Día: Reír para sobrevivir

La llegada del Dr. Patch Adams, respetable médico que ha hecho de la alegría un recurso importantísimo en los tratamientos médicos, pone el tema de la algarabía terapéutica sobre el tapete. El cerebro de un niño al que se hace reír en un hospital, producirá una serie de sustancias químicas como dopamina, serotonina y endorfinas que, si bien pueden no curarlo, sí pueden derivar en una mejor asimilación de tratamientos y fármacos, amén de hacerle su circunstancia más llevadera. Encomiable y respetable misión.

El éxito de esta terapia me hace pensar –guardando las proporciones- que esto es lo que necesitamos, considerando el momento que estamos atravesando. Creo que la risoterapia adaptada, siendo un recurso de la psicología moderna y alternativa por la que el tirarse al piso de risa ayuda a liberarse del estrés, el cabreo y las crisis existenciales, es exactamente lo que la ciudadanía boliviana está necesitando.

Por supuesto que nos ayudaría mucho para empezar el tratamiento, tener la suerte de SE y poder subirnos a un avión de jeque e irnos a alentar a nuestra selección de fútbol a Jujuy. Ideal sería que nuestra óptica de lo bien que anda todo nos proporcionara placeres de ese tipo y ni hablar de ir acompañados por la magnífica y multitudinaria Diablada Urus con bruta banda incluida. Eso es lo que nos falta, relajarnos. Dejar de angustiarnos por lo que cuesta pasarla bomba y hacer de estos cinco años y seis meses de gobierno, una fiesta continuada.  Debemos deshacernos del estrés que nos está aniquilando. Por ejemplo, cuando se decomisan 12 toneladas de droga por semestre–que estadísticamente es sólo el 20% de lo que se produce- no se ve informe alguno de los cientos de miles de dólares que solían acompañar esas incautaciones y eso es algo que debería provocarnos grandes carcajadas.

Qué fantástico sería que todos nos matemos de risa por la amnistía que convirtió 10 mil chutos en 130 mil. La magia también es redivertida. El que haya sido ideado para que no se hable del déficit fiscal y menos de subvención a los hidrocarburos, es un jolgorio y una política muy coherente. Todo se soluciona momentáneamente con un masivo contrabando. Al menos por este año. Qué más da unos cuantos miles de litros extra que habrá que importar para que los chutitos funcionen por los tan bien mantenidos caminos de este país. Y hablando de carreteras, jocosa la respuesta de SE a los indígenas: la carretera que atravesará el Isibore Sécure se hará sí o sí. Eso se llama gobernar escuchando, pero no oyendo. Gracioso viniendo de quien se llena la boca de supuesta protección tanto a los indígenas como a la naturaleza.

Y qué plato el desautorizado Ministro Arce quien en principio se opuso a esa animalada amnistía. Conste que se opuso en principio y no por principio y por supuesto se le pasó rápidamente.

Divertidísimo, sólo tenemos que aprender a reír.  Hasta se me ocurre un par de nombres que serían perfectos para la risoterapia multitudinaria. Santalla en vez de Llorentty. Jenny Serrano en lugar de Marlene Ardaya y el Pocholo sería ideal en la pega de Canelas. Con ellos otra sería la historia y seríamos mucho más felices. Qué falta de sentido del humor nuestra seriedad cuando vemos que en identificación -como los civiles ya se olvidaron de lo que les enseñaron los venezolanos y no pueden- en las 24 primeras horas del gran cambio, los policías de siempre son los que terminan atendiendo la filiación.

Y cuando YPFB se apropia para siempre de una gasolinera de varios cientos de miles de inversión por falta de una factura de 20 bolivianos en el paraíso de lo chuto y lo trucho, debiera ser hilarante y no preocupante. Si Villegas quiere tener sus gasolineras, sería bueno que se las compre. Aunque claro, eso no sería tan gracioso.

Lo más divertido de todo es, sin duda, lo que está sucediendo con las extravagantes elecciones judiciales.

