Cuando la mentira disfrazada de verdad se impone


Ismael Schabib Montero*

Vicealmirante Ismael Schabib Amigos lectores: ¿Recuerdan ustedes cómo era el perfil del candidato a la presidencia Gonzalo Sánchez de Lozada, que ganó las tres elecciones en las que participó? El perfil de Sánchez de Lozada era el de un hombre rico y culto , de la alta sociedad, miembro de una conocida familia, que había estudiado filosofía, que se había criado y educado en los EEUU, por eso tenía el acento gringo al hablar español, que había mostrado gran capacidad como Presidente del Senado y como ministro de Estado, con importante protagonismo para la aplicación del D.S. 21060, el decreto mágico que frenó en seco la hiperinflación, un hombre sin pasado político, sin lastre histórico, sin que pese sobre sus espaldas ningún crimen.

El Licenciado Gonzalo Sánchez de Lozada posiblemente sea el único ciudadano boliviano que ganó las tres elecciones generales en las que participó como candidato a la presidencia en la historia de Bolivia. ¿Todo eso porqué? ¿Por qué inspiraba temor?, ¿Por qué era terrorista? ¿Por qué era un asesino responsable de la muerte de varias personas? ¿Sánchez de Lozada hacía bloquear carreteras? ¿Era narcotraficante? ¿Era narcocalero?



Ahora, ¿cuál es el perfil del Sr. Presidente de la República, del Sr Vicepresidente, del Sr. Felipe Quispe, del Sr. Patana, del Sr. Roberto de la Cruz y de otros…?

En febrero del 2003, el Gobierno de Sánchez de Lozada anunció la medida de cobrar impuesto a los sueldos, porque las arcas del Estado estaban vacías, que en los hechos significaba bajarlos, a todas luces, una medida impopular, que fue el pretexto, la señal para que inmediata y sorpresivamente un grupo de sediciosos compuesto por policías se hubiera parapetado en edificios vecinos al Palacio de Gobierno y empezara a disparar con las intenciones de asesinar al Sr. Presidente, mientras la población no sabía lo que pasaba en la plaza Murillo, como lo estableció después una comisión de la OEA. En esa oportunidad las FFAA le sacaron las castañas del fuego al gobierno en fiel cumplimiento de la Constitución Política del Estado vigente entonces en su Artículo 208, a un alto costo, siendo que habían llevado la peor parte con muertos y heridos, y haberlos llorado en silencio, sin show publicitario como los sediciosos. Curiosamente para importantes medios de comunicación los malos habían sido los militares, se los acuso de asesinos, incluso el Tribunal Constitucional falló en contra de las FFAA argumentado que no habían interpretado cabalmente el Art. 208 de la Constitución. Algo que puede parecer paradójico es que las tomas más representativas sobre la difícil situación en la que se vieron comprometidos los soldados del Regimiento Escolta “Colorados de Bolivia”, en la calle “Comercio” contigua al Palacio de Gobierno, las pasó CNN, donde se apreciaba el drama de un valiente soldado ayudando a un camarada herido al tiempo que él también era impactado por un proyectil, se recordará que un Oficial del Ejército fue muerto cuando se acercó a una ventana dentro del palacio de Gobierno.

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Inexplicablemente no sucedió lo que debió haber sido, que se tomen medidas contra quienes habían sido los autores intelectuales y materiales de los gravísimos hechos, el más grave hasta entonces en democracia, lo que nos puede llevar a pensar que el Gobierno no tenía un buen servicio de Inteligencia o que Sánchez de Lozada era magnánimo ¿Esta fue la actitud de un asesino genocida?

Se dieron hechos muy graves hasta llegar a octubre, como el secuestro de turistas en el Norte de La Paz y al intentar rescatarlos los militares sufrieron una emboscada donde murieron varios de sus miembros, por personas plenamente identificadas, como el Sr. Felipe Quispe que se jactaba de su hazaña, compañero de terrorismo del Sr. Vicepresidente del Estado Plurinacional, el Licenciado Álvaro García Linera, alias “Khananchiri”. En septiembre nuevamente aparecieron los bloqueos de caminos y desde el Alto se asediaba a la ciudad de La Paz, llegando a escalar el conflicto irremediablemente hasta el famoso “domingo negro”, cuando una turba dirigida trató de capturar en Senkata, el puesto donde se almacenaba combustible, entre ellos gas para proveer a la ciudad de la Paz, que estaba custodiado por soldados armados con munición letal, estos fueron asediados y agredidos con pedradas y bombas molotov y al entrar en pánico, porque el enmallado de protección había sido derribado, dispararon para defender la vida, este fue el incidente donde se produjeron alrededor de 60 muertos.

También hubo personas muertas por el estallido de una gasolinera, producto de la imprudencia de los convulsionados o ¿Estaba planificado por los sediciosos? Los asesinos en esas circunstancias fueron las personas que los instigaron, les pagaron, los coaccionaron, los embrutecieron con alcohol y los empujaron a cometer suicidio al arremeter contra soldados armados presas del pánico, no fue una orden de Sánchez de Lozada, de sus ministros o del Alto Mando Militar. Entre los muertos ese “domingo negro” hubo soldados con impactos de bala en la cabeza, lo que hace suponer que provinieron de francotiradores, oficiales y suboficiales heridos y torturados. Algo que hay que recalcar es que estos acontecimientos se dieron en la ciudad del Alto únicamente, que hay claros indicios que terroristas y subversivos de países vecinos participaron, que si bien inicialmente el Sr. Evo Morales se encontraba fuera del país, días antes de la renuncia de Sánchez de Lozada había retornado y aparecía en los noticiosos como uno de los líderes del golpe.

