El gobierno acusó hoy a las tres ONGs de ejercer una fuerte presión en la marcha de los indígenas del Tipnis con el objetivo de dañar la imagen de Evo Morales. Los colonizadores dicen a los marchistas que se atengan a las consecuencias. Indígenas responsabilizan a senador Surco.
Los ministros de La Presidencia Carlos Romero y de Comunicaciones Ivan Canelas, en conferencia de prensa – Abi Agencia
La Paz, ANF.- El gobierno acusó este viernes a las organizaciones no gubernamentales Centro de Estudios Jurídicos e Investigación Social (Cejis), Foro Boliviano sobre Medio Ambiente y Desarrollo (Fobomade) y Liga de Defensa del Medio Ambiente (Lidema) de ejercer una fuerte presión política en la marcha de los indígenas del Tipnis con el objetivo de desestabilizar y dañar la imagen del presidente Evo Morales.
En conferencia de prensa, el ministro de Comunicación, Iván Canelas, junto a su homólogo de la Presidencia, Carlos Romero, acusó a estas tres ONGs de entrabar constantemente el diálogo y financiar la marcha, pues los representantes del Tipnis rechazaron en seis oportunidades instalar el diálogo al igual que dos proyectos de Ley para evitar el asentamiento de colonos y generar un desarrollo integral en esa área protegida.
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"Hemos identificado algunas ONGs que ya no están cumpliendo una función para la que pidieron autorización del propio Estado, que es una función fundamentalmente técnica; ellas están cumpliendo una fuerte función política: las ONGs Cejis, Fobomade y Lidema (…). Lamentamos que estas ONGs hayan cambiado su función y objetivo de cooperación técnica con estos sectores y que hayan asumido una actitud política de desestabilización del gobierno, afectando la imagen de sus principales autoridades como el presidente Evo Morales", dijo Canelas.
En tanto los indígenas del Tipnis continúan su recorrido rumbo a Yucumo, donde colonizadores afines al MAS rechazaron levantar la medida de presión hasta que la marcha llegue a un acuerdo con el gobierno, permitiendo la construcción de la carretera Villa Tunari san Ignacio de Moxos.
Los colonizadores dicen a los marchistas que se atengan a las consecuencias
Indígenas responsabilizan a Fidel Surco.
ERBOL, San Borja.- Tensión. La dirigencia de los marchistas defensores del Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) y los colonizadores que bloquean con zanjas en la población de Yucumo, de la provincia Ballivian del departamento del Beni, no lograron acordar en sus reivindicaciones; por tanto, crece el nerviosismo de ambos sectores.
El presidente de la Asamblea del Pueblo Guaraní (APG) y líder del Comité de la Marcha, Celso Padilla, en comunicación con la Red Erbol, manifestó que en la reunión los colonizadores condicionaron el paso de la movilización pidiendo eliminar cinco peticiones, incorporar sus demandas en la plataforma indígena y participar de las negociaciones con el gobierno presumiblemente alentados por el senador del Movimiento Al Socialismo (MAS) Fidel Surco; que es calificado como como inadmisible por los indígenas.
“Nos reunimos con los bloqueadores para informar nuestra plataforma, mediante una comisión, para evitar enfrentamientos pero nos condicionaron el paso. Primero, (nos pidieron) eliminar cinco puntos de la plataforma; segundo, quieren ser participes del diálogo con el gobierno y tercero buscan incorporar sus demandas a la plataforma nuestra. Que para nosotros es un condicionamiento muy cerrado y hemos rechazado que no podemos aceptar después de caminar más de 250 kilómetros”, afirmó.
El líder indígena argumentó que la marcha es totalmente pacífica y tampoco se va a detener sino que continuará hacia la ciudad de La Paz, aunque los colonizadores nos “dijeron que nos atengamos a las consecuencias y quedamos en ese nivel (en la reunión previa). Pero, nosotros no vamos echar pie a atrás y continuaremos con la marcha”.
Sin embargo, los futuros acontecimientos serán de entera “responsabilidad del gobierno de Evo Morales porque conocemos que (el bloqueo) es una instructiva de Fidel Surco que ha trasladado (gente) que no son de lugar según nos han informado porque varios habitantes (de Yucumo) nos han ofrecido recibimiento”. Tenemos información confiada de que los bloqueadores son traídos de Caranavi, Alto Beni e incluso del trópico de Cochabamba.
Sin embargo, los marchistas pidieron al Defensor del Pueblo, Rolando Villena, la presencia de los policías e incluso de las Fuerzas Armadas para que les garanticen la transitabilidad y evitar el enfrentamiento. Pero, “en caso se diera algún enfrentamiento nosotros tampoco nos vamos a quedar con brazos cruzados” que no queremos aquello, sostuvo Padilla.
A la espera del diálogo
El dirigente guaraní, indicó que el diálogo siempre está abierto a pesar de que el Gobierno de Morales, en los medios de comunicación, haga campaña en contra de nosotros constantemente diciendo que rechazamos situación que nos verdadero sino que seguimos esperando con paciencia el encuentro.