Acaban de terminar la reglamentación cuyo único objeto es disimular por quiénes se votará. Nos dejarán conocerlos en la medida exacta para que no podamos formarnos una opinión. El proceso de selección es como todo últimamente en Bolivia: inédito. Es gracioso ver a los diferentes voceros del Tribunal Electoral, tratar de explicar lo mismo que ni ellos entienden. El afán es exponer a los candidatos tanto como para que no se desdibuje su condición humana. Debemos tener la seguridad sólo de que sí existen pero no para qué sirven. Han logrado que su Reglamento infrinja su Ley y ésta la Constitución de tal modo que siempre se pueda apelar a la violación de una de las tres para guillotinar sobre todo a los medios de prensa rebeldes. Mantendrán la presión, pues cualquier desliz puede dar similar resultado a lo que sucede con las gasolineras. No perdamos de vista que la genialidad de esta pseudo elección, es que no importa cómo y por quién se vote, todos ellos tienen como misión copar más espacios de poder e intentar prorrogar al MAS más allá del 2014.

Vivir así es vivir bien. De joda, felices, jaraneros. Debemos cambiar nuestra manera de enfrentar la realidad con irresponsabilidad  y descaro. Y sobre todo reírnos a gritos y mucho mejor si es del prójimo. Ésa es la gran lección y tal vez la solución.

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El Día: Pugnas entre dirigentes ¿se merece esto Santa Cruz?

Entendíamos  que la lucha de los líderes cruceños, por cientos de años, era por algo grande a favor de la región y del país. Si la lucha se trucó en victoria, siempre favoreció a todos los bolivianos y no solo a los cruceños. Buscar menor dependencia de un gobierno distante y concentrador del poder ha estado presente en toda la etapa de vida republicana en Bolivia, con mayor o menor énfasis en cada región. Para la conciencia de los pueblos de la periferia  estaba claro que allí radicaba  en  gran parte la causa de su atraso, la pobreza,  la falta de desarrollo económico social y cultural. Los procesos de reivindicación estuvieron presentes en todo momento con distintos nombres  y matices, ajustándose  el discurso y las propuestas a la evolución de los conceptos político jurídicos de cada tiempo. Nunca faltó la voluntad para luchar por  mayor control del destino y la suerte de cada región. Con  diversas modalidades, desde simples movimientos regionales a  otros más definidos,   fueron federalistas, igualitarios,  desconcentradores, descentralizadores, para finalmente llegar con la propuesta autonomista.  Una   versión moderna  de administración del estado  ajustada a las corrientes en boga de autodeterminación de los pueblos, como parte del proceso creciente en occidente de profundizar el ejercicio de la democracia y de la plenitud de los derechos ciudadanos.

Con esa herencia y esa visión Santa Cruz lideró el movimiento autonomista hasta convencer a  dos tercios del territorio nacional. Solo la coincidencia temporal de este proceso con el ascenso del proyecto autocrático y personalista del MAS ha frenado las esperanzas depositadas en un estado con autonomía,  un proceso descentralizador del poder y de los recursos nacionales.  Tomada la propuesta  con habilidad por el gobierno  convirtió  la bandera autonomista en un simple eslogan demagógico vacío de contenido hasta   neutralizarla  en la práctica y, lo que debería haber reforzado la unión de los bolivianos la ha puesto en riesgo de hacerla pedazos.  En el empeño no han faltado, aún  en los pueblos más entusiastas de la autonomía, quienes de manera poco disimulada colaboraron políticamente para el éxito del gobierno obcecado con el control total del poder;  tildados de manera suave como “los funcionales”,  demostraron que las convicciones se pueden arrugar cuando están en juego  intereses personales o de pequeños grupos de poder.

Se cambiaron líderes por dirigentes, porque la convicción se enfrió. A pesar de todo,  al pasar la Autonomía al texto constitucional quedan,  aunque estrechas,  rendijas por donde continuar la lucha para una gradual  implementación. En éste tira y afloje, lo más visible ha sido la elección de los gobernadores departamentales, y en el caso cruceño, de Rubén Costas A.  Si el Cabildo mayor concentró a los pies del Cristo alrededor de un millón de personas, más del 50% se reflejó en la votación a su favor, porque la mayoría lo identificó con el proceso autonomista;  una especie de encarnación del movimiento autonomista.  En ese sentido, los resultados de la elección y del revocatorio demuestran que un porcentaje alto de afines al oficialismo, al masismo, también votaron por él, porque votaron por ¡Autonomía!