Otras conclusiones que se pueden señalar es que las marchas de las personas que bajaban del Alto pagadas o coaccionadas, no eran pacíficas, que las fuerzas del orden y la FFAA eran agredidas, que los convoyes que bajaban de la ciudad del Alto a la ciudad de La Paz con combustible estaban custodiados por tanquetas porque era la única forma de protegerlos. Ahora sabemos que todo eso se movió con recursos económicos provenientes de Venezuela y de otras fuentes del exterior, no se descarta el Foro de San Pablo, donde varios de sus integrantes ya eran gobernantes. Una trampa en la que cayeron las autoridades nacionales por influencia de instituciones como Derechos Humanos fue exigir que las FFAA no empleen munición letal para controlar el orden público una vez que fue desbordada la Policía Nacional, porque se le quitó gran parte de su poder disuasivo, los sediciosos al saber que los militares dispararían con munición de goma los agredían. Lo cierto es que en los hechos los soldados no disuadían, sólo se defendían, en total condición de inferioridad moral y material, porque no deseaban estar en esa situación disparando para defenderse y restablecer el orden teniendo como oponentes a otros bolivianos igual que ellos. Otro aspecto que también usaron maliciosamente los Derechos Humanos fue el concepto de la proporcionalidad, en el entendido que el poder destructivo de una pedrada no es comparable con el de un proyectil disparado desde un fusil, se habló de una proporcionalidad cualitativa pero no cuantitativa, la relación entre una turba, dirigida por especialistas, compuesta por miles de personas versus 100 o 200 miembros del orden, esa “desproporcionalidad” favoreció totalmente a los golpistas.

El Alto Mando de entonces compuesto por el Gral. FAB Roberto Claros, Comandante en Jefe de las FFAA, Gral. Gonzalo Rocabado, Jefe de Estado Mayor de las FFAA, Gral. Juan Veliz, Comandante General del Ejército, Gral. José Quiroga, Comandante General de la FAB y el Almirante Alberto Aranda, Comandante General de la Armada Boliviana son personas que llegaron a esa situación por meritos profesionales, porque compitieron, de acuerdo a las normas militares el primer puesto de su promoción con otros oficiales, a lo largo de más de 25 años de carrera, gente que fue educada para morir por la patria en defensa de sus intereses.

Respecto del Sr. Almirante Aranda quisiera expresar que cuando me desempeñaba como Agregado Naval a la Embajada de Bolivia en EEUU, en presencia de los miembros de la Asociación de Latino americana de Agregados Navales, unas 50 personas, el Agregado de la República del Uruguay me expresó en voz alta para que escuchen todos los presentes, “El Almirante Aranda tuvo el mejor promedio de su promoción en la Escuela Naval del Uruguay, sino se le entregó la bandera fue porque era extranjero”.

El Artículo 208 de la anterior Constitución Política del Estado decía textualmente:

“Las Fuerzas Armadas tienen por misión fundamental defender y conservar la independencia nacional, la seguridad y estabilidad de la República, y el honor y la soberanía nacionales, asegurar el imperio de la Constitución Política, garantizar la estabilidad del Gobierno legalmente constituido y cooperar en el desarrollo del país”.

En mi concepto los militares actuaron dando cumplimiento estricto a las leyes del país.

Quisiera preguntar, ¿de qué los indultó el Ex presidente Carlos Diego Mesa Gisbert a los sediciosos? Del Golpe de Estado con muertos, heridos y torturados.

En ocasión que serví como testigo de descargo del Sr. Almirante Aranda una de las autoridades acusadoras me preguntó si yo hubiera hecho uso de mi arma contra el pueblo, le conteste que sólo en legítima defensa de mi vida, me preguntó tres veces y las tres veces esa fue mi respuesta, grande fue mi sorpresa cuando en la noche y al otro día me enteré por los medios de comunicación que la parte acusadora había salido a declarar después de mi intervención que “El Almirante Schabib había reconocido que las FFAA habían salido a matar, porque esa orden habían recibido”. En ese momento comprendí que todo era un show y que mis camaradas ya estaban condenados. Que los malos eran los acusadores de los buenos.

Estimados amigos, considero que el Ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada, persona a la que nunca tuve el gusto siquiera de darle mano, y mis camaradas a los que conozco, condenados recientemente a penas entre 10 y 15 años de prisión, son infinitamente superiores ética y moralmente a sus acusadores, acusadores que son la mano que empujo a esos compatriotas a ser muertos por unos soldados imberbes aterrorizados, en el Golpe de Estado de Octubre Negro, que tuvo como escenario únicamente a las ciudades de La Paz y el Alto.

El ex presidente Gonzalo Sánchez de Lozada y su Alto Mando Militar son inocentes, el Sr. Evo Morales Ayma y sus cómplices son culpables, por eso fueron indultados.

*Vicealmirante de la República de Bolivia