Brasil y China podrían ayudar a Europa en el G-20

Serán dos días intensos en París en la primera reunión del G-20, previa al que puede el encuentro de los presidentes más esperado de los últimos tiempos, el 3 y 4 de noviembre en Cannes.

El ministro de Economía de Canadá, Jim Flaherty, adelantó que el objetivo será crear «la sensación de urgencia» para resolver la crisis europea.

Con respecto a una mayor intervención del FMI con fondos emergentes, es una opción en discusión pero que, sin duda, marca hacia dónde va el nuevo orden mundial.



La directora gerente de la entidad, Christine Lagarde, advirtió el mes pasado que los US$ 390 mil millones en efectivo del organismo podrían resultar insuficientes para evitar una recesión mundial.

Las autoridades quieren que primero los gobiernos ofrezcan un plan de salida de la crisis creíble y realizable. Sin embargo, el tiempo juega en contra. Inversores como George Soros y hasta el mismísimo Barack Obama presionan por una inmediata solución a la UE.

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Tanto los emergentes como los EEUU temen un efecto dominó por la profundización de la crisis de deuda soberana que termine finalmente en una recesión mundial.

China y Brasil no le escapan al nuevo desafío. «El premier Wen Jiabao ya dijo claramente que respalda la estabilidad europea y que todas las opciones están en discusión,» afirmó el viceministro chino de Finanzas, Zhu Guangyao. Su par de Sudáfrica, Pravin Gordhan, tampoco descartó un auxilio financiero.

Europa no quiere más aportes de nadie. Apuntan un mayor poder de rescate del Fondo de Estabilidad Financiera del UE pero sin exigir más garantías a ningún país.

Francia y Alemania quieren crear un impuesto a las transacciones financieras que generaría nuevos ingresos y haría pagar a los bancos, por primera vez, parte del costo de la crisis. EEUU y otros países, se oponen a esta medida.

No obstante, según ha advertido el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, este tipo de tasa no tendrá éxito a menos que sea global.

Las 17 naciones de la eurozona aprobaron expandir el fondo de rescate de 440 mil millones de euros. El inconveniente es que parte de ese dinero se destinó a Grecia, Portugal e Irlanda y la duda es si habría resto para salvar del default a países más grandes como España o Italia.

A esto se suma ahora la fragilidad de los bancos europeos, que necesitarían al menos unos US$138 mil millones para fortalecer su liquidez.

Fuente: www.infobae.com