La Asamblea Legislativa Departamental (ALD) es, sin duda, otro logro mayor del proceso. Es el primer poder en democracia, fiscalizador del Ejecutivo departamental y debe ser el propulsor de las principales líneas políticas para el desarrollo económico e institucional de Santa Cruz. Bien entendido la Asamblea debería establecer  con el Ejecutivo una sinergia  de poderes a favor del desarrollo cruceño.  Todos los asambleístas, hasta los que fueron primero elegidos  por el gobierno y después por los votos cruceños, todos, pónganse la mano al pecho para hacer examen de la gestión realizada. ¿Creen,  frente al espejo, haber respondido a la confianza y a las esperanzas del pueblo cruceño?

Cuando faltan liderazgos los recursos departamentales se recortan, los planes mayores para el desarrollo departamental se paralizan, poco o nada ante las  nuevas normas “nacionales”  que recortan competencias y recursos a instituciones municipales y departamentales;  siguen nuestros representantes con la pistola en la nuca y  la ciudadanía expectante a  ver “cuando  se jala  el gatillo”. No se debe claudicar en la defensa de los recursos naturales de Santa Cruz, ni retroceder ante el poder de los sembradores de coca, el avance del narcotráfico y del consumo de droga. Ya resuenan las amenazas contra las cooperativas,  estructura fundamental del desarrollo  cruceño. Es la hora de reaccionar.

Un liderazgo en retroceso a causa de la desunión.  Un liderazgo degradado que parece no darse cuenta de lo que pasa, ocupado en proyectos personales, dejando de lado los objetivos comunes para lo que fueron elegidos.  Se ha llegado a configurar una Directiva en la ALD, ¿por qué no funciona, para manipularla? El ridículo ha sido alcanzado con las discrepancias entre Costas Gobernador y el Senador Antelo; ojalá fuera  por discrepancias en visiones a largo plazo sobre el futuro de Santa Cruz y no por un pedacito de la  “tortita”,  a lo que se está reduciendo el gran proyecto cruceño, esperanza del proyecto nacional. Nada de  reuniones en cuartos oscuros.  Acuerdos y consensos públicos sobre  programas a favor de la institucionalidad y el desarrollo de todos  los pueblos cruceños.  De nada valen ya  las arengas en cabildos multitudinarios, hay que practicar los contenidos con honestidad, lealtad, e  hidalguía para reconocer errores y enmendarlos.

Cuando el país atraviesa una crisis institucional sin precedentes, Santa Cruz debe ser  capaz de poner en marcha el proceso autonómico facilitando el ejercicio de la ALD, con un presidente indígena, comprometido sólo con la democracia, la autonomía, símbolo de la unidad del pueblo cruceño y boliviano.

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El Día: Bolítica

"Llamamos al doctor Antelo para y no ser funcional a los lineamientos del Gobierno, que lo que busca es justamente la división interna. Lo estamos llamando para que podamos tener la coordinación política".

Roly Aguilera
Secretario General de la Gobernación


Se dice que: La Asamblea Legislativa Departamental se mantiene en crisis por la división entre los Verdes de Rubén Costas y NPC de Germán Antelo, profundizada en los últimos días por una serie de ataques verbales.


NPC no es funcional al MAS, ni a Verdes. Creemos en el consenso y no cree en la polarización, son ellos (el MAS y Verdes) que a falta de discurso y capacidad política, alimentan la intolerancia y la confrontación, pareciendo ser almas gemelas".

Javier Limpias
Asambleísta departamental de NPC

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El Día: Antes que hable René Sanabria

Los últimos acontecimientos en materia de narcotráfico en Bolivia están comenzando a poner en duda de qué bando se encuentra el presidente Morales. Hace poco dijo que él no tenía la culpa por el desborde de los cultivos de coca en el Chapare, pese a que nunca ha dejado de ser el máximo dirigente sindical de los cocaleros del trópico cochabambino. “Es cosa de las bases”, fue su excusa para justificar el fracaso del control social que su mismo régimen impuso como método para que sus compañeros hagan de ratones cuidando el queso. Recientemente, en la localidad de Sinahota, el jefazo les advirtió a los productores de coca que si no frenan un poco “la cosa”, volverán los gringos de la DEA con sus helicópteros y sus machetes para retomar la erradicación forzosa. Les dijo que quienes tienen más de un cato (algunos tienen siete hectáreas, 40 veces más de lo permitido) son enemigos de la coca y que aquello les hará pensar a los norteamericanos que en Bolivia ha fracasado el Gobierno cocalero. Este gran cambio de discurso ¿y de bando? se produce antes de que el general René Sanabria empiece a cantar. Tal vez no sea necesario que termine la canción.