El problema es que la comisión gubernamental ha traído “todas las propuestas de romper siempre el corazón del TIPNIS que para nosotros es una burla porque no existe una proposición de bordear el parque nacional que podría ser aceptado; pero dice que es imposible. La comisión dirigida por (el ministro de la Presidencia), Carlos Romero, dijeron si se desviaba pasaba por la voluntad del Presidente Morales por eso solicitamos su presencia”, explicó Padilla.
Marcha: Gobierno ratifica puertas abiertas al diálogo y lamenta cálculo político de dirigentes
La Paz, 9 sep (ABI).- El Gobierno ratificó el viernes su disposición a reanudar el diálogo con los dirigentes de los pueblos indígenas del oriente que realizan una marcha a la paz, pero les exhortó a dejar de lado cálculos políticos que obstaculicen los acuerdos.
En una conferencia de prensa, el ministro de la Presidencia, Carlos Romero, dijo "El Gobierno mantiene las puertas al diálogo con los marchistas, pero sin que existan de por medio cálculos políticos que obstaculicen consensos".
Romero hizo una amplia explicación de los sucesivos esfuerzos realizados por las autoridades para alcanzar consensos con los dirigentes indígenas, antes y después de iniciada la marcha.
Los marchistas dirigidos por la Confederación de Pueblos Indígenas del Oriente Boliviano (CIDOB) iniciaron su movilización el pasado 15 de agosto desde Trinidad para oponerse a la construcción del tramo II de la carretera entre Villa Tunari (Cochabamba) y San Ignacio de Moxos (Beni).
Esa vía tiene una longitud total de 330 kilómetros y demandará una inversión de 415 millones de dólares, de los que 330 millones cuentan con el financiamiento del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil (BNDES).
Antes de esa marcha, el Gobierno convocó a los dirigentes a reunirse para analizar el asunto para lograr acuerdos y llevar adelante una consulta que encamine la construcción de la vía para el desarrollo regional y la integración nacional.
El Ministro dijo que se produjeron seis intentos de diálogo con la presencia de Ministros que se trasladaron en forma sucesiva a las ciudades de Santa Cruz de la Sierra, Trinidad, San Ignacio de Moxos, dos veces a Puerto San Borja y a San Borja.
"Para dialogar con la dirigencia de los marchistas se han enviado hasta 9 ministros, cuatro Viceministros, seis directores de Ministerios y de instituciones estatales, además de asesores técnicos", aseveró.
Señaló que la delegación gubernamental aceptó todas las condiciones puestas por los marchistas, entre ellos dialogar con toda la asamblea, cuando el acuerdo era hacerlo solamente con una representación de 13 dirigentes.
Remarcó que igualmente se dispuso llevar adelante una consulta sobre el tramo II de la carretera en el Territorio Indígena Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) con la presencia de veedores nacionales e internacionales sugeridos por los propios marchistas.
Romero manifestó que entre esos veedores iban a ser convocados el Defensor del Pueblo, Rolando Villena, los Defensores departamentales, delegados del Alto Comisionado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y otros.
Agregó que igualmente se aclaró que esa consulta se iba a realizar entre los pobladores de las 64 comunidades que viven dentro del tramo II del TIPNIS, ante el temor de éstos de que sean incluidos en la misma los colonizadores.
Puntualizó que, además, se desecharon otras preocupaciones planteadas por los marchistas en sentido de que la construcción de la carretera iba a dar lugar asentamientos de otras poblaciones en la zona.
"Para ello se les anunció la viabilización de una Ley contra Asentamientos Humanos en la Región y otra para la definición de los programas prioritarios de desarrollo que sean sugeridos por los propios pobladores", anotó.
Reiteró que en las reuniones sostenidas con los marchistas las autoridades abundaron en explicaciones técnicas sobre siete alternativas de construcción de la vía en el tramo dos con el mínimo impacto ambiental.
"Es importante aclarar que la construcción de la carretera por este tramo solamente iba a afectar 300 hectáreas de 1.200.000 hectáreas del territorio, lo que significa apenas el 0,035 por ciento", dijo.
Aclaró que las siete alternativas de camino en el tramo II cuentan con los suficientes respaldos técnicos sobre estabilidad de suelos e impactos ambientales.
Subrayó que ante el rechazo de las mismas, se les solicitó a los dirigentes de la CIDOB que elaboren una contrapropuesta.
"Creemos que la CIDOB cuenta con los suficientes instrumentos y respaldos institucionales para elaborar una contrapropuesta de ruta de la carretera", indicó.
Agregó que el Ejecutivo hizo llegar el pasado miércoles a los marchistas ocho ejes de discusión en un nuevo esfuerzo por lograr acuerdos, lo que no fue ni recibido por la dirigencia de los marchistas que anunciaron que proseguirán la movilización a La Paz.
Ante la recurrente exigencia de que el presidente Evo Morales vaya al encuentro de la marcha a dialogar, el Ministro consideró que es un exceso presionar al Jefe de Estado a reuniones con bloqueos y otras medidas de presión, antes que con el pedido de audiencias.
Recordó que el propio Morales había convocado el 21 de agosto a los marchistas a sostener una reunión en La Paz, a la que no se hicieron presentes.