Es la primera vez que un país denuncia la Convención de las Naciones Unidas contra los estupefacientes que este año cumple sus 50 años, dice el representante de la Oficina de las Naciones Unidas Contra las Drogas y el Delito (ONUDD). Él considera que, como situación inédita, Bolivia va a tener que ser muy clara en su demanda, para evitar malos entendidos entre los otros 191 miembros de la Convención y para que le apoyen en su regreso a este sistema internacional.
César Guedes. Nacionalidad: Peruana Profesión: Administrador de Empresas Cargo: Rep. ONUDD en Bolivia
El actual representante Residente de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) estudió en la Universidad de Lima la carrera de Administración de Empresas (1978-1983) y tiene una maestría en Desarrollo y Relaciones Internacionales del Centro de Posgrado del Instituto de Estudios Sociales (ISS) (1989-1990). Fue director de esta oficina para el Caribe y Latinoamérica con asiento en Viena. Fue especialista del Programa Voluntarios de Naciones Unidas (Bonn, Alemania 2000-2004). También ejerció un cargo operativo en el Programa Oficial de JPO para China y Corea del Norte
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La Razón – Miguel A. Melendres – La Paz
Guedes critica decisión ante la Convención
El actual representante Residente de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) estudió en la Universidad de Lima la carrera de Administración de Empresas (1978-1983) y tiene una maestría en Desarrollo y Relaciones Internacionales del Centro de Posgrado del Instituto de Estudios Sociales (ISS) (1989-1990). Fue director de esta oficina para el Caribe y Latinoamérica con asiento en Viena. Fue especialista del Programa Voluntarios de Naciones Unidas (Bonn, Alemania 2000-2004). También ejerció un cargo operativo en el Programa Oficial de JPO para China y Corea del Norte
— ¿Qué pasará con la denuncia que plantea Bolivia a la Convención de 1961 sobre estupefacientes?
— El tema es preocupante, porque nunca ha ocurrido. Lo que esperamos es que Bolivia sea bastante claro y contundente en su diálogo con la comunidad internacional, indicando cuál es el motivo de su accionar. La denuncia concreta es por el tema del acullico y, al presentar su reclamo, se denuncia a toda la Convención. No se puede ser selectivo en la denuncia. O se es parte del todo o no se es parte de nada. No hay medias tintas
— ¿Qué procederá luego de presentada la denuncia?
— Hasta el 1 de enero del 2012, Bolivia todavía seguirá perteneciendo al sistema. En esa fecha, Bolivia ha manifestado su interés de pedir su reingreso pero con reserva (pedir que el acullico no sea establecido como estupefaciente). Cuando un país pide su ingreso con una reserva, se abre un conjunto de procedimientos que dura por lo menos 12 meses. Los estados miembros tendrán que pronunciarse a favor o en contra. Tiene que haber por lo menos un tercio de los estados signatarios de los 191 que se opongan.
— ¿Y cómo cree que responderá la comunidad internacional?
— No creo que la comunidad internacional quiera tener a un país aislado en una Convención de esta naturaleza, especialmente ahora que cumplimos 50 años y por la seriedad de lo que implica el tema de esta Convención. Tampoco creo que quieran crear un precedente, pero la última palabra la tendrán ellos, nosotros sólo apoyamos los esfuerzos y damos las facilidades para un diálogo.
— ¿Cómo debe actuar Bolivia para lograr su objetivo?
— Habrá todo un juego diplomático que deben hacer las autoridades bolivianas a través de sus misiones, embajadas u otras autoridades para que puedan explicar a los estados miembros, en los diferentes foros, cuál es el motivo de su denuncia y de su solicitud de reingreso con reserva. Si quedara claro para todos, de que es una cuestión cultural, intuyo que no se opondrían a su reingreso.
— ¿No es valorable que Bolivia quiera hacer respetar la hoja de coca establecida como patrimonio cultural en la Constitución que refunda el nuevo Estado Plurinacional?
— Sí, Bolivia está en su derecho soberano de revisar los acuerdos y los tratados internacionales. Bolivia ya no es República de Bolivia, sino un Estado Plurinacional. Pero eso no es una excusa para no reconocer los tratados que ya se firmaron (como la de Viena), porque la antecesora al Estado Plurinacional es la República. Por lo tanto, todas las obligaciones que hubo son heredadas o traspasadas.
— ¿La denuncia fue una medida acertada?
— Si Bolivia debió retirarse o no, es una decisión soberana de este país. Pero creo que frente a los instrumentos que se tienen y de cómo se lo percibe al masticado de la coca, éste no debía ser un tema contencioso internacional. Hubiera sido más prudente continuar con negociaciones y ver salidas a otro nivel, porque denunciar una Convención, sí es una acción mayor que hay que saberla manejar de manera prudente y ecuánime, para que el mensaje no se tergiverse.
— ¿Qué rescata de la posición boliviana?
— Lo bueno e importante de esta acción es que, si bien están haciendo la denuncia, están también dando el mensaje inmediato de que se van a reincorporar. Lo grave sería denunciar y dejar todo abandonado. Ahí, Bolivia va a tener que ser muy proactiva de ver la instancia y los mecanismos, haciendo consultas con las Naciones Unidas, para ver los mecanismos más rápidos y efectivos para tener una posición clara en cuanto a los otros 191 países.
— ¿En qué afectaría la ayuda de la ONU al país?
— Desde el lado de NNUU, nosotros no vamos a retirar nuestra ayuda a Bolivia. Lo que sí no puedo garantizar es la reacción bilateral de otros países. El espíritu de esta oficina es continuar apoyando con nuestros programas que reciben la contribución voluntaria de los estados miembros. Yo no podría aventurarme a afirmar nada, pero es posible que alguno de los países financiadores, por el hecho de que Bolivia no sea parte de la Convención o por cualquier otra razón, lo excluya de la asistencia, ya sea de forma bilateral o vía la ONU. Pero eso habría que ver caso por caso.