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El Día: Vieja receta para un mal crónico

Cada vez que las papas queman, en Bolivia pensamos que la salida viene por el lado de los militares, una vieja receta que jamás ha parido una solución. Cualquiera que no conozca los antecedentes podría pensar que el país cuenta con las Fuerzas Armadas más profesionales, más honestas y mejor equipadas del mundo, capaces de enfrentar cualquier desafío, desde amasar pan hasta luchar contra los contrabandistas o reducir el índice de inseguridad ciudadana. Menos mal que en el país no ha prosperado la idea de meter de lleno a los militares en la lucha contra el narcotráfico. Las consecuencias tal vez hubieran sido más nefastas de lo que son.

Los militares bolivianos acaban de demostrarle al mundo que no tienen ni siquiera una brújula para orientarse y evitar así papelones como el que pasó un grupo de uniformados en Chile, donde también se puso en duda la integridad de los soldados. Pese a ello, el presidente Morales ha anunciado que reforzará el control fronterizo con el traslado de dos regimientos completos destacados en la zona central del territorio nacional.

La medida se produce luego de constatar la vergonzosa situación en la que se encuentran las fronteras del país, penetradas incesantemente por contrabandistas, narcotraficantes y ladrones de autos, que para el caso, pertenecen al mismo tronco mafioso.

A los militares se les encomendó la misión de resguardar los límites después de que se hicieron reformas a las normas aduaneras y el balance no ha sido nada positivo. El propio presidente Morales se quejó de la ineficacia de sus gendarmes cuando admitió que el contrabando era imparable ya que los traficantes de diesel pasaban el combustible hasta en mamaderas, de ahí la necesidad de frenar la fuga mediante el “gasolinazo”.

No se les puede atribuir toda la responsabilidad del problema a los militares. Ellos son apenas el componente de un mal crónico en Bolivia y que lamentablemente se ha agravado en los tiempos del cambio. A nombre de la protección de los usos y costumbres de los pueblos originarios, el régimen de Evo Morales ha desarrollado todo un mapa de complicidad con decenas de ayllus y comunidades campesinas, que siempre tuvieron tratos cordiales con los contrabandistas, pero que últimamente han establecido verdaderas zonas de exclusión donde han consolidado una suerte de entronque entre la justicia comunitaria y la economía ilegal, que goza de mucha prosperidad en el país.

Qué pueden hacer los militares con sus pocos recursos y sus escasos escrúpulos, después del carnaval de iniquidad que decretó el Gobierno a través de una norma que legalizó el delito y que puso en evidencia el nivel de penetración que ha conseguido el crimen organizado en comunidades, que según el Primer Mandatario, han dejado de producir alimentos y prefieren dedicarse al delito, tal como ocurre con más de 700 mil personas en el país que viven del narcotráfico, de acuerdo al último informe de la ONU.

El país ha conformado una institución dedicada al control de las fronteras. ¿Qué está haciendo esta entidad además de ejercer el control político en diferentes regiones del país? De esta unidad debería surgir una propuesta novedosa, eficaz y bien estructurada que sea capaz de responder a la necesidad de luchar contra los contrabandistas, proteger la soberanía del país y aplicar políticas para frenar el delito que corroe el tejido social de las comunidades más alejadas del territorio.

Qué pueden hacer los militares con sus pocos recursos y escrúpulos, después del decreto que legalizó el delito y puso en evidencia el crimen organizado en comunidades, que según el Presidente, han dejado de producir alimentos y prefieren dedicarse al delito.

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El Día: Twitter no bastaba

Hegel, Weber, entre otros, se han referido a "la necesidad antropológica" que tiene el ser humano de hablar para dar sentido a todo lo que le rodea, para construir su mundo. Y si sería injusto decir que Venezuela es una dictadura, sí, en cambio, en el dominio de la palabra funciona ya como un auténtico totalitarismo. Hugo Chávez, presidente del país, acaba de regresar por sorpresa de Cuba al cabo de un mes de tratamiento por una dolencia cancerosa, periodo durante el cual ha seguido gobernando en parte por medio de Twitter. Pero, escrita o hablada, es con la palabra como rige el país.

Durante las primeras semanas de la estancia antillana era perceptible la vacilación en Caracas. Los improvisados portavoces del líder bolivariano hablaban de su pronto regreso, posiblemente porque la mayoría ignoraba la gravedad de la dolencia. Hasta que ha tenido que ser el propio Chávez, quien revelara la naturaleza de su mal. Es muy propio que los adláteres del líder hablen de él para cantar sus alabanzas, pero ninguno se atreve a tomar la palabra en su nombre. No estamos, sin embargo, ante un vulgar culto de la personalidad, sino en el beato reconocimiento de que solo el líder bolivariano es capaz de idear un nuevo orden universal. Solo él puede hacer de portavoz de sí mismo.

Así, en lugar de ceder temporalmente la presidencia, Chávez ha hecho de su sustituto constitucional, el vicepresidente Elías Jaua, un simple recadero encargado de transmitir las órdenes recibidas. Y es de suponer que en el tiempo que el presidente ha estado en Cuba y sufrido dos operaciones tuvo que haber momentos en los que perdió de vista las cosas de este mundo, experiencia sin duda traumática para sus seguidores porque la Caracas oficial ni parpadea sin su permiso. Todo ello se deriva, naturalmente, de la realidad más prosaica. Chávez no quiere a su alrededor luminarias rivales y mucho menos si existe la posibilidad de que esté físicamente disminuido.

Pero también hay explicaciones más mundanas para ese aferrarse a la formalidad tanto como a la materialidad del poder. En 2012 habrá elecciones presidenciales en Venezuela y por mucho que se proclame la irreversibilidad de la revolución bolivariana, la sustitución o debilitamiento del líder podría causar el desistimiento de parte de su parroquia, incapaz de concebir un chavismo sin Chávez. Y por eso es posible que haya forzado su regreso, porque sin esa fuente bautismal de presencia y palabra podía temer que se resquebrajara su ocupación del territorio. En febrero, el conglomerado de partidos y movimientos que forman la oposición, tendrá que elegir en unas primarias al candidato del antichavismo. Y si para entonces no está claro que Chávez sigue siendo el eterno candidato de sí mismo, el advenimiento del socialismo del siglo XXI podría quedar para otro siglo.

La lejanía, por mucho Twitter que se le aplicara, era probable que abriera entre los más cercanos colaboradores del presidente una lucha por el poder, y a esa luz parece cabría interpretar las recientes declaraciones de su hermano mayor, Adán Chávez, más cubano, o sea radical, que el líder máximo, advirtiendo que la revolución podía recurrir a "otros métodos, como la lucha armada" para garantizar su supervivencia. Si Hugo Chávez es muy cierto que tiene el seguimiento real y hasta fervoroso de la mitad del país menos favorecida social y económicamente -y algo habrá hecho para merecerlo- también lo es que no tiene pariente ni allegado que ni remotamente pueda presumir de nada parecido.

Hay que preguntarse si el presidente está en condiciones físicas para gobernar hoy como solía, con la escenificación permanente de imagen y palabra. Chávez ha admitido que la batalla contra la dolencia solo ha comenzado, y se especula con que tenga que volver periódicamente a Cuba para seguir el tratamiento. Un dato sobre el futuro lo dará la continuación o no de sus maratonianos realities televisivos. Una disminución de sus propiedades taumatúrgicas preocuparía no solo a sus fieles, sino igualmente al bloque de países bolivarianos, y para nadie sería más grave que para el Estado cubano que recibe 100.000 barriles diarios de crudo a precio de amigo, y tiene destacados más de 50.000 asesores, técnicos y militares en Venezuela, siempre a cargo de Caracas, cuya permanencia podría quedar en precario. Por eso el castrismo tiene el máximo interés en que se restablezca plena y prontamente la única inversión que le queda en el mundo.

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El Día: El gran chutazo

El amable lector, intrigado de que el infrascrito dedique esta columna a una crónica del partido inaugural de la Copa América podrá respirar tranquilo. Hay otros que ya lo han hecho y, con gran conocimiento y destreza. No, no voy a comentar lo bien que jugaron los bolivianos de la selección nacional, ni el empate con el poderoso equipo argentino. Me limitaré a decir que, cuando hay voluntad se multiplican las fuerzas y el ingenio.

¡BO-BO-BO-LI-LI-LI-VIA-VIA-VIA…! Una victoria más sonada que la detención del ex jefe de la “inteligencia” antidroga y ex general René Sanabria. Aunque esta hazaña no se la anotó el equipo policial boliviano antidroga sino la satánica DEA. Como es sabido, la captura del narcogeneral, fue el resultado de una compleja artimaña entre cuyas redes se dejó prender Sanabria. Pero Don Evo no supo nada de esa astuta confabulación y por eso se quejó de que no le hubiesen informado a tiempo.

Pero esta columna no tenía la intención de hablar de narcotráfico sino de la Ley de Saneamiento de Vehículos Indocumentados, popularmente llamados  “chutos”. Asunto muy jugoso del que también se ha tratado abundantemente. Cuando hablo del gran chutazo me refiero a la monumental e incomprensible  oficialización del contrabando de los vehículos viejos y nuevos que ingresan al país sin pagar los impuestos aduaneros que establece la ley. Según informa la Aduana Nacional, el pasado fin de semana se calculaba se inscribieron en todo el país, para ser “nacionalizados” más de 128,059 unidades.  Un “éxito” inexplicable si se recuerda que el 2008, el Gobierno decretaba la prohibición de ingresar al país coches usados con más de cinco años y ahora abre las puertas a toda la chatarra se quiera, y de esta forma incoherente se justifica declarando que, por fin, los pobres tendrán coche propio. Ojalá se cumpliera este propósito.  Pero, al mismo tiempo,  las calles se llenarán de chatarra rodante, el Gobierno tendrá que aumentar el subsidio que otorga a los carburantes, después de que tuvo que anular el odiado “gasolinazo” el 31 de diciembre de 2010.

Sin embargo, a los choferes sindicalizados se les permitió que sus vehículos con más de 12 años, sigan trabajando, con evidente peligro de cuanto bicho viviente se les ponga por delante, pese a las “rigurosas”  inspecciones técnicas que se les exija. Sabemos cuán poco fiables son tales inspecciones. El otro aspecto que tampoco resulta fácil de comprender es la pasividad de los taxistas que, con miles de chutos en las calles, tendrán una competencia abusiva y desleal.  Me cuesta  creer que este gremio no haya  protestado con la misma fuerza que algunos sectores  acostumbran a manifestarse masivamente cuando alguna pulga les pica. Tengo buenos amigos taxistas y me preocupa que los chutos les disminuyan sus flacos ingresos.  Llama también la atención que, para “nacionalizar” esas decenas de miles de chutos se necesitarán más de seis de trabajo burocrático. ¡Será éste un procedimiento calculado para crear más puestos de trabajo, ya que, hasta ahora no se instalaron las fantásticas industrias que tenían que acabar con el desempleo?

Ante tantas contradicciones e incoherencias, el Gobierno muestra su propia inseguridad y la contagia a la ciudadanía que cada día está más perpleja. Y Dios quiera que, en medio de tanto barullo no se estén encubriendo negocios innombrables.

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El Día: La lección de Tomás Moro

Un buen servidor del rey, pero, antes, un buen servidor de Dios”; tal fue el modo en que actuó siempre Tomás Moro y tales fueron las palabras en que se cifró el ideal al que ofrendó su vida, en 1535, al ser decapitado después de un juicio inicuo en el que probó, con valor incomparable, que la mejor forma en que pudo servir lealmente al rey fue acatando lealmente la ley de Dios.

John Farrow, el excelente director cinematográfico y autor de una serie de biografías que lo sitúan entre los más brillantes escritores de habla inglesa en el siglo pasado, fijó su atención en la vida del eximio humanista y Canciller de Inglaterra, considerando que en el ejemplo de rectitud moral que él supo dar a sus contemporáneos podía apreciarse uno de los casos más impresionantes de una insobornable lucha a favor de la libertad de conciencia y de una imperturbable serenidad de ánimo en medio de las violencias que ya empezaban a agitar al reino inglés en el comienzo de la Reforma.

La película que hace algunos años se exhibió en La Paz, basada en la biografía de dicho personaje, lleva la atención del lector a través de la magistrales secuencias en que se refleja la actuación de Tomás Moro ante Enrique VIII, a un punto central de meditación: el concepto de la lealtad en un alto dignatario que ante todo quiere ser fiel a la moral y al derecho, sin querer por eso dejar de ser leal a su soberano.

Como se sabe, Moro estaba vinculado a los círculos erasmistas, que buscaban en toda Europa la Reforma de la Iglesia sin llegar a una ruptura de la unidad cristiana ni a un desconocimiento de la suprema autoridad pontificia. La paz en el mundo cristiano, la reforma prudente y sin caer en el cisma, conservando la fe en la autoridad de la Iglesia: éstos eran los principios en los que Tomás quería inspirar su política al servicio de la corona. La pretensión de Enrique fue el punto crítico a partir del cual se inició la ruptura del Rey con su Canciller. El Heroísmo de éste consistió, precisamente, en no ceder ante ningún género de presiones, manteniéndose inflexible en la adhesión a los preceptos morales sobre los que se edifica la unidad de la familia y la paz de los reinos. Hillaire Belloc ha explicado con la incomparable lucidez de su método, cómo fue tejiéndose este drama que terminó por sustraer a la Gran Bretaña de la fidelidad a la tradición apostólica de la Iglesia.

Al negarse Tomás Moro a prestar juramento a Enrique VIII como jefe supremo de la Iglesia anglicana, surgió frente a él, como enemigo implacable dispuesta a eliminarlo, un palaciego sin escrúpulos, obsesionado por la idea de precipitar la caída del magnánmo Canciller, indisponiéndole con el rey mediante toda suerte de siniestras maquinaciones. Llamábase este cortesano ambicioso Thomas Cromwell, con el mismo apellido del gran puritano que un siglo después iba a conducir al cadalso al rey Carlos I. “Era una sombría figura- dice de él John Farrow- que emergía de las tinieblas a lo largo de su tortuosa carrera”. Sólo pudo abrirse camino- dice el mencionado biógrafo- “insinuando perversos infundios en los reales oídos”.

Nada más admirable que el silencio con que Tomás Moro supo mantenerse en un punto de sereno equilibrio frente a las presiones que sobre él se ejercían. La lealtad suele ser silenciosa, discreta, prudente, al paso que la lisonja es clamorosamente obsecuente, es soberbia, se niega a reconocer méritos ajenos y pretende echar sombras sobre los que son obstáculos en su camino.

La lección de Tomás Moro no pierde su actualidad y, como lo expresa el editor de la obra de Farrow, en nuestros días, al cabo de cuatro siglos, la vida ejemplar de este estadista, de este sabio y de este santo constituye una maravillosa enseñanza para el hombre de hoy, envuelto también como el autor de la “Utopía” en un clima de transición y de revolución en que se confunde y se desdibujan los más elementales deberes morales.

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El Día: Bolítica

"Bolivia va a tener que ser muy clara en su demanda, para evitar malos entendidos entre los otros 191 miembros de la Convención y para que le apoyen en su regreso a este sistema internacional".

César Guedes
Comisionado De NNUU Contra las Drogas


Se dice que: Es la primera vez que un país (Bolivia) denuncia la Convención de las Naciones Unidas contra los estupefacientes que este año cumple sus 50 años, según la Oficina de las Naciones Unidas Contra las Drogas y el Delito (ONUDD).


"Estamos dando una mala señal a la comunidad internacional de que se quiere legalizar el cultivo masivo de coca, cuando el gobierno no puede luchar contra el narcotráfico. Van a llegar sanciones de Estados Unidos y Europa a Bolivia".

Mauricio Muñoz
Diputado de Convergencia Nacional

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El Día: El puñito jefe, el puñito

El ministro de propaganda, Iván Canelas, hizo grandes malabarismos ayer para tratar de explicar por qué el presidente Morales no levantó el puño izquierdo cuando cantó el himno nacional en Buenos Aires, antes de partido inaugural entre las selecciones de Bolivia y Argentina. El funcionario dijo que no hay por qué sorprenderse, ya que el jefazo no siempre hace la pose de pasajero de micro y que eso depende de las circunstancias. Habría que aclarar que horas antes del encuentro futbolístico, el mandatario había pedido a los argentinos que no goleen mucho a nuestros muchachos y en las previas de la Copa América, les pidió “mil disculpas” a los judíos bonaerenses que se encontraban furiosos por lo del ministro-terrorista iraní, Ahmad Vahidi. En otras palabras, el ‘presi’ estaba medio bajoneado, pese a que acababa de recibir su decimoprimer título honoris causa. Hace algunos meses, el líder cocalero dijo que iba a castigar a sus colaboradores que no levanten el puño cuando canten el himno nacional o juren a sus cargos. Habría que preguntarle si es que ha decidido levantar esta puñetera instrucción.

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El Día: Mucho más que poses y discursos

Por segunda semana consecutiva, el gobernador de Santa Cruz, Rubén Costas, se ha portado desafiante con el Gobierno del MAS, que persiste en su lento pero seguro camino por defenestrarlo y conducirlo por lo menos al arresto domiciliario, como ocurrió con su colega beniano Ernesto Suárez Sattori, quien desde hace mucho es simplemente una figura decorativa en una región controlada militarmente por el régimen y administrada por interventores a la cabeza del zar de las fronteras, Juan Ramón Quintana.

Justo cuando el presidente Morales atraviesa por una de las peores crisis de popularidad en el país y las encuestas colocan a Rubén Costas como uno de los líderes que pueden aspirar a una proyección nacional, la agrupación Verdes,  que respalda al gobernador cruceño, decidió convertirse en partido político y lanzó una suerte de cruzada para ponerse en carrera para conquistar el poder en el país. Pese a que el régimen gobernante le envió una respuesta inmediata a través de la reactivación de un juicio por desacato contra Costas, éste se atrevió a retrucar y desafió al presidente Morales a que sea valiente y que lo enfrente en las urnas y no a través de un sistema judicial controlado por el Palacio Quemado. Paralelamente al discurso, la agrupación Verdes pudo restablecer el control de la Asamblea Legislativa luego de la crisis generada por la maniobra que llevó a la cárcel al presidente del órgano deliberante, Alcides Villagómez, quien permanece en Palmasola.

El mensaje impetuoso del gobernador lamentablemente fue acompañado con una señal negativa de división regional, consolidada a través de la ruptura del naciente partido Verdes con la agrupación Nuevo Poder Ciudadano del senador Germán Antelo.

De cualquier forma, puede resultar esperanzador el renacimiento de la oposición regional destinada a recobrar la lucha por la democracia y las libertades ciudadanas en un país que corre peligrosamente hacia la dictadura. Los líderes cruceños han dejado pasar mucho tiempo antes de ser capaces de generar una reacción impetuosa frente a los atropellos cometidos por el Gobierno.

Los dirigentes locales deben remontar primero que nada una crisis de credibilidad de la población, que ha contemplado azorada durante los últimos meses una actitud contemplativa cuando menos y en muchos casos funcional hacia las tropelías del oficialismo. En ambos casos no se puede hablar de otra cosa más que de complicidad y traición a las aspiraciones populares que se aglomeraron en torno a la lucha autonómica y la defensa del patrimonio productivo de la región, seriamente lesionado por el intervencionismo estatal.

Hemos llegado a tal vacío de poder y de impostura en Santa Cruz, que hoy no se habla solamente de ausencia de oposición, sino de la connivencia de líderes que se comprometieron con la ciudadanía para defender la libertad, la propiedad privada y los recursos regionales que hoy están amenazados por hordas cocaleras que están a un paso de consolidar zonas de exclusión como el Chapare o Los Yungas.

Cuando Rubén Costas desafía al presidente es porque sabe que esta región sigue resistiendo con fuerza el avance hegemónico del masismo, posición que jamás ha variado, pero que no ha sido representada fielmente por los líderes que se encumbraron en torno a ella, sino todo lo contrario. Hará falta mucho más que discursos para recuperar la confianza de la gente en una lucha sin cuartel por la democracia y el estado de derecho.

Los dirigentes locales deben remontar una crisis de credibilidad de la población, que ha contemplado durante los últimos meses una actitud contemplativa y en muchos casos funcional hacia el oficialismo.

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